Hace unos pocos meses, el Gobierno de Navarra anunció a bombo y platillo que la empresa Mercadona deseaba instalarse en Navarra con la creación de 20 supermercados, para contribuir a la creación de empleo y al desarrollo de este pueblo aldeano y cabezón, que no entendemos cómo es capaz de estar sin un Mercadona cerca de su casa.
Y se descuelgan en Tafalla. Y nos dicen que se van a instalar en el pueblo, sí o sí, y que prefieren ocupar un espacio público, pero que si no les facilitamos las cosas tienen apañada una parcela privada. Y si les tocamos mucho las narices se irán al pueblo del al lado. Ya tenemos al Ayuntamiento entre la espada y la pared. O cedemos a sus pretensiones o nos quedamos sin los dineros que están dispuestos a pagar (con la falta que nos hacen) y encima se llevan los clientes fuera de Tafalla. Y te cuentan que ya han escogido una parcela municipal, alejada del centro, pero lo suficientemente cerca para crear sinergias positivas con el pueblo. Y que además van a hacer un favor a Tafalla, porque lo que han escogido es precisamente el campo de fútbol de San Francisco, que ya tiene casi un siglo, con su hierba natural pasada de moda, con unos vestuarios viejos y muy incómodos, y que ya es hora de que Tafalla tenga un campo de hierba artificial como Dios manda, y lo que es mejor, integrado con el resto de instalaciones deportivas de la ciudad.
La realidad, y dejando la ironía aparte, es que una gran superficie de este tipo, lo único que genera a su alrededor es un cambio en los hábitos de consumo de las gentes, a la vez que contribuye a la deslocalización del pequeño comercio. Como si Tafalla no tuviera ya bastante con su cercanía a Iruñea, sus Moreas, Itaroas y Cortes Ingleses, y con los cinco grandes supermercados ya establecidos en la ciudad.
No es cierto que las grandes superficies revitalicen el comercio local. Se lo podemos preguntar a los comerciantes del centro de Iruñea. La realidad es que estas macro tiendas vacían los centros de las ciudades de pequeños comercios, privando a la población de un indicativo de vida, de relaciones ciudadanas y de la cultura comercial del lugar.
Tampoco nos vale el argumento de que una nueva gran superficie vaya a crear puestos de trabajo nuevos. Es cierto, varias personas trabajarán en la gran tienda. Pero también deberíamos contabilizar cuántos pequeños establecimientos, en la mayoría de los casos, pequeños empresarios autónomos, se verán abocados al cierre, a reducir la plantilla o a precarizar las condiciones de trabajo de sus empleados, de ellos mismos y de sus familias. Y no solo de Tafalla, sino de toda la comarca. ¿Y lo del ahorro? En algunos casos es cierto, pero haciendo una competencia desleal a la mayoría de establecimientos menores.
Volviendo al cuadro que exponíamos al principio de este artículo, con los beneficios de la operación, construiremos otro campo de fútbol, en unos terrenos también municipales, que, casualmente gestionará una empresa privada, la misma que lleva el polideportivo y las nuevas piscinas municipales. Por cierto, piscinas que ya tenemos en el centro del pueblo, pero que vamos a quitar para llevarlas al lado del polideportivo. En este caso no es solo una empresa privada la que pone en solfa al Ayuntamiento de Tafalla, sino el propio Gobierno de Navarra, que primero concede una subvención de 1.000.000 euros para terminar las obras que se empezaron hace un par de años, después retira dicha subvención, y ahora ofrece un caramelo de 150.000 euros a condición de que abran las piscinas nuevas. Al mismo tiempo se nos propone que la empresa concesionaria de la gestión del polideportivo invierta el capital necesario para finalizar parte de las obras y… ¿a cambio de que? Pues de una ampliación de 10 años del contrato de explotación.
Demasiadas coincidencias: Mas Quatro, Mercadona, UPSN, todos unidos en buena armonía en unos asuntos que nos llevan a un mismo punto: la privatización del deporte en Tafalla. Seguramente somos unos mal pensados, y no será para tanto, pero es que estamos preocupados. Es que todos los días nos engañan, nos mienten y nos quieren hacer creer que el futuro y que la modernidad pasan por una mal llamada globalización.
Por cierto, para sinergias, las que habrá entre Mercadona y Mas Quatro si el supermercado se construye en el campo de fútbol y si todo el deporte tafallés acaba gestionándose de manera privada. Una operación redonda.
Arturo Goldaracena y el resto de los concejales de Bildu-Tafalla
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