lunes, 31 de diciembre de 2018

LA INCÓGNITA DE VOX EN EUSKADI

La ultraderecha española, representada en el partido de Santiago Abascal, Vox, dio en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre un golpe sobre el tablero político. No solo obtuvo un resultado insospechado con sus doce escaños y 10,83% de votos, sino que su concurso resulta fundamental para que PP y Ciudadanos puedan sumar de cara a desalojar al PSOE de la Junta de Andalucía tras permanecer cerca de 40 años en el poder. La formación extremista, que acumulaba media docena de fracasos electorales, se ha marcado ahora las próximas citas con las urnas para demostrar que su repentino éxito no es flor de un día sino que ha llegado para quedarse. Comenzando con las municipales, forales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo, también en Euskadi, que afrontará el desafío de Vox en un contexto a priori muy diferente del que marcó el 2-D.
El director del Euskobarómetro, Francisco Llera, apunta una primera dificultad para Vox. “Es un partido sin estructura, sedes, personal conocido o presencia cotidiana”, asegura, y muy basado en su actividad en “las redes sociales”. “Salvo que nos sorprenda, no le veo a Vox con una capacidad de organización suficiente para presentar en tan pocos meses candidatos en la mayor parte de los municipios del territorio”.
Otros dos expertos en estudios demoscópicos coinciden en señalar esta teórica falta de infraestructura. “No sé qué va a hacer con las ciudades pero no se va a poder presentar a los diferentes municipios vascos, todavía no tiene suficiente presencia y organización para apostar por unas municipales”, opina la directora del Deustobarómetro, María Silvestre. El director de Investigaciones de Gizaker, Jon Urresti, pone en duda que “sean capaces de llegar a un 3% para poder tener algún juntero, en Gasteiz podrían acercarse pero no será fácil”.
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“Mucho más difícil” será que aspire a alcanzar un 5% de representación para arañar concejalías, asevera Urresti. “Para las europeas sacarán votos, pero será una de las zonas, por no decir la zona del Estado donde menos votos obtenga”, añade. Prosigue con esta estimación porcentual y admite que “va a haber voto a Vox en Euskadi pero en ningún caso va a ser masivo y es muy difícil que pase del 2-3%. En Navarra puede sacar un poco más por su sociología, sobre todo en la zona sur. Porcentualmente seremos de los territorios del Estado donde peores resultados saque”, zanja.
Además de la infraestructura, el ideario de Vox también supondrá una dificultad añadida de cara a su implantación en Euskadi en las múltiples citas electorales de mayo -con permiso del presidente español, Pedro Sánchez, que por ahora apuesta por agotar la legislatura-. María Silvestre apunta al “modelo de Estado que defiende” la formación ultra, que “cuestiona el modelo autonómico y, por supuesto, el modelo de los fueros”. Se trata, añade, de “la razón por la que Ciudadanos no ha tenido mucho apoyo electoral en Euskadi y no ha sustituido al PP, porque ha cuestionado el Concierto, el Cupo y demás”.
Jon Urresti apostilla que “en Euskadi sí hay nacionalistas españoles, que hoy en día están en la órbita del PP, pero nunca han tenido mucha fuerza porque están muy cómodos con el Estatuto y con el Concierto Económico, aspectos que Vox quiere tumbar”. Llera realiza por su parte una comparación con “cuáles han sido los apoyos electorales de UPyD y Ciudadanos”. Respecto al partido que lideró Rosa Díez dice que “ha sido muy residual pero en su momento pudo ser determinante en la formación de mayorías y no lo fue por un escaño”.
En cuanto a la formación presidida a nivel estatal por Albert Rivera, el máximo responsable del Euskobarómetro pone de manifiesto que “tampoco está teniendo una gran implantación o apoyo en Euskadi, por lo que lo más probable es que Vox camine por los mismos derroteros”. “Con esto no quiero identificar a UPyD y a C’s con Vox”, aclara, “digo que opciones residuales en el País Vasco tienen mucho menor margen de apoyo por las características del electorado vasco”.
Fuentes de la Ejecutiva del PNV, uno de los partidos más preocupados por el auge de Vox, apuntaron cuatro claves que explican su buen resultado en Andalucía y que tienen una difícil traslación al escenario vasco. Se trata de la inmigración, que en Euskadi no concita un rechazo tan grande y que en localidades como El Ejido auparon a Vox a la primera posición;el nivel socioeconómico, con el elevado índice de paro en Andalucía y el rechazo que ello conlleva;el procés, que frente al sentimiento de solidaridad que despierta en la CAV ha reactivado el españolismo en el sur;y la corrupción institucionalizada del caso ERE.
Pese a que Silvestre recuerda que el tema de la inmigración también estuvo presente “hace unos años con Javier Maroto y la RGI, lo que provocó una contestación social muy fuerte en Álava y Vitoria”, Urresti considera que “aquí no tenemos una sensación en contra del inmigrante, no existe ese ambiente que hay en otras zonas de España, ni mucho menos”. La directora del Deustobarómetro coincide, eso sí, en que “nosotros tenemos un 9% de inmigración, no somos Andalucía ni tenemos pueblos como El Ejido con un 32%, con lo que el discurso más xenófobo tiene menos donde apoyarse y ser aceptado”.
Según Paco Llera, “en el País Vasco hay escándalos y juicios por corrupción pero no tenemos esa presencia en el tejido político tan potente como en Catalunya, Andalucía, Madrid o Valencia. Luego, el impacto de la crisis en el País Vasco no es tan potente, basta con ver las tasas de desempleo, y los sectores económicos son distintos”. Concluye por ello que, en el caso vasco, “hay elementos que no facilitarían un voto residual por desencanto, frustración o marginación de una parte del electorado”, como sí ocurrió en los comicios del pasado día 2.
Silvestre zanja que “entre que el PP aquí es minoritario, que no tenemos un porcentaje importante de inmigración y que la unidad de España tampoco moviliza mucho voto, quiero pensar que Vox no va a tener una presencia tan grande como en Andalucía”. Ya hay sondeos electorales que apuntan en esta dirección, como el que EITB Focus difundió el pasado domingo, que otorgaba a Vox un pírrico 0,2% de apoyos de cara a las elecciones forales en la CAV, muy lejos por tanto de obtener representación institucional.
Hasta su despegue en las elecciones andaluzas, Vox había logrado su mejor resultado en las europeas del 25 de mayo de 2014, donde amarró 244.929 votos, un 1,56%, y se quedó a un suspiro de acceder a Bruselas. Los tres analistas consultados coinciden en que, del conjunto de convocatorias de mayo, las europeas son las más propicias para los de Abascal, por ser “de circunscripción única, un voto una persona”. “Hemos comprobado que formaciones sin ninguna implantación obtienen un buen bocado porque participa mucha menos gente, sobre todo de los grandes partidos, en comparación con la movilización de las pequeñas opciones”, según Llera.
Advierte, eso sí, de que al coincidir con otras citas electorales, “es muy probable que la papeleta europea replique a las otras papeletas”, lo que derivará en una “contaminación” por la que “las expectativas de los pequeños no serán tan buenas”. Al contrario que Llera, María Silvestre no cree que esta irrupción de Vox se enmarque en el auge de los partidos de ultraderecha en Europa, ya que “la extrema derecha en España no desapareció, estaba votando al PP. Solo hay que escuchar a Aznar, que se siente muy cómodo con algunas partes del discurso de Abascal, más que Rajoy, por ejemplo”.
A nivel territorial, Jon Urresti considera que “el mercado de Vox puede estar en La Rioja alavesa, algo en Vitoria, algo en Iruñea y algo en la Margen Derecha, pero no tiene una sociología clara dentro de la CAV y Nafarroa”. Como punto fuerte de esta formación respecto a C’s, María Silvestre destaca que “radicaliza el discurso de la derecha, lo hace mucho más directo, llano y sin fisuras, lo que es un foco de atracción potente sobre todo para el votante con una opinión parecida”. Llera concluye que “si Vox tuviese alguna opción, no me cabe ninguna duda de que estaría en Álava, no olvidemos que es el origen de su líder”.
Antes de las elecciones andaluzas del 2-D, Vox cosechó sus mejores resultados en las europeas del 25 de mayo de 2014, pocos meses después de su fundación. En aquella cita, que supuso la irrupción de Podemos y Ciudadanos, la formación de Santiago Abascal logró el apoyo de 244.929 votantes, el 1,5%. Se quedó a un paso de llegar a Bruselas ya que fue el partido más votado de los que no lograron escaño.
El porcentaje bajó notablemente en las dos elecciones generales de diciembre de 2015 y junio de 2016. En las primeras tuvo el respaldo de 57.753 personas, es decir el 0,23%, mientras que en las segundas todavía descendió más, hasta el 0,20% con 46.781 votos.
Vox también se ha enfrentado a unas municipales y autonómicas en 2015. En las primeras logró 63.345 votos, que se tradujeron en 22 ediles y dos pequeñas alcaldías en Burgos y Valladolid. En las autonómicas, con algo más de 75.000 votos, no logró ningún representante.

Carlos C. Borra (en Grupo Noticias)


LO PEOR YA TIENE CARA

La lógica política de los próximos meses en España será de una polarización extrema, con aires de los años treinta: a un lado, una derecha tricéfala y movilizada, decantada hacia el nuevo autoritarismo populista; al otro, las izquierdas y los partidos nacionalistas e independentistas, en torno a un PSOE que intentará construir un dique de contención con fundamentos fuertes en el centro socioelectoral. Los comicios municipales, europeos y autonómicos (en la mayoría de regiones) de mayo serán el primer combate, preparatorio de las generales. En este contexto, ERC y el PDECat (y/o Junts per Catalunya o la Crida) deberán tomar decisiones muy importantes, más allá de la posición sobre los presupuestos generales.

En el mundo independentista, hay una corriente muy activa que organiza todas las ideas a partir de un fatalismo según el cual no importa mucho ni la estrategia ni la habilidad propias porque el adversario aplica la fuerza y la trampa por sistema. Hay una base histórica y empírica para pensar así, ciertamente. Pero este enfoque tiene dos problemas al hacer política. El primero es relativizar la responsabilidad del campo independentista y ser autoindulgente. El segundo es la conclusión a la cual se llega desde el fatalismo: el único camino es el unilateralismo, el escenario insurreccional pacífico, lo que algunos –con frivolidad– relacionan con una versión catalana del Maidán; recomiendo que los ideólogos del “pit i collons” vean el documental Winter on Fire –disponible en Netflix– sobre la revuelta democrática y europeísta del invierno 2013-14 en la capital de Ucrania, y que se pregunten si la sociedad catalana tiene hoy el nivel de consenso y unidad estratégica para tomar esta vía, que fue vencedora pero incluyó muertos y heridos, a causa de la violencia ejercida por las autoridades prorrusas. El “cuando peor, mejor” seduce a estos entornos.

Los que no comparten esta visión, principalmente la dirección de ERC, algunos dirigentes del PDECat, y Òmnium, saben que lo peor ya se ve venir, y es un futuro gobierno del PP, Cs y Vox. “Nosotros no tenemos que salvar a Sánchez, tenemos que hacer la independencia”, replican airados los que todavía tienen prisa. En todos los análisis de los portavoces de la corriente Maidán, siempre se obvia que el independentismo no tiene una mayoría social lo bastante amplia para impulsar el choque abierto con el Estado, opción que tiene poco que ver con manifestarse cada Diada. Todo lo reducen a un problema de coraje y determinación, sin querer ver –por ejemplo– que la Seat de Martorell no ha seguido ninguna huelga organizada por el soberanismo.

Se dice que aparcar la vía unilateral reduce mucho el margen de negociación de un referéndum pactado con Madrid. En realidad, lo que lo reduce es el estancamiento del voto independentista, la desorientación estratégica, la gesticulación, y la falta de nuevos liderazgos. Mientras, lo peor –para españoles y catalanes– ha dejado de ser una idea abstracta.

Francesc-Marc Álvaro, en La Vanguardia

EL AÑO DE LA VOLATILIDAD

Sugiero que la palabra del año 2018 sea “volatilidad”, y su metáfora las revueltas de los chalecos amarillos, tras las que no había ningún sindicato ni coherencia reivindicativa y que tiene a su vez que ser gestionada por un presidente de la República, Emmanuel Macron, que no representa propiamente a un partido político sino a algo que prefiere denominarse a sí mismo como un movimiento.
La volatilidad se manifiesta en impredecibilidad que hace fracasar a las encuestas, inestabilidad permanente, turbulencias políticas, histeria y viralidad. Desde Trump, el Brexit y Vox parece que estamos condenados a las sorpresas políticas, esos “accidentes normales” (Charles Perow) que no obedecen ni a la causalidad ni a la casualidad sino que forman parte de una nueva lógica que está todavía por explorar. El resultado de todo ello es la constitución de un público con la atención dispersa, la confianza dañada y en continua excitación.
Cuando Marx y Engels formularon aquella famosa sentencia de que “todo lo sólido se evapora” estaban refiriéndose a un paisaje cultural y político mucho más estable que el actual. Diagnosticaban un conflicto entre dos fuerzas identificables como el capital y el trabajo, unas contradicciones cuya resolución parecía apuntar en un sentido que era posible anticipar. Comparado con el mundo descrito por la idea de volatilidad, el vocablo “revolución” es un término conservador pues presupone un orden que solo habría que subvertir. En una situación de volatilidad, por el contrario, no hay nada estable arriba o abajo, ni centro o periferia, y la distinción entre nosotros y ellos se torna borrosa. Esta es la razón por la que, hablando con propiedad, ya no hay revoluciones sino algo menos visible, menos épico, rotundo y puntual; las transformaciones sociales no son la consecuencia de acciones intencionales, planificadas o gobernadas y las degradaciones de la democracia son más bien procesos de desvitalización; se parecen más al resultado azaroso de la simple agregación de voluntades, donde hay menos perversión que estupidez colectiva.
Nos encontramos en un mundo gaseoso y no en el mundo líquido que Bauman contraponía a la geografía sólida de la modernidad. La idea de liquidez no es suficientemente dinámica para explicar el paso de los flujos a las burbujas. Lo gaseoso responde mejor a los intercambios inmateriales, vaporosos y volátiles, muy alejados de las realidades sólidas de eso que nostálgicamente denominamos economía real. El mundo gaseoso, una imagen muy apropiada también para describir la naturaleza cada vez más incontrolable de determinados procesos sociales, el hecho de que todo el mundo financiero y comunicativo se base más sobre la información “gaseosa” que sobre la comprobación de hechos.
La primera manifestación de la volatilidad es de orden cognitivo. La explosión de posibilidades informativas, el acceso generalizado a la información o la profusión de datos son, al mismo tiempo y por los mismos motivos, una liberación y una saturación. La desintermediación produce una sobrecarga informativa en la medida en que el aumento de los datos disponibles no es compensado con una correspondiente capacidad de comprenderlos. Se podría hablar de una “uberización de la verdad”, en el sentido de que cualquiera tiene acceso a todo, una desprofesionalización del trabajo de la información. Se debilitan los clásicos monopolios de la información, desde la universidad hasta la prensa, en beneficio de las redes sociales, pero en la medida en que no mejora nuestro control de la explosión informativa el resultado es un individuo que puede caer en la perplejidad o en la grata confirmación de sus prejuicios.
La volatilidad afecta muy especialmente a la política. Venimos de una democracia de partidos, que era la forma adecuada a una sociedad estructurada establemente en clases sociales, destinadas a encontrar una correspondencia en términos de representación. Al igual que otras organizaciones sociales, los partidos eran organizaciones pesadas que no se limitaban a gestionar los procesos institucionales de la representación, sino que también incorporaban a sus estructuras áreas enteras de la sociedad, orientando su cultura y sus valores de modo que pudieran asegurarse la previsibilidad de su comportamiento político y electoral. Hoy tenemos una “democracia de las audiencias” (Manin), es decir, una democracia en la que los partidos han sido de alguna manera arrollados por esta volatilidad y actúan con oportunismo en vez de estrategia, en correspondencia con un comportamiento de los electores sin compromisos estables. Esos individuos se sienten mal representados porque de hecho ya no son representables a la vieja manera de un mundo estable; emiten señales difusas que el sistema político no consigue identificar, elaborar y representar adecuadamente. Por eso los partidos tienen grandes dificultades para escuchar a sus votantes y entender, agregar o procesar sus demandas.
No estaríamos en un entorno de tal volatilidad si no fuera porque el tiempo se ha acelerado vertiginosamente. Vivimos en lo que Paul Valéry llamaba un “régimen de sustituciones rápidas”. Qué poco duran las promesas, el apoyo popular, las esperanzas colectivas e incluso la ira, que se aplaca antes de que se hayan solucionado los problemas que la causaban. En el carrusel político las cosas “irrumpen”, pero también se desgastan rápidamente y desaparecen.
En un panorama acelerado se pierde, paradójicamente, la lógica de la acción política, su capacidad de gobernar el cambio social. El desconcierto puede dar lugar a la agitación improductiva o a la indiferencia apática, nada que se parezca a la voluntad política clásica. Se han debilitado las instituciones que otorgaban estabilidad a la sociedad y que al mismo tiempo articulaban el cambio político. Por eso puede darse la extraña situación de que en el régimen de la volatilidad convivan la aceleración y el estancamiento. Tanto las convulsiones emocionales como la indecisión obedecen a una psicología sobrecargada de excitaciones y coinciden también en no dar lugar a ninguna transformación efectiva de nuestras democracias. Detrás de muchos fenómenos de indignación y protesta hay estimulaciones que irritan pero no movilizan de manera organizada.
El gran problema político del mundo contemporáneo es cómo organizar lo inestable sin renunciar a las ventajas de su indeterminación y apertura. Tendremos que aprender a vivir con menos certezas, itinerarios vitales menos lineales, electorados imprevisibles, representaciones contestadas y futuros más abiertos que nunca. No creo que haya una posibilidad de revertir esta situación, que se ha convertido en aquello que tenemos que gobernar. En el célebre lamento del Manifiesto comunista se percibe un tono de nostalgia hacia un mundo más estructurado y ese mundo, entonces y ahora, ha quedado atrás. La gran tarea de la inteligencia colectiva consiste hoy en explorar las posibilidades de producir equilibrio en un mundo más cercano al caos que al orden. Hemos de preguntarnos de qué modo podemos regular esos nuevos espacios, hasta qué punto está en nuestras manos proporcionar una cierta estabilidad, si podemos corregir nuestra fijación en el presente y hacer del futuro el verdadero foco de la acción política, cómo generamos confianza cuando los otros son tan imprevisibles como nosotros, si es posible construir los acuerdos necesarios en entornos de fragmentación política y radicalización, en qué medida podemos mitigar el impacto social de lo inevitable. De lo único que podemos estar ciertos es de que se equivocan quienes aseguran que la política es una tarea simple o fácil.

Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política  (publicado en El País)

viernes, 28 de diciembre de 2018

LA "REVOLUCIÓN" FISCAL DE VOX

La "revolucionaria" y generalizada bajada de impuestos propuesta por Vox en sus cien "medidas urgentes" de Vistalegre hay que tomársela con cautela, como todo lo que viene de esta formación. Entraña sin duda una caída de ingresos públicos inédita, pero ni es tan generalizada ni afecta por igual a toda la población. Todos los impuestos que se quiere reducir drásticamente o suprimir poseen un rasgo común: son impuestos directos. Salvo una rebaja de IVA a productos y fármacos infantiles y geriátricos, quedan intactos los tributos indirectos, que son los que, como nos enseñara Ramón Tamames en su clásica Estructura económica de España, "en relación a las rentas percibidas gravan proporcionalmente más a las clases media y trabajadora".
Se quiere suprimir el Impuesto de Patrimonio, el de Sucesiones y Donaciones y la Plusvalía municipal. Que a Vox le traiga sin cuidado la pérdida de autonomía y suficiencia financiera de las entidades locales para prestar servicios a la ciudadanía es algo que ya no debería sorprender a nadie. Y los dos primeros tributos desde hace tiempo cargan con una nefasta reputación, en gran parte debida a la pereza mental de quienes deberían explicar su trascendencia para la justicia general del sistema y a la caótica y dispersa regulación normativa a la que los han llevado las Comunidades Autónomas, inmersas en una delirante e irresponsable competencia fiscal a la baja que a la larga a todo el mundo perjudica.
Hay reformas innegables que acometer en ellos. Lo que rara vez se confiesa por los partidarios de la supresión es a qué sector de la sociedad beneficiará que desaparezcan. El Impuesto sobre Patrimonio goza por lo general de un importe exento de 700.000 euros y del cálculo de su base se excluyen, entre otros bienes, la vivienda habitual por un valor de hasta 300.000 euros. No es, pues, a la gente humilde a la que castiga. Para el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se han extendido entre las Comunidades elevadas bonificaciones que o bien eximen o reducen a lo simbólico el pago de cónyuges, ascendientes y descendientes. Los límites de caudal para las bonificaciones son muy altos, por lo que la pregunta que habría que hacerse es si de verdad resulta justo que quienes reciben en herencia, legado o donación un patrimonio multimillonario cuya creación no les costó esfuerzo alguno no aporten ni un céntimo al bien común.
En los dos principales impuestos directos del sistema se prevén rebajas muy sustanciales. Proponen una nueva reducción de cinco puntos en el tipo del Impuesto sobre Sociedades (hasta el 20% el tipo general y 15% para pymes), que se sumaría a la reciente rebaja del 30 al 25% y a otra anterior del 35 al 30%, con lo que el tipo general habría caído en pocos años quince puntos. Se acelera así la tendencia en la que ya llevamos lustros embarcados de rebaja fiscal a las empresas y de injusta redistribución de renta nacional del trabajo al capital, sin que −a la vista está− la sociedad coseche mejora digna de notar en empleo o en prosperidad.
Pero la joya de la revolución fiscal es sin duda la reducción a dos de los tipos de IRPF: 20% para rentas hasta 60.000 euros y 30% a partir de esa cuantía con un mínimo exento de 12.000 euros. En la versión más reducida del programa incluso se habla de un único tipo del 21% para cualquier nivel de renta.
Se trata de una idea, la de una tarifa plana en IRPF, que ha contado con tenaces partidarios en los dos grandes partidos políticos tradicionales de nuestro país, y que ha orientado las sucesivas reformas del tributo, haciendo que el mismo pase a lo largo de su existencia de unos treinta a los actuales cinco tramos, en camino inequívoco al tipo único. Se aduce que el mantenimiento de un mínimo exento permite conservar la progresividad, pues, tomando por ejemplo la propuesta de Vox de tarifa casi plana, una renta de 15.000 euros se gravará con el 20% de los 3.000 euros que excedan de 12.000 y una renta de 60.000 euros se gravará con el 20% de 48.000, lo que arrojaría un tipo medio de gravamen del 4% para el primer caso y del 16% para el segundo caso.
Pero el argumento tiene trampa. El juego de tipo único y mínimo exento en una economía real sólo puede alcanzar un grado muy limitado de progresividad. Si uno se toma la molestia de hacer una simulación sobre un número determinado de niveles de renta y va ensayando cambios en el tipo o en el mínimo exento, descubrirá que a medida que sube el mínimo exento se incrementa la progresividad pero se desploman los ingresos y según baja el mínimo exento se reduce la progresividad. Y siempre caerán más los ingresos de lo que se gane en progresividad y a la inversa.
No es difícil elaborar una proyección del impacto que la propuesta concreta de Vox tendría sobre los tipos medios de gravamen actuales. La hemos calculado para distintos tramos de renta entre los 20.000 y los 500.000 euros, tomando como referencia el mínimo personal y familiar vigente más bajo de 5.550 euros, aunque éste puede elevarse por cargas familiares y otras circunstancias, y los tipos marginales aproximados de la tarifa general del impuesto (19, 24, 30, 37 y 45%), que también varían ligeramente según Comunidad Autónoma. 
La reforma de Vox llevaría a una reducción considerable del impuesto en todos los tramos de renta, pero la bajada aumenta a medida que aumentan los ingresos y es sensiblemente mayor en las rentas más altas, en las que se acerca a 15 puntos de descenso (la diferencia entre el marginal máximo actual del 45% y el 30% propuesto).
En un país en el que la crisis ha ocasionado un trágico ensanchamiento de las diferencias de riqueza, se nos presenta como reforma estrella el uso del principal impuesto del sistema tributario para ensancharlas aún más. Vox no cuantifica ni siquiera de manera aproximada la pérdida de ingresos que supondría su reforma, pero el más somero vistazo a las estadísticas oficiales de recaudación nos avisa de que sería colosal. Ya sabemos que para ellos toda pérdida de ingresos podrá sobrellevarse bien gracias a la milagrosa desaparición de las Comunidades Autónomas, que se diría permitirá hasta que a los calvos nos vuelva a nacer pelo. Pero si uno examina con seriedad las cifras, al margen de tópicos usuales en conversaciones de bar, verá que no es así. Según los datos aportados por la Fundación Civio, el coste de alta dirección de las Comunidades es de 747 millones de euros, lo que no compensaría ni la cuarta parte de la pérdida de ingresos por la desaparición del Impuesto de Sucesiones. Tampoco es tan seguro que la recentralización de competencias siempre suponga un ahorro. Así que, o bien vamos a un volumen de deuda y déficit insostenibles o a una liquidación de servicios públicos sin precedentes, o a ambas cosas a la vez. Y sabemos de sobra también a qué tramos de renta perjudica de manera principal el desmantelamiento de la sanidad y la educación públicas.
El conjunto de medidas propuestas por Vox conforman el mayor paquete de rebajas fiscales para los ricos de nuestra historia. En su orientación no hay nada nuevo; siguen la senda de lo que en este país se viene haciendo desde hace décadas: reducir impuestos directos, suprimir gasto social, eliminar controles públicos a la especulación financiera e inmobiliaria, privatizar… lo de siempre, la misma política que nos ha arruinado, acelerada y llevada al extremo. Tras el estímulo del odio a inmigrantes, comunistas o feministas, se oculta la vieja estrategia de salvamento de las élites corruptas que saquearon la riqueza pública. Y sus principales víctimas podrían llegar a ser las personas de clase media baja sinceramente asustadas por la incertidumbre de estos tiempos que se dejaron embaucar por unos nuevos vendedores de humo.

Ricardo Rodríguez, en eldiario.es

jueves, 27 de diciembre de 2018

LA "DESAVENIDA" DEL EJÉRCITO

Los militares dan pocas opciones: se les obedece, se les combate o se pone tierra por medio. Pocas veces tiene un ciudadano la posibilidad de discutir con alguno de ellos como personas normales.
Por eso hay que agradecer al general Palacios que podamos rebatirle su artículo Desprecio a un gesto de generosidad del Ejército, en el que muestra su enfado por la decisión del alcalde Asiron de quitar el nombre de avenida del Ejército y cambiarlo por el de Catalina de Foix, la última reina de la Alta Navarra independiente. Una decisión, dice el mílite, “basada en la pobreza de espíritu y movida solo por la inquina y el rencor... en la imposición ideológica y en la aversión al otro”. Nork nori.
Como opinión, vale. Pero cuando Palacios afirma que la avenida fue “abierta y construida en aquellos inmensos espacios que fueron donados generosamente a Pamplona por esta institución”, a uno le recorre un escalofrío por el espaldar histórico. Porque, señor general, esos terrenos tan generosamente donados habían sido antes robados, manu militari, por su filantrópica institución. Como fueron robados castillos o regaladas las murallas de nuestras ciudades a los militares castellanos que participaron en la conquista. La desesperación de Navarra en 1523 la expresaban así sus Cortes: “la gente de Guerra que en el Reyno está les ha hecho y hace muchos agravios... maltratándoles en sus personas y bienes a cuya causa han acaecido muertes, heridas, violencias y daños. Lo cual es en grande deservicio vuestro y total perdición y desolamiento del dicho nuestro Reyno”.
 En 1569, Felipe II planteó la construcción de una fortaleza en Pamplona, la Ciudadela, “para sujetar la voluntad de los naturales”, como se decía con descaro. Fue la primera gran comisaría de Navarra. Eran soldados “de tierra sana”, como los quería el virrey, que reconocía que no había en el Reino “nadie del que se pudiera fiar”. Los trabajos forzados en las fortificaciones arruinaron al Reino durante décadas. En 1573, las Cortes navarras protestaban por los abusos del virrey Gonzaga, que obligaba a la gente a trabajar “no pagándoles sus jornales y padecen mucha hambre y trabajo;y muchos hombres honrados son compelidos de pedir limosna en Pamplona para comer y trabajar en las obras, por no pagarles ni dejarles ir a sus casas... y si no se remedia el Reyno quedará destruido por muchos años”.
A los de Esteribar les colocaban cepos solo porque pedían “el salario debido por su trabajo”. Famosa fue la compañía del capitán Diego de Ceniceros, por sus “grandes desórdenes, daños y excesos y forzamientos de mujeres”. El capitán Sancho Ximeno exprimió durante años a Estella, “obligando a los vecinos a darles sustento necesario quitándoselo de sus mujeres y de sus hijos”. En 1575, Olite se levantó contra los excesos de la compañía del capitán Priego. Poco después eran Sangüesa, Lumbier y Val de Aibar las que se quejaban de la tropa del capitán Latras. Idoate cita un proceso de Gares contra los alojamientos de tropa, donde un testigo declaró que esos abusos se producían “desde que vinieron los españoles a la villa”.
A los 60 años de la conquista, las Cortes navarras hacían un balance terrorífico: “la dicha gente de Guerra en los pueblos donde han estado y están de aposento constriñen y compelen, a cuya causa ha ido este daño y vejación en tanto aumento, que todos o los más pueblos deste Reyno están destruidos, y perdidos;y los vecinos dellos en grandísima necesidad (...) Y por causa destas, y otras muchas vejaciones, se van asolando los lugares, y despoblados de vecinos;y se sabe de cierto que más de quinientos vecinos de este Reyno se han pasado a vivir a los reynos de Aragón y otras partes por no poder sufrir estas vejaciones continuas”.
Ejército español y peste fueron sinónimos en Navarra. Y los siglos siguientes continuaron igual, robando a los naturales y haciendo obras a sus expensas, como el fuerte de Ezkaba, el de Estella o Santa Lucía de Tafalla. En ellos se acuartelaron los Húsares de Pavía y Villarrobledo, regimientos de Tetuán, Sevilla, Castrejana, Saboya, Cantabria, Puerto Rico, Zamora y muchos otros, amargamente famosos en nuestros pueblos. Finalmente, con el autodenominado Ejército de ocupación, en 1878 se instaló el regimiento América 66, destinado, como dicen sus Anales, a “la custodia de Navarra” y dedicado, entre otras cosas, a reprimir los alzamientos comunaleros en Villafranca, Valtierra y Falces. De la guerra de 1936, mejor ni hablar.
Si en lugar de tantos catálogos de tanques el general Palacios estudiara un poco nuestra historia, tal vez entendería porqué los vasconavarros fueron siempre tan refractarios a las academias militares y al servicio militar. Y por qué es más fácil hallar un navarro en la Artántida que en un cuartel.
La avenida del Ejército era un homenaje a la violencia y al expolio. Una humillación para Navarra. El cambio de nombre era una reparación necesaria. Y trocarlo por Catalina de Foix, la primera mujer navarra que tuvo que exiliarse por aquella invasión, es un acertado ajuste de cuentas con la historia. Es el Ejército el que hoy sostiene la monarquía que sufrimos, no la cuitada Catalina. Digan lo que digan los puristas, dignificar esa avenida ha sido un acto republicano.
Y lo dicho, sería bueno que, como Palacios, los generales polemizaran más con bolígrafos y menos con misiles.

Jose Mari Esparza, editor (en Diario de Noticias)

miércoles, 26 de diciembre de 2018

NAVARRA DEVUELVE ANTICIPADAMENTE 75 MILLONES DEL IMPUESTO DE SOCIEDADES

El Gobierno de Navarra ha aprobado un acuerdo en su sesión de hoy, la última de este año, por el que se adelanta la devolución de 75 millones de euros del Impuesto de Sociedades.

De esta forma las 7.500 empresas recibirán antes de que termine el año la devolución de las cuotas negativas correspondiente al citado impuesto en el ejercicio de 2017, presentadas este verano.

En concreto mañana Hacienda desembolsará 49 millones a 360 grandes empresas con arreglo a la normativa estatal, ha dicho en conferencia de prensa el consejero Mikel Aramburu, y ha recordado que esta devolución que se suma a la efectuada el 28 de noviembre por importe de 25,7 millones a 7.112 pymes, en este caso con la normativa foral.

El titular de Hacienda y Política Financiera ha subrayado que estas devoluciones anticipadas son posibles "por el esfuerzo para la agilización en el proceso de revisión de estas declaraciones" y por la "buena situación de la Tesorería".

Ambos factores unidos son los que han permitido que esta devolución se adelante al cierre del año "con el objetivo de que las empresas puedan incluirlo en el cierre de sus respectivos ejercicios".

Y ha precisado que en el caso de las grandes empresas el adelanto es de un mes y de dos en el de las pymes con respecto al calendario ordinario.

Mikel Aranburu ha destacado además que a lo largo de 2018 se ha hecho también un esfuerzo para acortar los plazos en las devoluciones mensuales de IVA, lo que ha supuesto el pago de 14 mensualidades, 2 más que en un año normal, con un desembolso adicional de 66,5 millones euros.

Y ha subrayado que en total, teniendo en cuenta los adelantos en las devoluciones del Impuesto sobre Sociedades e IVA, así como el cambio de calendario de los devengos de IVA e IRPF aprobados a principios de año por la Hacienda de Navarra, se han inyectado cerca de 248 millones de euros de liquidez a las empresas navarras a lo largo de 2018.

El consejero se ha referido por otra parte a las nueva tarifas de la autopista AP-15 para indicar que el Gobierno foral sigue a la espera de que el gabinete de Pedro Sánchez ejecute el pago de los 12 millones de euros incluidos en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 para la gratuidad de esta vía en el caso de los vehículos ligeros que hagan el viaje de id y vuelta en el día.

Según el consejero, el Gobierno central debe aprobar una resolución y seguidamente hacer efectivo el abono del dinero. A día de hoy esto no ha sucedido, por lo que ha advertido del riesgo de que se pueda "perder" ese dinero si antes de terminar el año Navarra no lo recibe.

En cuanto a las tarifas de la AP-15, Mikel Aranburu ha agregado que el Ejecutivo foral aprobará la modificación de las misma en el sentido comentado cuando tenga esos 12 millones.

Diario de Noticias

domingo, 23 de diciembre de 2018

PRESUNTOS CULPABLES

El fenómeno que está ocurriendo en torno a la inmigración hacia Estados Unidos nos debe poner a la reflexión, aunque sea porque, de manera nítida, Donald Trump y algunos millones de personas que le jalean están acusando a miles de inmigrantes, poblaciones enteras, de ser una horda invasora de maleantes que busca aprovecharse del sistema migratorio estadounidense. No importa su manera pacífica de moverse, ni su pobreza de pueblos esquilmados y maltratados desde todos los ángulos posibles. Son culpables porque molestan, los pobres molestan cuando se acercan para buscar una oportunidad para dejar de serlo.
Trump les trata como culpables y lo cierto es que el Congreso controlado por los republicanos ha realizado algunos recortes significativos en la ayuda externa a Guatemala, El Salvador y Honduras y todo hace pensar que en 2019 los ampliará para cerrar cualquier marcha parecida.
La actitud de Trump ha traspasado una línea roja muy significativa: en su discurso, hasta ahora ponía en la diana a los extranjeros que entraban a Estados Unidos de forma irregular. Durante la campaña apoyaba la inmigración legal, parapetado en el mensaje de “América primero”. Ahora ha elevado el tono de su xenofobia al presentar una propuesta legislativa que podría reducir la inmigración legal hasta un 50% al primar las competencias profesionales y el conocimiento del inglés frente al parentesco como criterio de acogida al inmigrante. Y esta línea roja la traspasa sin rubor a pesar de incurrir en una de sus más graves contradicciones, ya que el mismo Trump presidente sigue siendo el empresario que emplea a un gran número de inmigrantes de baja cualificación.
Muchos de los migrantes que han llegado a la frontera norte de México en las últimas semanas habían partido de su país de origen en una gran caravana han sido reprimidos por la guardia fronteriza de Estados Unidos con gases lacrimógenos; otros, arrestados por las autoridades mexicanas. Cada vez más frustradas y desesperadas, familias enteras comienzan a aceptar ser repatriadas voluntariamente a sus países de origen o aceptar la oferta del gobierno mexicano de darles permisos de un año que les permitirán quedarse y trabajar en México.
No obstante, hay quienes mantienen que su mejor opción es intentar cruzar la frontera de manera ilegal. No pocos están a la deriva en la zona, sin decidirse por una decisión, una vez que han vivido en sus propias carnes la piedra que tiene la administración Trump por corazón.
Mientras tanto, la ONU convoca a todos los países para lograr un Pacto Mundial que promueva una migración “segura, ordenada y regular”. Por su parte, el Papa Francisco ha enviado un mensaje muy claro de que no nos podemos limitar a denunciar las injusticias y sus responsables sin promover medidas que las vayan contrarrestando y superando: todos somos algo cómplices, directa o indirectamente, de estas migraciones que hoy se vuelven inmensas caravanas de decenas de miles de gentes, cada vez en más lugares del Planeta: “Migrantes, refugiados y desplazados son ignorados, explotados, violados y abusados en el silencio culpable de muchos… La cultura del descarte se ha vuelto una enfermedad pandémica del mundo contemporáneo”.
Los muros de Trump no son peores que los de Ceuta y Melilla ni de los setenta que están cerrando espacios en el mundo, sin contar con ese otro gran muro natural, que es el mar Mediterráneo, en cuyas aguas pierden la vida miles de personas a las que ni siquiera se permite ya ayudar a los inmigrantes.
¿Son culpables?, ¿de qué? El motivo que lleva a Trump a sellar su frontera con México no es proteger a los suyos de potenciales maleantes o terroristas sino la negativa a repartir el país más rico del mundo con los pobres. Pero ahí está. Y el triunfo del bloque neoliberal en Andalucía corrobora la tendencia demoscópica de que la popularidad de Trump en España es similar a la que tiene en Estados Unidos.
Recapacitemos sobre nuestras complacencias más íntimas. Seamos críticos y humildes ante un problema complejo y vital en cuanto las soluciones pero que deja en evidencia que los presuntos culpables lo sean mientras que las medidas de Trump contra la inmigración no son tan mal vistas entre nosotros. Al menos, repensemos la Carta de Naciones Unidas y los derechos fundamentales a la luz del colonialismo moderno y de la tragedia de millones de personas que en el mundo pasan ¡años! vagando al límite de la subsistencia y de la vida misma. Sería positivo que revisemos los conceptos de culpa y responsabilidad, ahora que casi es Navidad.

Gabriel Otalora

II CENTENARIO DE NAVARRO VILLOSLADA

Este año se han cumplido dos siglos desde que nació Francisco Navarro Villoslada. Nació en Viana y murió en su pueblo natal en 1885, es decir cuando iba a cumplir 77 años;aunque la mayor parte de su vida la pasó en Madrid.
Navarro Villoslada es el primer escritor navarro que logró un reconocimiento amplio como novelista. Su novela más famosa, que es Amaya o los Vascos en el siglo VIII, ha tenido un enorme éxito e influencia;no solo en la literatura castellana, sino incluso en la literatura vasca;y, sobre todo, en la sociedad y en la cultura vasca y también en otras latitudes. Además, es una influencia que perdura a lo largo del tiempo.
Gracias a Villoslada se expandieron y arraigaron con firmeza los nombres, historias y leyendas inventadas o remodeladas por su amigo Joseph Agostin Chaho. Además de otros muchos cuentos y relatos breves, escribió tres novelas largas, Doña Blanca de Navarra, Doña Urraca de Castilla y la ya mencionada Amaya o los Vascos en el siglo VIII. Fue esta última obra la que le dio verdaderamente la fama a Navarro Villoslada.
Además de novelista, fue también poeta y dramaturgo, aunque de escaso éxito. Pero sobre todo se hizo famoso como periodista;trabajó en muchos diarios y revistas de Madrid, y después de ser director en cinco o seis de ellos, fue fundador, director y al final propietario de El Pensamiento Español, un periódico que se editó durante 15 años -1859/1874-, y alcanzó a ser el tercero más vendido de España en los años 1869-71.
También hizo su carrera en el campo de la política. Fue diputado en cuatro ocasiones y senador una vez más;dos veces por la merindad de Estella y otras dos por Pamplona, y senador por Barcelona. También fue nombrado para diversos cargos políticos de segundo rango a lo largo de su vida, tanto en Madrid como en Vitoria-Gasteiz, de donde era su mujer y donde vivió tres años y conoció a Chaho, que se hallaba en aquella ciudad desterrado de Francia por Napoleón III.
En cuanto a su ideología política, siempre estuvo teñida y orientada a la defensa de la religión católica, quizá por influencia de la tradición familiar, aunque en su juventud se alineó en el bando liberal y frente a los carlistas. Tenía dos tíos curas, que eran canónigos en Santiago de Compostela, a donde fue llevado a estudiar en su adolescencia. Sin embargo, su bautismo literario es una obra de teatro juvenil llamadaLuchana,escrita en 1839 en contra de Carlos V y a favor de Espartero, que acababa de ganar en ese barrio de Bilbao una batalla al parecer decisiva contra los carlistas. El padre de Navarro Villoslada, además de terrateniente y administrador de importantes haciendas agrícolas, era miembro de la Guardia Nacional y encargado del mantenimiento de las murallas de Viana, que aún eran un elemento bélico importante;y estos cargos le impulsaban, por lo visto, hacia el lado del Gobierno de Madrid y hacia el bando de los liberales.
Navarro Villoslada se afilió al Partido Carlista en 1868;es decir a los 50 años. Vivía en Madrid y, además de ser el director y el dueño del periódico El Pensamiento Español, formaba parte del poderoso clan conocido como el de los neocatólicos, aunque ellos rechazaban ese apelativo. Fue un aluvión el conjunto de grupos, organizaciones y gentes el que ingresó en el carlismo en aquellos años. Parecía que se hallaban más cerca del poder que nunca. Se había destronado a la reina Isabel II, se había proclamado y derogado la primera república, se había nombrado y destituido al rey Amadeo de Saboya, etcétera. El joven pretendiente a rey Carlos VII nombró inmediatamente consejero y secretario personal a Navarro Villoslada y ambos realizaron juntos varios viajes por distintas naciones de Europa. Pero Villoslada entró en fogosos debates y discusiones con otros consejeros del pretendiente real y pronto tuvo que abandonar los altos cargos del carlismo. La paradoja es que Navarro Villoslada, que en su juventud había sido un miliciano y un escritor comprometido contra Carlos V, se convirtió a los 50 años en colaborador íntimo de su nieto Carlos VII.
Parece a todas luces que Carlos VII y Villoslada tuvieron fuertes divergencias en cuanto a iniciar y llevar adelante la guerra, pues éste último no veía virtualidad en lo que manifestaban otros consejeros. No está claro en qué y en dónde anduvo Villoslada durante el tiempo de la última carlistada, es decir de 1872 a 1876. Ya había sido detenido en una ocasión, y tal vez anduvo medio escondido. Dejó la dirección del periódico en manos de su hermano Ciriaco y luego lo cerró. No dejó noticias de aquellos años en los papeles personales en contra de su costumbre. Pero, a juzgar por las apariencias, en esos años terminó su novela Amaya, aunque ya llevaba más de 30 años trabajando en su entramado y en la recopilación de su temario.
En 1918, es decir hace ahora 100 años, se organizaron en Pamplona-Iruña unos ambiciosos Juegos Florales para celebrar el primer aniversario de Navarro Villoslada. Resultan muy significativos los temas, las reglas y la cuantía de los premios. El presidente y el secretario del comité organizador fueron Antonio Baztan y Jesús Etayo, y el pregón de inicio lo impartió el político ultraderechista Víctor Pradera. Un premio, quizá el primero, fue ganado por Alberto Perailea con un poema titulado Navarra. El segundo premio, es decir, la flor de plata, era nada menos que para un soneto escrito en euskara… Pero no he logrado saber si hubo un ganador. Lo más extraño, sin embargo, es que se llegaron a establecer premios de hasta 1.000 pesetas en aquellos juegos florales;y eso era un dineral en aquel tiempo. Además, en aquel primer centenario se le puso a Villoslada un monumento en la Taconera de Pamplona… Ahora parece ser que lo trasladarán al lugar que quede desocupado cuando se retiren los restos del que fuera monumento del general golpista Sanjurjo. En mi opinión los monumentos, símbolos e imágenes se atan y se amasan con el sitio y el entorno en que han sido colocados y extrañan los cambios y ya fue movido antes más de una vez el monumento de Villoslada… ¿No sería mejor dejarlo en el lugar en que está?
Francisco Navarro Villoslada fue un personaje importante en la cultura vasca;y así, por ejemplo, la innegable influencia que tiene Chaho en ella se incorporó por su mano. Campión en 1902-1903 le dedicó una larga saga de alabanzas en la revista La Avalancha bajo el título de Análisis Crítico. El fraile neomuceno Goy escribió una biografía de él que más parece una hagiografía por estar también atiborrada de alabanzas. El profesor Carlos Mata Indurain ha trabajado un análisis riguroso y completo en su tesis e investigaciones posteriores, aunque por desgracia se le nota una pizca de dependencia con respecto a Jon Juaristi y demás supuestos pensadores mercenarios. La mayor aportación a Villoslada en el último siglo se la ha efectuado Segundo Otatzu al publicar en la editorial Mintzoa sus obras completas.
De todos modos, no cabe olvidar que ante la historiografía y la perspectiva moderna de hoy día de la cultura vasca, la estampa histórica dibujada por Villoslada ha quedado obsoleta. El reino de Pamplona no surgió del efecto de la reconquista mítica contra los musulmanes, sino de las batallas de Roncesvalles y de las largas confrontaciones habidas con godos y francos. Pero eso sería tema de otra reflexión… ¿Y para cuando otros Juegos Florales en Navarra?

Patxi Zabaleta, miembro de Nabarralde   (en Diario de Noticias)

jueves, 20 de diciembre de 2018

LA MAQUINARIA DE VOX EN FACEBOOK: ASÍ PAGAN PARA INDIGNAR A LA IZQUIERDA Y VIRALIZARSE

"Vamos a dejar en paz al abuelo, a nosotros lo que nos funciona es otra cosa". La frase es recurrente en el seno de Vox para explicar su estrategia en redes sociales, especialmente a través de Facebook. El 'abuelo' es Franco y, pese a que el algoritmo de la red social identifica tres millones de perfiles que de alguna manera simpatizan con el caudillo (en base a sus 'likes', publicaciones, grupos a los que pertenecen, etc.), Vox lleva meses ignorándolos en Facebook. Su técnica es más retorcida y rentable: cabrear a la izquierda asegurándose, así, de que sus mensajes llegan a quienes se indignan con los mensajes de Abascal... y reaccionan.
Vox es uno de los partidos políticos que más están recurriendo a campañas microsegmentadas pagadas en Facebook como arma de promoción. Para ello, utiliza algunos de los 'posts' y noticias publicadas en su muro oficial. Después les inyecta dinero para distribuirlos en forma de publicidad entre grupos muy concretos de usuarios, una técnica a la que recurren muchas empresas y medios de comunicación. La novedad —al menos en la política española— es que Vox no solo paga para que su contenido llegue a sus potenciales votantes, sino también a aquellos que el algoritmo de la red social identifica como de izquierda o extrema izquierda (por ejemplo, los 400.000 usuarios simpatizantes de Ada Colau, los 3,8 millones de Podemos o los 900.000 de Pablo Iglesias...). Este método inspirado en las campañas de Trump, y gastando 10 veces menos que el PP, consigue llegar a mucha más gente.
Vox bombardea a estos grupos de usuarios con mensajes diseñados para 'calentarlos' en busca de la viralidad que necesita. Un análisis de los datos del retorno de estas campañas a que ha tenido acceso Teknautas revela que una publicación sobre el Valle de los Caídos, Franco o Primo de Rivera apenas genera un 5% de interacciones. Sin embargo, un anuncio 'zurrando' a Ada Colau, a Pablo Iglesias, a 'los comunistas' o a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se dispara hasta el 23%. Es la estrategia perfecta para fabricar conflicto y viralizar así su propaganda en internet.
"Ayer, Pablo Iglesias mandó a los estudiantes víctimas del sistema educativo socialista a manifestarse. Cuando nos vuelvan a preguntar qué significa la #EspañaViva, responderemos con esta imagen de dos jóvenes de cañas por España en Granada plantando cara a la podredumbre podemita". La foto es real y muestra a un joven envuelto en la bandera española en actitud pacifista, frente a otro alterado y en pose amenazante señalándole con el índice a un palmo de su cara. Es solo uno de los cientos de mensajes publicados por Vox en su página de Facebook, pero es uno de los que más comentarios han generado en los últimos días, 530. Se ha compartido más de 1.000 veces.
La fórmula se repite en sus cuentas como un rodillo. "Cuando el okupa de La Moncloa convoque elecciones generales, la #EspañaViva hará historia". "Así manipulan a los jóvenes andaluces los que quieren imponer el comunismo chavista". "Llenando Colón y dando un portazo a la corrupción socialista y al comunismo bolivariano". Son mensajes publicados en el muro de Vox listos para activarse como anuncio pagado. "Una vez más, el fundamentalismo que odia nuestra libertad y que no puede convivir con nosotros mancha las calles europeas de sangre", dice otro. Es en realidad una de las campañas, activas ahora mismo, que relacionan directamente terrorismo islámico con inmigración. Se ha compartido casi 1.000 veces en una semana.
Pagar a Facebook por cabrear a la izquierda no es una decisión gratuita, sino una forma de viralizar el contenido y, más importante, cazar votos. "Si logras que la gente se cabree y comente, esos mensajes los ven sus amigos en Facebook. Y no todos van a ser de izquierdas, habrá gente de derechas. Esa es la clave: usar a la izquierda para movilizar a potenciales votantes que de otra forma no llegarían a tu mensaje", explica a Teknautas una fuente conocedora de la estrategia del partido en internet. Gracias a estos clics y 'likes', se obtiene un detallado 'retrato robot' de las debilidades y preocupaciones de simpatizantes potenciales. Una mina de oro para ajustar y personalizar los mensajes y volver a impactar. "Las conclusiones que se sacan analizando las reacciones de la población a sus mensajes arrojan información mucho más precisa que ninguna encuesta", asegura un experto en comunicación digital que participó en la campaña de Matteo Salvini.
Así, por ejemplo, más del 75% de la gente que interactúa con un anuncio de Vox pagado en Facebook (que comenta, da al 'me gusta' o comparte) son hombres que viven principalmente en Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga. Son los puntos calientes del partido, aunque han ido perdiendo cuota desde las elecciones andaluzas, cuando el proyecto de Abascal se ha empezado a popularizar con fuerza en ciudades de tamaño medio y pueblos de toda España. Hay algunas zonas, como áreas rurales de Murcia, donde el incremento de la interacción está siendo vertiginoso. La gran mayoría de esos usuarios cuenta con estudios superiores. Cruces adicionales de datos permiten vislumbrar un perfil laboral que tampoco encaja con ideas preconcebidas: hay desde empleados del sector de servicios financiero y tecnológico a trabajadores de varios ministerios y otros organismos públicos. Y muchos trabajan en algunas de las principales compañías de este país.
Facebook ofrece la posibilidad de analizar a todos estos usuarios de forma agregada y con una enorme cantidad de información. Dentro de ese 75-80% de hombres simpatizantes de Vox en la red social, hay una preocupación fundamental: la unidad de España y Cataluña. Datos analizados por este diario señalan que el nivel de interacción de usuarios en Barcelona es hasta un 20% superior comparado con cualquier otro territorio en España. Una confirmación de que el 'procés' catalán ha sido (y sigue siendo) una máquina de generar interés en Vox. Y ellos lo saben: una de las siete campañas de pago del partido en activo ahora mismo en Facebook reza así: "Ayer, Vox acompañó a la España Viva en Cataluña. En este vídeo podrás ver lo que no mostraron los medios". En las imágenes no solo se puede ver a Santiago Abascal dándose un baño de multitudes, también aparece 'el enemigo': miembros de la Plataforma Antifascista enarbolando en una contramanifestación banderas de la URSS y republicanas con la estrella roja. Uno de los mensajes que mejores resultados les han dado en los últimos tiempos es todo lo relacionado a la polémica sonada de mocos de Dani Mateo.
Más allá de Cataluña, hay una segunda temática que preocupa al 'hombre Vox' en la red social de Zuckerberg: el 'buenismo', relacionado con la izquierda. Los simpatizantes de Abascal se han cansado de lo políticamente correcto, de callar "lo que los españoles dicen en su WhatsApp", en palabras del propio líder de la formación. Y eso ayuda a refinar de nuevo la maquinaria. "Mientras el PP habla de emprendedores e innovación, aquí nos cagamos en Pablo Iglesias. Te puedes imaginar qué calienta más", dice otra fuente consultada conocedora de la estrategia interna. Si hay que relacionar inmigración con terrorismo el día de un atentado, se hace. Si hay que colar bulos, se hace. En esta primera fase de despegue, se trata de 'caldear' el ambiente y pescar en río revuelto.
¿Qué hay de las mujeres? Los datos de Facebook analizados demuestran que solo un 15-20% de usuarios que interactúan con sus campañas son mujeres, cuya principal preocupación no son ni Cataluña, ni el buenismo ni la inmigración, sino, curiosamente, frenar el feminismo. Es casi lo único que comparten con los hombres: unos y otros son antifeministas.
Vox promulga, entre otras cosas, la derogación de la Ley de Violencia de Género, la supresión de organismos feministas radicales subvencionados y la persecución de denuncias falsas. "Muchas mujeres se meten en Vox porque la ley ha perjudicado a hijos, hermanos, primos o amigos divorciados...". Y, contra todo pronóstico, es un mensaje que está calando entre las mujeres en España. Mientras solo el 30% del voto de Vox es femenino, el 45% de los donantes del partido son mujeres, según datos analizados por este diario. En otras palabras: el potencial de crecimiento en este segmento es muy importante, "mucho mayor que otros partidos", según Rocío Monasterio, arquitecta y presidenta de Vox en Madrid.
Aunque no está tan arriba en el listado de intereses detectados al analizar el comportamiento de Facebook de los simpatizantes, el de la inmigración es otro de sus mensajes estrella. Pero al contrario de lo que ocurre con movimientos similares en Francia o Estados Unidos, el votante de Vox no le interesa tanto la seguridad o el deterioro del mercado laboral relacionado con la llegada de extranjeros. "No tiene absolutamente nada que ver con lo de Trump. En España, al menos en Vox, es un rechazo más cultural, de costumbres, velos, hábitos, de rechazo a lo distinto, generalmente al musulmán", anota una fuente. Uno de los mensajes que mejor se viralizaron, explican, es la reacción del partido a unas declaraciones de la periodista Susanna Griso comentando a su vez las palabras del ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, que calificó de "gusanos senegaleses" a los hombres que violaron a una joven italiana hasta matarla. Entre los contenidos más visitados en la web, por otro lado, se cuentan los extractos del discurso de Abascal en Vistalegre.
El análisis de las campañas de Facebook demuestra que Vox es un partido de 'believers', de entusiastas del proyecto. De hecho, muchos de los contenidos que utiliza el partido —'memes', 'links' con noticias, montajes, etcétera— provienen de los propios simpatizantes. Gente anónima los envía a las cuentas del partido y luego se viralizan desde las cuentas oficiales. De hecho, muchas de las noticias que se promocionan se suben sin ningún filtro y gran parte provienen de portales especializados en difundir rumores y noticias sin confirmar, como Meditarráneo Digital o Caso Aislado. Para bien o para mal, vuelan a lomos de sus fans.

El Confidencial

EL CUATRIPARTITO SACA ADELANTE POR CUARTO AÑO LOS PRESUPUESTOS DE NAVARRA, CON CASI 552 MILLONES DE EUROS MÁS QUE EN 2015

El cuatripartito ha sacado adelante este jueves en el pleno del Parlamento los Presupuestos Generales de Navarra para 2019, las últimas cuentas de la legislatura, que han sido rechazadas y criticadas por la oposición por no incluir la devolución de las retenciones de IRPF en las prestaciones por maternidad que UPN, PSN y PP retiraron en 2012.
Las cuentas tienen un techo de gasto no financiero de 4.010 millones de euros, un 3,11 por ciento más que el año anterior. Durante el trámite en comisión de los Presupuestos, los parlamentarios han aprobado 161 enmiendas por un valor total de 20,9 millones de euros. Del total de enmiendas incorporadas, 157 han sido suscritas por los cuatro grupos que apoyan al Gobierno, dos del PSN, una firmada por todos los grupos y otra de UPN.
Durante el debate, los grupos de la oposición han sido muy críticos con el cuatripartito por no admitir el debate de varias enmiendas sobre las madres que reclaman la devolución del IRPF. De hecho, al inicio del debate este jueves, los cuatro socios del Gobierno han vuelto a rechazar la última enmienda 'in voce' registrada por UPN, PSN y PPN sobre esta materia, para pedir la devolución progresiva de la retención de IRPF a partir del 1 de enero de 2020.
 Sí se ha votado una enmienda del PPN relacionada con este tema. Los 'populares' proponían habilitar una partida de 10 euros ampliable para materializar la devolución de las retenciones. Ha habido un empate en la votación, dado que la parlamentaria de Podemos-Orain Bai Fanny Carrillo se ha desmarcado del cuatripartito y ha apoyado la enmienda. Al repetirse el empate en tres ocasiones, la enmienda ha decaído.
Al debate ha asistido un grupo de madres que reivindican la devolución de estas retenciones para que "nos digan a la cara que no se va a hablar de nuestro problema". "Es inconcebible", han señalado, y han asegurado que acudirán a los tribunales.
Por su parte, el parlamentario de UPN Carlos García Adanero ha afirmado que "habrá que decir que los Presupuestos de Navarra para 2019 pasarán a la historia como los Presupuestos del veto a las madres trabajadoras, porque el objetivo del cuatripartito ha sido que no pudiera haber debate ni votación". "Se ha impedido el debate porque todo el mundo sabe que el sentido común decía que a estas personas se les pagara como al resto de las madres en España. Utilizar el autogobierno para impedir que las madres trabajadoras cobren ese dinero es una irresponsabilidad tremenda", ha censurado.
El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha negado que exista "veto" en los Presupuestos y ha indicado que "fue UPN el que dejó fuera de las exenciones a las madres con una ley de IRPF que explícitamente les quitaba la exención, y con PSN y PPN que se sumaron a la fiesta de la demagogia, y ahora engañan a las madres". "Lo que nos están pidiendo es que seamos nosotros quienes blanqueemos su pasado y son ustedes quienes deben hacerlo", ha afirmado, para recordar que el cuatripartito ha aprobado la deducción en las prestaciones a partir de 2019. Además, ha defendido que las Presupuestos del próximo años van a permitir que Navarra "siga siendo comunidad integrado social cohesionado y generadora de riqueza".
El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha afirmado que los grupos que ahora están en la oposición son los que "robaron en 2012" la exención del IRPF a las madres navarras. Por otro lado, ha valorado que "en un momento preelectoral hemos sido capaces de acordar este nuevo presupuesto, hay una mayoría política del cambio muy plural que lleva trabajando desde hace muchos meses para obtener los mejores resultados posibles". "Qué no hubieran dicho si no hubiera habido acuerdo presupuestario. Hubieran dicho que era un fracaso y que éramos incapaces. Esperaban una foto de una mayoría del cambio desdibujada y diluida, pero se equivocaban. Por encima de todas las diferencias, somos capaces de alcanzar acuerdos para mejorar las condiciones de vida de la sociedad navarra", ha indicado.
El parlamentario de Podemos-Orain Bai Carlos Couso ha afirmado que "el Gobierno de UPN había dejado a Navarra en quiebra técnica y económica y nos vimos en la obligación de llegar un acuerdo programático y a acuerdos presupuestarios, que no eran los acuerdos que nos gustaría tener a ninguna de las cuatro fuerzas". "A partir de ahí, no se puede decir que los acuerdos que hemos alcanzado no han permitido mejorar y avanzar, eso no lo puede decir nadie en Navarra", ha dicho, para afirmar que UPN "no ha puesto más pegas a los Presupuestos" que la no devolución del IRPF a las madres navarras. Frente a ello, ha defendido el sistema "progresivo" de deducciones aprobada por el Parlamento.
La socialista María Chivite ha manifestado que "estos Presupuestos no dibujan el futuro que necesitamos para nuestra Comunidad". "Son unos Presupuestos de manos caídas, dedicados a la supervivencia y al día a día y presumir de que han sido capaces cuatro Presupuestos y no de sacar unos buenos Presupuestos deja mucho que desear", ha dicho, para añadir que "los del año pasado eran mejores que éstos aunque éstos tengan más dinero". "Y una de las mayores injusticias de este Gobierno ha sido maltratar a las madres navarras, dejarlas en la estacada", ha expuesto, para afirmar que "esto es una cuestión de voluntad política, que no tiene este Gobierno". "Este no es el Gobierno de lo social", ha manifestado.
La portavoz del PPN, Ana Beltrán, ha afirmado que "estos Presupuestos pasarán a la historia por consumarse la traición a la maternidad y la paternidad, no cabe mayor injusticia que negar devolver a alguien lo que le pertenece, y además sin una causa justificada y sin una razón convincente". "Es un Gobierno despiadado, sectario y usurero. Lo hemos intentado todos en estos Presupuestos para devolverles el dinero retenido, pero han votado que no", ha criticado, para rechazar igualmente el conjunto de los Presupuestos, por considerar que son unas cuentas "nacionalistas, hechas por nacionalistas y para los nacionalistas, son unos Presupuestos batasunizados".
Finalmente, el portavoz de Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin, ha hecho un balance "positivo" de estos Presupuestos, "claramente expansivos, con un incremento de 552 millones de euros en gasto en esta legislatura, lo que es posible por la reforma fiscal que hizo el cuatripartito y por la negociación de la aportación de Navarra al Estado". "Hemos conseguido darle la vuelta a la política de recortes y a la vez que el dinamismo económico de Navarra no se vea lastrado en absoluto. Entiendo que para rebatir esto lo único que cabe es salir aquí y elevar el tono con palabras gruesas y con falsedades, sin datos, sin propuestas y sin alternativas", ha afirmado.

Diario de Noticias

miércoles, 19 de diciembre de 2018

CC OO ADVIERTE QUE EL 40% DE LOS CONTRATADOS EN HOSTELERÍA EN NAVARRA LO HACEN A JORNADA PARCIAL

CCOO en un informe titulado “análisis económico del turismo en Navarra” ha desgranado los principales datos de este sector, destacando que 27.247 personas trabajan en este ámbito. Respecto a las tasas de contratación Navarra es la comunidad donde más sube, un 25%, frente al 3,7% de media estatal.
El sindicato ha advertido que este aumento de contrataciones no está siendo acompañado de mejores condiciones laborales, ya que en hostelería (el principal sector en turismo), el 39% de las personas tienen un contrato temporal y el 40% con jornada parcial, siendo un sector muy feminizado, ya que el 66% son mujeres. Navarra es la comunidad con la mayor parcialidad de toda España, superando en 14 puntos a la media estatal.
El informe subraya que la hostelería concentra el empleo de peor calidad. Respecto a la media del conjunto del mercado laboral la hostelería tiene índice de temporalidad y parcialidad mucho mayores. En concreto tiene 16 puntos más de temporalidad y 25 puntos más de parcialidad.
Por otro lado, en Navarra se ha producido un incremento de visitantes de un 7,6%, mientras que en conjunto del Estado el incremento ha sido del 2,3%.
Durante el periodo analizado (octubre 2017-2018), en Navarra se han incrementado tanto el número de establecimientos como el número de plazas hoteleras ofertadas. La estancia media en Navarra en 2018 es de 1,9 noches, igual que en 2017. Hay cierta diferencia entre visitantes españoles y extranjeros, ya que los primeros se quedan de media 1,9 noches y los extranjeros 1,62 noches.
En 2017 la tarifa media de una habitación era de 65,11€, en 2018 es de 65,49€, un 1,02% de incremento. Navarra está en la media de los incrementos producidos.
Los ingresos por habitación, sin embargo, han bajado este último año un 0,3%, pasando de 35,83€ por habitación en 2017, a 35,69€ en 2018. Navarra en este apartado está ligeramente por encima de la media estatal, pero sin alcanzar los niveles de rentabilidad de País Vasco, Murcia, Cantabria o Aragón.
En el apartado de propuestas del informe el sindicato ha subrayado que, el sector turístico es un sector productivo constituido por actividades económicas muy heterogéneas (alojamiento, restauración, transporte…), que está integrado mayoritariamente por un tejido empresarial conformado por pequeñas empresas y que se encuentra sometido a una demanda estacional irregular que condiciona inexorablemente la gestión laboral de las personas que trabajan en él.
Estos condicionantes hacen que el sector se perciba por la sociedad como un mercado de trabajo con un elevado índice de rotación de personal, que genera un empleo precario y al que acuden mayoritariamente trabajadores y trabajadoras de forma transitoria y a veces con escasa formación, que conciben el empleo en turismo solamente como un puente hacia el trabajo en otros sectores productivos y que muestran cierto grado de insatisfacción en el desempeño del trabajo. Se perciben unas relativamente duras condiciones laborales respecto a las jornadas de trabajo y las condiciones de remuneración.
Debemos perseguir que el crecimiento del número de contratos del sector vaya de la mano de una disminución tanto de la temporalidad como de la precariedad. Por ello, es necesario apostar por la formación y la cualificación profesional de los y las trabajadoras, tanto en sus periodos de actividad como en los de inactividad.
Por todo ello CCOO entre otras cuestiones, ha exigido que se desbloquee el convenio de hostelería, que en Navarra afecta a más de 13.000 personas.

Comisiones Obreras de Navarra

domingo, 16 de diciembre de 2018

JORNADAS DE PATRIMONIO CULTURAL EN VALTIERRA

El sábado 13 de octubre Valtierra organizó las Jornadas de Patrimonio Cultural con el tema Usos y costumbres en Bardenas Reales de Navarra. La organización contó con ponentes de la Asociación Etniker, Unir y uno de los organizadores era Daniel Miranda de Valtierra. Yo fui el primero en aparecer en el cine de la casa de cultura. Me llamó la atención que la gente iba llegando a cuentagotas, fue un fracaso de público, solo asistió un grupo muy reducido, hasta el punto que Miranda tuvo que hacer una llamada a la escasa respuesta de la gente. A mí también me dio mucha pena. Un acontecimiento cultural de tan alto nivel se merecía que el cine hubiera estado a la altura de los grandes acontecimientos (por ejemplo, conciertos, etcétera) que se celebran en nuestro pueblo, de vez en cuando, con el cine a rebosar de personas.

Fueron dos charlas interesantísimas las dos. La primera a cargo de Pablo Orduna Portús (Etniker, Unir) que habló y disertó con conocimiento de causa sobreLa Bardena oscura: lugar de escondite refugio. Hizo un recorrido histórico, fruto de mucha investigación, sobre los orígenes y sus diversos procesos de modificación y transformación de la Bardena hasta llegar a nuestros días. Valoró nuestras Bardenas como un gran patrimonio cultural, social, ecológico y económico y señaló que se tenía que apoyar y ayudar a su conservación para que pueda cumplir sus diversos objetivos y distintas finalidades.

No menos interesante fue el recorrido que hizo desde tiempo inmemorial sobre los Usos y congoces en las Bardenas la ponente Txaro Mateo (Etniker, Unir). Desearía que en el caso de que dichas ponencias no estuvieran ya publicadas o disponibles, pudieran estar a nuestro alcance para seguir disfrutando de esa riqueza patrimonial que tenemos en nuestras Bardenas. Me llamó poderosamente la atención, y así se les transmití a los ponentes, que no hicieran ninguna mención al Polígono de Tiro. Me sigue pareciendo una contradictio in terminis, es decir, contraste y contradicción entre la riqueza patrimonial tan inmensa y que nos resulta un goce y disfrute personal y colectivo cuando la contemplamos y admiramos y que en el centro siga existiendo un Polígono de Tiro que lleva cumpliendo, entre otras, una finalidad bélica desde el año 1951. Desde que José Daniel Lacalle Larraga, hijo del cojo Cirauqui y en aquellos tiempos ministro del Aire y residente en Valtierra, tuvo la fatal idea de traernos el Polígono de Tiro y colocarlo prácticamente encima de nuestras cabezas. Y van ya 67 años.

¡Si fuéramos a recordar los atropellos, las barbaridades, los aviones que ya han caído cerca de nuestros pueblos, el miedo que nos meten a los vecinos/as cuando invaden nuestro espacio y territorio! Pero a los jefes no les debe importar mucho ni los ruidos infernales ni los estruendos ni las bombas reales que lanzan sobre nuestro suelo que, además, es Parque Natural y Reserva de la Biosfera.

Pocas alabanzas y honores se pueden hacer desde Valtierra a este señor, porque a pesar de que el pueblo lo estaba pasando muy mal, “pobreza, miseria y hambre” que bien podrían ser las señas de identidad de nuestro pueblo en aquellos tiempos: “no hizo nada cuando pudo y el pueblo le dio la espalda cuando pudo”.

El peligro real para los pueblos vecinos es una constante preocupación y una tortura permanente. Por eso dije que mi oposición al Polígono de Tiro, y por ende su desmantelamiento, data de tiempo inmemorial incluso de antes que se formara la Asamblea Antipolígono, hace ya 32 años. En aquellos años, todavía de dictadura, también Jose Antonio Gayarre era contrario a dicho Polígono. Dije también que mi oposición se debía a principios y valores que chocan frontalmente con la finalidad de dicho Polígono que sigue siendo, y cada vez con más fuerza y más contenido bélico, para servir a los intereses de las grandes potencias (OTAN).

Dichas armas mortíferas que se utilizan en las maniobras y entrenamientos serán también utilizadas, pienso yo, en las distintas contiendas y enfrentamientos bélicos. La consecuencia es evidente: “morirán muchas personas inocentes”. Porque siempre van más allá de la defensa de los derechos humanos.

Tomó la palabra un miembro de la actual Junta de Bardenas para responderme y decir que él no tenía manchadas las manos de sangre y que no se sentía responsable de nada... que era pura demagogia lo que yo estaba diciendo. Otro congozante de Peralta se manifestó en el sentido de que a él sólo le interesaba el canon (195.000 euros/anuales) que reciben de la Junta de Bardenas.

Me sorprendieron las palabras y expresiones dirigidas contra mi persona de parte del miembro de la Junta. Mis intervenciones, en forma de protesta y queja, iban dirigidas contra los auténticos responsables y culpables: PP y PSOE, el bipartidismo que ha existido en este país. Pero los que firman dicho acuerdo-pacto de conveniencias mútuas, en nombre de toda la Comunidad Bardenera, por supuesto que no están exentos de polvo y paja. Otros no estaríamos jamás dispuestos a estampar nuestra firma por el peligro y riesgo que supone para los vecinos/as de la Ribera, Navarra y todos los países destinatarios de dichas armas mortíferas.

Por supuesto que mis manos tampoco están manchas de sangre, las tengo muy limpias y los bolsillos de cristal transparente desde hace 54 años que vivo en Valtierra. Otros que han estado dirigiendo los destinos de Bardenas, a tenor de las informaciones aparecidas en la prensa, no podrán decir lo mismo, porque se les ha pegado más que el polvo de los caminos de Bardenas. A la única persona que me dirigí por su nombre fue a Lacalle Larraga porque no se merece ni el recuerdo de los valtierranos/as. El pueblo ya lo sentenció en su día.

Para finalizar: el problema de fondo para mantener el Polígono de Tiro es el acuerdo con el Ministerio de Defensa por el cual cada una de las 22 entidades congozantes recibe 195.000 euros anuales.

No me resisto a recordar a un famoso cantautor navarro, despertador de conciencias en la clandestinidad, luchador contra las injusticias y defensor siempre de las causas nobles del pueblo: Fermín Balentzia que decía y cantaba así hace ya más de 45 años:

“Llegan los americanos a las Bardenas Reales, a practicar en el Tiro con sus aviones mortales, asustan a los ganados con sus ruidos infernales, quien me asegura que un día no harán blanco en los hogares”.

Angel Oliver, exalcalde de Valtierra (publicado en Diario de Noticias)

ECOS DE LOS AÑOS TREINTA

El retorno a los años treinta se ha convertido en un mantra que repiten historiadores y políticos, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron, como una clara advertencia del peligro al que se enfrentan las democracias occidentales, asaltadas por gobiernos y partidos ultras, que quieren retorcer las instituciones hasta vaciarlas de su sentido democrático. Cuando se hace referencia a los años treinta se habla de las consecuencias de la demoledora crisis económica de 1929, pero sobre todo de la destrucción de las democracias que habían surgido en Europa tras la I Guerra Mundial. Y, por encima de todo, la referencia inevitable se encuentra el 30 de enero de 1933, cuando el presidente Paul Hindenburg nombró canciller de Alemania a Adolf Hitler, una decisión que acabaría con la mayor catástrofe de la historia.

En artículos, ensayos, discursos políticos y académicos, exposiciones y hasta en series como Babylon Berlín, la mayor superproducción de la televisión alemana, se reflexiona abiertamente sobre ese momento terrible de suicido democrático, sin que se produjese un asalto exterior. Democracias asentadas como Hungría, Polonia, Brasil o Estados Unidos se encuentran en manos de gobernantes que no creen en las reglas del Estado de derecho, ni en sus instituciones, y tampoco lo disimulan. Mientras tanto, problemas políticos se dirimen en las calles, con arrebatos de violencia, como ha ocurrido con los chalecos amarillos en Francia.

“Estoy chocado por la similitud entre el momento que vivimos y el periodo de entreguerras”, afirmó a principios de noviembre Macron, cuando preparaba las conmemoraciones del final de la I Guerra Mundial. El exlíder liberal demócrata británico, Paddy Ashdown, que fue alto representante para Bosnia, hizo unas declaraciones todavía más duras en las que se mostró “horrorizado” por los paralelismos con los años treinta. “Todo se está derrumbando”, afirmó.

El debate ha prendido también entre los investigadores. Algunos como Serge Bernstein, autor de La France des années treinte, se muestran totalmente en contra. “¿Ha entrado la Europa actual en un engranaje mortal como el de los años treinta? La tesis es insostenible. La historia no es una ciencia exacta donde las mismas causas podrían provocar los mismos efectos”, escribió en Le Monde. Sin embargo, se encuentra en franca minoría porque muchos expertos, sobre todo los estudiosos de la llegada a la Cancillería de Hitler, aupado por un sistema de poder que pensó que lo podría controlar, hallan inquietantes ecos, aunque los plantean siempre con prudencia y muchas salvedades. La principal es que gran parte de lo ocurrido entonces se debió a los efectos de la I Guerra Mundial y ahora no hay nada remotamente parecido a aquel cataclismo.

Provocó mucho oleaje un artículo del historiador Christopher R. Browning en The New York Review of Books, en el que ahondaba en los paralelismos, refiriéndose en este caso a Estados Unidos. Browning no es un historiador cualquiera: es uno de los mayores expertos en el Holocausto, que en los años noventa publicó un libro, Aquellos hombres grises (Edhasa), que causó un profundo impacto al relatar la participación de alemanes corrientes en las matanzas de judíos. Como especialista en la Alemania nazi, Browning asegura que se trata de un tema sobre el que le han preguntado numerosas veces y argumentaba que veía similitudes –el aislacionismo de EE UU, el declive del parlamentarismo en el que detectaba ecos de Weimar, el nuevo autoritarismo escondido detrás de la expresión “democracia iliberal”, acuñada por el húngaro Viktor Orbán—y una diferencia clara: no existe nada parecido a la barbarie asesina de los nazis.

Tanto Browning como otros historiadores ven un paralelismo especialmente claro y preocupante: la colaboración de algunos partidos de la derecha tradicional con fuerzas antidemocráticas, que al final acaban por engullirla. “Mussolini y Hitler llegaron al poder por la alianza entre fascistas y conservadores frente a la división y la desorientación de la izquierda”, escribe Browning. Timothy Snyder, un importante historiador de Yale que acaba de publicar el ensayo El camino hacia la no libertad (Galaxia Gutenberg), se pronunció en el mismo sentido en otro artículo de The New York Times: “La conclusión que pueden sacar los conservadores actuales emerge con claridad: no rompan las reglas que mantienen a la república unida, porque un día necesitarán el orden. Y no destruyan a los oponentes que respetan esas reglas, porque un día les echarán de menos”.

Snyder, que en su ensayo Sobre la tiranía (Galaxia Gutenberg) también da muchas vueltas a los años treinta, escribió esta frase en la crítica a un libro titulado The death of democracy, en el que el historiador de la Universidad de Nueva York Benjamin Carter Hett analiza la llegada de los nazis al poder. “Para que una democracia funcione, todos los partidos tienen que compartir un mínimo y creer que los compromisos son posibles y necesarios. En los años treinta, sin embargo, quedaba muy poco de ese espíritu en una sociedad alemana cada vez más amargamente dividida”, escribe. Su conclusión es a la vez esperanzadora e inquietante. “Pocos alemanes podían imaginar en 1933 Treblinka o Auschwitz. Es difícil culparles de no haber previsto lo impensable. Sin embargo, su inocencia les falló y se equivocaron catastróficamente sobre el futuro. Nosotros gozamos de una gran ventaja sobre ellos: tenemos su ejemplo ante nosotros”.

Guillermo Altares, en El País

domingo, 9 de diciembre de 2018

LICENCIA PARA MATAR EN ARGENTINA

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, puso en práctica un reglamento para el uso de armas letales por parte de fuerzas federales que legaliza lo que hizo el policía Luis Chocobar, al asesinar a un asaltante que huía. La iniciativa se publicó ayer en el Boletín Oficial y tendrá vigencia desde hoy. El reglamento también vuelve legal disparar a una persona sobre la que luego se compruebe que tenía un arma de juguete, o bien disparar a alguien que forma parte de un grupo donde otro tiene un arma, o bien disparar a quien haga un movimiento que el policía interprete que puede ser para sacar un arma. La resolución fue cuestionada por organismos de derechos humanos y por la Defensoría General de la Ciudad. 
El viernes pasado, en plena cumbre del G20, cuando le preguntaron sobre la medida –que todavía no estaba publicada–, la ministra Bullrich aseguró que tenía que ver con darles garantías y establecer un protocolo de actuación a las comitivas extranjeras. No obstante, la resolución que se conoció hoy no tiene plazos temporales: no se trata de medidas excepcionales para el G20, sino de una política que rige de ahora en más. De hecho, el decreto deroga “toda disposición o normativa contraria a la presente medida dictada en jurisdicción del Ministerio de Seguridad, la Policía Federal Argentina, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria”. Pese a que un vocero de Bullrich aseguró la semana pasada que ya estaba en efecto el nuevo reglamento, el decreto publicado ayer establecía que recién hoy entraba en vigencia. Por lo tanto, no tuvo relación alguna ni vigencia durante el G20. De hecho, no aparece tampoco mencionado en los considerandos de la resolución.
En el “Reglamento general para el empleo de armas de fuego por parte de los miembros de las fuerzas federales de seguridad”, indica en su segundo artículo que los motivos para hacer “uso de las armas de fuego” son, además del peligro inminente de la vida propia o de otra persona, “para proceder a la detención de quien represente ese peligro inminente y oponga resistencia a la autoridad” y también “para impedir la fuga de quien represente ese peligro inminente, y hasta lograr su detención”.
¿Qué considera el Gobierno de Mauricio Macri como “peligro inminente”? Lo aclara en el artículo cinco del mismo reglamento: “Se considerará que existe peligro inminente, entre otras situaciones, en las siguientes circunstancias”. Además de cuando la persona “actúe bajo amenaza de muerte o lesiones graves”, cita las siguientes posibilidades:
“Cuando el presunto delincuente posea un arma letal, aunque luego de los hechos se comprobase que se trataba de un símil de un arma letal”. En septiembre de este año, un niño de 9 años con retraso mental jugaba en la vereda de su casa con un arma de juguete. Un policía de la Bonaerense confundió el arma, se bajó del patrullero, comenzó a ahorcarlo con la remera y a golpearlo brutalmente. La madre salió a socorrerlo y el policía le dijo que debía agradecer que no había bajado con el arma. Ahora, con el nuevo reglamento de Bullrich, podrá hacerlo y disparar.

Otra de las causales para el uso de armas letales es “Cuando se presuma verosímilmente que el sospechoso pueda poseer un arma letal, por ejemplo, en las siguientes situaciones: 1) Cuando integrase un grupo de dos o más personas y otro miembro del grupo posea un arma o haya efectuado disparos, o haya lesionado a terceras personas; (...) 3) Cuando efectuase movimientos que indiquen la inminente utilización de un arma”. Según este último punto, la simple interpretación de un policía de que una persona podría estar por sacar un arma, bastan para responder con disparos.
“Cuando tenga la capacidad cierta o altamente probable de producir, aún sin el uso de armas, la muerte o lesiones graves a cualquier persona”. Nuevamente, queda a criterio del policía cuando una persona puede causar esto “sin el uso de un arma”.
“Cuando la imprevisibilidad del ataque esgrimido, o el número de los agresores, o las armas que éstos utilizaren, impidan materialmente el debido cumplimiento del deber, o la capacidad para ejercer la defensa propia o de terceras personas”. Queda a criterio del policía que sería “debido cumplimiento del deber”.
“Cuando se fugue luego de haber causado, o de haber intentado causar, muertes o lesiones graves”.

Esta última es, textualmente, una descripción del delito por el que Luis Chocobar está yendo a juicio: según las filmaciones, dos asaltantes acuchillaron a un turista, uno de ellos intentó huir y Chocobar le disparó por la espalda. El presidente Macri lo recibió para felicitarlo y sostuvo, al igual que Bullrich, que los disparos se habían efectuado para salvar al turista. Las filmaciones de las cámaras de seguridad desmintieron el montaje oficial y mostraron que Chobocar en ningún momento actuó para proteger al turista (a quien, en un primer momento, le apunta con su arma). Llegó después, persiguió a Pablo Kukok y lo mató. Una pericia reciente de la Policía Federal, que el Gobierno nacional difundió a los cuatro vientos, asegura que la bala rebotó. 
El reglamento aprobado por la ministra Bullrich tuvo como respuesta inmediata las críticas de distintos organismos de derechos humanos e instituciones destinadas a proteger las garantías de los ciudadanos. El Defensor Adjunto de la Ciudad, Luis Duacastella, aseguró que “en lugar de proteger la vida de los ciudadanos, el Estado impone la violencia”. El funcionario indicó que el reglamento “incluye, bajo el ropaje del cumplimiento del deber y la legítima defensa, situaciones en que el peligro ha cesado”. “Este supuesto permitiría absolver al policía Chocobar por el asesinato de Pablo Kukoc, perpetrado cuando este huía sin representar grave e inminente peligro la vida de terceros”, advirtió.
Pese a que el decreto dice ampararse en legislación internacional, Duacastella indicó que viola los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego adoptados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente. “Es la conversión en ley del gatillo fácil”, sostuvo la referente de Correpi, María del Carmen Verdú.

El País

jueves, 6 de diciembre de 2018

EMPLEADOS DE TEIM, DE MARCILLA, DENUNCIAN EL INCUMPLIMIENTO DEL CONVENIO

El comité de empresa y algunos de los 85 empleados de la firma Tecnología Electrostática e Industria del Metal (TEIM), en Marcilla, denunciaron ayer a mediodía el “incumplimiento sistemático e intencionado del convenio colectivo por parte de la dirección de la firma”. Se trata, explicaron, de la primera movilización que han llevado a cabo después de llegar “a un punto muerto” en las negociaciones.

En este sentido, aseguraron que la firma, que se dedica a la realización de trabajos de carpintería metálica y a la compraventa y conformación de materiales ferrosos, está obligada a cumplir dicho convenio y que no lo hace en materia de contratación utilizando modalidades que rozan el fraude, de flexibilidad, de condiciones mínimas de estabilidad de trabajo, de prevención de riesgos laborales y que, además, les impone el calendario y las vacaciones de forma unilateral por quincenas.

En la mesa, acompañados por otros trabajadores, estuvieron el secretario general de UGT-FICA, Lorenzo Ríos, el responsable de ELA en la Zona Media, Iñaki Irisarri, el presidente del comité de empresa, Juan Antonio Bolea (UGT), así como el resto de representantes de la empresa;Aritz Laparra, Ismael Laparra y Pilar Arjonés (los tres de UGT), y José Javier Napal (ELA).

“No estamos pidiendo ni siquiera que se mejore el convenio, sino que se cumpla”, aseguraba Ríos al tiempo que recalcó que la dirección “no muestra respeto hacia la representación sindical”.

Por su parte, Bolea leyó un comunicado en el que aseguró: “Queremos dejar constancia de la disposición de hablar y negociar con la empresa cuanto sea necesario para la buena consecución del trabajo. Se nos pide tiempo y paciencia para arreglar los incumplimientos, pero no se nos ofrece nada a cambio. Estamos encantados de que la empresa vaya a crecer pero queremos que los trabajadores tengamos garantizadas las condiciones laborales”.

Diario de Noticias

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA: LOS FRUTOS AMARGOS DEL "CONSENSO"

Una vez más, la celebración del 40 aniversario de la Constitución se está convirtiendo en otra ocasión por parte de los partidos del régimen y Felipe VI, acompañados por la consiguiente campaña mediática (que en esta ocasión cuenta con un indignante video oficial que muestra su “equidistancia” entre los dos “bandos” de la guerra civil), para reivindicar aquellas efemérides. Un documento presentado una vez más como sagrado…salvo cuando se trata de obedecer a los dictados desde arriba (como ocurrió con la contrarreforma exprés del artículo 135 en septiembre de 2011 para vaciar de contenido el carácter “social” de esa misma Constitución) y, sobre todo, cuando los “derechos” del Estado se imponen frente al respeto a libertades y derechos fundamentales, como estamos comprobando en los últimos tiempos.
La reclamación de ese pasado idealizado parece más obligada en una coyuntura en la que, como estamos viendo, la crisis del régimen no deja de agravarse, ahora con una cúpula del poder judicial deslegitimada y una monarquía cada vez más cuestionada, no sólo desde Catalunya. A todo esto se suma la irrupción en las elecciones andaluzas de la ultraderecha de Vox, hasta ahora escondida dentro del PP y que ya defiende sin complejos una contrarreforma constitucional que nos retrotraería al tardofranquismo.
Conviene, pues, refrescar la memoria y recordar que esa Constitución no fue obra de un poder constituyente soberano y que su contenido y desarrollo en el marco de la “integración europea” y de la larga onda neoliberal se han ido alejando cada vez más de las expectativas democratizadoras y socializantes que muchos y muchas de quienes la votaron tuvieron entonces.
En efecto, la Constitución española de 1978 devino el resultado de un proceso constituyente no previsto inicialmente con las elecciones de junio de 1977, pero que se vio desde el principio tutelado y condicionado por los pactos previos y, por tanto, con un déficit de legitimidad de origen innegable. Su proceso de elaboración coincidió, además, con un momento de transición entre el constitucionalismo social de posguerra (del que la Constitución portuguesa de 1976 fue su producto más avanzado) y el que se estaba ya iniciando en sentido contrario en toda la Europa occidental y eso permitió todavía un carácter híbrido de su contenido.
Esa Constitución escrita, con reconocimiento de libertades y derechos básicos, pero a la vez con rasgos estructuralmente restrictivos (resumidas por Pérez Royo (2015) con su definición de “monárquica, bipartidista y antifederal”), junto con su desarrollo a través de los Estatutos autonómicos y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, fueron sentando las bases de un nuevo bloque de constitucionalidad.
Además de la aceptación de la monarquía impuesta por Franco –hurtando el referéndum sobre la forma de Estado por temor a perderlo, como reconoció años después Adolfo Suárez-, es importante recordar que el artículo 2, pese a la admisión final del término “nacionalidades”, acabó siendo resultado de la adaptación de los ponentes a las exigencias de la jerarquía militar en torno a “la indivisible unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”. Aun así, tuvieron que aceptar unas Disposiciones adicionales y transitorias que reconocían los derechos históricos de Euskadi y Navarra, así como de Canarias por su condición ultraperiférica, y consensuar un Título VIII que establecía distintas vías de acceso a la autonomía que, sin embargo, serían luego desbordadas por Andalucía tras su referéndum del 28 de febrero de 1980.
Empero, el artículo 145.1 establecía con rotundidad: “En ningún caso se admitirá la federación de Comunidades Autónomas”, mientras que el 155 permite al gobierno, “con la aprobación por la mayoría absoluta del Senado” la intervención en una Comunidad Autónoma para obligar a sus autoridades a cumplir las obligaciones constitucionales o “para la protección del mencionado interés general”; un artículo que se aplicó además de forma completamente abusiva en Catalunya hace apenas un año, acompañado de la judicialización del conflicto mediante acusaciones de “rebelión” y “sedición” sin fundamento alguno.
El artículo 8 (que incluye la defensa de la “integridad territorial y el orden constitucional” como funciones del Ejército) también es atípico en el constitucionalismo liberal-democrático, tanto por su contenido como por el lugar (Título Preliminar) en el que se ubica. En cuanto al Senado aparece con la clara misión, por basarse en las provincias y en un sistema mayoritario, de ejercer una función de freno al Congreso (a la vez elegido con un reparto provincial y un sistema electoral destinados a favorecer el bipartidismo, preconstitucional, que sin embargo sobrevive todavía), mientras que se establece un Tribunal Constitucional que, como hemos visto recurrentemente, aunque con algunas excepciones, ha funcionado como tercera cámara legislativa en un sentido conservador.
A todo esto se suman las concesiones que se hacen a la Iglesia Católica (el artículo 16, si bien declara que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”, a continuación añade: “Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones”) y a la enseñanza religiosa (el artículo 27.3 dice: Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”). Unas concesiones que se vieron complementadas inmediatamente con los Acuerdos con la Santa Sede del 3 de enero de 1979, los cuales no hacían más ratificar con algunas modificaciones el Concordato de 1953. Aspectos que venían a confirmar, junto a otros recordados por Justa Montero (2018) recientemente, el “olvido” de las mujeres por los “padres de la Constitución”.
En lo que se refiere a los derechos, establece una distinción cuyo alcance práctico estamos comprobando hoy con especial gravedad: la diferenciación entre “derechos fundamentales” y “principios rectores de la política social y económica” dentro del Título I, hace que “una política orientada al pleno empleo” (artículo 40) quede simplemente como un buen deseo, al igual que el “derecho a la protección de la salud” (art. 43) o el “derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada” (artículo 47), entre otros, ya que se considera que no son reclamables ante los tribunales ordinarios. Por no mencionar la tímida mención a “defender y restaurar el medio ambiente” (art. 45).
Añadamos a todo lo anterior la exigencia de la moción de censura constructiva (o sea, con obligación de presentar candidatura alternativa a presidir gobierno) y, sobre todo, unos requisitos para proceder a la reforma y/o revisión constitucional que la caracterizan como una Constitución especialmente rígida.
Es cierto que hay otros artículos (como los 9.2 y 128) que conectan, como he mencionado antes, con el constitucionalismo social de posguerra, caracterizado por la aspiración a promover una política de redistribución de la riqueza e incluso de intervención pública de empresas en nombre del “interés general”. Pero fue precisamente ese legado el que se fue vaciando a medida que, de forma creciente y superpuesta a partir de 1986, este bloque de constitucionalidad fue insertándose dentro de la Constitución material de la que fueron dotándose la Comunidad Europea, luego, su sucesora, la Unión Europea y, particularmente, la eurozona. Todo esto en el contexto de la onda larga neoliberal iniciada a mediados de los años 70 y de la nueva lex mercatoria que se ha ido consolidando a escala mundial.
Se argumentó desde el bloque defensor del pacto constitucional que en el haber de lo logrado estaba la conquista de una serie de libertades, derechos e instituciones elegidas por sufragio universal que el franquismo negaba. Pero en el debe había tantas herencias y tal número de restricciones en el fondo y en la forma que muy pronto se fueron generando unos costes estructurales elevados (Águila y Montoro, 1984). Uno de sus efectos más visibles fue la frustración política en mayor o menor grado (el famoso desencanto, ya presente desde finales de 1978) que se dio en muchos de los sectores que habían participado en el ciclo de movilización y protesta más intenso de la lucha antifranquista, incluso entre los más moderados (Santos Juliá, 2017: 511-532).
Llegaría luego el fracaso del golpe duro del 23-F de 1981 (en donde siempre permanecerán las sospechas fundadas sobre el papel de Juan Carlos I) y, con él, el inicio de una nueva fase de la Transición en la que el intento de cierre del proceso autonómico (a través de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA)) queda apenas frenado mientras se agudiza la crisis de Unión de Centro Democrático (UCD) y se produce el ascenso y la llegada del PSOE al gobierno en octubre de 1982, convertido en partido salvador del régimen. Más tarde, con el ingreso en la Comunidad Europea en enero de 1986 y el definitivo en la OTAN en marzo del mismo año (éste tras un tenso pulso con un amplio movimiento popular en un referéndum), se puede considerar que culminan la renovación de las elites políticas, siempre dentro del marco de la reforma pactada, y la relativa estabilización e integración del régimen dentro de la estrategia del bloque occidental.
Desde la izquierda radical existían, por tanto, razones suficientes para sostener que del hecho de que no se tuviera (¿todavía?) la fuerza necesaria para imponer la ruptura no había por qué dar un giro brusco hacia la aceptación del contenido fundamental –y sus inherentes formas opacas- del sacralizado consenso no sólo en torno al texto constitucional sino también a otros pilares fundamentales, como fueron la Ley de Amnistía (que hizo imposible la depuración del aparato del Estado franquista) y los Pactos de la Moncloa (que fueron el inicio de la subordinación del movimiento obrero a una política de control salarial que iría abriendo la puerta a la larga onda neoliberal). Sin olvidar que previamente se había creado la Audiencia Nacional justamente al día siguiente de la supresión del Tribunal de Orden Público franquista en enero de 1977.
Esos consensos, resultado de un proceso conflictivo y, lejos de la leyenda creada, no exento de violencia, llegaron a presentarse luego, interesadamente como el único desenlace posible frente a la hipotética amenaza del retorno a la guerra civil. Se convertía así el producto contingente final en paradigma a respetar todavía hoy, queriendo imponerse como una muralla infranqueable frente a cualquier propuesta, no sólo de un nuevo proceso constituyente sino también de reformas constitucionales en cuestiones clave como son el reconocimiento de la realidad plurinacional dentro del Estado español, el cuestionamiento de la institución monárquica y de los privilegios de la Iglesia, el blindaje de los derechos sociales o la investigación judicial sobre los crímenes del franquismo.

Jaime Pastor, en Viento Sur (6-12-2018)