Como ya ha pasado otros años (el más claro, Santander en 2008), Osasuna comienza su semana decisiva hablando de matemáticas y no de fútbol. Tras verlo negro tras el descalabro ante el Celta y la concatenación de resultados adversos, ayer por la mañana aparecían claros en el horizonte en forma de carambola. La principal hipótesis en circulación, visto que el juego del equipo no invita a la esperanza y menos aún a la épica, pasa por que el domingo en Cornellá se pueda pactar un empate de no-agresión que permita luego, ganando al Betis, llegar a 39 puntos, y que a su vez estos resulten suficientes.
Para eso, paradójicamente, se requerirá que el Espanyol llegue al partido sin estar aún salvado, a falta de un punto. Osasuna acudirá angustiado, pero los de Javier Aguirre también precisan oxígeno, con el añadido de que hace varias semanas parecían libres de problemas y han terminado en el lío. Si Osasuna les ganara se colocaría a tres puntos y con el goal-average a favor, lo que sería más que inquietante para los catalanes teniendo en cuenta que el Espanyol acaba en el Bernabéu y los rojillos reciben al Betis en Iruñea. Y no hay que remontarse hasta el RFA-Austria del Mundial 82 para constatar que cuando a dos equipos les conviene un mismo marcador, suele acabar sucediendo (evoquemos de nuevo lo de aquel Racing-Osasuna de hace seis temporadas...)
Sin embargo, quizás para entonces el Espanyol esté salvado de modo total, lo que contradictoriamente puede complicar la misión de rascar ese punto. Dependerá de que el Valladolid le recorte o no distancias mañana, en la visita pospuesta del Real Madrid a Zorrilla.
Calibrar si los 39 puntos serán suficientes es el segundo gran misterio, y no se desvelará hasta el final. Aunque el domingo parecía que harían falta 41 (o sea, dos victorias), los dos duelos directos pendientes hacen factible que sirvan dos menos (es decir, empate en Cornellá y victoria ante el Betis; o viceversa, puestos ya en lo más rocambolesco).
El domingo se juega el Granada-Almería, y la liga acaba con un Valladolid-Granada. Encaran estos dos duelos a muerte con 35 puntos los pucelanos, 36 los almerienses y 38 los nazaríes tras el empate anoche en Anoeta en otro minuto final tétrico para Osasuna. Pongamos que el Granada gana al Almería; sacará la cabeza, pero dejará al Almería como mucho en 39 puntos (acaba en casa contra el Athletic). Si empatan, quizás ambos se condenen. Y si vence el Almería, el Granada deberá ir a Valladolid a hundir a su rival o hundirse. Incluso podría darse el caso, muy difícil ciertamente, de que los dos partidos acabaran en tablas y Almería y Valladolid perdieran el restante, con lo que estos dos quedarían en 37 y 36.
Lo más lógico, no obstante, parece que solo uno -ojalá dos- de esos tres no alcance los 39. Faltaría otro que haga buena esta cifra. Puede ser el Getafe o incluso el Elche, ambos con goal-average perdido contra los rojillos. El Getafe recibe el domingo a un Sevilla que llega mirando a la final de la Europa League y acaba en Vallecas, dos partidos que parecen asequibles pero pueden encerrar trampas como la que se encontró Osasuna ante el Celta. En cuanto al Elche, recibe al Barcelona y acaba en el Pizjuán. Tampoco sería descabellado que no sumara nada más.
Por ese margen, un auténtico filo de navaja, caminan la salvación y la condena. Los 41 garantizan seguir en Primera; con 38 será casi imposible. Por eso resulta tan trascendental saber primero si al Espanyol le conviene un empate amistoso el domingo. Una jugada obviamente de alto riesgo, pero, visto lo del sábado, más miedo da tener que ir a por los tres puntos.
Ramón Sola, en GARA
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