jueves, 7 de junio de 2012

PITILLAS RECONOCE AL ALCALDE FUSILADO EN 1936

El Ayuntamiento de Pitillas celebró este jueves un Pleno extraordinario en el que homenajeó y reconoció la figura de Antonio Cabrero Santamaría, alcalde socialista de Pitillas asesinado en 1936.
A instancia de una vecina, en junio del pasado año el Ayuntamiento recibió una solicitud para reparar de la figura del edil y que el municipio le dedicara una calle o plaza.
         El Pleno que presidió Amador Jiménez (PSN) acordó finalmente, por unanimidad, el reconocimiento de la labor del asesinado y entregó a  sus descendientes un libro de actas municipal de la época republicana que presidió. Tras la votación, los asistentes subieron a la nueva sala de reuniones de la Casa Consistorial, que llevará el nombre de Antonio Cabrero.
Cabrero fue nombrado alcalde de Pitillas en abril de 1936. El 20 de julio del mismo año un grupo de golpistas le arrebató la vara de alcalde entre amenazas de muerte.  Tras destituir al ayuntamiento republicano, varios vecinos, entre ellos Cabrero, huyeron de la localidad para salvar sus vidas.  El mandatario local buscó refugio en la Sierra de La Alcarama, pero cuarenta días después, el 3 de septiembre, fue asesinado en un término de Fuentebella (Soria). 
Tras la desaparición del padre, parte de la familia Cabrero se asentó en Tafalla. El hijo del edil pitillés, Valentín Cabrero Urzáin, uno de los primeros diputados socialistas del Parlamento navarro de la transición y concejal tafallés, siempre intentó conocer el lugar dónde reposaban en Soria los restos de su padre y dignificar su memoria.
Al final, en junio de 2010 la familia Cabrero consiguió levantar un monolito en el lugar aproximado donde había sido asesinado el alcalde y otro compañero de fuga. En diciembre del año pasado, falleció en Tafalla Valentín  Cabrero sin ver un reconocimiento oficial que ahora, tarde para algunos, ha tributado el Ayuntamiento pitillés a quien defendió el aprovechamiento del comunal del pueblo con principios de equidad y justicia social, atrevimiento que le costó la vida.

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