Las trabajadoras de la residencia de ancianos de Caparroso han comenzado una serie de movilizaciones en defensa de sus condiciones de trabajo, tal y como hicieran recientemente sus homólogas de San Martín de Unx.
Para mostrar su descontento se concentraron hace unos días delante de las puertas del centro, iniciando así las movilizaciones en defensa de su convenio. "Han colocado, además, una pancarta informativa para que se enteren los vecinos, denunciando la situación en la que se encuentran y van a solicitar una reunión a la alcaldesa para transmitirle, de primera mano, su situación laboral, el deterioro de la misma así como la preocupación por cómo se hace la gestión diaria", avanzan desde ELA.
La residencia José Ramón Zalduendo cuenta con 22 plazas. Tiene lista de espera para entrar y en ella trabajan nueve personas. "Cuando la empresa Idea asumió su gestión eran 11 para los mismos residentes", recuerdan desde ELA. Aunque es de propiedad municipal se ocupa de la gestión de la misma la empresa Idea-Innovación y Desarrollo Asistencial que en mayo de 2013, "cuando se iniciaron las conversaciones para renovar el convenio de empresa, les planteó una rebaja de salario del 10% e incrementar las horas de trabajo anuales en 113", explica ELA.
Tras varias reuniones en las que no se produjeron avances, la empresa Idea, "de forma unilateral y rompiendo la mesa negociadora, les comunicó por escrito y sin previo aviso a las trabajadoras que procedía a modificarles las condiciones laborales e imponerles las del convenio estatal de residencias de ancianos". La inmediata denuncia en los juzgados por parte de las trabajadoras, no obstante, "hizo que Idea reconsiderase la situación, mantuviese la mesa negociadora abierta y continuara aplicando el convenio propio, el que legalmente les pertenece", subraya ELA.
A pesar de esto, denuncia el sindicato, la situación en los últimos meses "no ha tenido avances significativos en la renovación del convenio; al contrario, el funcionamiento en el día a día se ha ido deteriorando, con ejemplos como no cubrir las bajas o ausencias de trabajadoras (los mismos residentes pero atendidos con menos recursos) o ni tan siquiera proporcionar el calzado y la ropa que por ley corresponde a las trabajadoras".
Ante esta coyuntura, la plantilla ha tomado la decisión de pelear por mantener unas condiciones dignas de trabajo que redundarán en el cuidado de los residentes, "en cuya atención nos volcamos y volcaremos todos los días", insisten.
Diario de Noticias
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