domingo, 10 de junio de 2012

UN RESCATE CON FACTURA QUE PAGARÁN LOS DE SIEMPRE PARA QUE GANEN LOS MISMOS

Bueno, se acabó el enigma. Europa ha salido a nuestro rescate con una cantidad de dinero cuyo techo se sitúa en los 100.000 millones de euros. Esta cifra representa 10 puntos del PIB, que no son precisamente inocuos.
Aunque el Gobierno acuda al manual de estilo con el fin de mentir como de costumbre para rectificar, después, a base de hechos, lo cierto es que, tal y como ha señalado el ministro de finanzas alemán, el dinero es para España y no para los bancos.
De nuevo, otra vez más, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha tenido el valor de comparecer ante los medios informativos para ofrecer, no ya un discurso institucional, sino someterse a las preguntas de unos periodistas que, seguro, querrán saber por qué el ministro de turno y él mismo negaban con vehemencia la mayor; es decir, que seríamos rescatados tal y como en día ocurrió con Italia, Grecia y Portugal.
Nada mejor que acudir a la estadística para demostrar que estos países no han mejorado después de que Europa acudiera a su rescate. Más bien ha ocurrido lo contrario. En los tres países ha habido subida de impuestos directos e indirectos, también han tenido que asistir a la reducción de sus pensiones y, en alguno, incluso, a la fórmula del copago sanitario: tres euros por consulta y 20 si se trata de acudir al servicio de urgencias.
Supongo que hablar de reducción de pensiones, aumento del paro, precarización laboral, menor obra pública o despido masivo de funcionarios interinos no nos resulta extraño. Más bien familiar.
Y no es extraño porque, al contrario que en Grecia, Portugal e Irlanda a nosotros nos impusieron primero la receta (decía Markel que España hacía bien sus deberes) para luego darnos el dinero del rescate.
Pero claro el dinero que llegará (todavía se desconoce su cuantía) generará unos intereses, similares al de los ya intervenidos, que habrá que pagar. ¿De dónde? Más recortes, más libertad de acción para los empresarios, más trabajo en precario, menos derechos laborales (¡atención al comportamiento de las mutuas!) y menor capacidad de consumo si suben los precios. Asistiremos entonces a un mayor derrumbamiento del consumo interior, una de las grandes patas en la que se asienta la economía capitalista-burguesa. Este menor consumo conllevará además un descenso de la producción y un mayor desempleo.
El ministro De Guindos asegura que no habrá peaje por esta ayuda a los bancos y que, en definitiva, serán ellos los que paguen los intereses. De Guindos hace hincapié en la palabra bancos con el propósito de engañar, con el propósito de hacer creer que el ciudadano no tendrá motivo de queja porque no se verá afectado en su capacidad adquisitiva.
Invito, pues, a que sea el tiempo quien desvele el misterio. Pero si algo está claro es que el Eurogrup concede ese dinero a un Gobierno que sólo sabe hacer las cosas (casi siempre mal) mediante el recurso al decreto ley y a la apisonadora de la mayoría absoluta.
En definitiva, habrá que apretarse el cinturón salvo que, hartos de hacerle agujeros, empleemos el tiempo en tratar de parar, como sea, la segunda parte de esta maldita obra de teatro a la que podríamos denominar como "Los estertores del Estado o el triunfo del capitalismo asesino".
Félix Hereña, en La Antorcha de la Información

No hay comentarios: