El portavoz de la plataforma Nafarroa Bizirik aseguró en Olite/Erriberri que en el momento de
producirse la invasión de Navarra en 1512 no había un duelo generalizado entre
dos bandos irreconciliables, agramonteses-beamonteses. “No había una guerra
civil entre navarros, sino un
enfrentamiento lejano entre linajes que no justificaban el caos civil
con que se ha vestido por algunas fuentes la Conquista”, aseguró Iribarren en
una conferencia organizada el viernes por el grupo local Erriberri Bizirik.
La charla,
la segunda del ciclo preparado en Olite/Erriberri para conmemorar el 500
aniversario de la pérdida de la soberanía del reino, reunió a una treintena de
personas que previamente visionaron un audiovisual producido por Nabarralde.
Después
Sergio Iribarren intervino para destacar la importancia de “recuperar la
historia desde los propios pueblos” ante un auditorio formado por vecinos de
Olite/Erriberri y de otras localidades de su merindad, como Tafalla, Pueyo,
Miranda de Arga, Ujué/Uxue o Beire.
“La
historia de los pueblos pequeños la cuentan siempre los poderosos”, advirtió el
miembro de Nafarroa Bizirik, que
recalcó que en estos momentos, más que nunca, “es importante rescribir la
historia desde la propia Navarra”.
El invitado
de Erriberri Bizirik repasó las
fechas más señaladas de la conquista, desmitificó algunos bulos propagados por
los anexionistas, explicó el papel jugado por el Vaticano a la hora de avalar
la usurpación e insistió en que la guerra de Navarra fue cruenta y el
sometimiento nunca voluntario.
Iribarren
respondió las preguntas de los
asistentes, a la vez que avanzó los proyectos previstos por la iniciativa para
congregar en Pamplona/Iruña a los navarros soberanistas en una marcha que
partirá de diferentes pueblos y barrios para confluir el día 16 de junio en un “gran
acto de masas” que demuestre que “Navarra sigue todavía viva”.
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