"Cuando las 24 familias llegamos aquí desde nuestros pueblos, esto era un desierto. Había sólo casas, y faltaban todos los servicios. Además, nos llevó tres años lograr que la tierra, muy pobre, cogiera forma regada ya con el agua del Canal de Bardenas. Acabó dando sus frutos, como pimientos, tomates, alfalfa, maíz o cereal. Fueron tiempos difíciles, pero hoy podemos decir que vivimos en un pueblo estupendo y bonito". Habla Ramiro García Rodríguez, natural de Buñuel, de 90 años y uno de los primeros vecinos de Gabarderal. Hoy son 130. Concejo de Sangüesa desde 1973, es uno de los 5 pueblos de colonización nacidos en Navarra en los 60 en torno al Canal de Bardenas, que toma el agua del embalse de Yesa (ambas infraestructuras se inauguraron en 1959). Los primeros habitantes llegaron a Gabarderal a principios de 1960, hace ahora 50 años, y la localidad conmemora mañana la efeméride.
"Será una jornada de homenaje sencillo al pueblo en sí, pero sobre todo hacia nuestros padres, que lo levantaron con empuje, empeño y afán de superación, como quien dice, de la nada", asevera el presidente del concejo, José Manuel González Castronado, de 46 años. Su familia se desplazó a Gabarderal desde Buñuel, y él, que ya nació aquí, forma parte de la segunda generación de vecinos.
El programa de actos para la fiesta de mañana consta de auroras a las 6, recepción de invitados en la casa del concejo a las 10, misa a las 11 cantada por la Coral Nora, inauguración de una escultura conmemorativa del 50 aniversario (obra de José Mª Arriazu y Valentín Cañardo, ambos del pueblo), entrega de detalles a las 24 familias de colonos, aperitivo, comida popular y concierto. Más adelante se prevé editar un libro.
Gabarderal tomó su nombre de un término próximo a donde se levantó el pueblo. "Significa zona de gabarderas, que son unas rosas silvestres", apunta el presidente del concejo. Y recuerda que estos poblados de colonización se levantaron a través del Plan de Regadíos del Instituto Nacional de Colonización. En torno al Canal de Bardenas hubo 10 nuevos en Aragón, y 5 en Navarra: Gabarderal, Figarol, Rada, San Isidro del Pinar y Boyeral, aunque el último se abandonó.
"Aquí se expropió a Sangüesa un terreno comunal a 5 km del casco urbano que no se cultivaba porque era pobre. Se niveló, se pusieron acequias y se levantaron viviendas. Después, se ofreció a familias la posibilidad de venir aquí, y se les asignaban una casa, 10 hectáreas de terreno, una yegua y aperos de labranza", rememora. "Se buscaba dar un medio de vida a gente sin muchos recursos, aunque luego tenían que pagar una cantidad al año por lo recibido. Vinieron 24 familias, todas de Navarra: Petilla de Aragón, Tudela, Buñuel, Torres del Río, Jaurrieta, Barásoain, Unciti, Armañanzas, Artajona, Eslava, Usún, Bargota y Sangüesa", enumera. "Los primeros en llegar fueron Domingo Lacosta, de Petilla, José Jiménez, de Tudela, y Ramiro García y Santiago Arriazu, de Buñuel".
"Lo que más sorprendía inicialmente era que no había servicios: ni luz, ni agua, ni saneamientos, ni calles, ni ayuntamiento, ni escuela, ni iglesia... Fueron llegando poco a poco, y para los 70 ya estaba todo listo", expone. Más adelante cerró el colegio, pero se habilitaron un consultorio médico, piscinas, jardines, un bar y una casa rural.
"Hoy, la mayoría de la gente vivimos de la industria, aunque todas las familias mantienen vínculos con el campo. Es parte de nuestra historia", asevera el alcalde. Y sentencia: "Gabarderal es un pueblo ideal para vivir, con todo lo que se necesita, muy tranquilo, con muchas zonas verdes y próximo a una ciudad. Le veo mucho futuro".
Asier Vidondo, en Diario de Navarra
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