¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades de la actual Unión Europea?
-Europa se ha desviado un poco de los grandes principios que motivaron su creación como son el pacifismo o la atención social a las personas. Se ha alejado de esos objetivos a partir de la moneda única y de las tensiones políticas derivadas del mantenimiento de esa moneda. Los últimos cinco años han sido muy excepcionales en este sentido, pero la legislatura que viene va a se la de la vuelta a los orígenes. Desde luego, el PNV es lo que quiere poner como principal objetivo.
Su lema reza Otra Europa. ¿Qué quiere decir?
-Con Otra Europa nos referimos a que buscamos una Europa más social y con otras fórmulas institucionales, con una gobernanza más repartida, no tan estatal, más federal y con nuevas fórmulas de soberanía como pueden ser los ámbitos inferiores a los estados y con el reconocimiento de naciones que ahora no se da. El modelo de Estado-Nación está obsoleto y en una Europa que habla tanto de la inmigración se tiene que pasar de la innovación en el mundo de la actividad económica y empresarial a la innovación también política. En ese sentido la solución a muchos problemas tanto políticos como identitarios vienen de una profundización de la democracia. Eso unido a ideas nuevas puede traer una Europa nueva, con unas realidades distintas, que es en lo que queremos trabajar.
¿Cómo va a defender el PNV los intereses de Navarra en Europa?
-El PNV lleva muchos años en el Parlamento y siempre ha llevado los intereses de Navarra. Izaskun Bilbao consiguió que el Convenio de Navarra pasara de ser un desconocido a estar recogido por los redactores de la política fiscal general europea y que se presente como modelo ejemplar. Además de esto también se han llevado muchos temas que afectan directamente a la ciudadanía como enmiendas a la PAC para que las ayudas las den entes más cercanos, con el programa Horizon 2020 para empresas navarras, la defensa de la Denominación de Origen del queso del Roncal o cuestiones del euskera y la cultura. Seguiremos trabajando en este sentido.
¿Cómo ve las políticas económicas que se están aplicando en Europa en los últimos años?
-Vemos un doble plano. Vemos esas políticas de austeridad, que consideramos exageradas, perjudiciales y equivocadas porque han empeorado la situación, han respondido también a un modelo de gestión pública que han llevado los grandes partidos en el Estado español y que nos ha metido a todos en el mismo saco. Lo que el PNV está haciendo en Europa y va a seguir haciendo es decir que nuestra realidad política y económica es muy diferente a la del resto del Estado. Demostramos que gestionamos de otra manera, que tenemos otra cultura y a eso le llamamos More vasque way. Estamos diciendo que hay que hacer más modelo vasco y menos modelo estatal.
Ante las políticas de austeridad, ¿qué plantea PNV?
-Hemos demostrado con hechos que somos capaces de ir reuniendo cantidades de un presupuesto general para hacer unos programas de activación de la economía: de empleo de innovación, de formación... que al final son la base de la competitividad de las empresas que son quienes crean los puestos de trabajo. Además defendemos que el gasto vaya dirigido a las necesidades sociales más imperantes que garanticen el futuro como son la educación y la sanidad, pero también hacer unas políticas de inversión que sean razonables y que sean dinamizadoras de la economía. También hemos hecho un trabajo muy grande en desarrollar políticas contra el fraude fiscal y defendemos siempre que trabajamos sobre economía real y no especulativa.
Pocas veces el PNV concurre en Navarra con su propia sigla, ¿cree que le pasará eso factura en estas elecciones?
-Como es contexto de Parlamento Europeo, que siempre llaman menos a las urnas a los ciudadanos, no sabemos muy bien qué resultados podemos obtener. Creemos que las navarras y los navarros sabrán reconocer un tipo de forma de hacer política que es la que se propone para el cambio en Navarra, superando siglas. Nos hubiera gustado que el domingo hubiera otras elecciones además de las europeas, las autonómicas, pero lamentablemente otros se encargaron de impedirlo.
¿No temen que se les encasille como una formación de derecha?
-Hemos puesto mucho esfuerzo desde el principio en esta campaña en desmentir ciertos tópicos como que el PNV es una opción de derechas. No hay mas que ver las políticas que ha implementado el PNV en la comunidad vecina, para ver que no solo son unas propuestas muy progresistas sino que defienden el estado social de bienestar. Todavía mucha gente cree PNV está en un ámbito en el que hace años que dejó de estar.
¿Es coherente defender la UE y ser nacionalista?
-Por supuesto. Estamos intentando defender propuestas del siglo XXI, los que se han quedado en el siglo XIX son los partidos estatalistas. Defendemos que en Europa puede haber nuevas realidades institucionales, al mismo nivel de un Estado. ¿Por qué Malta, Luxemburgo o Chipre sí y Catalunya o Euskadi no? Defendemos que hay margen para nuevas realidades.
¿A qué fórmulas se refiere?
-La fórmula de los estados tradicionales se está superando así que lo que conseguiremos puede que sea otra realidad como por ejemplo una nación sin Estado. Desde luego los vascos no somos creadores de fronteras sino que durante años hemos sido superadores de fronteras. Queremos que se reconozca nuestra nación, que sea la libertad de la persona lo que se ponga por encima de todo. Poner la persona en el centro y crear una Europa que reconozca a las personas. Lo llevamos en nuestro ADN desde el lehendakari Agirre.
¿No es Europa una amenaza para la autonomía fiscal de Navarra y la CAV?
-Izaskun Bilbao ha conseguido que se reconozca esa la realidad del Convenio y del Concierto dentro de la armonización. Es un avance importantísimo porque es una forma de hacer nación. Aunque parezca una paradoja, lo que se esta proponiendo es que una vez que las políticas fiscales de Europa vayan confluyéndose se dé más margen a cada uno de los integrantes para aplicar sus políticas.
¿Debe prevalecer el criterio europeo por encima del Parlamento nacional o los autonómicos?
-Los criterios, si son los de la Europa social, la que nos diferencia del resto del mundo por cuestiones positivas... por supuesto que sí, es una ventaja. Al mismo tiempo defendemos el principio de subsidiariedad para que la gestión publica se haga en los ámbitos más cercanos al ciudadano.
¿Europa debe tomar parte en la resolución del conflicto vasco?
-Echamos de menos la implicación de la UE, como mediadores y para dar respuestas aspiraciones que pueden ser contrarias a las aspiraciones de un estado.
¿Por qué hay que votar este domingo?
-Estamos atrapados entre las sinergias de la política mundial que fluyen hacia la configuración de espacios comunes y el descontento general en la calle y el descrédito de la política, pero luego ni unos ni otros hacen cambiar la realidad. Yo creo que esa situación se soluciona con más democracia, y más democracia es más participación. Europa para eso es un buen contexto porque hay una diversidad enorme de posturas, de partidos, de ideologías, que pueden hacer florecer nuevas ideas, del siglo XXI que den respuesta a los 26 millones de parados y a los problemas de Europa.
Diario de Noticias
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