martes, 20 de mayo de 2014

OSASUNA: AFICIÓN Y UN VIEJO ESTADIO

Tres imágenes tengo en la retina después del doloroso pero inevitable descenso de Osasuna.

La primera: La ovación de una grada a un extenuado Patxi Puñal con la camiseta empapada por el sudor. Milla esker, Patxi. Un navarro de verdad, que ha defendido siempre a Osasuna y a quien el éxito lo ha vuelto más humilde y trabajador, si cabe.

La segunda: Unos jugadores atónitos y desconsolados que veían cómo a pesar de haber bajado a segunda división la afición no solo no se marchaba del campo, sino que no dejaba de animar. En el fondo sabían que no eran a ellos a quien se les animaba, sino que era una afición que estaba reafirmándose a si misma. Muchos de estos jugadores estarán ya a día de hoy haciendo gestiones para ir a donde mejor les paguen, pero allí donde vayan difícilmente puedan encontrar una afición tan incondicional como esta.

La tercera: Al salir del estadio y mientras tenía los pelos de punta de oír animar a la afición me topé de frente contra un pabellón que nos ha costado un ojo de la cara y que se ha construido para.....no sé que responder. Lo que si sé es que resultaba muy gráfico ver al viejo Sadar animando 15 minutos después de haber bajado a segunda división y haberse roto una valla, y encontrarte de bruces contra un monumento al derroche vacío, moderno y sobre todo inservible.
Mientras en Bilbao y Donosti se les construyen super estadios a los equipos más representativos de la ciudad, aquí construimos super-pabellones vacíos y circuitos deficitarios. A Osasuna sólo palmaditas en la espalda y tibieza en el apoyo institucional.

La hora de la honradez y los navarros. La hora de la afición

Se terminaron los tiempos de rosas y vino. Estamos en segunda, y a decir verdad las rosas ya estaban marchitas y el vino picao. Osasuna llevaba años desnaturalizado sin jugadores navarros que ilusionaran a la afición y con mucha mediocridad en el terreno de juego. Ni había casta ni había calidad, así que bajar a segunda división era cuestión de tiempo.

Cuanto antes asumamos la nueva situación, tanto mejor. Toca malvender a lo poco vendible de esta plantilla, lanzar un órdago en forma de bajada salarial de las fichas de la plantilla y ver cual es el grado de compromiso de alguno de los jugadores ante la nueva situación. Pero sobre todo, lo que toca es buscar la esencia de Osasuna ¿Como? Pues con un proyecto renovador y sin prisas. Hay que intentar repescar a los jugadores navarros que militan en segunda división, tipo Javier Flaño. Pero sobre todo lo que prima es mimar a los Oier, Torres, Echaide, Satrústegui, José García, Onwu y los chavales que vayan subiendo del filial. En definitiva, tenemos que navarrizar Osasuna poco a poco. Y lo que se traiga de fuera no tiene que estar ya de vuelta, sino que tiene que tener ganas de pelear.

Es cierto que no hay un euro en la caja fuerte del Sadar y que hay una deuda importante, pero no olvidemos que Osasuna tiene un gran patrimonio en forma de terrenos y sobre todo una afición con mayúsculas, y eso no lo tiene ningún equipo de los que el año que viene vamos a jugar en segunda. Seguramente, Osasuna acabe con el estadio o terrenos embargados, es el precio a pagar por los excesos que se cometen para mantenerse en primera división sea como sea. Tirón de orejas para Izco y Archanco, de los cuales en los mentideros de Iruñea se cuentan chanchullos por doquier. No estaría de mas que el actual presidente hiciera un ejercicio de responsabilidad y presentara elecciones a la presidencia del club, la encrucijada actual merece un debate profundo. Y los dos años que restan a esta junta directiva pueden ser una auténtica tortura china para ellos y para la entidad.

Atzo, gaur eta beti.....gu gorriak

Nube Roja

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