Marine Le Pen, Beppe Grillo, Nigel Farage y, en menor medida, Geert Wilders, pueden abrir esta noche una inquietante brecha en la fortaleza tecnocrática de Bruselas
Un frente nacional que invita a defender los colores de Francia por encima de todas las cosas. Un movimiento encabezado por un cómico italiano, con mucha experiencia en los escenarios, cuyo lema principal es “A tomar por c…”. Un partido que retoma la bandera de la independencia británica frente a la expansión alemana y culpa a la Unión Europea de la llegada “mano de obra barata sin límites”. Un partido holandés que dice hablar en nombre de la libertad, cuyo eslogan electoral, corto, escueto, directo, simple, frío, minimalista y nórdico, es ‘Minder UE’. Menos Unión Europa.
Son los Cuatro Jinetes de la Eurocalipsis. Quizá el juego de palabra sea un poco naïf, pero su significado creo que se ajusta a la radiación de fondo que hoy, 25 de mayo del 2014, percibiremos en muchos países europeos. Radiografía de una Europa convulsa y asustada que quiere correr un velo sobre su más que posible decadencia.
Cuatro jinetes sin un programa unificado. Velos de distinto color y espesor. Europa ya no les gusta y piden bajar el telón. Unos para dar la función por terminada, otros, con la intención de corregir la obra. Estudié griego en bachillerato. Aún recuerdo algunas las clases que nos daba, en Badalona, la profesora Pilar Bonet. Entrañables tardes de invierno en las que quedaba embobado contemplando el mar desde la ventana, razón por la cual he tenido que recurrir al diccionario. Kalypsis (κ¿λυψης) significa velo, cobertura. En su sentido más literal la Apocalipsis del evangelista Juan, significa “retirar el velo”, “desvelar”, “destapar lo escondido”. Kalypsis es velo y el verbo kaliptein (καλ¿πτειν) significa esconder. Tiene sentido, por tanto, hablar de los cuatro jinetes que en estas elecciones proponen correr un velo sobre la Europa que en estos momentos rige buena parte de nuestras vidas. Los Cuatro Jinetes de la Eurocalipsis.
Veamos quienes son esos cuatro jinetes, por orden de posible importancia en el escenario electoral que conoceremos esta noche.
1.- Marine Le Pen
Marine Le Pen (nacida Marione Anne Perrine Le Pen, en Neuilly-sur-Seine, en 1968, año de grandes acontecimientos en Francia), está a punto de convertirse en la Némesis de François Hollande, el presidente de la República francesa que más rápidamente se ha desplomado en las encuestas de opinión.
Hoy es día de repaso de griego. Némesis era la diosa de la venganza, la diosa que castigaba a los amantes infieles y a los hijos que desobedecían a sus padres. Infidelidades aparte, Marine Le Pen acusa a Hollande de desobedecer a Juana de Arco, santa capitana de la independencia de Francia. La señora Le Pen se ha esmerado estos últimos años en pulir algunas de las aristas del Frente Nacional, partido fundado por su padre en 1972 y alimentado tácticamente por el presidente socialista François Mitterrand, en los años ochenta, para dividir a la derecha francesa. (Rigurosamente cierto: Mitterrand puso al Frente Nacional en pista de despegue con una astuta reforma de la ley electoral).
Identificado durante mucho tiempo como un partido de extrema derecha de corte clásico, racista y con resabios fascistas, el Front Nationale se presenta hoy ante la sociedad francesa como la voz del patriotismo francés frente a una Europa cada vez más supeditada a los intereses de Alemania. Para muchos franceses, muchos de ellos ex votantes del Partido Comunista en los antiguos barrios obreros, votar FN ya no es votar extrema derecha. Es una manera de decir ¡basta!
El penúltimo número del semanario norteamericano Time se pregunta en portada si Marine Le Pen es el personaje que puede destruir la Unión Europea desde dentro. A los anglosajones suele fascinarles la idea -apocalíptica- de una autodestrucción de la Europa germanizada. Apocalipsy Now. La pregunta, sin embargo, es pertinente.
El resultado de Francia es clave en las elecciones de hoy. Muy importante para todos. Una victoria del Frente Nacional tendría efectos de muy largo alcance en la política europea. No hay duda de que Marine Le Pen intenta proyectarse, más allá de los fronteras francesas, como la gran antagonista de Angela Merkel. Una mujer francesa de mediana edad, robusta, algo tosca, de ademanes sobrios y mirada dura –muy dura- frente a la gran líder alemana, , no menos dura que ella, austera, ahorrativa, luterana, demócrata, aunque tamizada por la disciplina en las organizaciones juveniles de la antigua República Democrática de Alemania. Marine Le Pen parece estar a punto de trasladar al centro del escenario francés un movimiento que durante treinta años fue pura periferia y cuyo principal logró electoral consistió en apear al socialista Lionel Jospin en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2001.
Hoy aspira por la victoria. Entre las novedades en el catálogo lepeniano hay una que merece ser subrayada: la manifiesta admiración de Marine por Vladimir Putin y la clase media ‘patriótica’ rusa, esa nueva clase media eslava que acepta un poder semiautoritario a cambio de estabilidad. Putin como referente. Atención a este dato.
Toda operación de maquillaje, sin embargo, presenta sus límites. Papá Le Pen no tiene enmienda e irrumpió en el tramo final de la campaña electoral con un mensaje muy poco centrista: “Monsieur Ebola nos puede arreglar el problema de la inmigración en tres meses”. Este es el linaje que quiere gobernar Francia en nombre de Juana de Arco.
2. Beppe Grillo
Un cómico tiene movilizada a media Italia en contra del sistema político. Los italianos le conocen desde hace muchos años y él conoce muy bien a los italianos desde que comenzó a explicar chistes en la RAI. Se llama Giuseppe Pero Grillo, Beppe Grillo. Nació en Savignone, provincia de Génova, en 1948. Tiene, por tanto, 66 años. No estamos ante una joven revelación.
Bippo Baudo, figura legendaria de la televisión pública italiana, le descubrió en 1977 mientras actuaba en un cabaret de Milán. Grillo es hijo de Mamma RAI, una de las televisiones públicas más potentes de Europa, el gran instrumento con que la República surgida de la Segunda Guerra Mundial ha culminado la unificación lingüística y sentimental de Italia. El cómico Grillo ha contribuido a ello. Grillo, atención a este dato, es un personaje ‘nacional-italiano’. Del humor ligero fue pasando a la sátira política y en 1986 tuvo un serio problema por este chiste, sobre el primer ministro Bettino Craxi y los socialistas, entonces fuerza emergente. El chiste más recordado en Italia.
Alejado de la RAI, Grillo se dedicó entonces al circuito teatral, siempre con gran éxito de público. El Pepito Grillo de la sociedad italiana. Cuando la informática comenzó a invadir la vida de la gente, un día Grillo destrozó a martillazos un ordenador en el escenario.
El hombre que no amaba las computadoras, descubrió al cabo de poco tiempo la capacidad de arrastre de las nuevas redes sociales y decidió dar el salto a la política. En pleno marasmo del Bajo Imperio Berlusconismo, al estallar el escándalo del harén que el primer ministro cultivaba en una de sus villas en la isla de Cerdeña, y ante una izquierda atónita y paralizada, que no lograba proponer una alternativa sugerente, Grillo convocó el ‘Vaffanculo Day’, “El Día de iros a tomar por c…” Tuvo éxito.
El siguiente paso fue crear una corriente electoral. Primero unas listas cívicas en algunas elecciones municipales -‘Los Amigos de Beppe Grillo’, posteriormente transformadas en el ‘Movimento Cinque Stelle’ (Movimiento Cinco Estrellas, en referencia a los cinco puntos principales del programa: cinco puntos de carácter muy general, a favor de la ecología, el decrecimiento económico, la democracia directa y la crítica radical al sistema de partidos vigente). Una red social-electoral que Grillo dirige ideológicamente a través de su blog, desde el cual imparte consignas, ataca a los adversarios y excomulga a sus seguidores que no siguen la “línea correcta”. Detrás de Grillo, un personaje muy inteligente e inquietante, Gianroberto Casaleggio, ex dirigente de Telecom Italia, pionero del comercio electrónico en Italia y experto en redes sociales. Casalegio es el cerebro del movimiento ‘grillino’. En esta entrevista, muy reciente, Casaleggio explica las claves del movimiento y la voluntad de convertirlo en la fuerza ganadora de unas próximas elecciones legislativas en Italia. El personaje puede parecer muy estrafalario, pero sus reflexiones son interesantes. Laboratorio Italia.
En las elecciones legislativas de enero de 2013, el movimiento de Grillo obtuvo el 25% de los votos y fue el primer partido en la Cámara de los Diputados, si hacemos abstracción de las coaliciones. El primer populismo en Europa que no señala a los inmigrantes como cabeza de turco. Sus enemigos: los políticos convencionales, los periodistas convencionales, los empresarios convencionales… ‘Vaffanculo!’
En esta campaña europea, las encuestas le sitúan en segundo lugar, pisando los talones al Partido Democrático de Matteo Renzi. Ha absorbido parte del voto de Berlusconi (en irreparable decadencia), puede haber neutralizado a la Liga Norte, coagulando a toda la Italia que ha roto su vínculo de confianza con la política institucional. ‘Vaffanculo!’. Grillo presenta muchas incoherencias. Un día dice una cosa, al día siguiente, otra. No importa. Esa lógica esta rota. Sus seguidores no buscan en Grillo un programa perfectamente articulado. Grillo es para ellos un instrumento de venganza. Cuando más incoherente, mejor. Vaffanculo!
Una de sus últimas “incoherencias”, ha consistido en acudir al programa ‘Porta a porta’, del incombustible Bruno Vespa, el mayor mandarín de la RAI. Vespa es el gran demiurgo televisivo del conservadurismo italiano.
Democristiano de hierro hasta los años ochenta. De hierro, pero muy flexible a la hora de interpretar la laberíntica lucha de corrientes en la DC. Después, el más inteligente propagandista de Silvio Berlusconi. Grandes contactos en el Vaticano. (Hoy, sin embargo, con dificultades para acceder al círculo del Papa Francisco). El eterno Vespa recibió a Grillo el pasado 19 de mayo en su programa nocturno. El Partido de Internet rindiendo honores al Partido de la Televisión. El guardián de la protesta frente al guardián del régimen. El líder de la rabia social frente al lampedusiano de oro. Las sonrisas cómplices de dos viejos profesionales del espectáculo. Recomiendo mucha la entrevista. Un video fascinante.
Un dato más sobre Grillo. No puede ser elegido para un cargo público, puesto que fue condenado a la inhabilitación civil después de un accidente de tráfico en Piamonte en el que murieron tres personas que le acompañaban en el veículo(una pareja y su hijo de nueve años). El tribunal le consideró culpable y fue condenado a 14 meses de cárcel por ‘omicidio colposo’, equivalente a la figura penal española de homicidio involuntario.
3.- Nigel Farage
El tercer jinete es un caballero inglés que se hace llamar libertarian. Libertario, sin las barricadas del viejo anarquismo español, sin las banderas rojinegras de la CNT-FAI, sin los sones de La Varsoviana. Liberal nostálgico de tiempos pasados. A la derecha del Partido Conservador, totalmente contrario a la Unión Europea y de la tecnoestructura de Bruselas, nacionalista británico y con un alma populista que busca el voto de los laboristas desencantados, con la consiguiente defensa de los servicios públicos “sólo para los británicos”.
Nigel Farage es el líder del United Kingdom Independence Party (UKIP), el Partido de la Independencia del Reino Unido. La independencia de Inglaterra frente a la Europa germanizada. Ecos de de los años cuarenta. ¿Tea Party inglés? No, exactamente. Recordemos que el ala más radical del Partido Republicano de Estados Unidos es furibundamente anti-Estado y contrario a la protección social a la europea manera. En su fase actual, el UKIP busca el voto de los laboristas desencantados en los viejos barrios obreros del Reino Unido. Nigel Farage no es Sarah Palin, la lideresa ultra liberal de Alaska que cazaba osos y renos con un fusil de alta precisión.
Las elecciones europeas se celebraron el jueves en Gran Bretaña, pero sus resultados no se conocerán hasta esta noche. Además de las europeas, tuvieron lugar comicios locales parciales, en los que el UKIP parece haber obtenido un importante resultado. El resultado lo sabremos esta noche. Algunas encuestas han llegado a situar al UKIP en cabeza. El auge del Partido de la Independencia puede ser una herida mortal para el bipartidismo británico y un serio problema para el Partido Conservador del primer ministro David Cameron. De la misma manera que el Frente Nacional parece haberse apoderado de la agenda política francesa, el UKIP puede estar a punto de conseguir lo mismo en Gran Bretaña, obligando a Cameron a convocar el prometido referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.
El auge del UKIP puede tener, también, una inesperada incidencia en el referéndum sobre la independencia de Escocia, el próximo 18 de septiembre. Los escoceses son pro Unión Europea. Una victoria del euroescepticismo en Inglaterra puede recargar el referéndum escocés como válvula de escape y de escapada. Si no queréis Europa, nosotros, los escoceses, nos marchamos y nos vamos con Europa.
No hay duda que los resultados de las elecciones europeas en el Reino Unido van a ser muy importantes. Atención, Madrid. Atención, Barcelona.
Ahí tenemos a Nigel Farage, ‘macho alfa’ nacido en Kent (1964), inglés enfadado con el mundo, enfrentándose en el Parlamento Europeo con el presidente del Consejo Europeo, Hermann Van Rompuy, alfil de la hegemonía germana.
4- Geert Wilders
Geert Wilders es el gran defensor del ‘hombre blanco’ neerlandés. La Holanda blanca, ex potencia colonial, que también tiene miedo. Cuando los holandeses del centro de Rotterdam cogen el tranvía –un excelente tranvía- y se adentran en la periferia de la ciudad portuaria más importante de Europa, en un momento dado pueden llegar a creer que se hallan en Islamabad. Todo a su alredor es musulmán: la gente, los rótulos de las tiendas, la comida… Holanda es el país europeo con mayor porcentaje de población musulmana (un 6%). Algunas proyecciones demográficas señalan que los musulmanes podrían se mayoría en la Holanda del año 2050.
Geert Wilders (Venlo, 1963), líder del Partij voor de Vrijheid, Partido de la Libertad, escisión del Partido Popular holandés, enarbola una bandera antes levantada por Pim Fortuyn (asesinado en 2005), con claves más ultraderechistas. El vector principal de Wilders es el antiislamismo y el antijihadismo. Sus referentes y sus apoyos se hallan principalmente en Estados Unidos, no en la Rusia de Vladimir Putin. Dice detestar al Frente Nacional francés y los populismos con resonancias “fascistas” de algunos otros países europeos. Blanco, rubio, casi albino, perfectamente atildado, elegante, abstemio, su lema electoral es. “Menos Unión Europea”. Recuperación de soberanía nacional para defender la identidad holandesa.
Los sondeos a pie de urna –las elecciones también se celebraron el jueves en Holanda- le colocan en tercer lugar, por debajo de las expectativas levantadas. Veremos si estas previsiones se confirman. Podría ser que la estabilidad política alemana esté traspasando las fronteras de Holanda.
Estos son los Cuatro Jinetes de la Eurocalpisis. No están solos, detrás de ellos hay más caballería en otros países europeos (pensemos en la fuerza gobernante en Hungría, por ejemplo). No forman un frente común, ni tienen un programa unificado –todavía no-, pero comienzan a dar forma a un formidable frente opositor a las estructuras actuales de la Unión, tuteladas por Alemania. Pueden obtener un elevado número de eurodiputados, pero difícilmente van a poder bloquear el Parlamento y la Comisión. La Gran Coalición entre populares y socialdemócratas les cerrará el paso en Bruselas y Estrasburgo. El foco crítico está en los escenarios nacionales. Si los cuatro jinetes, o tres de ellos, obtienen importantes resultados en Francia, Italia y Gran Bretaña –países que suman más 187 millones de habitantes y que son absolutamente decisivos- se puede generar una espiral de inestabilidades de muy incierto alcance. Como vemos, las elecciones de hoy son muy importantes. Nunca tanta gente se había planteado no participar en unas elecciones tan decisivas.
¿Y España? España es una democracia joven que ha recibido mucho dinero de la Unión Europea, muchísimo. Toda una generación de españoles, electoralmente determinante, aún, se ha criado en el afecto al ideal europeo. España está entre paréntesis, en fase de shock, aturdida aún por una crisis económica que no esperaba. El antieuropeísmo en España aún se halla en fase latente.
Enric Juliana, en La Vanguardia
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