El Pleno de Tafalla aprobó ayer por unanimidad, por un lado, el proyecto
básico de construcción del edificio de Secundaria de la Ikastola Garcés de los
Fayos y, por otro lado, el pliego de condiciones que regirá la concesión
administrativa de la parcela, situada en la AR2, en la que se construirá
próximamente el centro.
Del mismo modo, el Pleno dio el
"último paso" antes de adjudicar la concesión y aprobó "convocar la licitación
pública para la adjudicación" de dicha parcela.
Tal y como explicó la primera edil, Cristina Sota (UPN), esta parcela es de
uso dotacional "con un uso pormenorizado de equipamiento público" y consta de
una superficie de 4.617 m2. "Tiene un plazo de concesión de 75 años, lo que
significa que al término de los mismos revertirá sin carga alguna para el
Ayuntamiento de Tafalla", indicó, a la par que aclaró que este pliego de
concesión exige un canon anual en especie que supone la disponibilidad entre
semana y fines de semana de las instalaciones deportivas.
Juan Andrés Ramírez (Bildu) señaló al respecto que aunque "el camino se ha
hecho largo, en los últimos tiempos, por fin, con más o menos gusto, todos
estamos remando en la misma dirección para que este proyecto se haga realidad
cuanto antes".
El portavoz del PSN, Ángel Solchaga, lamentó que en Tafalla no exista la
opción de elegir entre una enseñanza pública o privada en euskera, debido a la
Ley de Zonificación, argumento que compartió la edil de Iniciativa por Tafalla,
Ana Ozcáriz, quien apuntó que "ojalá que este proyecto no fuese privativo porque
estaríamos hablando de una enseñanza pública de calidad en euskera y no
estaríamos hablando de este proyecto".
Por el contrario, cabe destacar que el Pleno no pudo sacar adelante, debido a
los votos contrarios de los ediles de la oposición (Bildu y PSN), la propuesta
de adscripción a la sociedad Ciudad Deportiva Tafalla SA de los terrenos
rotacionales deportivos de la AR2. Bildu defendió que en ningún caso aprobará
"una adscripción que incluye todos los terrenos del proyecto vigente porque es
un proyecto anticuado y poco realista", explicó Ramírez, mientras que Solchaga
subrayó que el problema radica en las consecuencias que puede tener esta
adscripción "de cara a las decisiones importantes que tienen que venir a
continuación de esa adscripción, es decir, a las obras o a la concesión
administrativa de gestión de esa Ciudad Deportiva, que nos pueden comprometer a
largo plazo con importes muy grandes". Tanto UPN como IT, en cambio, votaron a
favor del punto.
Ainara Izko, en Diario de Noticias
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