La decoración y la escenografía propias de la Navidad son objeto de debate estos días en muchas ciudades. Los que se oponen a su reducción argumentan que en esta situación de crisis, la ausencia de luces puede desalentar más la alicaída tendencia consumista de la población. A favor de una restricción drástica de la iluminación no están solamente los ecologistas que llevan años denunciando los efectos de las emisiones abusivas de CO2 ni los partidarios de una reconsideración del derroche irresponsable de fondos públicos. En San Sebastián, por ejemplo, las dos asociaciones de comerciantes se han mostrado a favor de buscar alternativas a la iluminación dentro de la propia ornamentación tradicional navideña. El grupo municipal de NaBai en Tudela, aun reconociendo los pasos emprendidos por el Ayuntamientos en los dos últimos años, ha presentado una moción proponiendo una reducción más decidida de la iluminación navideña. He aquí el comunicado:
MOCIÓN DEL GRUPO MUNICIPAL DE NABAI AL PLENO DEL AYUNTAMIENTO DE TUDELA SOBRE ILUMINACIÓN NAVIDEÑA
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:
Tras varios años presentando mociones, primero BATZARRE y posteriormente NABAI, el Ayuntamiento de Tudela, tanto el año pasado como el actual, ha modificado parcialmente sus hábitos respecto a la iluminación navideña, aunque de manera positiva pero insuficiente. No obstante, tales medidas continúan siendo insuficientes y, lamentablemente, sigue siendo necesario hacer consideraciones y propuestas. Si cuando empezamos a llamar la atención sobre este asunto, el Ayuntamiento apenas se paraba a analizar nuestros argumentos, a estas alturas, sin embargo, el Ayuntamiento ya es consciente de que el alumbrado navideño forma parte de la contaminación lumínica y del derroche energético. Este derroche luminoso cuesta mucho. El alumbrado navideño no solo genera facturas de electricidad costosísimas a pesar de las luminarias de bajo consumo y de la paulatina reducción en horas y días de encendido, sino que también altera la biodiversidad, desperdicia la energía, y a algunas personas les afecta al sueño. A diciembre de 2005 se calculaba que occidente gasta 5.000 millones de euros en luz por Navidad, esta cantidad se dice que ha aumentado notoriamente. Paradójicamente, hace apenas un mes las ONGD Médicos Sin Fronteras, Ayuda en Acción, Acción contra el Hambre, entre otras, ponían sobre la mesa un dato estremecedor: 3.000 millones de euros serían suficientes para curar a los 19 millones de criaturas que sufren desnutrición muy grave en el mundo. Se trata pues, de responsabilidad medioambiental, económica, social, moral.
En la situación de actual crisis económica, compartimos –personas, colectivos e instituciones- la inquietud por evitar gastos innecesarios, sin embargo, no se hace lo suficiente para aplicar dicha preocupación al tema que en esta moción nos ocupa. Son numerosas las ciudades, entre ellas la nuestra, que están adoptando medidas de reducción de gasto en iluminación navideña, pero, insistimos, puede y debe hacerse más. Estamos seguras de que, al igual que se ha comenzado a limitar horarios y a utilizar bombillas de bajo consumo, y, sin embargo, se nos miraba con escepticismo cuando empezamos a hablar de esta materia, también sucederá que llegará el tiempo en el que se adoptarán imprescindibles medidas de reducción, mucho más drásticas que las actuales, cuando no de eliminación, respecto a la iluminación navideña. Adelantémonos, para no perder la oportunidad de haberlas puesto en práctica antes de que sea demasiado tarde. Entre los numerosos ayuntamientos que han optado por minimizar el gasto en alumbrado navideño, algunos han limitado la iluminación a los días festivos clave comprendidos entre el 19 de diciembre y el 6 de enero. También existe quien ha decidido cortar por lo sano y ha eliminado la iluminación navideña, así lo ha hecho Picassent, localidad valenciana de alrededor de 19.000 habitantes.
Para ahondar en la necesidad de abordar este asunto con responsabilidad medioambiental, tengamos en cuenta que la cuarta parte de la población mundial no dispone de acceso a la electricidad, lo que significa que el modelo energético existente no sólo es insostenible en términos medioambientales sino que además priva de servicios básicos a aproximadamente 1.600 millones de personas, mientras en el resto del mundo, la evolución del consumo es claramente ascendente. La producción de electricidad constituye una de las principales causas de la destrucción de nuestro medio ambiente, ya que un 48,3% tiene su origen en combustibles fósiles, y el 23,9% proviene de centrales nucleares. Además, la iluminación navideña, en su diseño actual, acrecienta el grave problema de la Contaminación Lumínica en el Municipio. Estas instalaciones de alumbrado temporales deben prevenir la contaminación lumínica, dada la necesidad de proteger los ecosistemas nocturnos y preservar la oscuridad de la noche de acuerdo a la Declaración Universal de los Derechos de las Generaciones Futuras (UNESCO) Más del 80% de la energía consumida es de origen fósil, lo que implica una masiva emisión de gases de efecto invernadero. Para alcanzar los objetivos establecidos en Kioto- Bali, es necesario no sólo el desarrollo de las energías renovables sino también la reducción progresiva del consumo superfluo. En línea con el Informe 100% Renovables, publicado recientemente por Greenpeace, podemos afirmar que “un sistema 100% renovable es económica y técnicamente viable, y proporciona junto con el ahorro y la eficiencia la única opción seria de cambiar el modelo energético por uno que permita a la humanidad sobrevivir al cambio climático sin provocar o acrecentar otros graves problemas ambientales y sociales”. Es hora, pues, de adoptar medidas en profundidad, no coyunturales sino estructurales. A este respecto, Ecologistas en Acción considera absolutamente necesario que las actuaciones en este ámbito no representen sólo un “baño verde””, mientras en la práctica muchas veces se sigue profundizando en una cultura del derroche claramente insostenible. La propia Ley Foral 10/2005 de ordenación del alumbrado para la protección del medio nocturno, establece en su exposición de motivos que el consumo responsable de energía debería ser algo consustancial a la educación cívica de la población.
El Ayuntamiento de Tudela, como antes ha quedado expuesto, redujo el horario del alumbrado navideño el año pasado y optó por la sustitución paulatina del alumbrado tradicional por bombillas de bajo consumo, pero el gasto sigue siendo muy importante para el erario público, y el consumo energético también. Pero, hasta el momento, aunque ha disminuido algo la factura de la luz, ha aumentado bastante más el gasto total de la iluminación navideña. En el año 2006, los gastos por la iluminación navideña supusieron 56.841,70 euros. La cifra del 2007 ha sido de 70.327. Se ha reducido en 5.208 euros el gasto de la electricidad a consecuencia de la reducción horaria y de la sustitución por bombillas de bajo consumo, pero se aumentaron las calles a iluminar, por lo cual aumentó el gasto de alquiler de elementos y su montaje y desmontaje, por eso el gasto total ha sido 13.485 euros superior al del año anterior. Recientemente, hemos sido informados por Alcaldía de que este año se tiene intención de retrasar seis días el comienzo de la iluminación navideña, a la que se daría inicio el día 12, reduciendo también algunas horas. Según nuestros cálculos, tal decisión rebajaría los gastos habidos este año entre mil y dos mil euros, cifra que dejaría un montante global muy superior y lejano todavía de lo que se gastaba hace dos años. Por lo tanto, la medida, aunque positiva, a nuestro juicio sigue sin cumplir los objetivos que planteamos. Si no estamos dispuestos a hacer lo que el Ayuntamiento de Picassent, consideramos al menos imprescindible dar marcha atrás de manera significativa en la carrera por iluminar más y más calles, y reducir drásticamente los días y horas de iluminación.
Somos conscientes de que los comercios sufren las consecuencias de la actual crisis económica, y que algunos pensarán que la iluminación puede beneficiarles. Si bien dudamos de tal beneficio, sobre el que no existen datos objetivos, la cuestión a considerar es que hay que arbitrar medidas más eficaces para apoyar al comercio local, sin caer en promover el consumismo ni el derroche. En muchas otras ocasiones hemos insistido en la necesidad de que el Ayuntamiento adopte medidas de apoyo al comercio de la ciudad frente a las grandes superficies, medidas de tipo fiscal, ornamental, de animación sociocultural, festivo-lúdica…, que podrían hacerse patentes de manera especial en Navidad. Estamos seguras de que serían medidas mucho más eficaces, concretas y tangibles en el apoyo a los comercios; lo serían, además, para todos los comercios, y no sólo para aquellos que se ubiquen en calles con iluminación navideña. Consideramos que hay que desvincular el gasto en iluminación navideña del apoyo al comercio local, aunque eso sí, uniéndolo obligatoriamente a la puesta en marcha de medidas como las apuntadas u otras, que favorezcan al pequeño comercio. Ya en nuestra moción del año pasado, apuntábamos que “el ayuntamiento ha de acordar con las Asociaciones de Comerciantes actividades que incluyan ferias, pabellones adecuados, medidas paliativas en caso de obras públicas en sus calles, actividades lúdicas y ludotecas en el entorno, y otras propuestas que animen a la ciudadanía a hacer sus compras habituales en el casco urbano, en sus barrios, y no rutinariamente en las grandes superficies”
Por todo ello, el grupo municipal de NAFARROA BAI considera que hay que poner en cuestión el actual modelo de iluminación en Navidad, y mientras éste se hace, insiste en propuestas realizadas en años anteriores y en otras nuevas, de acuerdo a criterios de organizaciones que trabajan por el bienestar medioambiental, tales como Ecologistas en Acción y otras, y propone al pleno del Ayuntamiento de Tudela el debate y votación de los puntos siguientes:
1- Retrasar, inicialmente, para este año, el encendido de la iluminación navideña hasta el 20 de diciembre, finalizando el 6 de enero, en horario de 18 a 22 horas, salvo las vísperas de festivos cuyo horario será de 18 a 24 horas.
2- Reducir sensiblemente el número de luminarias navideñas.
3- Renunciar a colocar iluminación eléctrica en el exterior de los edificios e instalaciones públicas.
4- Extender este llamamiento al conjunto de la ciudadanía para que, consciente de la gravedad del problema y de la necesaria colaboración de todos y todas, adopte cuantas medidas estén a su alcance a fin de disminuir el consumo excesivo y los efectos negativos del mismo sobre nuestro medioambiente.
5- Solicitar a las empresas que se sumen voluntariamente a esta campaña y apaguen las luces de sus escaparates al cierre de los comercios.
6- Estudiar, junto con las Asociaciones de Comercio de Tudela, para comenzar el próximo año, la paulatina reducción de zonas, días y horarios de iluminación navideña, así como medidas paliativas compensatorias en beneficio del comercio local.
7- Adoptar otras medidas de adorno navideño de las calles y plazas, teniendo en cuenta consejos de Ecologistas en Acción, tales como “emplear hilo luminosos para los adornos, que producen el mismo efecto decorativo con menor consumo de energía, regular la potencia máxima de la iluminación navideña a instalar en función de la anchura de las calles, reducir la simultaneidad en las secuencias de luces intermitentes y establecer el control centralizado del encendido y apagado”, informando adecuadamente a la ciudadanía de las causas de esta reducción, instando a su comprensión e incluso a su implicación en medidas de ahorro energético y de recursos.
8- Trasladar los acuerdos que resulten aprobados, a las Asociaciones de Comerciantes de la ciudad, departamentos de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y del Gobierno Español, colectivos ecologistas de Tudela, y medios de comunicación.
Atentamente,
Milagros Rubio y Ana María Ruiz, Concejalas del grupo municipal de NABAI Tudela, 25 de Noviembre de 2.008