Ayer me enteré que dentro de la gira musical que estás haciendo con Serrat
habéis cantado en Tel Aviv (Israel). Me resultaba difícil creerlo no sólo por
ti sino sobre todo por Serrat, pero a
través de Internet he podido leer vuestras decepcionantes justificaciones para
así hacerlo. A Serrat no le conozco, pero a ti si desde que hace ya bastantes
años viniste a la Euskal Etxea de Londres diciéndome que querías cantar en
ella. Poco más tarde coincidimos de “ocupas” en la misma casa de Fahrenheit
Road (el dinero no nos daba para más), y aquellas inolvidables veladas de
entonces animadas con tus canciones nada hacían presagiar, al menos para mí,
que un día fueses a cantar y darle una bocanada de oxígeno internacional a un estado teocrático y terrorista donde los
haya llamado Israel, y nada más y nada menos que con la complicidad de tu gran
ídolo de ya entonces Serrat.
Pero ya he dicho que a él no
le conozco, y bueno a ti creía conocerte un poco, pero veo estaba equivocado.
¿Qué
ha podido ocurrir para que después de más de 30 años en la cresta de la ola
musical, con un público que ha creído en ti y te ha sido fiel no sólo por tus
letras, tus músicas, sino también por tus posturas progresistas en tantos
temas, y ahora precisamente cuando ya inicias el ocaso de tu carrera musical
por ley de vida le hayas dado tal bofetada a tu trayectoria pasada y a los que
en ti creían?
Pero es que además la bofetada y el desprecio mayor se la has dado a ese
pueblo palestino que lleva sufriendo el acoso, el saqueo, los asesinatos, el
despojo de sus tierras, las humillaciones por parte de ese estado a cuya
capital Tel Aviv has ido a cantar para mayor regocijo de sus dirigentes. El
mismo día que estabas cantando, la aviación bombardeaba y asesinaba impunemente
a 7 palestinos más, y ninguna alusión hubo por tu/vuestra parte a ese genocidio
programado de todo un pueblo. No te voy a dar más detalles porque supongo que
los conoces todos, y además me consta que los grupos pro-palestinos con los que
habéis hablado y que os han suplicado
que no fueseis a cantar a Israel, os
habrán dado todo tipo de información sobre la horrible situación existente en
la zona. Pero nada de esto os ha hecho dar marcha atrás: es más casi hasta
habéis hecho mofa con comentarios frívolos y fuera de tono del estilo de:
“…siento curiosidad por conocer el lugar”, “…voy a escuchar y aprender en lugar
de dar una conclusión rápida sobre el conflicto”, “…luchar contra los
prejuicios y fundamentalismos de ambos lados” y más lindezas que habéis dicho.
Si querías conocer Israel podías haber ido en cualquier momento en viaje
privado, resulta bochornoso hablar de luchar contra ambos prejuicios y
fundamentalismos cuando los palestinos son tratados como perros apestados (
puedo dar fe de ello), y a estas alturas, después de 65 años, el que no tiene
forjada una idea (tanto en un sentido como en otro), o no vive en la tierra, o
no se entera de nada, que no creo sea tu/vuestro caso.
A
principios de los años 80 del siglo
pasado mientras hablaba contigo en la peña Beterri después de un concierto tuyo
en la plaza de toros de Tudela, tu guardaespaldas (se dice así?) me vino al
cabo de un rato y me dijo que te dejase en paz. Recuerdo que te comenté:
.-Joaquín quién te ha visto y quién te ve-. A lo que me lanzaste una mirada
cómplice como queriendo decirme que eso era parte del guión que tenías que
interpretar. Ya para entonces eras bastante conocido, y tu popularidad seguía
creciendo.
Pero
ahora eres un ídolo, un mito, y ya no necesitas adaptarte a ningún guión, por
lo que si has/ habéis decidido, ir a cantar a Israel haciendo tabla rasa de tu/vuestro pasado es porque así
lo habéis querido, y ha sido una decisión totalmente vuestra, sin ningún
paliativo que la atenúe.
Mi
impresión es que en un mundo cada vez más polarizado y más injusto, donde un
sistema herido de muerte, el capitalismo, trata de convertir todo en un gran
espectáculo que haga olvidar a la gente en general la difícil situación por la
que atraviesa sin ver la salida del
túnel, personas como tú y Serrat cumplís vuestra función de evasión de esa
realidad, y creo que tu “ego” (veo que el de Serrat también) os han jugado una
mala pasada, os han hecho perder un poco la perspectiva de la realidad y de
alguna manera habéis dejado de tener los pies en el suelo. Habéis sucumbido a
los cantos de sirena de los poderosos, y no os ha importado (al menos de
momento) el daño que habéis hecho no sólo a tu/vuestra trayectoria musical,
sino a vuestros incondicionales que es
posible que, al menos algunos, ya no lo sean tanto.
Sin
embargo el daño mayor y el escarnio, aunque ni siquiera se hayan enterado, es
para esos miles de palestinos que aunque hubiesen querido no podrían haber ido
al concierto por estar en la cárcel, muchos de ellos sin ningún tipo de
acusación.
Seguramente en el concierto habría bastantes judíos argentinos
pues el loby judeo-argentino es muy poderoso (de esos que fueron a Israel a
quitarles las tierras a los palestinos y que ya me ha tocado conocerlos), pero
cuando estuve en Israel también tuve la
suerte de conocer a argentinos que estaban ayudando a los palestinos, incluso
con riesgo de sus vidas. Argentino era también el gran cantautor Atahualpa
Yupanqui que escribió estos versos:
Tu crees que eres distinto
Porque te
dicen poeta
Y tienes un
mundo aparte
Más allá de
las estrellas
De tanto
mirar la luna (a la que le levantas
la falda)
Ya nada sabes
mirar
Eres como un
pobre ciego
Que no sabe
a donde va.
Bueno Joaquín, me voy despidiendo no sin antes darte las gracias por los
buenos momentos que nos has hecho pasar,
y espero recapacites con tiempo el lapsus que tanto tú como Serrat habéis
tenido. Ya no tiene vuelta atrás, pero sería deseable que de una u otra manera
intentaseis enmendarlo: muchos os lo agradeceríamos, y además creo que vuestra
trayectoria no se merece esto: en vuestras manos está.
Sin acritud
Jose E. Santacara
1 comentario:
Lamentablemente yo no pude ir. Por más que pertenezco al poderosísimo lobby judío argentino, mis superiores masónicos se negaron a comprarnos dos entradas para mí y mi mujer y no teníamos dónde dejar a las nenas.
Bien, otra vez será, si de todas maneras Sabina y Serrat están bajo nuestro absoluto control mental.
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