La empresa familiar Biurrun SL, en Beriáin, dedicada a la comercialización de cerdos, ha sido premiada por el Ministerio de Medioambiente por su vocación exportadora, al llevar 3.000 cerdos a la semana de Navarra a Europa.
Resulta sorprendente que el Ministerio de Medioambiente premie una actividad que aunque legal, no deja de ser insostenible ambientalmente. Exportar cerdos a Europa, cuando a la vez los importamos de esos mismos lugares es incomprensible. Un despilfarro energético y contaminador producto de la irracionalidad del libre mercado.
Pero al margen de la familia Biurrun, el premio del Ministerio de Medio Ambiente suscita un debate sobre la viabilidad del sistema actual del comercio internacional, donde no existe eficiencia alguna. Los desplazamientos de mercancías nos acarrean entre otros accidentes como el del Prestige o los de ahora de British Petroleum y en China. También la necesidad de costosísimas infraestructuras de todo tipo y la contaminación ambiental y el calentamiento global. Esto es una realidad incuestionable que pone en peligro los sistemas que soportan la vida en el Planeta y que a diario nos avisa la comunidad científica internacional. James Lovelock, el científico independiente, meteorólogo, ambientalista, famoso por la Hipótesis Gaia, que trabajo parte de su vida en la NASA, declaraba en el País una vez jubilado que "de seguir así no cumplirían 50 años los niños nacidos ahora".
El comercio internacional actual es irracional e indefendible. Un ejemplo: En 1999 ocurrió en incendio en el túnel del Mont Blanc y se descubrió que camiones franceses transportaban agua de Evian a Italia y los italianos agua de San Pelegrino a Francia. También se cruzaban en el camino en ambas direcciones camiones con rollos de papel de baño. No puede ser que los productos que llegan a nuestra mesa recorran tantos kilómetros (ej. un yogour Danone 25.000 km.). Deberíamos consumir productos del tiempo y del lugar y a poder ser biológicos. Ganaríamos en salud y ganaría el Medio Ambiente. Es la única salida a la actual crisis ambiental, financiera, económica, etc. Seríamos un poco más pobres pero por lo menos mantendría saludablemente la morada en la que vivimos, el Planeta Tierra, que también tiene un precio económico aunque no se volora.
Se comprende el interés por el lucro económico de los actores que mueven la economía, y en concreto el trasporte internacional de mercancías, pero el interés general pasa porque nuestros hijos y nietos tengan futuro, cosa imposible de seguir como hasta ahora.
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