lunes, 29 de marzo de 2021

¿QUIÉN CUIDA AL CUIDADOR?

 He vuelto a casa de mis padres unos días, es primavera y huele a azahar. Cada vez que vuelvo a Murcia el tiempo se para, o al menos es lo que a mí me parece, vuelvo al que era mi cuarto, convertido en cuarto de invitados con dos camas de noventa, lleno de cajas. Mi cuarto donde escuchaba música durante horas, me encerraba y bailaba con un cepillo como micrófono y soñaba con vampiros ha desaparecido, no queda nada de la niña y adolescente que fui en sus paredes, aunque la que entra por la puerta lejos de tener los 43 años, cada vez que llega al portal tiene diez aproximadamente.

Quiero y odio a partes iguales la ciudad que me ha visto crecer y de la que salgo corriendo pasadas un par de semanas cada mes; no es cobardía, ni una huída, es tomar aire y respirar para poder volver y seguir.

Creo que vivo una realidad que muchas familias viven a diario y es dramática sobre todo en estos tiempos pandémicos. Para nuestros mayores el tiempo se ha parado en seco, llevan un año encerrados en casa al principio por protección, después por miedo, mientras la crueldad del tiempo juega en su contra y nuestros gestores lejos de vacunar a todas horas, todos los días sin descanso, están jugando al Risk o creyendo que saben hacerlo.

Mis padres llevan confinados sin salir un año y medio. Una enfermedad mental arrasó a mi madre hace unos años y con ella hemos ido todos detrás, pero sin duda el más afectado ha sido mi padre, el que está las 24 horas a su lado, el cuidador. Se ha consumido en un año y medio estando al lado de su mujer, gran dependiente con una demencia por la que se olvidó de andar hace varios años, que la tiene en una silla de ruedas y con la cabeza en algún mundo cruel, que la atormenta. Ha perdido más de veinte kilos durante el confinamiento, poco a poco se va apagando. Mientras ella resiste con fortaleza y ganas de vivir, él ahora solo quiere dormir.

Ver el final de una vida así es desgarrador y me produce una terrible tristeza e impotencia. No siempre que vengo a casa estoy igual de fuerte y a veces la sacudida emocional es más dura, desestabiliza y desconcentra. Ver como tu vida saltó por los aires hace tanto tiempo que ni te acuerdas, y lo que éramos es solo un recuerdo en álbumes de fotos, es la realidad a la que me enfrento cada vez que vuelvo a casa. Cuando me voy, la culpa y la angustia vienen en la maleta, pero al llegar a mi espacio desconecto tanto en mi día a día, disfruto tanto los pequeños detalles, que al tomar tierra con la realidad, no termino de asimilarlo.

No recuerdo la última vez que vi a mi madre andar, o que tuvimos una conversación normal en la cocina, o que me llamara por teléfono como una madre. Sin embargo, es curioso cómo a mi padre le recuerdo, en Garrucha, bajar a darse esos baños de horas cuando ya no quedaba nadie en la playa o salir a navegar y estar juntos en silencio sin el motor en marcha, solo a vela escuchando nada y siendo felices. Los recuerdos aparecen borrosos en mi mente una vez al mes, cuando buceo entre fotos antiguas que hay en los álbumes de casa, en silencio, mientras ellos cada uno en su sillón ven la vida pasar, él sin ganas de nada, ella con ganas de todo.

¿Quién cuida a los cuidadores? Esos que no son profesionales, los familiares que sin saberlo poco a poco se entregan a la vida del otro, sufren en silencio y se abandonan. No hay más vida para ellos que escuchar la llamada de la persona enferma, con la que han compartido una vida entera, hermanas, maridos, mujeres, hijos, que dejan todo por atender a sus seres queridos. Bendita la suerte de aquellos que o bien se pueden permitir personas de apoyo al tener recursos económicos, o como es nuestro caso, por el contrario por más que entran personas de apoyo, acabamos haciendo apuestas mi hermano y yo, porque no aguantan la situación y al día y medio volvemos a estar solos.

Cuidar de manera profesional debe ser vocacional, tener empatía esa de la que siempre les hablo en mis columnas, esa que le falta a este mundo de locos, esa que nos ayudaría a ponernos en el lugar del otro y entender lo duro que es el papel de los que entregan su vida por los demás. Cuidar no es limpiar culos, vestirles y tratarlos como si fueran niños pequeños. Me ofende cuando veo esos comportamientos en personas que cuidan, así como me mata ir por la calle y ver a personas mayores en sillas de ruedas arrumbados en una esquina de un parque mientras los cuidadores hablan entre ellos o están pendientes del móvil sin tener un gesto de complicidad y cariño hacia la persona enferma. Cuidar es dar cariño, estimular, no dejarles con la mirada perdida durante horas en un sillón con la televisión puesta. Me atormenta pensar en esas horas muertas en las que los días pasan y en sus vidas no sucede nada, un día y otro día, piénsenlo, toda una vida sacrificada por los suyos para acabar así. Puta vida cruel.

A veces me pongo a soñar despierta y si esta pandemia no existiera, cogería a mi madre y una furgo y me la llevaría a Roma; mi hermano me mira como si fuera un marciano y quizás tenga razón, porque la idea idílica es digna de un guión para una peli de Isabel Coixet, porque la realidad sería más dura, pero imaginarla en la Plaza Navona o sentarnos en el Trastevere con un spritz, sería bonito..

La vida es cuidar a los padres, a los hijos. Cuidar haciendo malabares en un mundo que no lo pone fácil. Estas semanas en casa además de volver a mi antiguo cuarto de niña, he podido comprobar haciendo de mi hermano por unos días lo duro que es ser padre o madre, son superhéroes todas las madres y padres de este mundo. Vivir con la presión en el pecho de lo que le pueda suceder a un hijo cada día me resulta tan angustioso que, disculpen mi cobardía, no sería capaz.

Me van a permitir que haga una mención especial hacia los padres y madres que con hijos con discapacidad como mi hermano y cuñada, gracias por vuestro amor, esfuerzo y sacrificio diario. Soy una privilegiada por vivir de cerca y a vuestro lado el significado del AMOR y la ENTREGA con mayúsculas.

Dicho esto, una cosita más a todos los padres y madres que llegan con sus tanques automovilísticos al colegio y aparcan en esas dobles filas infinitas, por vuestra culpa mi primer día de responsabilidad como tía que lleva a su sobrina del alma al colegio llegamos tarde y sorprendentemente a mi sobrina no le gusta llegar tarde, así que no os lo perdonaré jamás.

En cuanto al bochorno como político de Toni Cantó... Las elecciones en Madrid, la ineptitud en la gestión de las vacunas, la entrega de la consejería de Educación a la ultraderecha en la Región de Murcia y la despedida del vicepresidente del Gobierno y su ego, qué quieren que le diga, más contenido de serie B para el guionista del 2021. Por desgracia, cuando despertemos mañana, todo el ruido y la mugre seguirán. Por el momento, mientras me leen voy de vuelta a mi tejado en Madrid con la culpa en la maleta, a coger fuerzas y a respirar para poder volver.

Belén Unzurrunzaga, en La Opinión de Murcia

sábado, 27 de marzo de 2021

AQUÍ SE DECIDEN LAS ELECCIONES: LA DISPUTA DEL MADRID DE LAS PISCINAS

 El pasado 20 de diciembre, El Ayuntamiento de Madrid anunció la cesión de una parcela municipal de 23.000 metros cuadrados en el barrio de Vicálvaro al Gobierno regional para la construcción de un colegio concertado en la confluencia de las calles Igualdad y Tolerancia. La Comunidad anunció que el centro se pondrá en marcha el curso 2021-2022 para “garantizar la libertad de elección”, un discurso habitual que, en este caso, es irónico, ya que será la única opción en la zona. El colegio público tiene parcela asignada, pero carece de fecha y, en el barrio, casi cien estudiantes se quedaron este curso sin opción a plaza pública. Más que libertad, son lentejas. De cumplirse los planes, el colegio será el primero que se abra en El Cañaveral, un nuevo desarrollo del este de Madrid donde hay previstas 14.000 casas para más de 50.000 vecinos. La zona es la bolsa de vivienda asequible más grande de la Comunidad, con todos los matices que tiene el adjetivo asequible en España y, sobre todo, en Madrid. Son edificios de cinco pisos con zonas comunes, distribuidos en calles amplias y rectas, unidas por rotondas que acaban en grandes vías de comunicación: M-40, M-50 y R-3. Es una isla de la que, de momento, solo sale un autobús al centro urbano. El coche es imprescindible.

Las calles rectas con edificios bajos de El Cañaveral se parecen a las de Soto de Henares (Torrejón de Ardoz), donde, en otro guiño a George Orwell o a María Ostiz, el paseo de la Fraternidad se cruza con el de la Convivencia. Allí está el Humanitas Bilingual School, un colegio concertado con piscina que también disfruta de una cesión de espacio de la Comunidad de Madrid, como el Juan Pablo II de Alcorcón, un centro que segrega por sexo. La lista podría seguir porque, durante años, la transferencia de terrenos o edificios a instituciones educativas ha sido habitual en la autonomía e incluso formó parte de una de las variadas tramas de corrupción. Entre 2003 y 2011, se abrieron casi cien centros concertados en la región. Muchos de ellos para las familias que se instalaban en los nuevos desarrollos urbanos que repiten la cuadrícula de El Cañaveral o Soto de Henares. Son lugares confortables y tranquilos, similares al modelo al quieren imitar: el suburbio estadounidense, la clave de la resistencia del PP en la región. El planeamiento urbanístico suele presentarse como aséptico y neutral, pero siempre tiene implicaciones ideológicas. Es decir, crea un estilo de vida que afecta a la propia manera de ver el mundo. No es que vivir en un determinado lugar conlleve un voto concreto, sino que lo cotidiano, como el uso del coche o el tipo de colegio, ayuda a conformar una ideología vinculada a ciertos conceptos como propiedad, individualismo o seguridad.

Los 'pauers' y el Madrid de las piscinas

Años 80. El Madrid de la Movida perdía población y el ayuntamiento trató de revertir el flujo. El plan urbanístico de 1985 se basaba en ensanches siguiendo un modelo austero: urbanización paulatina de barrios pequeños conectados a la ciudad, zonas arboladas y comercio de proximidad. El PSOE perdió el ayuntamiento en 1989 por la moción de censura que hizo el alcalde a Rodríguez Sahagún (CDS) y el cambio llegó pronto. El plan de 1993 modificó el modelo y propuso seis grandes actuaciones periféricas y con diversos niveles de desconexión. Arroyofresno, Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro, Ensanche de Carabanchel y Ensanche de Vallecas fueron los primeros planes de actuación urbanística (PAU), pero pronto llegaron más. La Comunidad llegó a tener 31. Algunos ni siquiera se han comenzado; pero, durante el 'boom', se llegaron a construir medio millón de viviendas en una década.

 El modelo urbanístico suele ser similar al de El Cañaveral: enormes extensiones de terreno con redes reticulares de calles, salpicadas por alguna rotonda para unir el barrio con alguna vía de gestión de flujos porque el tamaño es inabarcable para el transporte público. En todos los nuevos desarrollos se repiten las mismas formas: chalets unifamiliares de dos plantas o urbanizaciones de un máximo de cinco alturas con zonas comunes, que suelen incluir jardín, columpios, piscina y pistas deportivas. Cerca suele haber un centro comercial, ya que la baja densidad hace que sea poco rentable el comercio de proximidad, salvo peluquerías, centros de fisioterapia o clínicas veterinarias. 

En 2011 había una España de las plazas y una España de las piscinas. En la segunda, en los PAU, viven los 'pauers', parejas de profesionales de origen español de unos cuarenta y tantos años con dos hijos menores de edad. La inversión suele precisar de dos fuentes de ingresos regulares y la estabilidad de una red familiar. De la hipoteca que firmaron, habitualmente con la institución que financiaba la promoción, les quedan alrededor de diez años por pagar, lo justo para pagar la formación superior a los hijos. El retrato robot se completa con otros rasgos: colegio concertado, seguro médico, alarma, coche, gimnasio, ocio en el centro comercial, consumo 'online', actividades extraescolares, etc. Es el modelo. La suburbanización crea islas de población homogénea. 

La mirada que reciben suele ser de superioridad moral. Como hace el neoliberalismo, se pone el foco en las decisiones individuales, como si estas pudieran desvincularse de los modelos económicos y sociales que se promueven con las decisiones políticas. Si se empuja en una dirección a través del urbanismo, la política fiscal o los instrumentos de crédito, centrarse en las decisiones individuales de las personas que no se han resistido será poco efectivo. La frase, tan neoliberal como puritana, de “lo personal es político” es un callejón sin salida.

La partida de SimCity

La suburbanización de la Comunidad de Madrid no fue una cuestión de demanda, sino de oferta; y, por ejemplo, una de las principales herramientas institucionales fue Arpegio, una empresa pública de la CAM dedicada inicialmente a la gestión de suelo para actividades económicas. A partir de mediados de los años 90, su objeto se amplió al uso residencial y se convirtió en un gran difusor del modelo PAU. Especialmente en las zonas más reacias al voto conservador, como el sur de la Comunidad o el corredor del Henares. 

El proceso, que resultará familiar a cualquier jugador de SimCity, iba desde la gestión del terreno al diseño de las infraestructuras, pasando por las dotaciones o los puntos de interés empresariales, comerciales o de ocio. Tenía el lápiz de Madrid y diseñó planes en más de una decena de ciudades. Alrededor de Xanadú, un centro comercial con una pista de nieve, se desarrollaron los planes de La Dehesa, en Navalcarnero, y Arroyomolinos. Esta localidad, un mar de chalets, se convirtió en un imán para los jóvenes del sur de la Comunidad y pasó de 3.000 habitantes a 30.000, gente que se desliga de su entorno y su tradición asociativa y política. 

En algunos casos, como Alcorcón, Arganda del Rey, Parla o Aranjuez, se construyó un hospital de gestión no pública cerca del nuevo desarrollo. Son edificios modernos, amplios y luminosos, como las calles de los PAU, y suelen tener habitaciones individuales. El modelo provocó controversia, pero la guerra Uber-taxi, la economía 'rider' en general, nos ha demostrado que esa cuestión es menos importante que la adictiva sensación de riqueza. La Comunidad también llenó el territorio de estaciones de metro porque las dotaciones, como los centros comerciales o las infraestructuras, tienen otra función: subir el precio de la propiedad inmobiliaria, la gran inversión 'pauer'.

El sueño americano

El debate sobre vivienda, sobre todo en la izquierda, se ha centrado sucesivamente en los pelotazos, la corrupción, los desahucios, la gentrificación o el alquiler. Son problemas cruciales y con realidades durísimas pero de alcance limitado, porque vivimos en un país donde la vivienda en propiedad es, de momento, mayoritaria. Además, obvian el gran debate que lo condiciona todo: cómo crecen las ciudades. El arquitecto Fernando Caballero sostiene que el PAU es “una suerte de sueño americano”. La referencia es obligada. En Estados Unidos el sistema de carreteras y suburbios, promovido por las instituciones de crédito y las deducciones fiscales, implicó una trasformación radical de la forma de vivir a partir de los años 50. No solo introdujo nuevos productos de consumo, sino nuevas preocupaciones vinculadas a la propiedad, como la priorización de la estabilidad o la seguridad. Dispersar a la población en islas urbanas segregadas y homogéneas fomentó la pérdida de la visión comunitaria de los problemas. Esa era la idea. 

El urbanismo crea un nuevo grupo cuya identidad ya no se establece por el trabajo o los vínculos personales, sino por los símbolos de estatus, como el barrio, el coche, el colegio de los hijos o el seguro médico, que actúan como simulacros de ascensor social y provocan una percepción distorsionada que se muestra, por ejemplo, en debates como la fiscalidad. Amplios grupos sociales respaldan políticas que benefician a porcentajes ínfimos de población porque sentirse concernido por ciertos impuestos es una muestra de distinción. El ascenso de la educación no pública es algo que crea ideología, más allá de si el centro es religioso o no. Dentro de un modelo hipercompetitivo, la posibilidad de llevar a tu hijo a un lugar en el que adquiera aptitudes que lo distingan del resto es algo importante. Puede ser el idioma, el deporte, la homogeneidad del alumnado o el método Montessori. Lo importante es que sea distinto. Hablamos mucho de las burbujas digitales pero prestamos poca atención a las burbujas analógicas.

¿Qué pasará con el cinturón naranja?

La partida de SimCity estuvo a punto de salirle mal al PP. En las elecciones celebradas en el primer semestre de 2019, la mayoría de esos barrios de calles rectas con piscinas, tanto los de urbanizaciones como los de chalets, votaron a Ciudadanos. Sucedió en toda España, pero Madrid fue una de las autonomías donde se produjo con más claridad. El discurso de regeneración y consenso, derecha económica y progresismo social era defendido por rostros que encajaban en ese estilo de vida. Era gente que los 'pauers' se podían encontrar en el gimnasio o su lugar de trabajo. 

La cosa salió mal. Un partido que defendía la estabilidad y la renovación provocó nuevas elecciones generales y sostuvo a gobiernos que llevaban medio siglo. Moncloa intentó una opa, pero falló. Probablemente, el PSOE no solo es un partido viejo en un mundo nuevo sino que los discursos sobre lo común o la igualdad de oportunidades se reciben peor cuando el formato del relato social es la competición y uno cree que tiene cierta ventaja sobre los demás. Si alguien cree que esa operación sigue siendo posible con leyes económicas de centroderecha cabe recomendarle que apague el ordenador, salga del despacho y visite el territorio donde se encuentran los votos que quiere disputar. La vecindad ideológica en ciertos aspectos contradice los estilos de vida concretos.

El voto se dividió entre el PP (urbanizaciones), Vox (unifamiliares) y, sobre todo, la abstención. Si alguna de las dos formaciones piensa que heredará automáticamente los votos de Ciudadanos también debería darle una vuelta. La defensa de la propiedad o la seguridad encajan bien, pero las guerras culturales contra el feminismo o las diversas opciones sexuales no. Los discursos tabernarios de apostólicos y espadones galdosianos todavía menos. Las opciones del PSOE, o de un partido con menos tradición ideológica como Más Madrid, pasan por esa hiperexcitación de la derecha y el miedo a los ultras, además de por un programa concreto de dotaciones y mantenimiento. El hecho de que la gente lleve a sus hijos a un concertado religioso no significa que lo sea. Solo es un signo de distinción. La derecha importa ideas de Estados Unidos sin tener en cuenta que aquí no tenemos el tejido asociativo que allí respalda a la coalición cristiana, ni que esta es mayoritariamente protestante y España es un país católico. 

Es complicado saber lo que va a pasar, salvo que la dispersión urbana seguirá creciendo y, con ella, la segregación o la desconexión social. En los próximos años se completarán los desarrollos del este de Madrid, donde probablemente habrá conflictividad por los realojos de la Cañada Real. También hay desarrollos previstos en decenas de localidades, siempre con el mismo formato: rotondas que llevan a calles amplias y rectas donde hay edificios con una piscina. Cómo se va a regular el alquiler si volveremos a tener decenas de miles de viviendas para vender. España es un país adicto a la construcción. Si alguien tiene un proyecto renovador en los próximos años no tiene que disputar las banderas, sino los planes de urbanismo.

Jorge Dioni López, en El Confidencial

viernes, 26 de marzo de 2021

SE PLANTEA LA UBICACIÓN DE UNA FÁBRICA DE ENSAMBLAJE DE BATERÍAS EN TAFALLA

 El consejero Mikel Irujo anunció a la ministra de Transición Ecológica el interés de la Comunidad Foral de construir una gigafactoría. Este proyecto incipiente se une a la fábrica de emsamblaje de baterías en la que lleva trabajando el departamento de Desarrollo Económico y Empresarial, mediante Sodena, hace tres años. La factoría de battery packs para la automoción forma parte del consorcio Battchain, coordinado por EIT InnoEnergy, una de las principales aceleradoras de Europa en energía sostenible, que ayudará a los proyectos a apresurar su llegada al mercado y acceder a financiación pública y privada.

Esta iniciativa, que quiere cubrir toda la cadena de valor de las bate-rías eléctricas –desde la extracción de materias primas hasta su reciclaje–, tiene que recibir la aprobación del Ministerio de Industria para optar a los fondos de reconstrucción de la UE, Next Generation. El consorcio ha calculado una inversión de 1.200 millones para echar a andar sus proyectos en España, en los que por el momento participan cuatro comunidades, Navarra, CAV, Anda-lucía y Extremadura.

La Comunidad Foral se ha sumado con su planta de ensamblaje de battery packs para la automoción, en la que participan Sodena, Fagor Ederlan e Ingeteam. En un principio esta planta se ubicaría en Tafalla. El periodo de ejecución tendría como tope 2026, con una inversión total prevista público-privada de 84 millones de euros (cifra variable en función del volumen de producción), de los que 28 millones se cubrirán con fondos públicos.

Supondría la creación de entre 50 y cien empleos cualificados directos; y la consolidación de puestos de trabajo indirectos relacionados con esta actividad.

El consorcio Battchain prevé generar un volumen de negocio de 2.400 millones de euros para 2030. Su intención es crear más de 1.700 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos, y eliminar las emisiones de 1,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año.

Diario de Noticias

jueves, 25 de marzo de 2021

CONVOCATORIA DE JUBILADOS Y PENSIONISTAS DE TAFALLA Y COMARCA PARA EL LUNES 29 DE MARZO

“La Asociación de Pensionistas y Jubilados de Tafalla y su Comarca, Tafallaldeko Jubilatu eta Pentsiodunen Elkarteratzea”, suspendimos las convocatorias de las concentraciones que veníamos haciendo los últimos meses de mes, por razones de prudencia ante el agravamiento de los efectos de la pandemia. En estos momentos creemos que la situación, y sin que haya que olvidar las medidas básicas de prevención que determinan las Autoridades Sanitarias, permite volver a realizar esas convocatorias.

Las noticias que día a día nos llegan, y nuestras propias vivencias, indican que poco o nada se avanza en el establecimiento de un Sistema de Pensiones Público universal, justo y sólido y una atención a la dependencia también pública dotada de medios humanos y materiales suficientes que permitan una vida digna tanto en residencias como en el propio domicilio. No se avanza en su garantía financiera, ni se establece una pensión mínima con la que se pueda vivir con dignidad, ni se hace nada por eliminar la escandalosa brecha de género que arroja a la miseria a miles de mujeres.

Y a la vez que asistimos a esa falta de voluntad política para avanzar por esos caminos, vemos como se insiste en las viejas medidas que buscan la reducción de las pensiones y en promocionar los sistemas de pensiones privados gestionados por los bancos.

¿Por dónde va si no la idea expresada por el Ministro de Seguridad Social Sr. Escrivá cuando dice que hay que reducir en 30.000 millones de euros el gasto en pensiones? ¿O con esos Fondos de Empresa que pretenden crear? ¿De dónde saldrán las cotizaciones para nutrirlos?

Por no hablar de la pobreza que cada día afecta a más y más familias, o los millones de contratos de trabajo que llenan las estadísticas, pero cuya duración es menor a 7 días y que afectan de manera escandalosa a jóvenes y mujeres, pero también al fondo de pensiones, ya que si hay salarios de miseria también generarán cotizaciones de miseria. O los miles y miles de autónomos y pequeños empresarios que se van quedando en la más absoluta orfandad y ruina.

¿Qué pasa con el salario mínimo? ¿Podemos consentir que un trabajo de 8 horas diarias no dé para vivir dignamente? ¿Y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) que cuando se estableció el propio Gobierno calculaba en más de 800.000 los potenciales beneficiarios y a mediados de este mes (y ya hace más de 6 meses que se estableció) solo lo reciben 160.000 de ellos? ¿Y el resto dónde está? Pues en las colas de los Bancos de Alimentos o en las miles de iniciativas solidarias que surgen por todo el país. Es decir, viven gracias a la caridad.

Nosotras y nosotros creemos que el derecho a una vida digna debe ser garantizado por el Estado y sus Instituciones y no depender de la caridad.

Estamos convencidos de nuestra obligación de manifestar de manera pública y por medio de las concentraciones nuestro descontento y nuestra indignación.

Queremos un Sistema Público de Pensiones dignas, sólido y bien cimentado, que no esté siempre al capricho del gobierno de turno.

Queremos que los contenidos de la Carta Social Europea sean de aplicación en el Estado Español.

Como consecuencia de todo esto convocamos a los pensionistas y jubilados de Tafalla y la Comarca, pero también a toda la sociedad, a la concentración que hemos convocado el 29 de Marzo, a las 12 de mediodía, en la Plaza del Ayuntamiento de Tafalla.

 Como establecen las autoridades, y obliga el sentido común, acudiremos con mascarillas y guardaremos las distancias que la prevención aconseja.


 


MÁS SOBRE LA MACROGRANJA DE CAPARROSO

La Consejera de Medio Ambiente Itziar Gómez, salió al paso para acallar el escándalo de la ampliación decretada por el Juez de la macrogranja de ganado vacuno Valle de Odieta/HTN Biogás en Caparroso y de los vertidos por purines en en los tramos finales de los ríos Aragón y Arga. Anunciaba medidas de control telemático sobre los vertidos de esa empresa  y también prometió una nueva Ley navarra de Salud Animal.

Medio Ambiente de la legislatura anterior, ya planteó a Valle de Odieta/HTN Biogás de Caparroso el tema del control telemático de los vertidos, pero a juzgar por los hechos sin resultado alguno.

El anuncio de la nueva Ley para limitar cabañas y macrogranjas es una buena noticia, pero no tengo claro que afecte a una explotación como la que nos ocupa, que ya dispone de la Autorización Ambiental Integrada (AAI). Por otra parte, si la empresa recurrió y ganó en los tribunales el Decreto sobre Salud Animal que redactó el anterior Departamento, podría ser que ocurra lo mismo con la nueva Ley anunciada, a no ser que también se modifique la legislación española.

Los problemas que está causando la empresa de Caparroso vinen de lejos, no son solamente de Salud Animal por el hacinamiento de vacas que alberga (cerca de 6.000 tenía en épocas recientes), sino también para el mantenimiento del resto de granjas extensivas en Navarra. También por el impacto ambiental provocado por reiterados vertidos masivos ilegales en una zona con proteccion ZEC. Los purines o el digestato que se vierte, contienen nitratos, metales pesados (que son acumulativos), antibióticos y otros componentes que pueden contaminar manantiales, ríos, acuíferos y zonas naturales, como está ocurriendo y contaminar productos hortícolas que llegan a nuestra mesa.   

Esto no se resuelve con medidas telemáticas, que luego no se cumplen como hasta ahora, sino con la aplicación de la legislación vigente sobre los límites y sistemas de vertido en las parcelas, que además afectan a la zona protegida Cortados del río Aragón.

Los tramos finales de los ríos Arga y Aragón se han convertido en un corredor ecológico para plantas y animales.  Esos ecosistemas acuáticos y terrestres están muy bien conservados y dotados de una importante red de barrancos que permiten a una gran variedad de especies animales y vegetales asentarse y asegurar su supervivencia.

En esos hábitats coexisten especies  que pueden ser afectadas por los vertidos, tales como el Galápago europeo, el Lirón gris, el Orejudo gris, la Gineta, la Garduña, el Zorro, el Castor, la Nutria el Visón europeo (una de las especies de mamíferos en mayor riesgo de desaparición del planeta y donde el Gobierno de Navarra ha invertido 8 millones de euros para su conservación)... y especialmente el Murciélago ratonero grande y mediano. También habitan en esos cortados el Buitre, el Aguila Real, el Buho Real y otras rapaces. En esos cortados existe una cueva donde habita una colonia reproductora de cria mixta, compuesta por el Myotis - Myotis y Myotis Blythiis (Murciélagos). Este refugio es el único conocido existente en nuestra Comunidad, que de extinguirse, estas especies desaparecerían en Navarra.

Como miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente, cada año incido en pedir mayor presupuesto para el Departamento, porque lo considero insuficiente y también la ampliación del Guarderió que debe controlar las acciones ilegales. Siempre se me contesta que con lo que hay es suficiente. Sabemos que incumpliendo el vigente Plan Director del Guarderío, las bajas no se reponen y que la construcción de nuevas oficinas está paralizada. Lo justifican con que no hay presupuesto, pero como podemos comprobar si lo hay para las obras del TAV ejecutándose a escasa distancia de los cortados del río Aragón.

¿Cómo es posible que tuviera que ser el vídeo de un miembro de un grupo ecologista el que destapara el ecocidio generado por los vertidos -que vienen de muy atrás- y no los miembros del Guarderío? ¿Dejadez... negligencia o algo más...? ¿Va a obligar Medio Ambiente a la empresa a reponer la zona contaminada a su estado anterior? Que sepa Medio Ambiente que la contaminación de una ZEC puede acabar en una denuncia en Europa.

La macrogranja de Caparroso tiene un historial plagado de irregularidades desde su implantación. Ya el Tribunal Supremo dio la razón al Ayuntamiento de Villafranca que denunció su instalación en terreno rústico y no en industrial, como le correspondía. Es vox populi que las componendas de ese Consistorio con el Gobierno de Navarra (UPN) y la propia empresa decicieron no ejecutar la sentencia. Desde 2014 hasta 2019, por diversas infracciones a la normativa medioambiental, la empresa acumula 19 denuncias de diversos organismos públicos del Gobierno de Navarra, con el resultado de 11 procedimientos sancionadores. 

Por otra parte, la concesión de la AAI que le ha otorgado Medio Ambiente a la empresa, requeriría exposición pública y posibilidad de alegar, ya que en el tiempo transcurrido desde la concesión última hasta ahora han ocurrido cosas sustanciales como son: modificaciones en la legislación de vertidos agrícolas de la UE. Modificación de zonas vulnerables por nitratos y otros componentes. Algunas parcelas donde se venía vertiendo, ahora están afectadas como zonas vulnerables por contaminación por nitratos y con el paso de los años siguen aumentando. Duplicación de la cabaña ganadera y aumento en la recepción externa de purines y lodos de depuradoras. Aumento de la circulación de vehículos por los caminos públicos. Por la importante contaminación denunciada recientemente. Por los vertidos de los purines o lodos a través del sistema de riego llamado "Pivots". Este sistema no está autorizado. Por los numerosos expedientes administrativos incoados a la empresa.

Espero y deseo que cambie pronto la trayectoria de Valle de Odieta/HTN Biogás, pero para ello resulta imprescindible la implicación del Gobierno de Navarra, cerrando esas instalaciones hasta que la empresa respete la legislación vigente. 

Juan del Barrio, miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente


miércoles, 24 de marzo de 2021

LIBERTAD: EL ESLOGAN LIBERAL

 A raíz del adelanto electoral previsto para el martes 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, ha corrido con fuerza entre los círculos autodenominados liberales de la capital un eslogan que pretende ser la piedra de toque de la candidatura de Díaz Ayuso: Libertad o comunismo. Incluso si obviamos la hipérbole del lenguaje que sufre la política actual, este eslogan ha sido ampliamente comentado.

Partimos de un supuesto compartido: en política, la libertad no es otra cosa que la capacidad de elegir nuestros fines por nosotros mismos. Es decir, aquella situación donde el Estado no promueve ningún sentido concreto de lo que supone una vida buena o una vida realizada. No toma posición alguna: únicamente se encarga de proporcionar un marco adecuado para que los ciudadanos elijan, en base a sus convicciones, las vías para alcanzar su propia concepción de vida buena.

A primera vista, esta noción de la libertad promovida por el liberalismo durante las últimas décadas resulta emancipadora. Sin embargo, el uso que de esta hace Díaz Ayuso, y la evidente contraposición del eslogan, delatan un modo de entender la libertad que poco tiene que ver con el supuestamente defendido.

En primer lugar, a pesar de que esta pretendida neutralidad puede ser loable, casa mal con el deterioro que viene sufriendo el ascensor social en la Comunidad de Madrid. Esta autonomía registraba en 2017 un índice de desigualdad de Gini de 35 puntos, 2 puntos mayor que el conjunto del Estado y 10 puntos mayor que el de Navarra. Es decir, una sociedad ampliamente desigualitaria.

Madrid, con su mal entendida noción de libertad, representa la comunidad donde más se ha acentuado el fenómeno global de desaparición de las clases medias. La brecha entre el 20% de la población con más ingresos y el 20% con menos ha crecido en Madrid al doble de velocidad que en el conjunto del Estado.

Los pobres se alejan cada vez más de las clases medias y altas, una estructura social que nos recuerda a la estadounidense, la cual tiene menos reparos en dejar atrás a grandes bolsas de población. Las palabras de la presidenta Díaz Ayuso respecto a los contratos basura son ilustrativas.

Esta avería del ascensor social crea una paradoja entre el creciente peso de los atributos accidentales a la hora de forjar el propio destino (la posición social en la que uno nace, la herencia recibida€) y la exaltación que se hace de una meritocracia que parece ignorar esta arbitrariedad.

Esta no es una crítica hacia su negativa a asegurar una igualdad de resultados, sino a su incapacidad para proveer unas herramientas mínimas con las que cada persona pueda alcanzar su ideal de la vida buena, es decir, para cumplir esa máxima del liberalismo que dice defender.

En segundo lugar, ese concepto individualista de libertad, en principio emancipador, acarrea consecuencias para la comunidad en la que se vive.

La imagen que pretende vender de Madrid como una comunidad abierta, que no compromete la identidad del individuo, tiene una gran acogida. La demografía madrileña, caracterizada por un influjo de personas de otras partes del Estado, hace que este discurso de la libertad basada en el yo desvinculado encuentre un público objetivo.

Este sentido de Madrid como ciudad de paso genera un colectivo circunstancial, que, de manera casi inconsciente, elimina cualquier vínculo moral precedente, obligados por un sentido de universalismo y modernidad.

En esa formulación de lo madrileño que pretende hacer Díaz Ayuso, se aprovecha de esa autoimagen de individuos independientes desligada de vínculos comunales. Como dice el sociólogo Sánchez-Cuenca, "el discurso dominante de la derecha madrileña establece que la capital representa la modernidad y la globalización, así como una España orgullosa y liberal".

El problema es que la sociedad actual, bajo la forma de Estado de Bienestar que adopta en Europa Occidental, exige una alta dosis de implicación mutua que no puede sostenerse sobre la base del yo distanciado que subyace a esa idea de libertad.

La densa trama de dependencias en la que vivimos nos obliga necesariamente a ser seres comunitarios. La idea de libertad promovida por Díaz Ayuso es deudora de una noción de comunidad de la que oficialmente reniega, y debilita esa conciencia de dependencia mutua sobre el que se asienta el Estado de Bienestar.

Por último, esa apelación a la libertad es simple y llanamente falsa en la medida en que, lejos de limitarse a proveer un marco neutral a la sociedad, toma posiciones muy marcadas, e incluso beligerantes, en las cuestiones de mayor carga moral.

Las posiciones adoptadas en temas como el aborto, la orientación sexual o la ética del embrión –por solo mencionar algunos– distan mucho de ser neutras y priorizan un modo muy concreto de concebir la vida buena.

No reivindico una política ausente en los debates morales: me limito a señalar la contradicción que supone con el liberalismo supuestamente defendido. Por tanto, a pesar de que la candidata del Partido Popular se defina como una "mujer sensata, moderada y liberal", es normal que su particular modo de entender la libertad resulte ajeno.

La duda que surge es si, tras esta operación de marketing político, la única noción de libertad que sus promotores pueden tener en mente es la libertad fiscal, que no es sino un subterfugio para pagar menos impuestos. En tal caso, habrá que recordarles que la libertad es algo más que un eslogan.

Carlos Andrés Uranga, en Diario de Noticias

GORA ERRIGORA

 Los intentos de armonizar la Ribera con el resto de Navarra vienen de antiguo. Desde que el romano Tito Livio separó el Ager Vasconum del Saltus y Prudencio llamara al Ebro río vasco a su paso por Calahorra, esa diferencia brutal entre las dos Vasconias la hemos arrastrado hasta la actualidad, ora como riqueza, ora como maldición.

Cuando se formó lo que Lacarra llamaba la Navarra nuclear, de lengua vasca, fruto de la expansión del reino de Pamplona en el siglo X, la muga meridional pasaba por la línea Tafalla-Estella. Al sur, los árabes tomaron el relevo a los godos y durante siglos acentuaron la diferencia. Entre los siglos XI y XII la Ribera fue conquistada, pero su navarrización fue más lenta: dice Yanguas que en 1237 todavía Peralta y Tudela seguían enviado emisarios a Navarra.

A partir de entonces, la Ribera abrazó con entusiasmo el imaginario colectivo navarro. Primero fue su resistencia a la conquista; luego, siglos XVII y XVIII, participó con el resto de Vasconia en la idea vasco-cantabrista que blasonaba la antigüedad de los vascos y justificaba sus leyes diferentes, los Fueros. Gran honor: Tudela, Tafalla o Estella, fundadas por Tubal, nieto de Noé, el primer euskaldun. Fue el primer intento en la edad moderna de dar una cohesión política a los cuatro territorios éuskaros.

El siglo XIX mantuvo esa búsqueda de la identidad vascona primigenia, y basta leer a todos sus cronistas y literatos, o asomarse a las jornadas de la Gamazada, para comprobarlo. El Estatuto Vasconavarro fue la esperanza postrera de los republicanos vasquistas y del Frente Popular Navarro para armonizar los avances sociales y la antigua autonomía. Las masacres del 36 y la eliminación masiva de sus sectores más activos y pensantes alteró la sociología ribera. En el camino quedaron hechas trizas aquellas cooperativas de republicanos como David Jaime, o de los nacionalistas del SOV y PNV dedicadas a vender los excedentes agrícolas de la Ribera en Bizkaia y Gipuzkoa. Un pueblo, decían, un mercado común.

Tras el franquismo renació el movimiento para engarzar la Ribera con el proyecto de una Euskal Herria unida. En su libro Navarra abundancia, el sociólogo Mario Gaviria volvió a señalar el antiguo Ager como despensa de las superpobladas provincias vascongadas. Pero la Transición, el travestismo político, el apartheid de la Ley del Vascuence, la presión españolizante y otros factores contribuyeron al alejamiento de las dos navarras. La pérdida de conciencia vasca, ya lo dijo Campión, acarrea la pérdida de conciencia navarra y abre paso, añado yo, a la derechización política. Basta ver los resultados electorales para comprobarlo. Nada que no dijera el Frente Popular en 1936.

En la actualidad parecía que se iba a cumplir la sentencia que el pedagogo Leoncio Urabayen hizo en 1920: la Ribera "es el teatro de una sorda lucha de costumbres y en modos de ser entre Navarra por una parte y Castilla y Aragón por la otra, y en la que éstas últimas parecen llevar la ventaja". Y con estos pesimismos andábamos cuando un día aparecieron unos jóvenes, locos visionarios, y se pusieron a recorrer la misma senda que tantos hemos andado desde Tito Livio.

Sorprendentemente, no hacían discursos políticos ni promesas electorales, ni escribían sesudos ensayos de historia, ni pretendían convencer a nadie sobre la idiosincrasia vascona de los riberos. Simplemente, se liaron a hacer€ cestas. Sí, cestas, llenas de productos agrícolas de calidad de la Ribera y de primera necesidad en cualquier hogar vasco. Llenaban una cesta en Ablitas, pagaban al productor un precio justo, la vendían en Lekeitio a precio asequible, hacían en auzolan buena parte del proceso y dejaban el 25% para promocionar el vascuence allá donde las leyes lo persiguen. Soberanía alimentaria, auzolan y euskera, el orden de factores no altera la cesta.

Ocho años. Éxito rotundo. Más de 100.000 cestas, millón y medio de euros para AEK, Sortzen y las ikastolas más marginadas del país. Felices los de Lekeitio y Amoroto porque comen bien y hacen país. Felices los de Ablitas y Arróniz porque tienen asegurada la venta y, fíjate qué gente más maja, solo les piden que pongan la etiqueta en vasco. Cientos de agricultores implicados; 25 empresas productoras y transformadoras; trujales; viticultores; legumbres del país; más de 200 puntos de reparto en los siete territorios; relación consumidor-productor sin más intermediario que el euskera; minifundio; multicultivo; diversidad productiva y ecológica; kilómetro cero y pico. ¿Se puede pedir más?

Desde que existe Errigora el aceite me parece más virgen; las pochas más ecológicas; el vino más espirituoso; los espárragos más cojonudos. Pero no es eso, ni siquiera los beneficios que acarrea al euskera lo más importante. Lo grande del proyecto es que devuelve la ilusión colectiva, une el Ager y el Saltus desde la solidaridad y planta cara a la globalización con imaginación y eficacia. Errigora no es solo una genial idea. Es un camino.

Jose Mari Esparza

LA INFLUENCIA DEL OPUS DEI ABORTA EL GIRO FORALISTA DE ESPARZA Y ARRASTRA A UPN HACIA POSICIONES PROPIAS DE VOX

 El humorista Jorge Ponce definía hace unos días a Navarra como "la Euskadi del Opus Dei". El colaborador de 'La Resistencia' simplificó con ironía lo que durante décadas se ha asumido en el imaginario colectivo estatal: que la Comunidad Foral era el nido de amor de las incestuosas relaciones entre una organización religiosa reaccionaria y el poder político conservador, del franquismo a UPN.

Cabe recordar que la todopoderosa Universidad de Navarra comenzó a implantarse en plena expansión del Opus Dei, 1952. En 1959 la España franquista se sacudía las plumas económicas autárquicas para dar paso a una tecnocracia opusina que facilitó el desarrollismo español de la década posterior. Y que en 1960 el Ayuntamiento de Pamplona reconocía como hijo adoptivo al fundador de la prelatura, Josemaría Escrivá de Balaguer. 

El sacerdote oscense, consciente de que había llevado hasta Pamplona a la cuna de los nuevos cachorros del Régimen y que se había proyectado una ambiciosa Clínica que llegaría en 1962, no se cortaba: "Señor alcalde: al recibir de vuestras manos el honroso título, no voy a caer en la falsa humildad de decir que no merezco tan alta distinción. Si lo hiciera, faltaría a la verdad y causaría agravio a vuestra justicia, pues no cabe mayor prueba de cariño que ésta que yo he dado a Pamplona". 


En estas siete últimas décadas el Opus Dei ha extendido sus tentáculos por Navarra y ha sabido aprovecharse de la ventajosa posición que tuvo en el franquismo, y de las dos décadas de gobiernos de UPN entre 1996 y 2015 tras el freno que les supusieron algunas políticas de los socialistas Gabriel Urralburu y Julián Balduz.

Cierto es que, a pesar de los evidentes favoritismos que pasaremos a recordar, ofreceríamos un retrato tuerto si obviásemos que el Opus, con sus muchas sombras, es el propietario de la segunda empresa que más trabajo aporta a Navarra (alrededor de 4.500 empleos), ha otorgado prestigio a Pamplona en influyentes capas de la sociedad estatal y genera un sinfín de ingresos indirectos y riqueza a su alrededor. Pero este hecho no le debiera permitir un derecho de pernada permanente...

El cuatripartito se atrevió

El cuatripartito liderado por Uxue Barkos en 2015 se encontró un panorama desolador en Navarra que evidenciaba que los impuestos públicos se desviaban a los negocios privados: más del 60% del presupuesto destinado a las becas de estudiantes de grado en Navarra iba a parar a la Universidad de Navarra y solo el 13% a la UPNA. 

El Gobierno de Navarra cambió varios aspectos técnicos para recortar la brecha y aminorar el descarado favoritismo que lograba la Universidad de Navarra, cuyos alumnos eran los únicos del Estado que conseguían solapar becas de diversas administraciones para los mismos gastos. 

Aun así el asunto más polémico que marcó el final de 2015 fue la decisión del Ejecutivo foral de no renovar un anacrónico convenio que permitía que trabajadores y familiares de la Universidad de Navarra, en total alrededor de 7.000 personas, recibieran asistencia sanitaria de la Clínica Universitaria de Navarra, también del Opus Dei, con cargo de la factura a la Comunidad Foral. 


Barkos rompió el convenio que inyectaba cinco millones de euros anuales al Opus y derivó esta cantidad en revertir los recortes sanitarios de UPN. Javier Esparza, demostrando que quería seguir la tradición regionalista nada más alcanzar el liderazgo del centro-derecha navarro, acusó de "sectarismo ideológico" al cuatripartito por no renovar este acuerdo. 

Koldo Martínez, portavoz parlamentario de Geroa Bai la pasada legislatura, tiró entonces de ironía: "Una cosa está clara: esta vez sí hemos llegado a la médula de la Navarra católica, foral y española (todo ello en versión Opus Dei)". 

El asunto enfadó tanto a la derecha regionalista que un hombre muy templado como el diputado estatal Carlos Salvador, quizás muy sensible a los asuntos de fe, aseguró que "Barkos y la serpiente de Araiz odian a la Universidad de Navarrra por ser una iniciativa del Opus Dei y llevar el nombre de Navarra por el mundo". 


Salvador, al igual que Esparza, en vez de argumentar prefirieron demonizar al nacionalismo vasco por hacer lo que tenía que haber hecho el PSN-PSOE veinticinco años atrás.

Antes del cuatripartito: Miguel Sanz (1996-2011)

Miguel Sanz, que no tenía la talla intelectual de Jaime Ignacio del Burgo o Juan Cruz Alli, mostraba cierta querencia por teatralizar demasiado sus filias y fobias. Y el corellano recién ascendido a presidente foral tras su traición a los renovadores de Alli, y la traición de Ferraz a los progresistas navarra, realizó gestos inequívocos para visibilizar su interés por asociar a UPN con el Opus Dei. 

Lo primero que hizo fue fichar para su Gobierno a una desconocida burgalesa recriada en Portugalete que había estudiado Farmacia en la Universidad de Navarra antes de convertirse en una de las vicerrectoras de la institución y en una de las personas mejor valoradas por el Opus Dei: Yolanda Barcina. 


Barcina se convertía en la primera mujer consejera del Gobierno de Navarra con la cartera de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio... y en 1999, sin que las bases siquiera la conocieran y sin siquiera estar afiliada a UPN, se convertía en la primera alcaldesa de la historia de Pamplona. 

Esta dirigente también se convirtió en la primera mujer en presidir Navarra y finalmente tuvo que renunciar a liderar UPN porque las 'fuerzas vivas' de la Comunidad Foral le hicieron la cama con la connivencia de Miguel Sanz, que no le perdonó que le ganara por sorpresa unas primarias a 'su' Alberto Catalán y la abocó a la tapia política al 'obligarla' a devolver las escandalosas dietas de la CAN (68.500 euros reembolsó Barcina y 39.000 Sanz).

Sanz, genio y figura

Tras un año en el Gobierno Miguel Sanz, en 1997, utilizó el Día de Navarra para otorgar la máxima distinción del Gobierno foral, la Medalla de Oro de Navarra, a la Universidad de Navarra del Opus Dei representada en aquel acto por el rector José María Bastero.

Sanz se derretía con el momento: "Es de justicia reconocer y agradecer los notables efectos generados por aquella gran decisión adoptada por el beato Josemaría Escrivá de Balaguer, por la elección de Navarra como sede de la universidad pensada por él para impartir a alumnos de toda España y de otros países, una formación basada en los principios cristianos y encaminada al servicio de la sociedad".

Y al año siguiente, 1998, el departamento de Economía y Hacienda del Gobinerno de Navarra concedía a la Universidad de Navarra "el acogimiento al régimen tributario de las fundaciones", hecho que le ha facilitado que esta institución lleve casi un cuarto de siglo sin pagar el Impuesto de Sociedades. 

Yolanda Barcina y el Opus

La trayectoria política de la muy estudiosa y religiosa Yolanda Barcina acabó como el Rosario de la Aurora. La burgalesa acabó enfilando dirección Madrid junto a su marido Manuel Pizarro, célebre por hacerse rico tras las privatizaciones del PP de Aznar y de utilizar su pertenencia al Opus Dei para escalar socialmente. 

Barcina nunca ha reconocido su pertenencia al Opus... pero lo cierto es que su única legislatura como presidenta foral estuvo marcada por acusaciones de favorecer a la institución católica. Y  es que la directora general de la Hacienda foral, Idoia Nieves, cerró veinte años de funcionaria de carrera dimitiendo del cargo tras denunciar en 2014 las supuestas presiones de UPN para favorecer a la Universidad de Navarra. 


Lourdes Goicoechea, vicepresidenta de Barcina, encontró enormes dificultades para rebatir las acusaciones de Idoia Nieves, que denunció "intromisiones" de UPN. Y es que la Cadena SER sacó a la luz unos correos electrónicos en los que la también consejera de Economía, Hacienda, Industria y Empleo le pedía que favoreciera a la organización católica. 

El asunto en cuestión era que los hijos de los trabajadores de la Universidad de Navarra estudiaban gratis en el centro simplemente a cambio de que los padres declarasen la retribución en especie, según el texto refundido de la ley foral del impuesto sobre la renta. Este hecho, declarar la retribución en especie, era una "faena" según Goicoechea. La oposición denunció "tráfico de influencias" y el PSN-PSOE utilizó el asunto para amenazar con una repetición electoral... que fue frenada desde Ferraz. 

En los escasos cuatro años en la presidencia de Navarra de Barcina, que sufrió toda la mochila que le dejó Miguel Sanz (que quería actuar como una especie de tutor legal de su sucesora), el nombre del Opus Dei también sonó a cuenta del consejero de Educación. 

Barcina escogió en el cargo al pío José Iribas, que fue su teniente alcalde en Pamplona y negó su pertenencia al Opus Dei (porque en realidad pertenecía a un grupo del mismo corte ideólogico, Comunión y Liberación). E Iribas no decepcionó al defender con uñas y dientes que los dos centros que segregan por sexos en Navarra le cuesten a las arcas forales 9,4 millones de euros anuales. 

No fue el único favor que recibió el Opus con el Gobierno de Barcina, que dos meses antes de cerrar legislatura declaró al Museo del Opus Dei de "interés social", hecho que le facilitaba que ingresase las millonarias ayudas derivadas de una Ley de Mecenazgo que, según algunas voces, contó cierta tutela de la institución religiosa. 

El tercer mosquetero: Enrique Maya

Enrique Maya capitaneó el Urbanismo de Pamplona durante los doce años como alcaldesa de Barcina, que a su salto a la política autonómica dejó paso a este técnico que llevaba ejerciendo como profesor de la Universidad de Navarra desde 1984 y que tampoco tenía carnet de UPN, quizás sí otros, cuando logró la vara de mando de la capital.

Y en su primera legislatura como alcalde de Pamplona estuvo a punto de llevarse a cabo uno de los mayores escándalos recientes de la política española. Y es que Barcina y Maya decidieron en 2013 que el Colegio de FP Donapea se trasladase a otra ubicación para que la Universidad de Navarra expandiese sus muros y crease tres centros de investigación. 

Juan Carlos Longás, de Nafarroa Bai, explicaba que el problema no era que el comprador, a precio de saldo, fuese "el Opus Dei, sino que el Gobierno de Navarra haya cedido a esto porque lo ha pedido el Opus Dei". 

Cierto es que en 2013 la sensibilidad social estaba a flor de piel y la mezcla de recortes y corrupción derivó en una indignación popular que se notó, entre otros cientos de asuntos a nivel estatal, en la reacción de la ciudadanía frente a la intentona de echar por las bravas y por un capricho privado al Colegio Público Donapea, donde se estudian grados medios y superiores de Administración y Finanzas o Mantenimiento Electrónico, para dar sitio a los señoritos de la Universidad de Navarra.


Pero aun así Maya no daba su brazo a torcer y logró saltarse la mayoría del pleno de Pamplona, que votó en contra de ceder el CIP Donapea al Opus, mediante una pinza con el Gobierno de Navarra (que activó un Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal, PSIS, con el que puenteaba a la mayoría progresista de Pamplona). 

Aun así el asunto se calentó hasta tal extremo que la oposición amenazó con judicializar el asunto y la prensa progresista subrayó los vínculos laborales de Maya durante tres décadas con la Universidad de Navarra. Y la ciudadanía reaccionó: se recogieron más de 6.000 firmas contra el proyecto, se organizó una manifestación de más de 1.000 personas y el Claustro del Donapea protestó.

Maya, alertado por la lluvia de proyectiles jurídicos, mediáticos, políticos y sociales que se le avecinaban, levantó el pie por sorpresa (quizás salvando su carrera política) y aseguró que por "un problema de incompatibilidades" no iba a volver a pronunciarse sobre el tema. 

El Opus Dei, que nunca abre la boca en un asunto de estas características, comprendió que quizás no era el momento de beneficarse de semejante favor y su rector, Alfonso Sánchez-Tabernero, convocó una rueda de prensa de forma urgente para anunciar que "ante la falta de consenso" la Universidad de Navarra había decidido "rescindir el convenio sobre Donapea". 

Con esta decisión, aseguraban, querían "contribuir a la recuperación de la concordia, que es el contexto adecuado para impulsar cualquier proyecto en el ámbito de la educación y la investigación". Es decir, hasta el Opus se desmarcaba de la cerrazón de sus amigos Barcina y Maya. 

Cierto es que no es el único guiño que Maya ha lanzado al Opus. En 2017 UPN rechazó apoyar en el Ayuntamiento de Pamplona una moción impulsada por la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro en el que se denunciaba el expolio de bienes inmuebles puestos a nombre de organizaciones como el Opus Dei sin necesidad siquiera de acreditar título alguno de propiedad. 

Uxue Barkos

La presidenta de Navarra consiguió que sus relaciones con el rector Sánchez-Tabernero fueran de menos a más sin que el Gobierno foral tuviera que ceder ni un ápice a las pretensiones de los que se comportan como más papistas que el Papa: UPN. 


Barkos, que fue alumna de la Universidad de Navarra, mostraba en 2017 su mirada sobre el tema: "Como me decía recientemente un alto cargo del Opus Dei, esta institución ha vivido muy cómoda con las administraciones anteriores y creo que este es el  momento de que el Opus Dei aprenda a convivir con gobiernos de signo completamente diferente y seguramente mucho más incómodos, pero también es el momento de que la sociedad navarra aprenda a convivir con una entidad que también ha traído mucho y bueno a Navarra. Pero es muy importante delimitar claramente los ámbitos de actuación. Creo que estaban demasiado entremezclados". 

Carlos García Adanero: 30 años viviendo de la política navarra

UPN está adoptando una icomprensible estrategia en el Congreso, no así en el Senado, que choca contra la intentona de Javier Esparza de recuperar el centro a través de la recuperación de un discurso fuerista y descentralizador. 

Los regionalistas se mimetizan en la Cámara Baja con Vox de la mano de Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Ambos diputados quizás ayudarían a Esparza buscando el centro, al igual que hacen el PP y Cs, o apostando por la conquista de inversiones y transferencias siguiendo el estilo clásico del PNV que ahora se está extendiendo desde Cantabria hasta Teruel. 

Pero los representantes de Navarra Suma se han mimetizado con Vox. Especialmente cómodo se le presume en este papel a Carlos García Adanero, talaverano que llegó a Pamplona con 18 años a estudiar Derecho en la Universidad de Navarra, con 19 se había afiliado a UPN y con 23 ya había conseguido un puesto como parlamentario. 

Y no lo abandonó durante 28 años (11 de ellos ejerciendo además como portavoz del Grupo Parlamentario de UPN y 4 incluso como secretario general del partido). El tramo final comenzó en 2019 con su llegada al Congreso. 


No hay que tirar demasiado de hemeroteca para advertir que los discursos de García Adanero son llamativamente coincidentes con los argumentarios clásicos del Opus Dei, organización tantas veces acusada de machista y homófoba. 

El diputado, feliz con que UPN denuncia la supuesta inconstitucionalidad de la 'ley de la eutanasia', afirmó ni corto ni perezoso que el objetivo de los promotores de esta legislación respecto a las personas mayores es "quitárselos del medio, matarlos". 

García Adanero, que en la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez se dedicó a recordar lo que une a UPN con el partido de Santiago Abascal, también ha hecho suyos los argumentarios opusinos sobre la decisión del Gobierno de España, tal y como figura en el acuerdo programático entre PSOE y Unidas Podemos, de cortar subvenciones a los centros que segregan por sexo (muchos de ellos del Opus Dei).

Y no es el primer capote que lanza el talaverano a la organización: en 2009 la consejera de Salud, la antiabortista María Kutz, enfadó a los trabajadores del sector público al asegurar que estaba descartado que se implantase en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) una facultad de Medicina, que era un proyecto taponado por UPN quizás para congraciar al Opus Dei. 

Adanero aseguró que "quizá en estos momentos no sea la prioridad". Ni lo iba a ser nunca para UPN ya que la facultad de Medicina de la UPNA se inauguró hace dos años gracias al trabajo e inversión del cuatripartito. En 2014, cuando Goicoechea estaba siendo acusada de favorecer al Opus, el diputado llegó a perder los papeles para cargar contra el PSN-PSOE por "premeditación" en sus ataques a la entonces vicepresidenta.

Más destemplado se le ha visto incluso ahora a la hora de cargar contra el Gobierno central por cortarle el grifo a los centros que discriminan por sexo. García Adanero ha llegado a hablar de "despropósito" y asegura que 2.500 familias navarras van a ver mermada su libertad de elección... con dinero público. 

"Ustedes han decidido con votos, como si se pudiera hacer así, que no tienen derecho a elegir el colegio. Ustedes han decidido que esas 2.500 familias son ricas. ¿Pero ustedes se han vuelto locos?", se preguntó. 


El diputado incluso llegó a desplegar un insólito discurso obrerista mirando a las bancadas socialistas: "Ustedes no quieren dar la misma oportunidad a los hijos de un ministro, que a los hijos de cualquiera que está trabajando o está sin empleo. Es decir, los hijos de los ministros que elijan colegio, pero ¡ah! el que que está en el paro no. Ese donde diga el Gobierno. Ustedes son unos sectarios". 

La influencia del Opus Dei en la órbita de UPN también se puede reflejar en el argumentario de sus dos expertos en materia educativa de Na+ en el Parlamento de Navarra: los tudelanos Pedro González y Carlos Pérez-Nievas. El primero aseguró que la ley "suprime la libertad de elección de las familias". Y el segundo que esta legislación supone "un ataque a la libertad de los padres".

Es evidente que el giro fuerista de Esparza está siendo abortado por la influencia del Opus Dei, que está a punto de celebrar el 70 aniversario de su implantación en Navarra gozando de una estupenda salud económica y una envidiable influencia en amplias capas de un partido, UPN, que quizás no consiga defender demasiado a Navarra si decide priorizar los intereses de una institución con las características como la que fundó hace casi un siglo San Josemaría. 

Pedro Pérez Bozal, en e-ribera

lunes, 22 de marzo de 2021

NAVARRA SUMA HACE OPOSICIÓN EN NAVARRA CON DATOS DE ANDALUCÍA

 No son nuevas las ganas de criticar la gestión del Gobierno foral por parte de algunos parlamentarios de Navarra Suma, dispuestos a aprovechar cualquier resquicio para sacar punta a la polémica. Una obsesión en la que cualquier dato, de cualquier informe, es motivo de escándalo si de él sale malparada la labor del Ejecutivo autonómico. Aunque el dato carezca de rigor o esté descontextualizado. Lo que en ocasiones lleva al error involuntario o, directamente, a la tergiversación malintencionada.

Es lo que le ha pasado a la parlamentaria Marta Álvarez, una de las voces más críticas con el Gobierno dentro de Navarra Suma, y que le ha servido para ganar posiciones en las filas de la derecha durante los últimos meses. Álvarez fue directora general del departamento de Derechos Sociales en el Gobierno de UPN, por lo que conoce bien los datos de los que habla, el riesgo de malinterpretación de algunas estadísticas de ámbito estatal y la dificultad que implica gestionar algunas áreas con la situación actual. Pero no parece importarle mucho. Más bien al contrario.

El último ejemplo lo ha dejado esta semana, y por partida doble. Álvarez denunció el pasado martes que Navarra tiene "una de las peores notas de España" en la atención a la dependencia, "lejos de los estándares que dejó UPN". "Lo terrible es que la lista de espera se esté reduciendo por el alto número de personas fallecidas entre marzo y diciembre a la espera de recibir una prestación, el 47,49% de las 16.080 que salieron de la lista de espera el pasado año", denunció la parlamentaria de Navarra Suma haciendo referencia al Dictamen del Observatorio de la Dependencia.

El problema es que el dato no se corresponde con el de Navarra. Es imposible que la lista de espera se haya reducido en 16.080 personas en un año porque en Navarra, según el mismo informe, pendientes de resolución están el 5,5% de los solicitantes de ayudas, unos 800 dependientes. De hecho, en 2020 hubo 19.700 solicitudes de prestación y 14.462 con el derecho reconocido. Es más, lo "terrible" según Navarra Suma, es que de esos 16.080 dependientes que habrían abandonado la lista de espera el pasado año, 7.684 lo habrían hecho por fallecimiento. El pasado año murieron en Navarra 6.812 personas, y evidentemente no todas eran dependientes en lista de espera. Es más, la lista de espera se redujo en 35 personas en 2020.

Los 16.080 dependientes en realidad hacen referencia al dato de Andalucía,y aunque en el conjunto del informe queda claro que se trata de una errata, aparecen incluidos por error en la tabla de resumen sobre Navarra. Es probable que Álvarez se haya confundido como consecuencia de una lectura rápida del Dictamen del Observatorio de la Dependencia. Algo comprensible, incluso para una exdirectora general de Derechos Sociales que conoce bien los datos que maneja la Comunidad Foral en cuanto a volumen poblacional.

No obstante, la denuncia de Navarra Suma contiene un segundo error, y este no parece tan casual. En su denuncia a la gestión del Gobierno, la parlamentaria argumenta que "Navarra sigue sin recuperar ni de lejos los estándares de calidad que dejó UPN". Para explicarlo, la parlamentaria ha elaborado un gráfico con la nota anual que el informe sobre dependencia otorga a Navarra, y que el pasado miércoles exhibió en una comparecencia de la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu.

El gráfico de Navarra Suma omite sin embargo el dato de 2015, del último ejercicio de UPN. Por la sencilla razón que en ese año la nota media de Navarra pasa del 4,8 de 2014 al 2,5. No es que el cuatripartito hubiera hundido la gestión de la dependencia en cuatro meses, tampoco la de UPN en la primera parte de aquel año. Simplemente, en 2015 el informe cambió la escala con la que analiza los datos, imposibilitando la comparativa con los ejercicios precedentes. Algo de lo que es consciente Álvarez porque así consta expresamente en un estudio que muestra una clara mejoría desde ese año hasta la actualidad. Es más, respecto al dato de 2015, Navarra ha mejorado la nota casi un punto medio y cinco posiciones en el ránking de CCAA.

Sin embargo, la parlamentaria de Navarra Suma omite deliberadamente ese dato. En su lugar, muestra la nota anterior al cambio de criterio de forma que, en comparación con el actual, se pueda concluir que la situación de la dependencia es peor ahora que durante el Gobierno de UPN. A fin de cuentas, aquí la prioridad es hacer oposición. Que los datos sean falsos, resulta secundario.

Ibai Fernández, en Diario de Noticias