El Partido Popular ya no sabe a que patraña electoral recurrir, con el propósito de evitar la pobre cosecha electoral que su partido obtendrá en las próximas elecciones autonómicas, en la Comunidad Autónoma Vasca. En este sentido, se intenta inflar el padrón de la Diáspora, agregando unos supuestos 200.000 o 300000 ciudadanos que han abandonado el País Vasco y otras comunidades, por causa de las amenazas de ETA. Cabe destacar que los nuevos votantes, exiliados por causas del terrorismo en los últimos 30 años, deberán manifestar y no deberán comprobar que están residiendo en el extranjero, por culpa del accionar de la organización vasca ETA.
Debería el señor Rajoy y sus compañeros de partido saber que la Diáspora vasca se ha constituido con diversas migraciones de miembros de un país como el vasco, que históricamente han emigrado a todo el mundo y la prueba de lo antes manifestado, son las más de 180 casas vascas que se encuentran asentadas hoy en América, Oceanía, Asia y Europa, estando la mitad de ellas en la República Argentina.
Estas instituciones vascas, se han ido nutriendo de las distintas migraciones. En este sentido, al menos las de la Argentina, las podemos desglosar de la siguiente manera: Los vascos residentes en las provincias de Salta y Jujuy en su mayoría provienen de las colonizaciones de estos territorios americanos por los reyes de Castilla y Aragón, ya que España no existía como entidad política. Los otros emigrantes vascos llegaron a nuestro país por el Río de La Plata. En este sentido, una vez que nuestro país en el año 1816 logró independizarse del Imperio español, se producen nuevas oleadas migratorias de vascos a la Argentina hacia mitad del siglo XIX, y estos entre otros motivos, vinieron para cuidar las ovejas junto a otras etnias que llegaron al país para construir nuestra República Argentina.
Será hacia finales del siglo XIX cuando un grueso de ciudadanos vascos arribe a estas tierras, por causas políticas, lo cual el Señor Rajoy parece ignorar, ya que los españoles abolieron “Los Fueros Vascos, o Leyes Viejas”, convirtiendo a los Territorios Históricos de Hegoalde (Euskadi sur), en provincias españolas, y entre tantas cosas, obligaron a los ciudadanos vascos a hacer el servicio militar a favor de España, que en esos años se encontraba ocupada en los conflictos bélicos del norte de África y Cuba.
Señor Rajoy, esos emigrantes vascos de fin del siglo XIX, se fueron de Euskadi sur, por causas políticas, para ser más claros por el avasallamiento de las libertades vascas, y en este caso, el represor era España y no supuestamente ETA. Señor Rajoy le pregunto a usted ¿Qué reparación proponen ustedes los populares para estos emigrantes políticos vascos y sus descendientes? Muchos de nosotros somos hijos, nietos y bisnietos de aquellos vascos, los cuales si bien estamos orgullosos de ser argentinos, uruguayos, venezolanos, etc., cabe destacar, que en una situación de normalidad política podríamos haber nacido en Euskal Herria y ostentar con orgullo nuestra nacionalidad, pero ello no ocurrió, porque nuestros antepasados fueron obligados por el Estado español a abandonar su tierra de nacimiento.
Además señor Rajoy, parece que usted tampoco se ha enterado sobre la última emigración de los vascos, finalizada la guerra civil española, cuando sus añorados líderes (Mola y Franco), se alzaron contra las instituciones republicanas, cargándose las instituciones que habían sido elegidas por la voluntad popular y en el caso de los vascos, obligando a quienes pudieron, a abandonar su tierra por causa del terrorismo de estado ejercido por el régimen franquista.
Seños Rajoy, en vez de negar la verdad histórica y permitir que los familiares de los represaliados puedan reivindicar a sus muertos, muchos de ellos enterrados en fosas comunes. En vez de pedir perdón por los miles de vascos que tuvieron que abandonar su tierra por causas políticas. En vez de realizar una reparación moral a quienes como consecuencia de lo antes dicho somos argentinos-vascos, uruguayos-vascos, venezolanos-vascos, ustedes ponen en marcha una operación política, a partir de una matemática electoralista, y deberían recordar que en las últimas elecciones municipales y forales, los ciudadanos vascos de la Diáspora y de otras comunidades a los cuales ustedes hoy les prometen derecho al voto si manifiestan que se fueron el país por ETA, no hubieran podido sufragar por el cercenamiento que el constitucionalismo español realizó sobre los derechos electorales de los residentes en el exterior en las elecciones antes mencionadas.
Quienes somos vascos de la Diáspora, más allá de tener o no derechos políticos, debemos estar atentos al posible fraude (Pucherazo), y denunciar en todos los medios a nuestro alcance esta maniobra del estado español, que pretende alterar con la elaboración de un nuevo censo el resultado electoral.
Señor Rajoy, ya que usted se plantea en estos días realizar reformas electorales, le comento que estudios realizados sobre la Diáspora, indican que al menos un 10 % de los argentinos (4.000.000) tienen al menos un apellido vasco y que la diáspora en su conjunto, los vascos y descendientes de los vascos serían unos 6.000.000. Además, le traslado que una gran mayoría de nosotros, hijos, nietos y bisnietos de vascos queremos también votar, o sea, recuperar los derechos que alguna vez tuvieron nuestros antepasados, como un homenaje a todos aquellos que debieron abandonar para siempre su tierra por culpa del terrorismo del Estado español.
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