lunes, 28 de mayo de 2012

RIGUROSA INVESTIGACIÓN SOBRE EL POSIBLE ASESINATO DE PABLO NERUDA

"Yo además de periodista soy historiador; el periodista me pide un titular, pero el historiador me exige rigor".

Con esa premisa, el español Mario Amorós enfrentó su última investigación, la misma que desde esta semana se encuentra en las librerías de Chile, país que ya ha inspirado seis de sus libros publicados. El más reciente es "Sombras sobre Isla Negra" (Ediciones B, $14.000), un recorrido por el último año de vida de Pablo Neruda, con el enfoque principal puesto en las dudas en torno a si el poeta pudo haber sido asesinado, posibilidad que desde 2011 la Justicia chilena investiga.

Amorós, por su parte, también lo ha hecho, en un trabajo en el que ha tratado de no dejar cabos sueltos. "Consulté correspondencia, infinidad de diarios, testimonios importantes", resume, en un trabajo que incluso requirió de viajes a Chile para largas horas de entrevistas y documentación.

Pese a ello, el escritor cuenta de entrada que su obra no es concluyente, en términos de responder a la pregunta sobre si Neruda fue o no asesinado por la dictadura. "Estos temas son muy complicados, y era muy importante no caer en sensacionalismos, dada la universalidad que tiene Pablo Neruda. Si yo afirmara que fue asesinado, eso daría la vuelta al mundo. Pero no lo hago, porque honestamente no lo sé", reconoce.

-Muchas veces los autores enfrentan investigaciones como ésta con ganas de demostrar a como dé lugar una hipótesis revolucionaria. ¿Cómo enfrentó usted ese proceso?
-He intentado estudiar el último año de vida de Neruda con un trabajo riguroso y serio como historiador. Encontré cosas importantes, pero también muchas contradicciones. Y aunque hubiera tenido mejores resultados comerciales, no me he planteado la posibilidad de hablar de un asesinato de Neruda. Hay una interrogante, y eso es lo que yo planteo.

-Sobre personajes como Neruda, Allende o Frei, muchos prefieren mantener la duda en torno a la posibilidad de que hayan sido asesinados, ya que ello de algún modo refuerza su carácter heroico. ¿Cómo se relacionó con esa búsqueda de una parte de los lectores?
-Efectivamente. Yo escribí una biografía política de Salvador Allende ("Compañero Presidente"), y uno de los argumentos que expresé es que lo interesante de él hoy es su vida, su compromiso con ciertos valores. No tiene importancia saber si en esas horas dramáticas en La Moneda él se disparó, o si algún militar le pudo disparar. Él fue una víctima de la dictadura, su nombre figura en el memorial del Cementerio General y en el Informe Rettig. En el caso de Neruda, la duda ha surgido en el último año, y es un caso diferente. Lo que yo sostengo es que él sí fue una víctima de la dictadura. No sé si fue asesinado, pero estoy convencido de que el sufrimiento físico y moral que le supuso el golpe de estado, la muerte de Allende y la magnitud de la represión contra sus compañeros, lo llevó al borde de la muerte.

-Que su libro no sea concluyente puede ser algo decepcionante para quienes esperan que la historia que abre tenga un final...
-Me han preguntado si éste es un libro provisorio. Yo creo que es un libro novedoso, porque hasta ahora nadie había abordado el último año de vida de Neruda con tanta minuciosidad, con tantas fuentes. El libro puede ser provisorio en cuanto a que la pregunta sobre su asesinato está abierta, y es honesto reconocerlo. Hasta que el juicio no dé una conclusión, no podemos saber lo que pasa.

-Tal vez la segunda parte de este libro, entonces, la esté escribiendo el juez Mario Carroza...
-Él ha hecho un gran trabajo, confío en lo que está haciendo, y si decide hacer la exhumación, ahí tendremos el final de la historia y tal vez podamos ampliar el libro con las nuevas pesquisas.
Sebastián Cerdá, para EMOL (Chile), recogido por Rebelión.

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