miércoles, 15 de enero de 2014

UN COLECTIVO GITANO ACUSA AL ALCALDE DE MURILLO EL FRUTO DE NO RESPETAR SU ACUERDO PREVIO A LAS ÚLTIMAS ELECCIONES MUNICIPALES

Un nuevo escándalo vuelve a sacudir Murillo el Fruto, situando nuevamente a su alcalde, Javier Gárriz, en el ojo del huracán. Al primer edil le ha salido caro no ceder el uso del centro socio-cultural del pueblo al colectivo gitano Chachipen del Gau Kalo para la celebración de una boda que iba a tener lugar el pasado 30 de noviembre, cuando en las mismas instalaciones se han celebrado múltiples bautizos y comuniones.

Y es que para hacer frente a lo que ellos consideran un "brote racista", tal y como explica su presidenta, Segunda Jiménez, han sacado a la luz un documento firmado por el propio Gárriz en 2011, poco antes de que tuvieran lugar las elecciones municipales en las que salió reelegido, por el que se comprometía a "sacar a trabajar a los socios de etnia gitana" así como a cederles el uso del citado centro a cambio de recibir su voto.

Sin embargo, Gárriz, que anuncia que emprenderá acciones legales para impedir que le sigan "difamando", asegura que el documento está "totalmente manipulado aunque la firma es verdadera". Lo cierto es que la nota iba dirigida a Luis Usoz, candidato de UPN a la Alcaldía de Carcastillo que no fue elegido y está en la oposición municipal, pero "por falta de tiempo" el colectivo añadió a bolígrafo varias anotaciones "para que el texto valiese para los dos", comenta Jiménez, que también está en contacto con sus abogados "para ver qué se puede hacer".

Aunque Luis Usoz no firmó el citado documento, Javier Gárriz reconoce que sí lo hizo porque pensaba que solamente tendría validez si los dos candidatos lo apoyaban. Recordar que Gárriz, aunque está afiliado a UPN, concurrió en estas últimas elecciones bajo las siglas independientes de Unión del Pueblo de Murillo tras estar envuelto en dos procesos judiciales de los que salió absuelto. De hecho, en el documento consta que "Javier Gárriz adquiere el mismo compromiso y en las mismas condiciones" que Usoz, se supone. Este último texto, escrito por el Alcalde, se acompaña con la firma del mandatario.

"Nos ofreció el oro y el moro y yo, por mi parte, le prometí que iba a ganar las elecciones. Y cuando llegó a la Alcaldía se olvidó de todo. Me parece una burla y no se va a salir con la suya. Estoy dispuesta a que delante de todos los vecinos venga un grafólogo que diga si su firma está falsificada o no", le reta Segunda Jiménez.

Por tanto, el colectivo gitano mantiene que Gárriz no hubiese revalidado su puesto de no haber sido por sus votos. Algo que él niega esgrimiendo que con sus votos, entre 150 y 180 (el colectivo rebaja la cifra a 90), "podría haber sacado cinco o seis concejales y no cuatro", como tiene ahora. Recordar que de los 486 murillejos inscritos en el censo electoral, de un total de 670 residentes, UPM obtuvo 269 votos y Agrupación Independiente Murillo (AIM) 195, logrando tres concejales.

En lo concerniente a los puestos de trabajo comprometidos, Gárriz sostiene que el Ayuntamiento se basa en los criterios de selección de los Servicios Sociales de Base a la hora de contratar al personal. "Es más", indica, "ayer mismo contratamos a través del Servicio Navarro de Empleo a un persona de etnia gitana para que ejerza de barrendero".

Por último, alega que no les dejó el centro porque "el año pasado se decidió ceder las instalaciones solo para eventos culturales de asociaciones inscritas en el Ayuntamiento", tales como la apyma, la asociación de jubilados o la asociación juvenil, entre otras, algo que niegan los ediles de la oposición.

Desde el grupo de la oposición municipal, AIM, aunque están "acostumbrados a este tipo de opacidad" se muestran sorprendidos "no por el pacto en sí, sino porque esté por escrito". No tienen inconvenientes a la hora de confesar que ellos también se reunieron con este colectivo gitano, aunque en su caso no les prometieron nada.

Diario de Noticias

No hay comentarios: