Azkoyen ha abierto en Colombia su primera fábrica fuera de Europa. El grupo navarro anunció ayer la puesta en marcha de unas instalaciones en las que ha invertido 500.000 euros y que debe suponer “un centro de operaciones clave para reforzar la presencia de Azkoyen en América Latina”, explicaron ayer desde la firma de Peralta.
La planta, ubicada en la Zona Franca de Pereira, comenzó a operar el pasado 25 de julio, fabrica máquinas de café y su puesta en marcha responde a la necesidad de implantarse en mercados cuyo consumo interno crece. Pese a que el grupo recoge el 83% de sus ingresos en el mercado exterior, estas proceden fundamentalmente de Europa, por lo que la apertura al mercado americano permitiría diversificar las ventas. La producción de esta nueva fábrica se dirigirá a los mercados de América Central y América del Sur en una primera fase, “si bien no se descarta la introducción en el mercado norteamericano” más adelante. “Se trata del primer paso de una estrategia encaminada la búsqueda de nuevos mercados en la región”, explicó Eduardo Unzu, director general de Azkoyen.
La ubicación en Colombia cuenta, según explicaban desde el grupo, con distintas ventajas. La accesibilidad al mercado americano global y las reducciones arancelarias para exportar desde allí a Estados Unidos son dos de ellas, así como los beneficios fiscales, “la seguridad jurídica” del país y “unos costes competitivos”. Pereira se encuentra situada además entre las tres ciudades más grandes de Colombia (Bogotá, Medellín y Cali), en una región que produce el 76% del PIB y que cuenta con 465.000 habitantes.
La nueva planta, que cuenta con la denominación Azkoyen-Andina, cuenta con 1.356 metros cuadrados, en los que se ubican dos líneas de fabricación de máquinas expendedoras de bebidas calientes, pertenecientes a los segmentos de mesa (table top) y de pie (free standing). La mitad de los proveedores será de carácter local, “dada la red existente en esa zona industrial de Colombia”. En un principio, la fabricación se limitará a los modelos Zen y Zensia, lanzadas al mercado en 2013, y que permiten “incrementar la rentabilidad de los operadores gracias a su diseño, durabilidad, innovación y alto valor añadido”, explicaron desde la empresa.
La empresa se dedicará durante este año a consolidar su sistema productivo y terminar de escoger y formar al equipo humano, con el objetivo de empezar a atender a los clientes durante 2015. James Perea, ingeniero mecánico de la Universidad Tecnológica de Pereira y especialista en Calidad total y Productividad de la Universidad del Valle, será el responsable de la planta. Durante tres meses ha estado formándose en la sede central de Azkoyen en Peralta y encabezará un equipo que podría alcanzar las 20 personas en 2016.
La empresa navarra concreta esta iniciativa después de haber cerrado a mediados de 2013 la refinanciación de su deuda, que quedó fijada en 27,5 millones de euros. Con este acuerdo, suscrito por todas las entidades financieras acreedoras (BBVA, CaixaBank, Santander, Banco Sabadell, Banco Popular y Barclays Bank), la entidad extendió tres años los plazos, hasta finales de 2017, adecuándolos a su capacidad para generar caja. Tomaba así aire después de un periodo de dificultades.
La mejora de la rentabilidad es otro de los objetivos que se ha puesto la compañía. Y una de las vías para conseguirlo debería ser el nuevo convenio pactado con la plantilla después de siete jornadas de huelga. Este acuerdo contempla un incremento de ocho horas en la jornada, con una reducción de costes laborales que la empresa cifra en el 3,4% para 2014, y que se consolidaría en 2015 y 2016, así como la creación de una bolsa de horas y de grupos profesionales con las condiciones del convenio del metal.
Diario de Noticias
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