Ni UPN ni el PSN-PSOE quieren adelantar las elecciones forales al 25 de mayo y hacerlas coincidir con las europeas. Entre las razones esgrimidas por ambos partidos EHBildu es el impedimento para que los ciudadanos puedan votar. Todo ello a pesar de que una emisora de radio difundió una encuesta con un dato abrumador: el 72,5% de los navarros deseaba que se convocaran elecciones anticipadas. Se deduce, pues, que sendos partidos huyen de las forales ante unos resultados nada propicios para ellos. Pero, el voto a Europa, puede acabar en un castigo plebiscitario contra Yolanda Barcina y Roberto Jiménez. Y, en principio, el principal beneficiario será EHBildu.
Navarra vive una grave situación de inestabilidad institucional desde que Barcina rompió el Gobierno con el PSN y quedó en minoría. Luego se conocieron los escándalos de la CAN con la creación de un “órgano opaco” compuesto por Barcina, el alcalde de Pamplona, el expresidente Miguel Sanz y el consejero Miranda (cobro de dobles y triples dietas y suculentos honorarios del que no daban cuenta a nadie). En palabras de Nieto, profesor de Derecho y experto en la materia, “quizá no ha habido corrupción, pero sí prácticas corruptas”.
Además, el incumplimiento de presentar la moción de censura por parte del PSN ha provocado un clima de frustración e irritación en la mayoría de los navarros. El señuelo de EHBildu como causa de que el PSOE no haya apoyado a sus compañeros navarros para destituir a Barcina porque sufriría un coste electoral en el resto de España resulta poco creíble: a los españoles les preocupa el paro, la corrupción, la situación económica y su propio futuro. Dicho de otro modo: a un murciano o a un sevillano les trae sin cuidado si los navarros votan un mecanismo que establece la Constitución para destituir a un presidente. Lo que, por cierto, no suponía un pacto de los socialistas con EHBildu para conformar un futuro gobierno.
Otra razón de que no se celebren elecciones anticipadas radica en que, tal vez, la entente UPN-PSN (han gobernado con acuerdos durante casi 20 años) no sumarían los 26 escaños necesarios para obtener la mayoría absoluta. Dicho de otro modo: “la razón de Estado” ha unido al PP, al PSN-PSOE y a UPN. Sin embargo, los esquemas políticos del pasado se han quedado obsoletos: la prueba es la fragmentación del Parlamento navarro, la sociedad es más transversal, ha mejorado la convivencia y los problemas que quitan el sueño a los navarros residen en los 50.100 parados, las colas en los bancos de alimentos y una pobreza que no se conocía aquí desde hace décadas.
Los partidos políticos han de cumplir con los programas que ofertan durante las campañas; también escuchar a la gente y, sobre todo, cumplir las promesas. Porque, de lo contrario, antes o después, los votantes abandonarán a sus representantes, optarán por otro partido o se quedarán en casa. Y los cambios, cuando ocurren por mentir o meter la mano en la caja, pueden ser de 180º.
El 25 de mayo se celebran elecciones europeas y entre las hipótesis posibles no resulta desdeñable que EHBildu sea la primera fuerza en la Comunidad Foral, como señalan algunas estimaciones. En primer lugar, cabe destacar la baja participación de estos comicios, lo cual beneficia su representación porcentual. Por ejemplo, según el barómetro que emitió la misma cadena de radio, si hubiera elecciones al Parlamento navarro le otorgaba en torno a 63000 votos (en función de la participación prevista). Asimismo, cabe preguntarse adónde irán los 57.000 votos de Geroa Bai, cuya marca no se presenta a las elecciones europeas. ¿Cuántas papeletas recalarán en EHBildu? Y la gran incógnita: ¿recibirá votos del PSN-PSOE como castigo a UPN-PP, pero sobre todo por la traición cometida por Ferraz y la dirección del PSN en Navarra a su electorado?
Conviene recordar cómo el “voto estratégico” se basa en tres pilares: los que votan a otro partido porque el suyo lo ha hecho mal, los que quieren cambiar la correlación de fuerzas y, por último, el “voto protesta”. Las elecciones europeas son los comicios en los que se manifiesta con más intensidad este tipo de sufragio. No olvidemos que la memoria es selectiva y la corrupción es un aliciente para castigar a quien roba o miente. E incluso el votante flotante, es decir, el que cambia de opción política según las elecciones y la coyuntura del momento, puede lanzarse al mar con la nariz tapada. En fin, si añadimos la indignación ciudadana, la hipótesis que planteo entra dentro de las quinielas, a pesar de que solo sea como una posibilidad.
La otra hipótesis se ciñe al comportamiento electoral tradicional en Navarra, en el que gana el PP. Hace cinco años con 75000 votos. Claro que, desde 2009, no solo ha llovido, sino que ha habido varias ciclogénesis políticas explosivas en la derecha navarra y en el PSN-PSOE. Por lo que cabe prever que por estos lares Izquierda-Ezkerra, UPyD, EQUO o Podemos rascarán votos a cuenta del PSOE. Es otra posibilidad y otra hipótesis. Y ninguna descartable.
Navarra es poco dada a cambios bruscos a la hora de votar, pero el auge del nacionalismo vasco suma adeptos de norte a sur. Y paradojas de la política navarra, Roberto Jiménez parece que no repetirá como candidato, Barcina se mantendrá en el poder gracias a EHBildu y la inestabilidad en el Gobierno seguirá vigente salvo cambios de última hora.
Juan José Domínguez (politólogo), publicado por El Diario Vasco
1 comentario:
Egun on,
Juanjo ha olvidado en su análisis una sigla. En efecto, Geroa Bai ha decidido no presentarse a las europeas, pero uno de sus integrantes, EAJ-PNV sí se presenta en tanto en Iparralde como en Hegoalde y particularmente en Nafarroa. En esta ocasión con 5 candidatas navarras, mostrando la vocación de ser altavoz también de los intereses de Nafarroa en Europa.
Ongi izan!
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