La planta de Neoelectra Ecoenergía de Artajona, dedicada al tratamiento de purines con cogeneración de 15 MW ( procedimiento mediante el cual se obtiene simultáneamente energía eléctrica y energía térmica útil), tiene los días contados. Los nuevos parámetros retributivos incluidos en la reforma energética promovida por el Ministerio de Industria del Gobierno central (PP), en la que se propone una reducción de hasta el 53% de la retribución eléctrica, la aboca al cierre. Así se lo adelantó ayer el director ejecutivo de la corporación, Antonio Cortés, a los miembros de la comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Parlamento de Navarra.
De hecho esta planta, en la que trabajan 15 personas, tuvo que paralizar su producción a finales de marzo por falta de abastecimiento de energía. Y es que la factoría no puede asumir los costes de gas natural requeridos para proseguir con su actividad normal. A nivel estatal se han paralizado 29 plantas de este tipo. "Con esta regulación, aunque la planta es solvente y actúa de forma sostenible, en breve tendrá que afrontar un expediente de regulación de empleo", lamentó Cortés. Asimismo valoró que "en una zona tan deprimida como puede ser la zona de Artajona va a ser impactante la reducción de empleo que se puede generar con el cierre de esta planta".
En concreto, esta factoría cuenta con dos motogeneradores de gas natural (que utiliza como combustible) de 7,5 MW. El calor que se genera se utiliza para tratar el purín que más tarde se convertirá en fertilizante orgánico. Además de depurar 100.000 m3 anuales de excedentes ganaderos, procedentes de un total de 15.216 animales tanto de la Granja Villanueva como de otras cuatro explotaciones ganaderas, esta planta abastece un invernadero (Cultivos de Navarra) en el que se producen al año unos 250.000 kilos de tomates hidropónicos de alta calidad. Estos tomates se pueden adquirir en los mercados bajo la marca Tomate de Artajona-Reyno Gourmet. En este invernadero trabajan, a su vez, ocho personas.
Tras criticar con dureza al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, por no haberse dado cuenta de que, en definitiva, ha provocado "un cierre sectorial", Cortés advirtió de que "nadie ve el tsunami que viene".
Todos los grupos parlamentarios, excepto el PPN, se mostraron sumamente preocupados por las graves consecuencias medioambientales que pueden derivar del cierre de estas instalaciones de purines y se preguntaron quién gestionará a partir de ahora los excedentes ganaderos, a lo que Cortés respondió que existen dos opciones: "Que los purines se lleven a otra comunidad, aunque está prohibido por la ley medioambiental, o que esos purines pasen a tratarse en plantas de biogás, lo que no evitará que los residuos se sigan generando".
El pasado 7 de abril la Asociación de Empresas para el Desimpacto Ambiental de Purines (ADAP) reclamó al Gobierno una moratoria en la aplicación de los nuevos parámetros retributivos, ya que de lo contrario estas instalaciones se verían abocadas a la quiebra. Es por ello que solicitaron que se tomen medidas "urgentes y sostenibles" que eviten el cierre de la totalidad del sector de tratamiento de purines.
Diario de Noticias
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