viernes, 19 de septiembre de 2014

ESCOCIA, ¿FIN DEL TRAYECTO?

Los escoceses han deshojado la margarita y han dicho que no, con un margen de aproximadamente 11 puntos. Nada desdeñable por supuesto. Hasta el día de hoy siempre se hablaba que el independentismo escocés rondaba el 30%, hoy, por fin tenemos una foto fija, y ésta nos dice que prácticamente la mitad del país quiere ser un nuevo estado. Tampoco para ser desdeñado.

Durante la campaña del NO, los partidos unionistas ofrecieron más poderes para Escocia, y al ver que se iba de las manos el referéndum, apretaron el acelerador en cuanto a transferencia de poderes. Los escoceses tomaron nota, y a partir de hoy esperarán que cumplan porque si no lo hacen se pueden encontrar con un nuevo referéndum en 10-15 años que esta vez no ganarán. Es obvio que el SNP ha perdido, pero su derrota no ha sido tan mala. Al fin y al cabo Alex Salmond, Ministro Principal escocés, quiso que la opción del DEVO MAX estuviera en el referéndum, y ahora es lo que ofrecen.

David Cameron, Primer Ministro británico, sabe muy bien que si ha tenido ese resultado ha sido por lo prometido, y por eso acaba de activar un cambio que probablemente revolucione Gran Bretaña. Porque no sólo Escocia se va a ver afectada, sino que la devolución de poderes va a ser para sus cuatro naciones, esto es la consabida Escocia, Gales, Irlanda del Norte, e Inglaterra. Este cambio le puede ocasionar graves problemas dentro de su propio partido pero es el precio a pagar. El centralismo de los estados unitarios se vuelve cada vez menos viable.

Quiero recordar también cómo llegaron a este referéndum. El SNP consiguió mayoría absoluta en 2011 con el referéndum en su programa electoral, y David Cameron aceptó negociar a la vista de dicho resultado. El Reino Unido no tiene una constitución escrita como tal, pero en el artículo primero del Union Act de 1707, en el que Escocia e Inglaterra se unen, dice claramente que “serán uno para siempre”. Es obvio que nadie se ha escudado en eso para no dar voz a la ciudadanía escocesa, y atender sus necesidades actuales. Un auténtico ejercicio de democracia.

Este referéndum tendrá consecuencias en Europa, a pesar de que hoy muchos respiren aliviados por no tener que tocar tratados mientras se mantienen de perfil que es lo mejor que saben hacer. Una de ellas es el propio referéndum que los británicos celebrarán para salirse de la Unión Europea si los conservadores ganan, tal y como prometió David Cameron. Escocia siempre se ha declarado europeísta, todo lo contrario que la muy euroescéptica Inglaterra. Cuento esto porque ayer se daba la paradoja de ver a políticos españoles deseando que ganara el No, y uno de sus argumentos era por mantener unida Europa.

Y es que aquí se presenta otra de las grandes incógnitas a corto plazo… ¿Qué hará la Escocia europeísta si el Reino Unido decide marcharse de la Unión Europea? Estas cuestiones se irán resolviendo poco a poco, pero desde luego no es el fin del trayecto del independentismo escocés, cuyo gran logro ha sido el reconocimiento de su derecho a decidir. Y no es baladí, en otras plazas cuesta asumir este derecho fundamental.

Pro Libertate Patria

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