Por iniciativa del grupo cultural Altaffaylla y en colaboración con
la revista La Voz de la Merindad, ayer se rindió un sencillo y emotivo
homenaje a Nicolás Giral Marsall, el tafallés que en el año 1906 puso en marcha
y fue el primer director de la revista El Tafallesico, una publicación
local que salió a la calle cada 15 de agosto durante diez años consecutivos,
hasta 1916, y en ella quedaron recogidos muchos acontecimientos, anécdotas,
curiosidades, chascarrillos y temas costumbristas que reflejan el devenir de la
época.
El homenaje consistió en la colocación de una placa en la conocida como Casa
Elizondo, en el nº4 de la calle Cuatro Esquinas, el edificio donde nació un 2 de
febrero de 1883 este precursor del periodismo local. Al acto acudieron una
decena de descendientes del homenajeado, representantes de los colectivos
organizadores, ediles como Arturo Goldaracena, Cristina Arconada y Pedro Leralta
(Bildu) y Ángel Solchaga (PSN), además de numerosos vecinos.
Agurtzane Berrio recordó en castellano y en euskera, que esta placa es una
más de las que ha colocado Altaffaylla en los últimos años en varios edificios
emblemáticos del casco antiguo, con la pretensión de "dar vida y llenar de
historia las calles". En el caso de la placa que se iba a descubrir en ese
momento se sumaba La Voz de la Merindad, "nuestra decana de la prensa
local", apuntó Berrio, "para homenajear a un prócer del periodismo local".
Leire Sevillano, la actual directora de La Voz de la Merindad, glosó
la figura y obra de Nicolás Giral, al que calificó como "un tafallés apasionado
con Tafalla". Escritor infatigable, desde muy joven dejó unas curiosísimas
Memorias de juventud, manuscritas en 62 cuadernos. Como joven activo e
innovador también fue uno de los introductores en Tafalla del ciclismo, deporte
entonces casi desconocido. En su juventud, Giral se marchó a Barcelona, donde
trabajó como periodista, pero siempre siguió muy vinculado a su ciudad natal.
Aprovechaba sus viajes para investigar sobre la historia de Tafalla o escribir
artículos, poesías y parodias locales. Entre 1906 y 1916 publicó la revista
El Tafallesico. El humor, la fina chanza, la anécdota local y el
inocente cotilleo fueron sus rasgos más importantes. El Tafallesico
fue, para Leire Sevillano, "el predecesor de La Voz de la Merindad, que
ya hemos cumplido 83 años de existencia".
Sevillano resaltó las aportaciones de Nicolás Giral como historiador local.
"Podemos afirmar -dijo- que fue el primer historiador serio y moderno de nuestra
ciudad. Rastreó nuestros archivos, y dentro del tomo que Julio Altadill preparó
para la Geografía del País Vasco-Navarro, escribió un resumen de la
historia local con el título Tafalla a través de los siglos. En el
periódico El Eco de Navarra publicó, entre septiembre de 1912 y junio
de 1913, un total de 48 artículos de historia de Tafalla muy documentados.
Estaba preparando una Historia de Tafalla mucho más completa, de la que
ya tenía redactada 500 cuartillas, cuando murió en Barcelona, el 4 de marzo de
1917, a los 34 años". Al finalizar su intervención, Leire Sevillano entregó un
ramo de flores a sus familiares más cercanos, los hermanos José Ramón y Asunción
Giral, sobrinos del homenajeado. Un hijo de José Ramón Giral y de Teresa Guembe,
Martín Giral, descubrió la placa mientras los txistularis entonaban el Agur
jaunak.
Carmelo Armendáriz, en Diario de Noticias
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