Estos días se ha cumplido el 35 aniversario del funeral masivo que el 13 de mayo de 1979 reunió en Olite/Erriberri a cientos de personas que honraron en la localidad a las víctimas del franquismo desaparecidas durante la guerra civil, ceremonia tras la que se inauguró un panteón en el cementerio, y que marcó un hito en la reconciliación local al recuperar para la memoria medio centenar de olitenses fusilados en ribazos y cunetas tras el golpe de estado de 1936.
Durante meses, los familiares desenterraron los restos de los asesinados que estaban diseminados en Caparroso, Tafalla, Ribaforada, Marcilla, Campanas, Enériz, Falces, la sierra del Perdón o el cementerio de Torrero de Zaragoza. Los restos fueron recogidos en cinco cajas y una gran multitud acudió a los funerales que simultáneamente llenaron las iglesias de Santa María y San Pedro.
Una larga fila de cientos de personas acompañó a pie a los féretros, que fueron llevados a hombros por los familiares hasta el cementerio situado a dos kilómetros de la ciudad. En el camposanto hubo intervenciones que glosaron las vidas de los desaparecidos y se depositaron los restos de 46 vecinos asesinados en la localidad por sus valores republicanos y otros tres que fallecieron en el frente de guerra.
Asociaciones como la Juventud de Olite o los distintos partidos y sindicatos llevaron coronas de flores, en unas jornadas en las que el último ayuntamiento franquista daba ya paso al primero nacido de las urnas tras más de 40 años de dictadura. Recientemente, el grupo por la Memoria de Olite/Erriberri ha remodelado el panteón, que ya mostraba algunas deficiencias.
El Olitense
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