martes, 16 de marzo de 2021

CAMPAÑA DE INSIDIAS CONTRA PABLO IGLESIAS

       Pobre Iglesias, el saco de todas las hostias, y no solo por méritos propios, no solo. Ahora hasta la candidata de Más Madrid se apunta a la fobia contra su persona, esa fobia inducida desde el sistema, el cual dicen que cuestiona con sus pujos republicanos y un comunismo que no ha aparecido nunca en ninguno de los programas electorales de su partido, socialdemocracia puesta a punto, acaso un poco más convencida, atrevida y poco más, lo que se puede, incluso se debe y gracias. Una campaña de acoso y derribo contra él y su partido perfectamente dirigida desde los poderes fácticos por todos conocidos, con todos los medios a su alcance, la famosa Brunete mediática que ya dijo otro..., que lo denigra a cuenta de cualquier nadería que nunca es motivo del mismo encono y persecución en otros, "a ver esa facturita de chuches, esas vacaciones playeras en no sé dónde o una comida en un asador castellano con orujos y puros a los postres, ¿acaso no son rojos?, ¿con qué derecho entonces pretenden entonces disfrutar de la vida como el resto de los mortales?, escándalo seguro, a ver qué les sacamos aunque sea solo para  ponerlos en la palestra durante una semanas, que vea la gente que para corruptos ellos, ríete del Egea comprando diputados murcianos al peso, y ya luego si eso, esto es, cuando salga la sentencia exculpatoria de costumbre, que rectifique su puta madre". Una campaña de una insidia tan descarada y grotesca que abochorna y mucho hasta a los que no somos podemitas; pero, que cala a la perfección entre la gente tenida a sí misma de decente y orden, con los pies en el suelo y toda la monserga reaccionaria al uso, siquiera ya solo temerosa de lo que le dicen que tiene que temer. Así que va la doctora García, rechaza la oferta de unidad de Iglesias, y, ya de paso, tacha a este de machirulo por atreverse a proponerle un lista en la que él iría de segundo, de se-gun-do, esto es, una lista encabezada por ella, que es la que en mi opinión debería disputar la presidencia a Ayuso, y en la que lo del líder de Podemos es más un aldabonazo mediático que otra cosa, y eso sin que pueda medir con cuánto de verdadero gancho entre la gente de izquierda, o puede que todo lo contrario a tenor de lo pasado en las últimas elecciones locales en Madrid. 

      ¿Miedo a ser eclipsada por la figura mediática y política de un Iglesias en retirada, y eso tras haber hecho lo más atinado de toda su carrera política, algo que, tranquilos, tampoco le reconocerán sino todo lo contrario, reconocer que su momento ya ha pasado dando un  paso atrás para poner al frente de su formación a Yolanda Diaz? ¿Feminismo mal entendido, peor aun, como coartada barata y cada vez más preocupante y hasta obscena, un "mansplaining" inaceptable solo porque el líder de Podemos tiene polla, al confundir, o más bien querer confundir, la condición masculina de Iglesias con esa otra de líder natural de Podemos, y, por mucho que les pique a sus legiones de furibundos "odiadores", que no críticos, a derecha y también izquierda, figura ya histórica de la izquierda española con todos sus claroscuros, no me vaya a hacer sombra después de lo mucho que me lo he currado en la Asamblea de Madrid? ¿Acaso hay tiempo para andarse con exquisiteces procedimentales, que si no son modos porque lo que tenía que haber hecho es tal o cual? ¿Incapacidad innata de la izquierda para reconocer las prioridades políticas de cada momento histórico por culpa de su ceguera banderiza, sus pejigueras ideológicas o, más bien, la insoportable vanidad de los egos de cada cual? 

      Lo que sea, pero está claro que quienes están dispuestos a repetir el error que los llevó a perder el gobierno de la Comunidad Madrileña en las pasadas elecciones, la división de la izquierda alternativa al PSOE, no merecen respeto alguno. Tienen lo que se merecen, y mucho me temo que en este caso será un gobierno orgullosamente "fascista", Ayuso dixit et Monasterio dictante, ya sea por obra y gracia de los méritos populistas de los otros como de su propia y tenaz inoperancia. En Madrid van a privatizar hasta las ganas de morirse, si es que no lo están ya.

Txema Arinas, en Facebook

1 comentario:

Angel Lacort dijo...

Tal vez, lo más sensato hubiese sido hablar previamente con los partidos implicados para evitar lo que ha ocurrido. Los propósitos para evitar que la derecha y los ultras vuelvan a controlar la Comunidad de Madrid bien merecían ese trabajo previo, para que la noticia de que el vicepresidente se unía contra Ayuso hubiese tenido asegurado un eco positivo para el cambio.