lunes, 17 de marzo de 2014

¿SABEN QUE PEDÍAN LOS MUNICIPIOS DE NAVARRA?

Nada menos que 170 municipios de Navarra presentaron el pasado jueves 13 de marzo una iniciativa legislativa para que se estudiara y se discutiera en sede parlamentaria la posibilidad de garantizar una asistencia sanitaria de calidad también en las zonas rurales. El Pleno del Parlamento les dijo que no. Que ni siquiera se iba a poder debatir la iniciativa, estudiar lo que tuviera de bueno, mejorar lo que hubiera de mejorable. Directamente no.

¿Saben qué pedían esa gran mayoría de los municipios de Navarra?

Pues pedían que se tuviera en cuenta que en las ciudades una persona puede ir al médico de cabecera o consultar con su enfermera. Llevar al niño al pediatra. Si tiene una urgencia por la tarde o por la noche o en un festivo, acudir a un centro donde profesionales especializados en las urgencias le atenderán. Y si sufre una emergencia, un infarto o un accidente, una UVI móvil se desplazará en pocos minutos a auxiliarle. Mientras tanto, en la zona rural, de la Montaña, de la Navarra media o de la Ribera, todo eso lo hacen los sanitarios rurales.

Pedían que a la hora de organizar los recursos sanitarios se tenga en cuenta que no se trata solo de los residentes en las zonas rurales, sino de la red de carreteras por las que circulamos todos. De las zonas donde pasamos el fin de semana, donde mandamos a los críos de excursión o de campamento. Zonas alejadas, donde el tiempo de respuesta ante una emergencia y la preparación de los profesionales son cuestiones de vida o muerte.

Pedían que cuando se hacen cálculos económicos para hacer comparaciones, también se tengan en cuenta todos los recursos que he descrito arriba, a disposición de los habitantes de las ciudades, y no se compare, falseando la realidad, lo que cuesta por habitante un médico de Ezcároz y uno de Iturrama solamente.

Pedían que se traten de establecer circuitos organizativos sin coste alguno, para que por ejemplo, si una persona tiene que ser operada, no se le haga ir a Pamplona un día a hacer análisis, otro a hacer un electro y otro diferente a la consulta del anestesista.

Les han dicho que no.

¿Saben qué pasa cuando un ciudadano sufre un infarto de miocardio? Pues que en la primera hora es donde tiene un mayor riesgo de muerte. Y necesita un desfibrilador y sanitarios especializados a su lado cuanto antes. En las ciudades una UVI móvil se encarga de eso en siete u ocho minutos como máximo. No pedían una UVI móvil. Ellos pedían que su médico y su enfermera, formados y equipados, pudiesen llegar a su lado en un máximo de 20 minutos.

¿Saben qué pasa cuando un chaval en una excursión, un automovilista o un trabajador sufre un accidente? Que en los primeros minutos puede morir por causas que una atención correcta evitarían. Ellos pedían que se movilizasen los recursos necesarios para poder llegar al hospital en una hora.

¿Saben qué ocurre cuando una persona sufre un infarto cerebral, un ictus? Pues que las neuronas comienzan a morirse a miles, y el tiempo transcurrido hasta que se pone el tratamiento que puede abrir otra vez la arteria es la diferencia entre una vida sin secuelas o una discapacidad permanente o la muerte. Si esto ocurre en Pamplona, el tiempo va a ser de minutos. Pero si ocurre en Valcarlos o en Corella, no va a bajar de una hora y media o dos horas porque el tratamiento solo puede ponerse en Pamplona. Ellos pedían que en estos casos los vehículos más rápidos como UVI móviles o helicóptero fueran alertados de forma preferente.

Les han dicho que no.

A Amparo Viñuales, que lo defendió en el Parlamento, le han dicho que ni siquiera lo van a discutir. Les han dicho que no a los 170 municipios. Y a los miles y miles de ciudadanos que imagino que votan a todos los partidos del arco parlamentario. También a UPN, al PP y al PSN, que son quienes les han dicho a todos ellos que se olviden.

Mi enhorabuena a Amparo Viñuales. Enfermera de un lugar donde ser enfermera supone enfrentarse a infartos, paradas cardiacas, politraumatizados y partos.

Y mi enhorabuena también por emplear mucho tiempo en prepararse con datos, hablando con mucha gente, cargándose de razones para enfrentarse a sus señorías. Sabiendo que probablemente a muchos de ellos no les preocupaba el asunto. Otros ni lo entienden. Y a algunos más, aunque en su fuero interno piensen qué razón tiene esta mujer, vayan a votar en contra o abstenerse que es lo mismo, porque no me dejan hacer otra cosa…

Kiko Betelu Corcuera, médico de UVI móvil, miembro del grupo de salud de la coalición electoral Izquierda-Ezquerra

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