Dieciséis de los dieciocho escolares que compartían clase con una niña de Falces afectada de tuberculosis han dado positivo en la prueba de la tuberculina, un test que determina si la persona ha estado en contacto con el bacilo que provoca la enfermedad.
Salud Pública realizó el lunes esta prueba a los escolares, así como a varios profesores, tras haberse confirmado el diagnóstico de tuberculosis bacilífera en una alumna del 13 años del colegio público Doña Álvara Álvarez. En total, los técnicos efectuaron 25 pruebas: 18 a compañeros de clase de la niña afectada, 5 a profesores (en tres casos ha dado positivo pero en adultos no es significativo) y 2 a otros niños que no asistían a la misma aula y que han dado negativo en la prueba.
La prueba de la tuberculina positiva (test de Mantoux) no implica que la persona esté enferma. Desde 1993 la vacuna de la tuberculosis no se incluye en el calendario vacunal ya que se demostró que sólo prevenía formas graves en un corto periodo de tiempo. Además, el antecedente de vacunación puede influir en el resultado del test.
Hoy está previsto iniciar el estudio de los alumnos con resultado positivo en la prueba con objeto de determinar si han desarrollado la enfermedad. Para ello, primero se realiza una radiografía de tórax. Sin embargo, esta prueba, que suele ser determinante en los adultos, no lo es tanto en los niños puesto que la presentación clínica de la enfermedad en niños puede variar respecto a los adultos.
Por eso, según los técnicos de Salud Pública, se tendrá que analizar cada caso. En algunos niños la placa podría ser suficiente para descartar de forma definitiva la enfermedad pero, en otros casos, podría ser preciso hacer más pruebas: analíticas, estudio de bacilos en jugo gástrico o escáner. En concreto, indicaron, hay que valorar, además de las placas, si el niño tiene tos, ha adelgazado sin motivo o tiene pérdida de apetito, entre otros aspectos.
Con independencia del resultado del test, todos los alumnos deberán seguir un tratamiento preventivo. En los casos negativos el tratamiento se mantendrá durante dos meses. Pasado ese tiempo se les realizará por segunda vez la prueba de la tuberculina para confirmar que sigue dando negativa. En los casos positivos el tratamiento preventivo se prolonga durante seis meses y consiste en la administración de un fármaco específico para la tuberculosis, una pastilla, una vez al día.
Si el niño ha desarrollado la enfermedad el tratamiento es distinto, ya que se combinan cuatro medicamentos. Con esta terapia la enfermedad suele evolucionar satisfactoriamente.
Los técnicos de Salud Pública están valorando la posibilidad de realizar más pruebas de tuberculina en los círculos cercanos a la niña afectada. Así, indicaron que es muy probable que también se realice la prueba al menos a los amigos de la niña afectada. Los técnicos van a hablar con los profesores del colegio, así como con la familia, para conocer más el entorno de la afectada y valorar la exposición de otras personas al bacilo.
Diario de Navarra
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