domingo, 31 de mayo de 2020

RACISMO, BRUTALIDAD POLICIAL Y COVID-19 EN ESTADOS UNIDOS

Mientras las muertes por Covid-19 en Estados Unidos superan las 100.000, con un impacto desproporcionado sobre las comunidades de color, el asesinato y la violencia por parte de la policía contra personas de color, perpetrados con legitimación del Estado, continúan aparentemente sin tregua.

El pasado lunes, Día de los Caídos en Estados Unidos, George Floyd suplicaba por su vida mientras Derek Chauvin, oficial de la policía de Minneapolis, le apretaba el cuello contra el pavimento con una de sus rodillas. “Por favor. Por favor. No puedo respirar, oficial. No puedo respirar”, jadeaba George Floyd, con sus manos esposadas detrás de la espalda. Los testigos del suceso le pidieron repetidas veces a Chauvin que aflojara la presión, pero el oficial siguió con la rodilla enterrada en el cuello de Floyd. Un devastador video de diez minutos registró este asesinato en cámara lenta, respiración menguante tras respiración menguante. Finalmente, el cuerpo inerte de Floyd fue bruscamente colocado en una camilla, cargado en una ambulancia y llevado al hospital, donde se declaró su muerte.

La indignación fue in crescendo a medida que el video se viralizaba. El hermano de George, Philonise Floyd, declaró a la cadena CNN: “Amo a mi hermano. Todos amaban a mi hermano… conocerlo es quererlo. Él gritaba ‘mamá, mamá, no puedo respirar’ pero no les importó. Realmente no entiendo lo que tenemos que sufrir en la vida. No tenían por qué hacerle eso”. El fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, expresó en un comunicado: “Su vida era importante. Tenía valor… Vamos a buscar justicia y la encontraremos”. En declaraciones posteriores, Ellison agregó: “Lo que estamos tratando aquí no es un caso aislado, sino un problema sistémico. Y tanto la investigación como la acusación se están llevando adelante con el objetivo de llegar hasta las últimas consecuencias. Estoy seguro de que se están llevando adelante de manera competente. Pero eso no le pone fin al asunto. El despido de los agentes no le pone fin. El proceso penal que ha comenzado no le pone fin. El proceso de derechos civiles no le pone fin. Necesitamos un cambio sistémico, profundo y permanente”. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, opinó tras el asesinato de Floyd: “Ser negro en Estados Unidos no debería implicar una condena a muerte”. Frey demanda el arresto de Chauvin y la familia de Floyd quiere que los cuatro oficiales sean acusados ​​de asesinato.

La reverenda Bernice King, una de las hijas del Dr. Martin Luther King Jr., publicó en Twitter una foto del oficial Chauvin con la rodilla apoyada sobre el cuello de Floyd al lado de una icónica foto de la estrella de la Liga Nacional de Fútbol Americano Colin Kaepernick hincado sobre una de sus rodillas en un campo de juego. El ex mariscal de campo fue expulsado de la Liga por arrodillarse durante el himno nacional en protesta contra la violencia policial y la injusticia racial. El texto que acompaña el tuit dice: “Si no te molesta o te molesta poco la primera rodilla, pero te indigna la segunda, entonces, en palabras de mi padre, estás ‘más consagrado al orden que a la justicia’. Y más apasionado por un himno que supuestamente simboliza la libertad que por la libertad de vivir de un hombre negro”.

Mientras las muertes por Covid-19 en Estados Unidos superan las 100.000, con un impacto desproporcionado sobre las comunidades de color, el asesinato y la violencia por parte de la policía contra personas de color, perpetrados con legitimación del Estado, continúan aparentemente sin tregua . El pasado 23 de febrero, en Georgia, Ahmaud Arbery fue asesinado a balazos por Travis McMichael y su padre, el policía retirado Gregory McMichael, tras salir a correr. El 13 de marzo la policía de Louisville, Kentucky, disparó ocho veces contra Breonna Taylor, causándole la muerte. Taylor era técnica en emergencia médica y tenía 26 años de edad. La policía irrumpió en su hogar en el medio de la noche, al entrar en el departamento equivocado cuando buscaban a un sospechoso que ya estaba bajo custodia.

Afortunadamente, no tenemos que agregar el nombre de Christian Cooper a esa trágica lista. Chris Cooper, afroestadounidense, se encontraba observando aves en el Central Park de Nueva York el Día de los Caídos cuando respetuosamente le pidió a una mujer que también paseaba por allí que siguiera las reglas del parque y le pusiera la correa a su perro. Ella se negó rotundamente, lo que lo condujo a grabar la interacción. La mujer llamó al 911 y le dijo a Cooper: “Voy a decirles que hay un hombre afroestadounidense que está amenazando mi vida”. Christian Cooper le envió el video a su hermana, quien lo publicó en las redes sociales, donde rápidamente llegó a 42 millones de reproducciones. Alguien identificó a la mujer como Amy Cooper (sin parentesco con Christian) y, como resultado de su reacción violenta, fue despedida de su trabajo y el refugio para perros le retiró su mascota.

Ibram X. Kendi, director fundador del Centro de Investigaciones y Políticas Antirracistas de la Universidad Americana, le dio contexto histórico a esta interacción durante una entrevista para Democracy Now!: “Lo que hizo Amy Cooper es un típico comienzo de violencia racista. Tenemos a una mujer blanca que utiliza como arma su privilegio de ser mujer y blanca. En lugar de resolver la disputa con la otra persona y seguir las reglas y ponerle la correa a su perro, se victimiza y llama a la policía, con esa proyección de víctima, para que la policía vaya y la proteja. A menudo, los policías realmente creen que esta mujer blanca está siendo amenazada por este presunto depredador afroestadounidense. Con demasiada frecuencia, esto lleva a que esa víctima desarmada resulte lesionada o incluso asesinada”. En 1955 un suceso similar condujo a la tortura y linchamiento de Emmet Till, de 14 años de edad.

El profesor Kendi lanzó “The COVID Racial Data Tracker”, un sitio web para documentar las disparidades raciales en torno a la letalidad de la pandemia, que afecta de manera desproporcionada a las comunidades de color. Los datos se están utilizando para desacreditar el argumento de que las personas de color se ven más afectadas por la Covid-19 por sus afecciones subyacentes. Kendi explicó: “Al menos hacia fines de marzo, y ciertamente a principios de abril, eran personas latinas, afroestadounidenses e indígenas estadounidenses las que se estaban contagiando y muriendo de forma desproporcionada. Llevó un gran esfuerzo de parte de los movimientos de base, que reclamaron que se expongan los datos raciales, empezar a constatar esto, porque los estados se negaban a verlo. El indicador de predictibilidad fundamental de las tasas de contagio y muerte en la población negra es el acceso a la atención médica, el acceso a seguro de salud, así como la contaminación del aire y del agua y el tipo de empleos. Todas estas determinantes sociales de la salud son indicadores predictivos mucho más fuertes en cuanto a las tasas de muerte y contagio en la población negra que sus afecciones subyacentes”.

Los afroestadounidenses representan el 13% de la población de Estados Unidos, pero han representado como mínimo el 25% de las 100.000 muertes por Covid-19 del país. La misma disparidad en la tasa de mortalidad prevalece entre los 5.000 estadounidenses asesinados por la policía desde 2015: los afroestadounidenses tienen el doble de chances de ser asesinados por la policía en comparación con los blancos. La violencia policial es una de las principales causas de muerte de los jóvenes de color.

La pandemia revela lo que los videos de teléfonos celulares y cámaras corporales han expuesto cada vez más y lo que las comunidades de color han sabido por mucho tiempo: el racismo está bien vivo en Estados Unidos y tiene consecuencias letales.

Amy Goodman-Denis Moynihan, en Democracy Nob (traducido por Rebelión)

HACIA UNA POLÍTICA PENITENCIARIA JUSTA

Esta semana ha emergido un nuevo enfoque para desbloquear la política penitenciaria. El Gobierno vasco ha anunciado que en las próximas semanas va a enviar una propuesta al Ejecutivo de Pedro Sánchez para acercar a los presos de ETA a Euskadi. El plan se pretende articular mediante el traslado de los presos a centros radicados en Euskadi o en territorios limítrofes para que inicien desde aquí un itinerario de reinserción.

El cambio conceptual es importante: para comenzar su individualizado proceso de reinserción los presos deben estar cerca. Se trata de un planteamiento que, caso de materializarse, invertiría la política actual que exige a los reclusos iniciar un itinerario de reinserción para solo entonces proceder a estudiar su traslado a centros penitenciarios vascos o cercanos a Euskadi.

El dolor, la impotencia, el duro recuerdo, las sensaciones grabadas en el corazón y en la mente de tantas y tantas víctimas merecen el respeto, la empatía y la comprensión. Pero no puede ser la base sobre la que sustentar la política como instrumento para la convivencia. Tampoco la política penitenciaria. Quien cuestiona el acercamiento de los presos bajo el argumento de que tal decisión supone una afrenta para las víctimas está utilizando arteramente el sufrimiento de éstas. Y lo hace a sabiendas de que el alejamiemto no figura en la legalidad penitenciaria, que tal castigo a los presos y a sus familias carece de toda base normativa.

Y ahora, de nuevo, está en manos del Gobierno de Sánchez, del organismo Instituciones Penitenciarias, la posibilidad de subsanar esta anomalía, esta utilización de la política penitenciara al servicio de ciertos intereses políticos.

Todo lo que rodea al mundo de las prisiones acaba, como casi siempre, colonizado por lo emocional y lo irracional: para unos ese mundo, y los presos, representan el tótem, el símbolo de años de "lucha armada" (eufemismo pseudorevolucionario que reemplaza al de empleo de la violencia para fines políticos); para otros prima en toda consideración sobre ellos el deseo de venganza punitiva y sancionadora. Sobre una y otra orientación debe prevalecer el concepto de justicia, porque hay, debe haber un concepto de justicia y unas garantías constitucionales que están vigentes para todos, incluidos, por supuesto, los presos condenados por terrorismo.

Las leyes y normas jurídicas deben ser interpretadas conforme a la realidad social del tiempo en que éstas han de ser aplicadas Esta máxima jurídica, este principio hermenéutico que debe guiar la labor de los jueces como aplicadores del Derecho ha de adquirir y mostrar toda su potencialidad en el momento social y político que vivimos.

Pocos colectivos han sido tan vapuleados, tan manipulados, tan cínica y populistamente tratados, tan menospreciados, tan olvidados y tan utilizados por unos y otros como el de los presos. Algún día deberá hacerse también balance sobre la inercia de una política penitenciaria basada en el castigo, en la venganza, en la provocación, en la irracionalidad punitiva, y ubicada demasiadas veces en la antítesis de un objetivo resocializador y reeducador.

Reivindicar un trato justo, sin agravios y con los mismos derechos a todos los encarcelados puede que para muchos suene a connivencia con ese mundo. Aquí tampoco hay falsas equidistancias, porque en realidad esa exigencia responde a la más pura lógica democrática de reivindicación de igualdad de trato. La obsesión punitiva o sancionadora no permite todo. Hay, (o debería existir) un concepto de justicia y unas garantías constitucionales que están vigentes para todos, incluidos, por supuesto, los presos encarcelados por motivos terroristas.

Las personas presas, todas, están llamadas a ser claves en la consolidación de la paz y la convivencia. Ojalá comencemos a apoyar de forma consensuada esta iniciativa. También esto será síntoma de normalización y de justicia.

Juanjo Álvarez, en Grupo Noticias

viernes, 29 de mayo de 2020

CAPARROSO EN VÍAS DE DESARROLLAR UN PLAN DE CONCILIACIÓN LABORAL Y FAMILIAR

Don Carlos Ukar Arana, Portavoz del Grupo Municipal Adelante Caparroso Aurrera en el Ayuntamiento de Caparroso, al amparo de lo dispuesto en la legislación vigente, presenta a pleno la siguiente moción para su debate y aprobación. 

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS 
Una de las consecuencias más preocupantes que está teniendo el proceso de desescalada en el marco de la crisis generada por la COVID-19 es la dificultad de conciliación que van a tener muchas familias en las que todas las personas adultas se van a reincorporar definitivamente a sus puestos de trabajo. Ya durante el periodo del confinamiento, en el que se ha mantenido la actividad en los sectores esenciales y los centros educativos han permanecido cerrados, hemos visto el enorme esfuerzo que han tenido que hacer en muchos hogares en este sentido, recayendo el cuidado de las criaturas habitualmente en abuelas y abuelos que, por su edad, formaban parte de uno de los colectivos de mayor riesgo. En este tiempo, madres y padres se han apoyado en familiares, amistades, vecindario, etc. para resolver el grave problema que les ha supuesto el hecho de no poder cuidar de sus hijas e hijos. Y este problema, como decíamos al principio, es previsible que empeore a medida que en el ámbito laboral se vuelva a la “nueva” normalidad, en la que las instituciones se han planteado el objetivo de mantener y aumentar las opciones de empleo para la ciudadanía. 
Desde el Gobierno de España, la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social tras la emergencia del coronavirus, a través del grupo de trabajo sobre políticas sociales y sistemas de cuidados, ha avanzado que tratarán con especial atención la cuestión de la conciliación de las trabajadoras y los trabajadores. En este sentido, la vicepresidenta primera del Gobierno ha afirmado que se apoyarán en “los ayuntamientos, los colegios y los campamentos de verano para poner solución a los problemas de conciliación que están viviendo algunas familias, especialmente las monomarentales, durante el proceso de desescalada de la crisis”. De hecho, desde el Ejecutivo se pretende impulsar esta coordinación con los ayuntamientos porque pueden tener “mayor flexibilidad” que otras administraciones en esta materia (EuropaPress, 26/05/2020). 
Desde el Gobierno foral se ha iniciado la elaboración del plan “Reactivar Navarra”, que busca “salir de la crisis con un modelo más justo e igualitario, fortaleciendo los servicios públicos”. El lema, “Es ahora, es contigo”, refleja la urgencia de ponernos a trabajar conjuntamente en esta dirección. De los diferentes ámbitos de actuación que recoge este Plan foral, consideramos que por parte del Ayuntamiento de Caparroso se ha dado respuesta por el momento al de “reactivación económica”, con las ayudas financieras directas a personas autónomas y pequeñas empresas y las diferentes exenciones tributarias previstas. Por nuestra parte, proponemos incidir en dos ámbitos concretos: el “marco de convivencia”, que prevé “nuevas formas de relación social y uso de espacios públicos para impulsar la convivencia cívica” entre otras medidas, y los “servicios públicos”, ya que se considera al sector público como “motor de reactivación y readaptación” de los diferentes planes del Gobierno de Navarra (navarra.es, 05/05/2020). 

Toda planificación requiere de una adecuada programación, por lo que consideramos que el Plan “REACTIVA Caparroso”, impulsado desde nuestro ayuntamiento, necesita dotarse de mayor contenido. Es necesaria una estrategia integral, más allá de medidas puntuales y desconectadas, por lo que desde nuestro grupo municipal traemos a este Pleno con carácter de urgencia una primera Propuesta de Programa de intervención que deberá ser desarrollada de manera consensuada y participativa. En cuanto a la financiación, contamos con la tranquilidad que nos proporciona el acuerdo firmado a nivel estatal, gracias al cual las entidades locales disponemos de mayor capacidad de gasto en políticas públicas destinadas a paliar los efectos sociales de la crisis. 

A continuación, se expone la propuesta de programa de conciliación laboral y familiar. 

PROPUESTA DE PROGRAMA DE CONCILIACIÓN LABORAL Y FAMILIAR EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS GENERADA POR LA COVID-19 EN CAPARROSO 
1. Presentación 
Esta propuesta se enmarca dentro de la planificación diseñada en los ámbitos estatal, foral y local para minimizar o evitar las posibles consecuencias de la crisis ocasionada por la COVID-19, a nivel individual, colectivo y social. Se basa en una metodología abierta y flexible, teniendo en cuenta la incertidumbre que sigue marcando el progreso de la pandemia y los resultados de la desescalada general. El primer requisito para llevarla a cabo es la creación de un grupo de trabajo formado por representantes de la Comisión de Asuntos sociales, Igualdad y Sanidad, la Comisión de Educación, el Colegio Público Virgen del Soto, el Consultorio médico y la APYMA. Este grupo de trabajo será el responsable del desarrollo del programa, así como de su supervisión. 
2. Contexto 
Para contextualizar esta propuesta de programa, remitimos a la exposición de motivos descrita en la moción en la que se incluye (Sesión Ordinaria Pleno 28 de mayo de 2020). Además, es absolutamente necesario ponerse en el lugar de las criaturas y hacerse cargo de lo difícil que está siendo para ellas y ellos vivir una situación que, por su desarrollo evolutivo, no llegan a comprender en toda su complejidad. Sin saber muy bien lo que estaba pasando, especialmente las más pequeñas, han soportado el confinamiento y la prohibición de salir a la calle a hacer lo que más les gusta, jugar. En el proceso de desescalada en el que nos encontramos, las restricciones de acceso a determinados lugares públicos y de contacto con las personas con las que no conviven añaden confusión a la extraña manera de relacionarse que están aprendiendo. Llegado el verano, es altamente previsible que estas restricciones desaparezcan, pero debido a las dificultades de conciliación de las familias, muchas criaturas no tengan la oportunidad de volver a la “nueva” normalidad. Este programa pretende evitar estas situaciones, haciendo uso de la libertad que se ha otorgado a los ayuntamientos para dedicar el dinero público a acciones como esta que, sin duda, aumentarán el bienestar de la población de Caparroso. 
3. Objetivo general 
Facilitar la conciliación laboral y familiar a aquellas personas que, por sus condiciones y horarios de trabajo, tengan dificultades a la hora de proveer la atención y cuidados que requieren sus hijas e hijos. 
4. Objetivos específicos: 
a. Implementar un Programa de Conciliación laboral y familiar para los meses de julio y agosto. 
b. Fomentar la diversificación del uso de espacios públicos que permita llevar a cabo el proceso de desescalada con garantías sanitarias y sociales. c. Minimizar las consecuencias negativas que la crisis puede tener para la infancia y las personas que se hacen cargo de sus cuidados habitualmente. 
5. Recursos 
Tanto los recursos personales, como materiales y económicos deberán concretarse una vez que el grupo de trabajo haya realizado la prospección sobre la previsión de participación, tras la que se podrá elaborar un listado de necesidades para la ejecución del programa. En cualquier caso, se prevé la creación de al menos dos puestos de trabajo, según dichas necesidades. 
6. Actividades 
Se propone como idea de partida que el programa se divida en cuatro quincenas, de manera que se beneficie un mayor número de familias y, por otro lado, se incrementen las opciones de participación en función de sus propias circunstancias laborales y personales. Las actividades tendrán carácter lúdico, deportivo y cultural, y serán diseñadas e implementadas por el personal contratado para la gestión del programa. Serán supervisadas por el grupo de trabajo creado al inicio, con el fin de que se cumplan todas las medidas sanitarias y sociales recomendadas por las autoridades competentes. 
7. Cronograma 
El calendario que se presenta a continuación puede servir como orientación, pero estará abierto a modificaciones según sean las necesidades de las familias y las posibilidades reales de ejecución por cuestiones de salud pública. 
 Creación de grupo de trabajo para la puesta en marcha del programa (Junio)
Reuniones del grupo de trabajo (Junio a Septiembre)
Realización de estudio preliminar (Junio)
Evaluación de necesidades (Junio)
Valoración de posibilidades de financiación (Junio)
Elaboración de programa de conciliación (Junio)
Inscripción de participantes y concreción de periodos a disfrutar (Junio)
Desarrollo del programa de conciliación (Julio, Agosto)
Evaluación de resultados (Septiembre)
8. Evaluación 
La evaluación correrá a cargo del Grupo de Trabajo redactor del programa, utilizando las técnicas y herramientas de recogida de información que consideren más oportunas y tendrá dos modalidades: 
a. Evaluación continua: a lo largo de todo el Programa se supervisará su desarrollo. b. Evaluación final: al terminar el Programa se evaluarán los resultados obtenidos. 

Una vez justificada la urgencia de esta moción y presentada la propuesta de programa a todos los grupos municipales, sometemos a aprobación del Pleno los siguientes acuerdos: 

ACUERDOS 
1. Crear un grupo de trabajo de emergencia. 2. Desarrollar la propuesta de programa de conciliación, en función de las necesidades detectadas y los recursos disponibles. 

Carlos Ukar Arana (Portavoz Grupo Municipal Adelante Caparroso Aurrera) 
En Caparroso, a 28 de mayo de 2020. 

jueves, 28 de mayo de 2020

EL SABLE DE RODRÍGUEZ-MEDEL, UNA HISTORIA TABÚ PARA LA GUARDIA CIVIL

José Rodríguez-Medel fue el comandante de la Guardia Civil que el Gobierno Republicano destinó a Iruñea ante el ruido de sables que se escuchaba antes de que se ejecutara el golpe de estado de 1936. Fue el primero en morir aquel 18 de julio. 

El comandante de la Guardia Civil en Nafarroa José Rodríguez-Medel entra al Palacio de la Gobernación, que antes fue de los reyes navarros. Hay polémica en la puerta. Rodríguez-Medel va vestido de gala y lleva el sable. El jefe de los militares, Emilio Mola, teme que le mate de un espadazo por lo que va a contarle. Gana el envite con los guardias de la puerta Rodríguez-Medel, que entra con su espada. Obviamente, hoy es 18 de julio de 1936. El golpe no ha comenzado aún, todavía es por la mañana. 

A continuación, se reproduce una aproximación del diálogo entre Rodríguez-Medel y Emilio Mola, tal y como la recogió el historiador de la Guardia Civil Gonzalo Jar Couselo, que utilizó para ello distintas fuentes, siendo la más importante la del propio secretario de Mola, Benito Maiz.

Mola: Quiero hablarle, no en plan general, sino de compañero. He decidido sublevarme para salvar España, contra un Gobierno que nos lleva a la ruina y al deshonor y le llamo para decírselo y para saber si está usted dispuesto a sumarse al movimiento que ha de estallar dentro de unas horas.

Rodríguez-Medel: Yo no puedo secundar ese movimiento.

Mola: Le advierto a usted de que cuento con toda la guarnición y toda la provincia. 

Rodríguez-Medel: Yo cuento con mi fuerza.

Mola: ¿Cree usted?

Rodríguez-Medel: Sí señor.

Mola: Lamento su decisión. Mire que va a ser muy duro tener que enfrentar mis tropas con la Guardia Civil. 

Rodríguez-Medel: La Guardia Civil seguirá del lado del Gobierno. Ahora y siempre defenderé al Gobierno de la República como poder constitucional. Esa es mi postura. 

Mola: Entonces, ¿no le importa nada la salvación de España? ¿Qué haría usted si se implantase, dentro de unos días, el comunismo en nuestra patria?

Rodríguez-Medel: Cumpliría mi deber.

Mola: ¿Y cuál es su deber?

Rodríguez-Medel: Obedecer las órdenes del poder constituido.

Mola: Sí, pues aténgase a las consecuencias.

Rodríguez-Medel: Supongo que no será una amenaza o una encerrona, mi general. 

Mola: Usted no me conoce. Para eso no le hubiera llamado. Puede irse bien tranquilo, porque, por lo que a mí me atañe, no tiene nada que temer, ni en su vida ni en su libertad. Adiós. 

Rodríguez-Medel: A sus órdenes, mi general. 

El comandante de la Guardia Civil, efectivamente, salió de allí por su propio pie. Y sin desenfundar el sable. Los siguientes acontecimientos suceden en muy pocos metros, sin salir de Alde Zaharra de Iruñea. Mola ejecutó el golpe de estado desde ese mismo palacio, donde hoy se ubica el Archivo General, dando las instrucciones al resto de los conspiradores. Franco había cumplido en Marruecos, Queipo de Llano en Sevilla...

Mola salió al balcón y sus tropas le responden alzando en brazo. El golpe fascista estaba en marcha. Solo quedaba darlo a conocer por todos los rincones. En la calle Zapatería está la imprenta de ‘Diario de Navarra’, que será el vehículo para difundir el Bando. Garcilaso, el director de la publicación, era uno de los impulsores del golpe, y prestará sus servicios con gusto para la difusión. Este periodista filonazi, asimismo, había jugado un papel trascendental muñendo el acuerdo entre Mola y los líderes carlistas. 

En cuanto al mensaje radiado, Mola desfiló desde su palacio hasta los estudios de Radio Nacional que se encontraban en la calle Mayor. 

Rodríguez-Medel, por su parte, acude al Cuartel de la Guardia Civil que se ubicaba en la actual Plaza de San Francisco. Cuenta con 90 agentes para frenar al general Mola. Él no lo sabe, pero si se repasa el diálogo con Mola, se encuentra bien clara la advertencia: el comandante no cuenta con la lealtad de sus hombres. En el documental de Mikel Donazar sobre Rodríguez-Medel se apunta que 30 de los agentes se habían consignado con la conspiración algunos días antes. 

Natural de Badajoz, el mando de la Guardia Civil en Nafarroa no ha tenido tiempo para trabajarse lealtades. Había llegado hace apenas un mes. Lo había enviado allá Azaña, como uno de sus hombres de confianza. Tenía como cometido vigilar a Mola y ya le había hecho el primer desplante, después de no hacerle la visita de rigor.

Se hacen precisos en este momento unos apuntes más personales. No fue cosa solo de Azaña, Rodríguez-Medel había pedido también ser enviado a Nafarroa. Su pareja era iruindarra. La había conocido en una estancia anterior. Con ella había tenido siete hijos, seis de ellos varones, y todos harán carrera militar. El día que Rodríguez-Medel entró con su sable a hablar con Mola, había cumpido 47 primaveras. 

El comandante ordena a sus guardias que apresten las armas, que se marchan para Tafalla a tratar de contener la insurrección. Allá, en la esquina de la plaza que da a la calle Florencio Ansoleaga, se libró –quizás– uno de los acontecimientos más relevantes de esas primeras horas.

Queda de aquel momento un testigo. Un joven de 22 años llamado José Antonio Balduz, que pasaba por allá y al que aquello se le grabó tan adentro, que lo recordó toda su vida. Así lo narraba con 95 años: «Atravesé la plaza en diagonal para ir a la calle Eslava, donde yo vivía. Al faltar unos 15 metros para entrar en esa calle, vi un grupo y sonó un disparo. Me sorprendió la sonoridad tan enorme del disparo. Eran guardias civiles todos. Cayó rotundamente al suelo. No se oyó más».

El tiro a Rodríguez-Medel se lo pegaron por la espalda sus hombres cuando les pidió ser leales al Gobierno. Muy probablemente, el agente que le hacía de chófer es quien apretó el gatillo. Los guardias a los que dirigía se sumaron al alzamiento y muchos con gusto, destacando el papel represivo de muchos de los números del cuerpo en la Zona Media y Erribera.

En la misma portada del día 19 de julio de ‘Diario de Navarra’, esa anteriormente citada por ser el primer lugar donde se leyó el Bando Nacional, figura una pequeñita reseña de la muerte del comandante. «A consecuencia de un accidente desgraciado ocurrido en el cuartel, dejó de existir», mintió el periodista que escribió aquello. 

El entierro del comandante Rodríguez-Medel en Iruñea fue clandestino, aunque su tumba está identificada. Le cedió un hueco la familia Ochoa. Por su parte, la Guardia Civil le negó las 50.000 pesetas con las que hubieran debido de indemnizarle por haber muerto «en acto de servicio». 

Como anécdota, durante un tiempo, Mola y Rodríguez-Medel estuvieron enterrados uno en frente del otro. Fueron pocos años. Al guardia civil se lo llevó su viuda y al golpista se le trasladó poco después al mausoleo de Los Caídos de Iruñea. 

María Luisa Rodríguez-Medel, una de las nietas del comandante –al igual que Carmen, la jueza que ocupa portadas estos días–, detalla en el documental de Donazar que quizás fue por miedo por lo que los hijos del comandante se metieron también guardias civiles. A fin de cuentas, el golpe desató una caza de brujas y ellos eran carne de cañón. La nieta explica que, además, siete hijos son muchos hijos para mantener por parte de una viuda. Y más cuando les habían negado todas esas pesetas. 

Para el padre de María Luisa, uno de los seis hijos de Rodríguez-Medel, la historia del comandante siempre fue tabú. «Nunca quiso remover nada». La entrevista de Donazar recoge la confesión de esta nieta de las extrañas reacciones que obtenía por parte de guardias civiles cuando citaba el nombre de su abuelo. «Cuando yo decía que era nieta de Rodríguez-Medel… ¡Ay!. No es que conociera mucha gente dentro de la Guardia Civil al comandante Rodríguez-Medel, pero los guardias que lo conocían era para mal».

Donde sí se le sigue recordando al José Rodríguez-Medel es en la ciudad donde le mataron. En 2016, el cuadro de José Ramón Urtasun que representa alegóricamente la muerte del comandante fiel a la República se expuso dentro del Parlamento como parte de una exposición que suscitó una importante polémica. 

«En el cuadro se ve, además del cadáver, al propio Mola, a Garcilaso y el carlista Baleztena. Me baso en una foto documentada del día 19 de julio durante un paseo triunfal que se dieron los tres. Lo que hago es fingir que se topan con Rodríguez-Medel, aunque a este lo mataron el día anterior», explica el autor.

Preguntado sobre qué le movió a retratar a Rodríguez-Medel, el artista y activista por la memoria subraya que lo principal fue que «se trata del primero al que mataron en Pamplona. El juez Elío fue el primer detenido y Rodríguez-Medel el primer muerto. Luego vendrían todos los demás. Es importante tener clara la secuencia de los hechos».

Aunque dentro del Instituto Armado nadie quiera recordar a Medel, en la que fue su tumba aparecen flores todos los años. Asociaciones como Ahaztuak se ocupan de ello.

Aritz Intxusta, en GARA

martes, 26 de mayo de 2020

BOLSONARO Y LOS MILITARES LLEVAN A BRASIL A SER EPICENTRO MUNDIAL DE LA PANDEMIA

Una dimensión notable de la pandemia en Brasil es revelar la gran cantidad de personal extraordinario de salud pública (médicos, enfermeras, técnicos de enfermería) peleando, en primera línea, para proteger a las víctimas. Cientos de ellos ya han muerto en esa pelea. Por otro lado, los debates públicos revelan la calidad y cantidad del personal de las universidades públicas y los centros públicos de investigación, presentes en todos los medios y en los textos de análisis sobre pandemias.

Sin embargo, Bolsonaro dice que "los civiles han fracasado", como justificación para apelar a los militares a que encabecen el Ministerio de Salud y lo ocupen, ya con algunas docenas de militares en los puestos más importantes. Del grupo de más de 3.000 soldados en el Gobierno, unos 20 ya están en el Ministerio de Salud, incluido en el cargo de ministro. Bolsonaro y los militares asumen así la responsabilidad de llevar a cabo la política gubernamental sobre la pandemia y los graves efectos que tiene en Brasil. El país se ha convertido, debido a la falta de liderazgo del Gobierno y la falta de prioridad que debe tener el tema, en el segundo país del mundo con más víctimas de la pandemia y en el nuevo epicentro mundial del coronavirus. No hay una política, un plan de acción, una prioridad ni una atención especial del Gobierno para enfrentar la pandemia.

Nombrar personal militar para dirigir el Ministerio de Salud en medio de una pandemia es una bofetada para todos los profesionales de la salud en Brasil. Un presidente que nunca reconoció su papel en la respuesta a la pandemia, que no dedica recursos para que se protejan y desempeñen sus funciones en mejores condiciones, ignora el esfuerzo que están haciendo, designa a los militares sin ninguna calificación para asumir la responsabilidad de llevar a cabo la política gubernamental sobre la pandemia.

¿Y qué hacen estos militares? Nada, absolutamente nada. Quien está en el cargo de ministro de salud incluso hace un llamamiento para orar, en ausencia de la capacidad de proponer medidas. El ministerio ahora revela, de manera incompleta y distorsionada, el saldo de las víctimas del día. Sin ningún análisis de los datos y, aún menos, sin ninguna medida para contrarrestar el crecimiento acelerado de las víctimas.

Como consecuencia de la subestimación de la pandemia por parte del presidente, de la entrega del Ministerio de Salud al personal militar laico, sin ninguna calificación en el área de la salud, Brasil se ha convertido en epicentro mundial de pandemia. Incluso los Estados Unidos, que tiene muchas más víctimas, ya muestra una curva de contención de la pandemia, con una gran cantidad de estados que normalizan su funcionamiento. Incluso en Nueva York, la ciudad que mostró el peor resultado, ya hay resultados positivos. Mientras que en Brasil, todos los índices son negativos, sobre todo porque no hay medidas para contener esta expansión. Ya se está produciendo un verdadero genocidio de brasileños. El número de muertos alcanzó rápidamente los 800, reprodujo esa cantidad durante unos días, hasta llegar a mil muertos y más, por día.

Ninguna reacción del presidente o del ministro de Salud. El presidente considera que solo alcanzar la masacre del 70% de los brasileños con el virus, podría generarse una limitación, un criterio que ningún otro país del mundo adopta. Sería una matanza tener más de 100 millones de brasileños con el virus, de los cuales moriría un porcentaje del 5 o 6%. Por otro lado, el presidente insiste, en contra de cualquier opinión científica, en promover un medicamento que no solo no ha producido resultados positivos, sino que genera efectos secundarios graves, entre ellos, taquicardia, como si este procedimiento fuera una alternativa, para poder liberar el funcionamiento de la economía.

Los militares, por su parte, asumen una seria responsabilidad, lo que pone a las Fuerzas Armadas frente al desafío de demostrar que son capaces de ocupar un lugar tan estratégico en el gobierno hoy. Ni siquiera en la dictadura militar las FFAA han designado a algún militar como ministro de Salud o para cualquier puesto dentro del ministerio. Si demuestran ser capaces de enfrentar con éxito este desafío, los militares habrán demostrado que pueden continuar ocupando puestos gubernamentales. Pero si fracasan, los militares en el ministerio de Salud tienen que renunciar a las responsabilidades que ahora asumen. Los otros miles de militares en el gobierno también deberían renunciar, después de no resolver el problema más importante no solo en el Brasil contemporáneo, sino para toda una generación. Tendrán que confesar su incompetencia y regresar a los cuarteles para dedicarse a su función constitucional: cuidar la soberanía nacional.

Brasil cuenta con una gran cantidad de personal especializado en salud pública, que puede servir como ministro de salud, entre muchos otros, Drauzio Varela, Miguel Nicolelis, además de los ex ministros de salud de los gobiernos del PT, todos los cuales son extremadamente capaces de, una vez que reciban todos los recursos necesarios y el poder, para actuar como prioridad nacional. Y Brasil tiene una gran cantidad de personal para ocupar los puestos fundamentales del Ministerio de Salud y demostrar que el país es capaz de enfrentar los desafíos de la pandemia y superarla de manera eficiente, reduciendo el sufrimiento que hoy cae sobre el pueblo brasileño, indefenso con este gobierno.

Emir Sader, en eldiario.es

"EL PAÍS" Y LA SER, CADA VEZ MÁS DEPENDIENTES DEL BANCO SANTANDER

Con su nuevo ‘rescate’ a la familia Polanco –hijos de Jesús Polanco, fundador de PRISA y, hasta su muerte en 2007, accionista mayoritario del Grupo– con motivo del desplome en Bolsa de PRISA, el Banco Santander sigue incrementando su peso en el Grupo de comunicación propietario de ‘El País’ y la Cadena SER, tanto que, aunque ni es ni le interesa ser el accionista mayoritario –llamaría demasiado la atención–, ya es el accionista con más peso real, al ser el propietario efectivo de las acciones no sólo de la familia Polanco sino también de otros accionistas de PRISA afectados por el desplome en Bolsa del Grupo y a los que también ha ‘rescatado’.

En 2018, el Banco Santander concedió un crédito 39 millones de euros a los Polanco para que pudieran desembolsar 47 millones y mantener así su porcentaje del 8% de las acciones de PRISA –y con él los puestos de la familia en el Consejo de Administración del Grupo– en la ampliación de capital con la que PRISA logró salir de la causa de disolución en la que estaba inmersa. Un crédito cuya garantía eran las propias acciones del Grupo, siempre que su valor fuera igual o mayor que los 39 millones otorgados por el Santander. El inesperado problema para los Polanco es que tras el desplome en Bolsa de PRISA, las acciones por las que hace dos años pagaron 47 millones de euros ahora valen la mitad, por lo que la familia se ha visto obligada a volver a pedir ayuda al banco –que ya posee el 4% de las acciones del Grupo y que si ejecutara el crédito de los Polanco se convertiría en el segundo mayor accionista de PRISA, con el 12% de las acciones–, en este caso precisamente para que no ejecute el crédito y no se quede con las acciones de la familia.

Según fuentes financieras, en el ‘rescate’ del Banco Santander a los Polanco habría participado personalmente la presidenta del banco, Ana Botín. Y es que el Santander no tiene intención de quedarse con las acciones de los Polanco y convertirse así en el segundo mayor accionista de PRISA, pero sí está interesado en mantener e incluso incrementar su peso en el Grupo, dadas la relevancia de los dos ‘buques insignia’ de PRISA –‘El País’ y la Cadena SER– en el panorama mediático español y la especial trascendencia del momento político actual.

‘El País’ exigía el pasado jueves al secretario general del PSOE y presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, que rompiera su coalición de gobierno con Unidas Podemos, y la Cadena SER, la noche del jueves en el ‘Hora 25’ de Pepa Bueno y la mañana del viernes en el ‘Hoy por hoy’ de Àngels Barceló, cargaba sin concesiones contra el Gobierno de coalición, todo ello tras el acuerdo firmado el pasado miércoles para derogar la reforma laboral de 2012; lo que hace pensar en un nuevo giro de los varios que han jalonado la complicada relación entre PRISA y Sánchez.

El mayor de los dos hijos varones de Jesús Polanco, Ignacio Polanco, ha desarrollado toda su carrera profesional en PRISA, donde fue presidente del Consejo de Administración de 2007 a 2012 y ahora es presidente de honor; además, es miembro del Consejo de Administración y del Consejo Editorial de ‘El País’. El menor de esos dos hijos varones, Manuel Polanco, también ha desarrollado toda su carrera profesional en PRISA, donde fue presidente del Consejo de Administración de enero a diciembre de 2018 y ahora es vocal del Consejo de Administración y de la Comisión Delegada del Grupo. Por su parte, el actual presidente del Consejo de Administración de PRISA, Javier Monzón, también es presidente del Consejo de Administración de OpenBank –filial del Santander– y consejero de Santander España.

Javier Leizaola, en La Última Hora

domingo, 24 de mayo de 2020

ENTRE CONTUNDENCIAS

El 11 de mayo el preso Patxi Ruiz inició una huelga de hambre y sed en la cárcel de Murcia en protesta por las amenazas que recibió por parte de funcionarios de esa prisión. Han transcurrido 13 días desde entonces, en el que la salud del preso ha empeorado considerablemente, y en este tiempo también han sido innumerables las pintadas aparecidas en sedes de partidos políticos e incluso en la propia vivienda de la secretaria general del PSE Idoia Mendia. A raíz de todo ello, el debate se ha situado en la supuesta falta de contundencia en el rechazo a esas pintadas por parte de EHBildu, y por otro lado, en el hecho de querer comparar las consecuencias de una pintada con la situación de los presos y presas, en todo caso mucho más sangrante. Y así, nos situamos entre la contundencia exigida en el rechazo a las pintadas y la contundencia exigida en el rechazo a la política penitenciaria, como si ambas cuestiones no pudieran encontrar un espacio común. Pues bien, creo que el acercamiento a ese espacio común nos lleva a tratar el tema sobre tres dimensiones: la dimensión ética, la de la justicia y la de la convivencia.  

La dimensión ética de lo ocurrido en el pasado parece haber vuelto con las pintadas realizadas en el domicilio de Idoia Mendia. Incluso la propia secretaria general del PSE exigía mayor contundencia en el rechazo a este tipo de actuaciones por parte de EHBildu, toda vez que parece entiende que EHBildu tiene una responsabilidad heredada de estas actuaciones de las que tiene que hacerse cargo.

No comparto esta opinión de Idoia Mendia, porque considero que EHBildu, tanto mediante su candidata a lehendakari como por diferentes cargos electos, ya ha dejado claro que se sitúa en contra de estos actos. Ahora bien, sí creo que esas pintadas en un domicilio particular, no son banales. Las consecuencias de las pintadas, si bien se hacen sobre un bien material, no se solucionan solo echando un poco de disolvente. Porque las pintadas también tienen unas consecuencias personales sobre la persona que las recibe, de miedo, de haberse sentido violada en su vivienda, su espacio de seguridad, de protección. Porque siempre he considerado que las viviendas simbolizan nuestro espacio de inviolabilidad, también cuando la policía realiza en ellas detenciones extremadamente violentas e innecesarias. Sin equiparaciones, pero esta posición que he mantenido en el tiempo, es la que me lleva a no minimizar las consecuencias de estas pintadas.

Pero estas pintadas suponen incluso atacar la libertad de opinión, de expresión y de participación política de Idoia Mendia. Porque guste o no, Idoia Mendia representa a un elevado número de personas que le han votado en este país. Personas, a las que se les debe un respeto, al igual que a Idoia Mendia, tanto ahora como en el pasado.

Porque efectivamente, tampoco en el pasado estuvo bien. Y yo mismo, en el pasado, limitaba los efectos de unas pintadas a una cuestión meramente material. Pero no lo era, y menos cuando existía una organización armada activa. Difícilmente se puede construir una república vasca convirtiendo esa república en una pesadilla para una parte importante de esta sociedad. No es desde luego la república en la que sueño.

Sin duda, en la construcción de la paz y la convivencia, la ética tiene una especial importancia y es necesaria. Pero pretender garantizar la construcción de la paz y la convivencia solamente sobre la dimensión de la ética, creo que además de no ser justo, es ingenuo. Esta construcción requiere también de la dimensión de la justicia, de respeto de los derechos humanos. Porque una sociedad avanzada, es una sociedad que construye sus mimbres sobre sólidos criterios de justicia, que es justo lo que hace que no se corrompa la ética. Porque de nada sirve decir que matar está mal, y al mismo tiempo sostener un sistema sobre injusticias. Matar está mal, por supuesto, y una sociedad justa será la mejor garante para preservar ese principio. Y con esto no se pretende justificar nada, porque no se puede. Lo que se pretende es dibujar una sociedad basada en la ética, la justicia y la paz.

Hace ahora dos años visité al preso Mikel Arrieta en mi condición de entonces alcalde, cumpliendo el mandato del Pleno del Ayuntamiento de Errenteria. Este preso lleva 20 años en la cárcel y tiene la enfermedad denominada espondilartropatia crónica seronegativa, una enfermedad grave, incurable y degenerativa. Tuve que desplazarme hasta Algeciras, al igual que lo hacen sus amigos y familiares todas las semanas, pero en su caso con el miedo añadido a sufrir un accidente y no volver a casa. 1200 km de ida, y otro tanto de vuelta. Mikel, pasados 9 años desde que ETA declaró su cese, sigue en la prisión de Algeciras.

Mikel es un ejemplo más, como Patxi Ruiz, de la vulneración de derechos humanos de los presos y las presas. Vulneración por estar a 1200 km de su lugar de origen, o por estar enfermo y no se le haya aplicado ninguna medida de libertad condicional, a pesar de que haya cumplido incluso 20 años de su condena. De eso se trata cuando hablamos de que la ética debe de ir acompañada de la justicia.

Soy consciente de que algunos cambios se están dando en la política penitenciaria, aunque muy tímidos. Y podría llegar a entender la dificultad de este gobierno para solucionar estos hechos, si tenemos en cuenta la presión permanente que ejerce la derecha y extrema derecha sobre este asunto – aunque esa justificación no les sirva a las personas que ven vulnerado día tras día sus derechos -. Pero entonces ¿se puede exigir mayor contundencia en otros casos como se hace con EHBildu? ¿No sería más lógico moverse en la esfera de lo entendible, siempre que quede claro el rechazo expreso a ese tipo de actos? ¿Es que acaso se está actuando con la suficiente contundencia en la garantía de los derechos de los presos y las presas?  

Pero pasemos a la dimensión de la convivencia. Las pintadas tanto en sedes de partidos políticos como en la vivienda familiar de una representante pública dificultan enormemente el camino de la construcción de la convivencia. Los procesos de convivencia que vivimos sobre todo en el ámbito local en los últimos años son posibles en gran medida por la lejanía de los acontecimientos. Cuando esos acontecimientos vuelven al presente, no se limitan solo a los hechos concretos, sino que esos hechos generan nuevos hechos. Y también generan emociones, o reviven emociones en aquellas personas que les tocó vivirlas injustamente. Y así entramos en un ámbito de difícil gestión por parte de las mesas de convivencia.

Y mantener alejados de su lugar de origen a más de 200 presos y presas, en la mayoría de los casos en primer grado, dificulta enormemente la construcción de la convivencia. Muchas y muchos están haciendo esfuerzos enormes por la construcción de un futuro de convivencia, y puedo asegurar que muy probablemente todo hubiese sido mucho más fácil, y seguramente hubiésemos avanzado más, si se respetaran los derechos de las personas recluidas. La situación del preso Patxi Ruiz supone un desapego por parte de algunas personas a este proceso de construcción de la convivencia, y el empeoramiento de la situación podría tener consecuencias difíciles de medir. Y todo en algo que se podía haber evitado.

La construcción de la paz y la convivencia es un ejercicio realmente delicado, que se ha de sostener en el compromiso firme de la defensa de los derechos humanos. Pero la construcción de la convivencia también es un camino entre diferentes, de empatías entre diferentes, de sinergias, y no de permanentes reproches. En definitiva, es la combinación entre la firmeza y la flexibilidad. Firmeza ante cualquier obstáculo que impida el camino, y flexibilidad para entender que la complejidad de nuestro pasado solo se puede resolver desde esa misma complejidad, y no desde la simplicidad. 

Julen Mendoza, ex-alcalde de Errenteria, en su blog

EZINA, EKINEZ EGINA

La irrupción de la crisis sanitaria, social y económica derivada del coronavirus está trayendo al debate público la necesidad de replantearnos modelos prácticamente intocables hasta la fecha. Parece evidente que el cambio climático pasará a ocupar un lugar más prioritario en la agenda política, social y mediática. También está en cuestión el modelo mundial de extracción-producción-distribución, con cadenas de valor globalizadas y evidentes externalidades negativas, en forma de empobrecimiento de regiones enteras o de daños medioambientales irreparables. Qué decir del insostenible modelo turístico, con la búsqueda constante del glamour y la exclusividad, no importa a cuántas toneladas de keroseno se encuentre. Por no hablar de la gobernanza mundial, caracterizada en demasiadas ocasiones por la ley del más fuerte y la falta de solidaridad.

Bienvenidos, por tanto, estos y otros debates, que apuntan a cambios profundos de modelo, y confiemos en que puedan servir para afrontar de manera más empática próximos retos que volverán a recordarnos nuestra vulnerabilidad. Consciencia de la vulnerabilidad, propia y ajena, inseparable de la necesidad de revalorizar los cuidados y a quienes los propician. Porque hablamos de sectores enormemente feminizados, con gran porcentaje de población inmigrante, muchos de ellos precarizados y desprestigiados, que se han rebelado como esenciales: cajeras de supermercados, sanitarias, trabajadoras del ámbito de la dependencia, maestras y profesoras, limpiadoras y trabajadoras domésticas€ La revisión del modelo de cuidados debe suponer un cambio estructural impulsado por las instituciones públicas, que coadyuve el cambio actitudinal de la población. Especialmente de unos hombres que –en un gran porcentaje– todavía no estamos asumiendo el nivel de corresponsabilidad que, en una sociedad igualitaria, nos correspondería.

Porque esta crisis está dejando en evidencia que, cuando la sociedad no puede contar con los servicios públicos que potencian la conciliación laboral (como las escuelas infantiles o los servicios de atención a la dependencia), cuando el peso de este trabajo de cuidados vuelve a recaer en los hogares, son las mujeres quienes, muy mayoritariamente, siguen asumiendo estas responsabilidades.

Ante un discurso pro igualitario que, aparentemente, cada vez va calando más en nuestra sociedad, la realidad nos sigue mostrando sus límites y contradicciones. Porque siguen aquí la preponderancia masculina en los ámbitos de poder y en el espacio público, la brecha salarial, la diferente asunción de tareas de cuidados, la menor participación política de las mujeres o la violencia de género, por citar unos pocos ejemplos.

Durante los últimos años, tanto el Gobierno de Navarra como un buen número de instituciones locales han impulsado iniciativas destinadas a que los hombres trabajemos en torno a nuestra masculinidad. Talleres realizados en distintas localidades navarras, con un enfoque cada vez más interseccional, dan fe de ello. También lo hace el programa de coeducación Skolae, pilar fundamental en la prevención de estereotipos y actitudes machistas, así como en la visibilización explícita de que todas las personas deben tener las mismas posibilidades de desarrollar el proyecto vital que deseen. Otra medida, menos conocida todavía, es el itinerario formativo diseñado por el INAI para el personal de las administraciones públicas navarras, uno de cuyos módulos aborda las masculinidades igualitarias. Desde Geroa Bai aplaudimos esta propuesta, al tiempo que abogamos por políticas públicas más ambiciosas; por ejemplo, ampliando esta oferta formativa a responsables políticos de cualquier nivel de nuestra administración. Estamos convencidas de que, en coherencia con otras iniciativas como el Foro de Mujeres Políticas en Entidades Locales de Navarra, esta medida es fundamental para asegurar la transversalidad del análisis de género en las políticas públicas.

Para alcanzar la ansiada igualdad entre mujeres y hombres, es imprescindible conjugar el impulso macro con el micro, los cambios sistémicos con los compromisos individuales. Sin culpabilizaciones, pero con asunción sincera de responsabilidades. Sin prisas, pero empezando ya. Con humildad, pero con firmeza, podemos mover estructuras que, como el machismo, solo contribuyen a hacer menos vivible la vida.

Ezina, ekinez egina. "Se puede hacer lo imposible, haciéndolo".
Jabi Arakama Urtiaga, parlamentario foral de Geroa Bai

LA REUNIÓN EN LA QUE FELIPE GONZÁLEZ PUSO AL GRUPO PRISA A "DISPARAR" CONTRA EL GOBIERNO DE COALICIÓN

Esta semana tuvo lugar una reunión extraordinaria del Consejo Editorial de El País presidida por Soledad Gallego Díaz, a la que fue invitado Felipe González.

El expresidente socialista es habitual en las reuniones del consejo de PRISA pero no tanto de El País.

Esta reunión telemática, con unos veinte asistentes, en la que, según fuentes conocedoras, el expresidente se conectó desde una casa en la costa, ha sido la comidilla durante los últimos días entre políticos y periodistas.

Según se cuenta, González mostró su malestar por la propuesta de Unidas Podemos para crear un impuesto de solidaridad a las grandes fortunas: “Es la gota que colma el vaso", sentenció, dejando clara la necesidad de echar a Unidas Podemos del Gobierno propiciando un pacto con el PP, aunque el expresidente reconoció no tener convencido a Casado.

En PRISA entienden que la presión de sus medios a Pedro Sánchez puede ser definitiva, por su supuesto prestigio entre los cuadros socialistas.

Según las fuentes consultadas, este episodio explicaría la deriva editorial que han tomado esta semana la Cadena SER y el diario El País atacando al Gobierno de coalición y exigiendo ceses, justo cuando la derecha está en la calle movilizándose contra el estado de alarma.

Fuentes del Gobierno, consultadas por LUH, restan importancia a la reunión. En el lado del PSOE consideran que PRISA ya no es lo que fue en el pasado ni económica ni culturalmente. El entorno de Sánchez no se olvida además del papel que jugó la empresa en favor de Susana Díaz y de la vieja nomenclatura socialista.

En la parte morada consideran la virulencia de PRISA, contra Unidas Podemos en general y Pablo Iglesias en particular, el pan nuestro de cada día, aunque reconocen cierta sorpresa ante el nivel de animadversión de Ángels Barceló, siendo la SER un medio que al que consideran más abierto y plural que El País.

PRISA y sus medios tuvieron en el pasado un gran peso cultural en España y su influencia política fue enorme, condicionando el rumbo de los partidos de izquierda. Pero hace años que eso cambió. PRISA fue incapaz tanto de derrotar a Pedro Sánchez en la interna del PSOE como a Pablo Iglesias en la de Podemos. Los líderes del Gobierno de coalición lo son entre otras cosas, porque PRISA no pudo con ellos.

Raúl Solís, en laultimahora.es

viernes, 15 de mayo de 2020

LA DERECHA ESPAÑOLA APRIETA MÁS CUANTO MÁS TOCA DESAPRETAR

Ayer lo explicaba muy bien mi suegro con un símil que yo imaginaba incluso berlanguiano: La derecha española es como si fueras en un barco a la deriva en mitad de una tempestad y parte del pasaje se dedicara a insultar al capitán, a lanzar objetos a la cabina de mando, a quejarse porque de vez en cuando entra agua en cubierta, porque tienen que permanecer encerrados a la fuerza en sus camarotes y además, como el barco se mueve mucho, se les caen las cosas, se marean y vomitan, en realidad porque ellos esperaban una plácida travesía y, como no ha sido así, la culpa, nunca de los elementos, de la mera fatalidad, no, claro que no, sino del capitán y solo de él, faltaría más. Un pasaje que en mitad de la tormenta exige la dimisión del capitán simple y llanamente porque no es de su gusto, no es de su cuerda. De hecho, lo aborrecen tanto que prefieren que suelte el timón y el barco se vaya a pique con ellos a sabiendas de que no hay tiempo ni posibilidad de poner otro al mando. Ya lo dijo uno de sus preclaros ministros: "¡Que se hunda España, que nosotros la levantaremos!" Nada que ver esa otra derecha de nuestros vecinos ibéricos, la del líder que pronuncia en el parlamento estas hermosas palabras: "Para mí, en este combate, éste no es un Gobierno de un partido adversario, sino el Gobierno de Portugal, al que todos tenemos que ayudar en este momento. Señor primer ministro, cuente con la colaboración del PSD. En todo lo que podamos, le ayudaremos. Le deseo coraje, nervios de acero y mucha suerte, porque su suerte es nuestra suerte". No, claro que no, la derecha española es otra cosa muy diferente, antagónica. Es una derecha esencialmente miserable, eternamente guerracivilista, ultramontana, sólo homologable con lo peor de Europa, Salvini, Le Pen, los meapilas polacos y el húngaro Orbán.

Han pedido la dimisión del Gobierno rojo desde el primer momento a espaldas de toda lógica teniendo en cuenta la magnitud de la crisis en la que estamos sumidos. No han dado tregua en mitad de la tempestad porque, en realidad, esta les ha venido que ni al pelo para intentar derrocar un gobierno que ellos habían previamente tachado de ilegal porque según su muy especial concepción de la democracia nunca puede serlo si recibe los votos de aquellos que ellos consideraban indeseables por principio, aquellos a los que se refieren de manera harta retorcida e interesada como bolivarianos, indepes o etarras solo para deslegitimarlos para los restos. No, porque en realidad están convencidos de que España les pertenece por herencia de sus mayores, los que ganaron la Guerra, que la democracia solo fue un apaño para adaptar el Estado a los tiempos con la connivencia de una oposición democrática que nunca tuvo la fuerza necesaria para hacerlos a un lado y romper de verdad y para siempre con el régimen de la larga noche de piedra de cuarenta años. Por eso pactaron un cambio de cromos en el que los suyos conservaban en lo esencial todo el poder económico al tiempo que toleraban los cambios de una izquierda debidamente adocenada y timorata para no provocar a los llamados poderes fácticos que habían sostenido todo el tinglado resultante de la victoria franquista.

Y por eso mismo también salen a las calles, cuando todavía estamos en plena pandemia, cuando todavía el riesgo de contagio sigue siendo el que es y sigue muriendo gente en los hospitales, a exigir la dimisión del gobierno al grito de "¡Fuera los comunistas!" Ya no hay comunistas, ni siquiera su odiado Podemos se reconoce como tales aunque muchos de sus miembros flirtearan con el comunismo y otros ismos en el extremo de la izquierda cuando todavía eran unos chavales. Podemos es todo lo más una socialdemocracia más o menos atrevida como resultado de poner los pies en la tierra y asumir la realpolitik como la única alternativa para intentar cambiar siquiera algo dentro del sistema. Sin embargo, a ellos, a los patriotas de la rojigualda hasta en la ropa interior, los dueños putativos de España, les conviene creer, y sobre todo hacer creer al resto, que todavía hay comunistas como los de antes de la caída del Muro para poder así sacar a pasear sus demonios particulares como coartada para lo que en esencia es puro y duro golpismo.

No protestaron contra el rescate a los bancos a fondo perdido, ni contra la corrupción del PP, ni contra los recortes y privatizaciones de la sanidad pública a cuyos trabajadores puede que hayan estado aplaudiendo a regañadientes, siquiera hasta que les han dicho que dejen de hacerlo porque les estropean el discurso. Tampoco protestarán contra el desastre de la gestión sanitaria de la crisis en manos de los gobiernos autonómicos de los suyos como Madrid, la comunidad que se lleva la palma en muertos e improvisación y que con más saña se aplicó a desmontar la sanidad pública. No, ni siquiera permitirán que los datos les desmientan el discurso de la gestión caótica y fracasada del Gobierno (939 muertos el 31 de Marzo, 184 el 13 de Mayo). Una gestión con todos sus errores, improvisaciones y todo lo que se quiera, se pueda y se deba reprochar al Gobierno cuando llegue el momento de pedir cuentas; pero, no en mitad de la tempestad, cuando todavía estamos a merced del virus, si es que de verdad les preocupa el virus y no solo su ansias de derribar a un gobierno, pese a quien pese, legalmente constituido. No les preocupa la gente del común, la cual, una vez más, apechugará con todo lo malo de la crisis que sucederá inexorablemente a la pandemia, tal y como ha ocurrido siempre, pero siempre, después todas y cada una de las pandemias habidas a lo largo de la Historia. No, porque ellos no son del común, son los vástagos de las élites económicas que viven en los barrios del centro de Madrid que ayer llenaron sus calles de rojigualdas, jersey al cuello, zapatos castellanos y gomina para pedir la dimisión de un gobierno que nunca reconocieron porque ellos solo reconocen la legitimidad de los suyos para gobernar España y los otros, y como mucho, solo en condición de inquilinos y bajo condiciones.

Sin embargo, y por eso mismo, porque los que ayer se saltaron a la torera todas las normas de prevención para vociferar su descontento de clase, los que gritaban libertad porque han visto coartada su libertad de movimiento como todos nosotros durante la cuarentena, la cual muchos de ellos califican con la mayor de las desvergüenzas de ensayo para instaurar un régimen totalitario sin ser capaces de explicar por qué o para qué, olvidando incluso y a propósito que el confinamiento se ha aplicado en la práctica totalidad de los países de nuestro entorno inmediato, solo llenaron las calles del mismo Madrid que, casualidades de pega de la vida, una más, los aviones del bando nacional procuraban evitar en sus continuos bombardeos sobre la población civil durante la Guerra Civil, porque solo se representan a ellos mismos, no podemos olvidar que también hay otro Madrid, y este de verdad mayoritario. Como el de Aluche que aparece en una de los dos fotos que he robado a la amiga Miriam Miriam. El Madrid de la verdadera gente del común, aquella que sostiene de verdad el país y que sobre todo lo padece, que va a volver a hacerlo una vez más con toda su crudeza como consecuencia de la endémica fragilidad de su andamiaje socio-económico, el mismo del que solo se benefician las clases pudientes a las que pertenecen la mayoría de los que salen a la calle con sus banderitas y sus consignas golpistas, los españoles y más españoles que nadie, la hostia de españoles, asquerosamente españoles. Y de ahí también, o sobre todo, la visceralidad, la rabia, el odio, con los que responden cuando alguien cuestiona ese estado de las cosas que nunca quisieron revertir de verdad en previsión de otra crisis como la anterior porque nunca tuvieron la necesidad de hacerlo, no iba con ellos.

Txema Arinas, en su página de Facebook

jueves, 14 de mayo de 2020

LA LLEGADA DE LA IKURRIÑA A LA CIMA DEL EVEREST CUMPLE HOY 40 AÑOS

Pasaban unos minutos de las 15:30 del día 14 de mayo de 1980 cuando Martín Zabaleta se convertía en el primer vasco en alcanzar la cima del Everest, el techo del mundo. Se cumplen hoy 40 años de aquella cumbre histórica y Mundo Deportivo repasa su significado junto a otros dos referentes del alpinismo vasco, Juanito Oiarzabal y Álex Txikon.

Aquella en la que el mendizale de Hernani logró hacer cumbre, no fue la primera expedición vasca al Everest. Hubo otra seis años antes, en 1974, denominada Tximist por la empresa vitoriana que la patrocinó. Aquel intento partió el 13 de febrero de aquel año del aeropuerto madrileño de Barajas y estuvo formada por 16 mendizales, pero se quedó a apenas 320 metros de la cima.

La segunda, la de 1980, tuvo éxito. Se presentó en el mes de febrero, compuesta por 12 montañeros: Juan Ramón Arrue, Ricardo Gallardo, Joxe Urbieta, Felipe Uriarte y Martín Zabaleta (Gipuzkoa), Juan Ignacio Lorente, Ángel Vallejo Rosen y Luis María Saenz de Olazagoitia (Araba), Kike de Pablo y Emilio Hernando (Bizkaia), Xabier Erro y Javier Garaioa (Navarra). Cuatro días después partían hasta Katmandhu y el 20 de marzo llegaban al Campo Base.

Tras dos ataques frustrados por las inclemencias meteorológicas, el 13 de mayo, Lorente, médico y jefe de la expedición, y Zabaleta, prueban otro ataque junto a dos sherpas. En la madrugada del día 14 volvían a probarlo los mismos protagonistas. A las dos horas, Lorente lo dejaba junto a uno de los sherpas. Siguieron con el intento Martín Zabaleta y el sherpa Pasang Temba, quienes pasadas las 15:30 de ese 14 de mayo alcanzaban la cima y hacían historia para el alpinismo vasco, colocando la ikurriña en el punto más alto del mundo.

En la historias de las ascensiones al Everest, Zabaleta figura también como el primer alpinista del Estado en conseguirlo, aunque él quiso dejar clara la condición vasca de la expedición.

“Aquella cumbre supuso un antes y un después para nuestro alpinismo. En 1974 con la Expedición Tximist no pudo ser y en el 80 se logró subir. Marcó un hito y quedó para la historia”, recuerda Juanito Oiarzabal.

El alpinista gasteiztarra recuerda bien la atención que generó en Euskadi aquella expedición: “Yo tenía 24 años entonces, ya tenía bastante relación con los alpinistas referentes alaveses, y recuerdo que se vivió aquello con muchas ganas. Habían pasado seis años del anterior intento, era un grupo muy vinculado a Euskadi y aquí se volcó todo el mundo”.

Recuerda Oiarzabal que “cuando lo consiguió Zabaleta eran muy pocos los países que habían conseguido subir el Everest, por eso aquello fue muy especial para nosotros. Se reconoció mucho más nuestra valía en la montaña”.

Fran Vicente, en El Mundo Deportivo

miércoles, 13 de mayo de 2020

CIERRE DEL "CASO EGÜÉS", BROCHE DE ORO A LA INMUNIDAD DE UPN

Todos se han ido de rositas, todos. Javier Esparza se felicitaba porque ninguno de los suyos acabará con penas de cárcel por lo sucedido en Eguesibar. Los jueces, como casi siempre, apuntan que ha habido irregularidades pero que deberían haberse tramitado por una vía diferente a la penal. Es dudoso, sin embargo, que se abra un contencioso civil para recuperar el dinero público que se empleó para lo que no era. Y, en caso de que se abra, los jueces apuntarán –como casi siempre– que ya es demasiado tarde, que ya ha prescrito.

Esparza, con mucha razón, lanzaba ayer el relato de los vencedores. Que todo fue una sucia maniobra de una oposición que ha hecho una política «carroñera». El agoizko lanzó un abrazo a todos los que según los tribunales, efectivamente, cometieron irregularidades como si fueran víctimas.

El líder de UPN miente, pero ya da igual. Esto no lo empezó la oposición. Quien despertó el caso Eguesibar fue el presidente de la Cámara de Comptos, Helio Robleda, que salió elegido con los votos de UPN pero que no se casó con el partido. Marcó perfil propio. Se puso duro con el «caso Egues», que calificó como el mayor de los escándalos de su tiempo monitorizando las administraciones navarras e igual de duro fue con el sistema de financiación que crearon UPN y PSN para entregar dinero público a UGT, CCOO y la UAGN con la excusa de los cursos de formación. Robleda demostró ser más valiente e independiente que el fiscal jefe.

El cierre de la pieza principal del escándalo de Eguesibar no sorprende a nadie. Fiscalía siempre miró para otro lado y la acusación que ejercía el propio Ayuntamiento con la esperanza de recuperar el dinero perdido decayó cuando UPN volvió a coger la vara de mando. Desde que el actual Ayuntamiento abandonó la acusación y el archivo era cuestión de tiempo. Bastante ha hecho la Audiencia recordando que hubo irregularidades.

Mientras tanto, van pasado los años y todo prescribe. La corrupción de UPN no ha quedado contrastada por los tribunales. Lo ocurrido en CAN, en Eguesibar, en la UAGN o en Ultzama queda reducido por obra de los tribunales a meros escándalos, aunque falte el mismo dinero. En principio, no hay nuevos casos de corrupción el horizonte. Y, si los hubiera, ya no serán de UPN, sino de quienes le sucedieron en el poder.

La historia del fracaso después de tantos años de instrucción en Eguesibar es imputable al fracaso del anterior gobierno, que se llamó del Cambio. Uno de los proyectos que figuraban en el acuerdo programático era la creación de una Oficina Anticorrupción, que supliera la carencia de la Cámara de Comptos a la hora de perseguir delitos. Así no quedaría todo al albur de la Fiscalía o –como en el caso de Eguesibar tras recuperar UPN la Alcaldía– del partido a cuyos electos se estaba investigando. Alguien no se creyó lo suficiente que armar la Oficina era algo urgente. Ahora no toca rasgarse las vestiduras, toca aprender del error. Y felicitar a Esparza... y a María Chivite, vecina de la localidad, pues su partido es el que permitió a UPN recuperar la Alcaldía de Eguesibar,

Aritz Intxusta, en GARA

LA PAZ IMPOSIBLE EN LIBIA

El entendimiento alcanzado entre Rusia y Turquía en Idlib no era más que una fórmula para Erdogan con la que ganar tiempo en Siria para involucrarse con mayor intensidad en Libia; que vive una pugna entre dos gobierno irreconciliables: El de Fayez al-Sarraj en Trípoli, reconocido por la ONU y apoyado principalmente por turcos, qataríes e italianos, y el de Khalifa Haftar en Tobruk y Bengasi, respaldado por Emiratos Árabes Unidos, Francia, Egipto y Rusia. Y como la realpolítica a veces resulta incluso hasta cómica, Haftar ha logrado que Siria e Israel estén en el mismo bando apoyándole y dándole reconocimiento. 

Khalifa Haftar, que dirigiendo el Ejército Nacional Libio (LNA) está decidido a unificar el país africano bajo su mando, anunció recientemente que rechazaba de manera oficial el acuerdo de la ONU que desde 2015 reconocía al Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) de Trípoli, encabezado por Sarraj.

Tras este anuncio, desde Trípoli no han tardado en acusar a Haftar de dar un golpe y querer instaurar una dictadura de corte militar. Sin embargo, y aquí es donde surgen las primeras contradicciones de muchas, hay que recordar que el GNA se creó tras el derrocamiento violento de Muammar Gaddafi y que a Fayez al-Sarraj lo han elegido las élites establecidas por el golpe —con una importante participación de los Hermanos Musulmanes—, y que tras media década, el pueblo libio todavía no ha ratificado el apoyo a su gobierno en unas elecciones. 

Y en este contexto de caos, de dos gobiernos y muchos intereses extranjeros de por medio, en el que Haftar ha mostrado su decisión de derrocar definitivamente a Sarraj, el general rebelde del LNA anunció el alto el fuego unilateral con motivo del Ramadán, que ni el Gobierno del Acuerdo Nacional ha aceptado ni ha llegado a aplicarse.

A fin de intentar desescalar la guerra, que se ha vuelto especialmente violenta este último año, la ONU impuso en 2018 un embargo de armas que renovó en 2019, y que en 2020 sigue sin servir para absolutamente nada. Por tierra, mar y aire, nadie respeta el embargo. Qatar sigue enviando armas, Emiratos Árabes Unidos siguen enviando armas, Turquía envía hasta drones, desde Egipto pasan todo tipo de materiales y equipos que Francia e Israel primero entregan a los egipcios y emiratíes, y la Unión Europea, que ha querido presentarse la garante de la paz y la reconciliación, se limita a emitir nada más que comunicados donde sus dirigentes se muestran "profundamente preocupados", mientras Bélgica envía al país norafricano aviones de carga de contenido, cuanto menos, sospechoso. Y es que por mucha fama que pueda tener el chocolate belga, no parece muy creíble que sea ese el producto que tanto demandaban en Misrata a finales de 2019.

No es ningún secreto el apoyo mutuo que hubo en el pasado entre Sarkozy y Gaddafi. Ni que Francia necesita que un líder secular —o al menos pragmático— y duro estabilice el desierto libio para frenar el movimiento de grupos yihadistas del Sahel que están en auge. Del mismo modo que Italia no se ha olvidado de que el país africano fue colonia suya, el lugar en el que Mussolini (en un acto de narcisismo y enorme ridiculez) se declaró "defensor del islam" en 1937, o que Eni se está enriqueciendo de la extracción del petróleo libio. Como tampoco es sutil el enfrentamiento entre franceses e italianos desde 2017, cuando Francia ni siquiera invitó a la península mediterránea a la conferencia de paz de París.


Turquía y Qatar quieren apuntalar un régimen afín a los Hermanos Musulmanes que Egipto necesita alejar de frontera, y que los emiratíes quieren derrocar para no reforzar la posición regional de sus vecinos qataríes. Israel no quiere en la región un gobierno potencialmente cercano a Yihad Islámica y Hamás en Palestina. Israel, además, tiene junto a Grecia y Chipre la intención de crear un gaseoducto hacia Europa que Turquía, con Trípoli, podría frustrar con una victoria del GNA.

La batalla de Trípoli está estancada con el 'Ejército Nacional' en los suburbios, pero sin poder avanzar en semanas. El ejército del 'Acuerdo Nacional' está intentando revertir la situación con avances a su favor, pero todo queda en nada cuando son incapaces de tomar siquiera la base de Watiya con unas ofensivas que son repelidas constantemente.

Entretanto, llegan discursos contradictorios porque ninguno de los bandos es capaz de anticipar qué puede pasar. La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia, con Stephanie Williams, abre la posibilidad —tras hablar con los representantes del gobierno de Sarraj— a nuevos diálogos de paz que, hasta la fecha, no han sido más que "puro paripé", si es que no han fracasado antes de empezar. El portavoz de las milicias leales a Haftar, Ahmed al-Mismari afirma que "pronto entrarán a Trípoli" y "habrá sorpresas" después de pedir a los jóvenes de la ciudad que se rebelen contra el GNA. El portavoz de la cámara de representantes del gobierno de Tobruk/Bengasi, Aqaliah Saleh, por su parte, propone una solución política a la división del país, con una reestructuración del Gobierno de Acuerdo Nacional respaldado por la ONU, ya que no reconoce ni a Fayez al-Sarraj ni a Khaled al-Mishri. Haftar y sus seguidores abogan por la toma del poder y la unificación del país bajo sus propias condiciones.

La injerencia, el tribalismo, las milicias incontrolables, la ambición y el poder han roto Libia. Y a estas alturas, la reconstrucción y la reunificación del país parecen una tarea imposible. La paz todavía queda lejos.

Alberto Rodríguez García, en actualidad.rt

lunes, 11 de mayo de 2020

EL VIERNES REABRE EL MERCADO NO SEDENTARIO DE TAFALLA


Desde la Presidencia de la Comisión de Comercio del Ayuntamiento de Tafalla se informa que a partir del próximo viernes 15 de mayo se retomará la realización del mercado no sedentario en Tafalla. 
Por motivo de la alerta sanitaria y con el fin de cumplir con las medidas de distanciamiento y seguridad sanitarias adecuadas, el mercadillo semanal se realizará bajo las siguientes condiciones: 

UBICACIÓN 
Los puestos se colocarán de forma lineal en: 
• Paseo Ereta: Alimentación 
• Pistas deportivas del Complejo Deportivo Ereta: Textil y varios 
• Patio de Escolapios Textil y varios 

HORARIO 
La apertura de los puestos de venta será de 9:00 a 14:00. Se informará del tramo horario en el que tienen que montar los puestos con el fin de realizar un montaje ordenado y consecuente con las normas de seguridad. En el caso de que el vendedor no respete el tramo horario asignado no se le dejará montar. Del mismo modo se les asignará un horario para desmontar el puesto. 

LOS PUESTOS 
La distribución será realizada de forma lineal, teniendo en cuenta criterios de aprovechamiento del terreno disponible y garantizando la distancia de seguridad sanitaria. No se tendrá en cuenta, como criterio principal, su anterior posición en el Paseo Padre Calatayud para asignarle la nueva ubicación. 
La distancia entre los puestos y los viandantes o clientes será de dos metros en todo momento. Esta distancia, y la distancia interpersonal entre clientes deberá señalizarse de forma clara con marcas en el suelo o mediante el uso de balizas, cartelería y señalización para aquellos casos en los que sea posible la atención individualizada de más de un cliente al mismo tiempo, que no podrá realizarse de manera simultánea por el mismo empleado. 
Los puestos se colocarán en la zona asignada. Como regla general se permitirá dejar los vehículos detrás del puesto. 
Una vez montado el puesto y previamente a la colocación del género se realizará una limpieza y desinfección del mismo. 
Se recomienda no instalar probadores en los puestos de ropa. En el caso de disponer de probador deberán tener una persona con autorización municipal para la venta que se encargue de controlar el acceso y salida de los clientes del probador manteniendo las recomendaciones de seguridad e higiene. El probador únicamente podrá utilizarse por una única persona al mismo tiempo, debiendo ser limpiado y desinfectado después de su uso 
Si el probador es de cortina se tocará solo con guantes o con el codo. También deberá desinfectarse el interior del probador, especialmente el suelo y el mobiliario. 
Se delimitarán las zonas para los clientes. No podrá haber más de un cliente por cada tres metros lineales de puesto de venta. Son los vendedores quienes tienen que mantener el cumplimiento de esta norma en sus respectivos puestos de venta. 

VENDEDORES 
No podrá haber más de un vendedor por cada tres metros lineales de puesto, independientemente del número de personas autorizadas para la venta. (Es decir, que si en un puesto de 5 metros hay dos personas autorizadas, solamente una podrá estar ejerciendo la venta). Se exceptúan de esta obligación los casos en los que las personas autorizadas convivan y aquellos en los que uno de los vendedores autorizados se encargue exclusivamente de la manipulación de dinero (no podrá tocar el género). 
Los vendedores estarán obligados a llevar mascarillas. Para manipular el género deberán llevar guantes. Dispondrán de gel hidroalcohólico, pañuelos desechables y guantes para ofrecer a los clientes. También contarán con papeleras con tapa y bolsa, preferiblemente con pedal o basculante para depositar pañuelos u otros materiales desechables. 
Los puestos que cuenten con zonas de autoservicio, deberá prestar el servicio un trabajador del mercado, con el fin de evitar la manipulación directa por parte de los clientes de los productos. 
Deberán evitar que los clientes manipulen el género sin su control. En el caso de que algún producto sea tocado por un cliente y lo devuelva, el vendedor deberá asegurarse de su desinfección o mantenerlo en cuarentena antes de ponerlo nuevamente a la venta. En todo caso se ofrecerán guantes a los clientes que vayan a tocar el género. 
Los vendedores de zapatos deberán disponer de calcetines desechables o bolsas de plástico para que los clientes se prueben el género. Como se ha dicho antes el producto probado y no comprado o devuelto deberá ser desinfectado o puesto en cuarentena antes de volver a ponerlo a la venta. 
En los puestos de bisutería y joyas, al igual que en el resto de puestos, el cliente no podrá tocar el género. Será el vendedor quien se lo enseñe. Deberán desinfectarse cada una de las piezas cada vez que se toquen o prueben. El cliente deberá desinfectarse con alcohol hidroalcohólico las manos o la parte del cuerpo donde vaya a realizarse la prueba o si es posible utilizar una cubierta de plástico desechable que cubra la parte necesaria del cuerpo (utilizar film para cubrirse la muñeca al probarse una pulsera). 

CLIENTES 
Estarán obligados a llevar mascarilla. Para manipular cualquier género deberán contar con la autorización del vendedor y llevar guantes. 
En caso de picos con afluencia masiva de clientes, se impedirá la entrada al recinto y estos deberán esperar fuera, de forma organizada y guardando rigurosamente la distancia de seguridad. 
Se podrá impedir el acceso de la ciudanía al recinto del mercadillo en el caso de que se observe que el número de personas dificulta o pone en riesgo el mantenimiento de las distancias de seguridad. 

LIMPIEZA 
Después de cada jornada, se realizará por parte de la empresa Cespa una limpieza y desinfección de las superficies. 
Queremos agradecer en esta misma nota la buena disposición del Centro Educativo Escolapios en la cesión de su patio para el desarrollo de este mercado. Facilitando con ello que se puedan cumplir las medidas de distanciamiento para que estos sean seguros tanto para comerciantes como para las personas se acerquen al mismo. 
Durante el desarrollo de los mercados se aplicará el Protocolo de actuación indicado por el Gobierno de Navarra para los circuitos cortos de comercialización agrarios. 

Presidenta de la Comisión de Comercio y Turismo 
Soco Ojer Bueno 
En Tafalla 11 de mayo de 2020 

domingo, 10 de mayo de 2020

EL CASO ALMERÍA, UN RELATO INAPELABLE DE TERRORISMO DE ESTADO

"El Caso Almería podría ser uno de los episodios más negros de la democracia española". Antonio Ramos Espejo, periodista y autor del libro El Caso Almería. Mil kilómetros al Sur, se partió la cara por sacar a la luz datos ocultos de un caso impune de la Transición, que ya cumple 39 años.

El asesinato de Juan Mañas, Luis Montero y Luis Cobo marcó un antes y un después en la inaugurada democracia, cuando en la madrugada del 8 al 9 de mayo de 1981 se encontraron sus cuerpos carbonizados y cosidos a balazos en el barranco del Jergal de Almería. Confundidos por un comando etarra que días antes había perpetrado un atentado contra el general Valenzuela, los tres amigos hacían un viaje en coche hasta Pechina (Almería) para acudir a la comunión del hermano de Mañas. Un chivatazo los llevó a ser detenidos sin comprobar siquiera la documentación. Mañas, Montero y Cobo fueron torturados y calcinados hasta la muerte.

Solo tres de los once guardias civiles que participaron en el "homicidio", como rezaba la sentencia, cumplieron condena, rebajada con indultos a menos de una década. Aquel error de cálculo, en el Gobierno de Felipe González, dejó a los asesinos, parte del cuerpo del Estado, impunes. 

Javier Diego es sobrino de Luis Montero, el mayor de las víctimas del Caso Almería, asesinado a los 33 años de edad. Su testimonio es único.Hace pocos meses que cuenta su historia, ya que su madre Socorro, prefiere mantenerla al margen de los medios debido a los trágicos recuerdos del caso. "Tenía trece años cuando me enteré de la muerte de mi tío. Fue por el parte de noticias el día 10 de mayo. Estaba con mi madre comiendo y al citar su nombre, Luis Montero, no pudo evitar entrar en shock. Fue un golpe muy duro".

Radio Nacional de España hablaba de aquellos jóvenes como parte de un comando terrorista: "Mi padre y yo veíamos la tele días antes. Me decía, otro de ETA que se han cargado. Dijeron por la radio el nombre de los supuestos terroristas, mencionaron a Luis, y a los veinte minutos se presentaron dos de la secreta en casa". Javier recuerda la impotencia, el dolor, la rabia de una familia que no entendía nada y que era notificada de la muerte de un ser querido por dos policías que ni se identificaron: "Nos dijeron que el cuerpo estaba en el Anatómico Forense de Almería, que allí lo podíamos recoger". Empezaba así la historia del crimen de tres jóvenes del que contaban que primero "eran terroristas, luego delincuentes y narcotraficantes". "Los llamaron de todo en una prensa que estaba absorbida por el Gobierno", evoca Javier.

El tío Faustino, hermano de Montero, llegaría hasta Almería en coche junto a la hermana de Cobo. La familia de Mañas esperaba en Pechina, cerca de la capital almeriense, la recogida del cuerpo. "Mi tío vio un panorama de engaños y que todo le olía raro. Desde la prohibición de abrir sus ataúdes hasta la rapidez por enterrar los restos lo más rápido posible", aclara. Aquellos agentes, herederos de la vieja Brigada político-social (BPS), detuvieron a los tres jóvenes en Roquetas de Mar la tarde del 8 de mayo y nunca intentaron, bajo ningún sistema, ni por radio, ni emisora, identificarlos ni comprobar sus antecedentes. "Primero llegaron al cuartel de Almería, y más tarde fueron trasladados a un viejo cuartel de Aguas Fuertes en el Cabo de Gata", cuenta el sobrino de Luis. Las torturas y palizas se les fue de la manos. "Los pescadores que vivían en aquel paraje recordaban los gritos". "No podían reconocer que se habían equivocado. Quería taparlo todo. El viejo cuartel abandonado, lleno de rastros, estaba impoluto al día siguiente".

El pequeño de los Mañas, Francisco, relata a Público que este episodio ha marcado toda su vida: "Pensé durante muchos años que todo aquello había sido culpa mía, que si no hubiera celebrado mi comunión, mi hermano hoy estaría vivo", relata. El paso de los años permite ver las cosas con otra perspectiva, pero el dolor está ahí. No se va. Mañas solo espera que cada año, incluso este aniversario marcado por la pandemia, se hagan homenajes del caso para que "los jóvenes conozcan el Caso Almería y lo que ocurría en España siete años después de acabar con el franquismo".

Faustino Montero, hermano mayor de Luis, batalló en medio de la tragedia para encontrar algo de luz en un caso tapado por la falta de documentación, de expedientes y de pruebas que "demostraban el tremendo error de la Guardia Civil" durante el gobierno socialista. Faustino dio durante esos días tan convulsos con un abogado, Darío Fernández, que se jugó un bufete en quiebra. Amenazas, una bomba y problemas de ansiedad…: "No consiguieron acabar con su coraje por intentar sentar en el banquillo a alguno de aquellos acusados".

El juicio se celebró el 14 de junio de 1982, tal y como rezan la prensa de la época: "Cuando el presidente del Tribunal que los estaba juzgando preguntó antes de pronunciar la sentencia si los acusados tenían algo que manifestar, el teniente coronel, Carlos Castillo Quero, principal imputado, dijo escuetamente que no, al igual que el guardia Fernández Llamas. El teniente ayudante contestó: "Lo siento muchísimo". Sólo estas últimas palabras parecían indicar un mínimo de arrepentimiento.

Luis Ocaña, abogado actual de la asociación de víctimas de la Transición relata cómo el Caso Almería es un "claro ejemplo de proceso judicial en el que todo se convirtió en una dificultad para las víctimas y en el que los asesinos estuvieron amparados desde las instituciones". "Es paradigmático que se destinase dinero de los fondos reservados a pagarles por lo que hicieron" desde el gobierno socialista, asegura Ocaña. "Eso debe ser conocido, depurado y se ha de pedir perdón a quienes lo han sufrido".

El letrado considera que de aquella versión oficial de la Transición "ejemplar y modélica" debe conocerse como "hubo demasiada violencia y como desde el aparato del Estado se empleó el guante de seda "en demasiadas ocasiones respecto de torturadores, asesinos y violentos. Los uniformes garantizaron en no pocas ocasiones la impunidad".

El mayor dolor para las familias continúa siendo la falta de reconocimiento de los asesinados como víctimas de terrorismo, cuando tal y como relata el hermano pequeño de Mañas, Francisco, "solo el Parlamento de Cantabria aprobó por unanimidad en 2019 la petición del Gobierno central como víctimas del terrorismo". Nunca se ha tendido el brazo. "Nos dicen que no son víctimas del terrorismo de ETA y nunca querrán reconocer aquel crimen de Estado, a pesar de que lo hemos solicitado en tres ocasiones", asegura Francisco.

La asociación andaluza de víctimas de la Transición celebra un homenaje en redes sociales este sábado desde su página de Facebook. El acto de homenaje será el 9 de mayo a las 12.00 horas. Joaquín Recio, editor y vocal de esta asociación, recalca la necesidad que de que las víctimas tengan apoyo y no estén solas: "Sabíamos que la asociación crea confianzas en el tejido de las familias que están muy abandonadas en estos casos. Nos sigue llegando gente que nos llaman porque sus casos están en el aire". Recio concluye a Público que "la impunidad no entiende de tiempo". Las familias siguen luchando por dar a conocer un caso que en aquellos años "fue vilipendiado por la prensa, por parte de la Fiscalía dijeron cosas horribles de ellos, desde que podían ser gente peligrosa. Sufrieron el asesinato de los suyos y la humillación pública de los bulos". Las familias van a agotar el tiempo de su vida por saber la verdad. Incluso las siguientes generaciones como ocurre en el caso Almería.

Javier traga saliva cuando recuerda la pintada que había frente a la iglesia el día del entierro de su tío Luis. "Lo trajeron a Santander y cuando lo llevaron a a la iglesia no querían celebrarle una misa". Habían sepultado su imagen. Muchos decían algo habrá hecho y tenías que tragártelo. Antes la funeraria le había dado el trasladado el cuerpo de Almería a Cantabria. "Nos dieron la factura al llegar el ataúd cuando trasladaron a mi tío desde Almería. Tenían esa poca vergüenza y esa falta de respeto a las víctimas".

María Serrano, en publico.es