Hace pocos días leíamos cómo la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, destacaba que la adjudicación de las obras de ampliación del Canal de Navarra se va a realizar con "unas medidas de control y transparencia que hasta ahora nunca se habían puesto en otra obra pública en la Administración en Navarra". Confío en que eso no implique que hasta ahora, en otras adjudicaciones, no se hayan adoptado medidas de control y transparencias suficientemente adecuadas.
Leíamos, igualmente, que para Barcina, la del Canal es una obra "necesaria y emblemática para Navarra" que, según la presidenta, "va a ayudar al desarrollo económico y a la creación de empleo".
Analicemos no tanto los grandes titulares de la presidenta como los hechos. El hecho es que el Ejecutivo foral lleva ya invertidos cientos de millones de euros en el Canal, inversiones con grandes implicaciones presupuestarias a largo plazo que están suponiendo en el contexto actual de crisis una reducción relevante de los esfuerzos presupuestarios destinados a otras partidas clave de apoyo al sector primario, como las ICM, las ayudas agroambientales, las ayudas a asociaciones ganaderas, las ayudas a las CUMAS o las propias ayudas a la inversión en nuevas instalaciones o modernización de las existentes. El hecho es que desconocemos absolutamente cuál es el nivel de cumplimiento de los hipotéticos beneficios establecidos por el propio Gobierno que esta "obra emblemática" nos iba a reportar a las navarras y los navarros.
Los parlamentarios de Geroa Bai hemos solicitado un informe a la Cámara de Comptos sobre "la inversión efectuada e hipótesis realizadas sobre beneficios esperados y nivel de cumplimiento hasta la fecha en relación con la primera fase del Canal de Navarra". Entendemos que es necesario hacer un balance del proyecto Canal de Navarra hasta la fecha, tanto de la inversión realizada como sobre todo del logro de los beneficios esperados con la inversión.
Como primer objetivo, solicitamos que Comptos revise el importe total de la inversión realizada. De acuerdo con los datos del Gobierno de Navarra, la inversión realizada hasta la fecha en el eje Itoiz-Canal de Navarra comprende la construcción de la presa de Itoiz (210.148.000 euros), la primera fase del Canal (450.701.000), la construcción de centrales hidroeléctricas (26.623.000), el valor a euros de hoy -sin incluir el monto total del peaje en la sombra a lo largo de los 30 años- de la construcción de la zona regable de la primera fase (169.869.000) y la inversión en el amueblamiento de las parcelas de la primera fase (89.452.000). Pedimos que se analice si las cifras son correctas y homogéneas y si se han considerado todos los conceptos.
Pero, además de la revisión de la inversión realizada, para Geroa Bai es fundamental contrastar las hipótesis defendidas por el Gobierno de Navarra en relación a los beneficios esperados del proyecto, ya que son estos beneficios previstos los que han servido de justificación de lo invertido y los que se siguen empleando para justificar la ampliación de la primera fase y, más adelante, servirán también, en su caso, para la segunda fase. Este es nuestro segundo objetivo. Nos parece esencial.
Entre los diferentes beneficios esperados, se calculaba que se iba a producir un incremento de la producción anual por hectárea en 6.034 euros, la creación de 1 puesto de trabajo por cada 7.40 Ha regadas, un incremento de los impuestos recaudados, un incremento en los ingresos de la PAC, un incremento en la recaudación anual de los impuestos locales y el logro de uno de los regadíos más baratos en costes de explotación de la Cuenca del Ebro.
La primera fase, que afecta a 22.363 Ha, ya está concluida, y lleva un cierto tiempo, algunos sectores más que otros, en riego, quedando sin amueblar, según los últimos datos facilitados, unas 3.700 Ha. Las preguntas son obvias: ¿se están consiguiendo los objetivos?, ¿se está incrementando la producción agraria?, ¿en cuánto por Ha? ¿se está creando empleo?, ¿cuánto? ¿ se está produciendo el consiguiente incremento de recaudación?, ¿cuánto?
La ampliación de la primera fase, de la que tanto se habla, afecta a 15.275 Ha, de las cuales 9.858 Ha ya están en regadío, 6.095 Ha en concreto corresponden a regadíos tradicionales. En esta ampliación, el Gobierno ha estimado que por cada Ha se va a generar un valor añadido anual adicional de 5.556 euros. Este dato es clave, ya que en él se apoya la estimación realizada por el Gobierno de un incremento de recaudación anual superior a los 13 millones de euros. Imagínense la importancia de que esa previsión. Imagínense la importancia de saber cómo se está cumpliendo en la primera fase. Estamos hablando de muchos millones de euros y durante muchos años. Y estamos hablando de muchas partidas claves en el apoyo de nuestro sector primario que se están viendo afectadas por este proyecto. No es lo mismo en absoluto que el Canal de Navarra tenga un efecto presupuestario neto positivo a que lo tenga muy negativo. No es lo mismo que el Canal de Navarra condicione en el futuro de una manera o de otra las disponibilidades presupuestarias de apoyo al resto del sector primario. Por eso queremos saber qué está pasando, y con ello, intentar proyectar qué puede pasar a futuro.
De ahí la iniciativa registrada de elaboración de ese informe, para la que La Mesa y Junta del Parlamento ha pedido un informe a los servicios jurídicos de la Cámara, con el fin dirimir si es competencia de Comptos valorar lo que Geroa Bai solicita. Mientras, Barcina gana tiempo, habla de "insidias" y arremete contra quienes no comparten su forma de gestionar y proceder, tampoco, en esta cuestión.
Desde Geroa Bai preferimos hacer política con mayúsculas y, sobre todo, con datos. En positivo, sin acritud, pero sin dejar que nadie tome el pelo a la ciudadanía navarra.
Manu Ayerdi, parlamentario de Geroa Bai (en Diario de Noticias)
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