Carlos Slepoy, argentino de nacimiento, sufrió secuestro y torturas en su país natal. En 1977 se exilió en el Estado español y en enero de 1982 un policía ebrio, pese a que estaba de servicio, le disparó por la espalda cuando intercedió en favor de unos jóvenes a los que el agente increpó sin motivo. Desde entonces, una silla de ruedas es su compañera. Slepoy es el abogado en el Estado español de las víctimas del franquismo y entre sus defendidos se encuentra la familia de Andoni Arrizabalaga, joven ondarrutarra que fue salvajemente torturado por el excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas en el cuartel de Zarautz.
¿Cuál es la situación actual del proceso que llevan las víctimas del franquismo?
-Nos encontramos en un momento en el que se han producido hechos transcendentales. Uno de ellos fue la orden internacional de detención contra cuatro torturadores, aunque al final solo quedó contra dos -el excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas y el policía Antonio González Pacheco Billy el Niño- porque los otros dos habían fallecido. Aunque la extradición fue denegada por parte de la Audiencia Nacional, fue algo muy importante porque resultó ser el anuncio de que vendrán otras órdenes de detención.
La Audiencia Nacional negó su extradición a Argentina, ¿están ya totalmente libres Muñecas y González Pacheco?
-El hecho de que esta gente esté amparada en España no significa que la orden de detención internacional no tenga validez en el resto del mundo. Si fueran sorprendidos fuera del territorio español podrían ser detenidos y llevados a Argentina. Esto da idea de que España se ha convertido en refugio de estas personas, lo cual ahonda y profundiza en la protección que se da a este tipo de criminales. Determina que el único refugio que tienen estos hombres es el lugar donde cometieron los crímenes, en este caso en España.
En el caso de Muñecas los jueces abrieron la posibilidad de trasladar el caso al juzgado de Azpeitia puesto que las torturas a Andoni Arrizabalaga se produjeron en el cuartel de Zarautz. ¿Están barajando esta opción?
-El fiscal dijo que había que denegar la extradición porque los crímenes cometidos estaban prescritos, pero que las víctimas tenían el derecho a ser escuchadas en un juzgado de donde se cometieron las torturas. Nuestra intención es poner una querella contra Muñecas en el juzgado de Azpeitia. Teniendo el cuenta el Derecho Internacional, o se le extradita a Argentina o se le juzga en el Estado español. Por ahora no se han dado ninguna de las dos cosas, pero estamos en condiciones de intentarlo. De hecho, tengo previsto viajar al País Vasco a principios de octubre y uno de los objetivos de la visita es hablar con mis compañeros sobre la posibilidad de presentar esta denuncia contra Muñecas en el juzgado de Azpeitia.
¿Podría suceder algo similar en otros juzgados del Estado español?
-Los abogados estamos trabajando en este tema para interponer querellas en todo el territorio, de tal modo que haya jueces que se decidan a investigar los hechos. No hay un pueblo de España donde no haya víctimas del franquismo. La cantidad de querellas pueden ser de cientos o miles.
¿Cómo lo van a hacer?
-Hay que planificarlo bien. Se deben implicar muchas personas, asociaciones y abogados, pero creemos que el camino está abierto y el avance de la querella puede hacerse.
¿Que significó la visita de la jueza Maria Servini al Estado español?
-Tomó declaraciones tanto en el País Vasco como en Andalucía o Madrid. Y lo relevante del tema es que la mayoría de los jueces españoles prestaron colaboración a la solicitud de exhortos. Cuando esto no fue posible, como ocurrió en Miranda de Ebro, se están tomando ahora declaraciones para enviarlas a Argentina. Todo ello revela que hay muchos jueces dispuestos a colaborar. Durante mucho tiempo el Gobierno español se negó a colaborar, pero la presión social y la denuncia de que estaba amparando a los criminales hizo que dejara este asunto en manos de los jueces. Es un avance sustancial.
¿Cree entonces que los jueces van más allá que el Gobierno del PP?
-Ellos han colaborado. Los jueces saben que hay un convenio de colaboración entre la justicia de ambos países, Argentina y España, y están cumpliendo con él. Podían haber dicho que en España se cerró esta cuestión con la decisión de la Audiencia Nacional. Sin embargo, esta colaboración revela que entienden que es una causa justa que se debe llevar adelante y abre la posibilidad de que estos hechos se investiguen aquí. Vuelvo a repetir, creo que se dan las condiciones para la presentación de querellas masivas. Uno de los primeros sitios sería el País Vasco en relación con los delitos cometidos por Muñecas y en Madrid, con respecto a Billy el Niño.
Cuando la jueza Servini estuvo en el Estado español se abrió la puerta a presentar más denuncias. ¿Ha habido más casos?
-Justamente me acaba de decir una persona que la pasada semana llegó una denuncia al Consulado de Madrid. Llegan más denuncias, y no solo desde el Estado español, sino desde distintas partes del mundo. Lo que ocurre es que en principio hay que trasladarse a alguno de los consulados existentes, y si no me equivoco hay seis en el Estado español. Otra posibilidad es presentar una querella a través de los abogados y la persona interesada en hacerlo debe ponerse en contacto con nosotros.
¿Ha sido importante ver la imagen de Félix Padín declarando ante el juez a sus 98 años?
-Es la primera vez que ha sido escuchado por un juez. Lo cierto es que un juez le tomó declaración. Algo que no había ocurrido nunca. Gracias a esta querella en Argentina, la gente se ha volcado. Después de 40 años de dictadura y 37 años de democracia no se había escuchado a ninguna víctima del franquismo. Nunca se había imputado a nadie por los crímenes cometidos. La impunidad era tremenda. Esta declaración de Padín, por un lado es una reparación y por otro abre un camino.
El Gobierno español debe presentar un informe ante la ONU sobre los crímenes franquistas. ¿Esto le moverá a dar pasos?
-Lo que se ha planteado al Gobierno español es que no tenga en cuenta la Ley de Amnistía, que se investiguen los crímenes franquistas, que haya un plan nacional de búsqueda de fosas comunes. En definitiva, que cumpla con una serie de medidas y, en caso de que no lo haga, sufrirá una severa condena a nivel internacional. Todo esto crea una situación en la que cada vez es más difícil sostener la impunidad. Quizás este Gobierno, por las características ideológicas que tiene, no dé ningún paso, pero seguro que habrá cambios políticos que favorecerán a este proceso.
¿La amnistía del año 77 tenía como fin que los franquistas no respondieran por sus crímenes?
-Cuando se dictan leyes de este tipo, que suele ser en procesos de transición de dictaduras a democracia, lo que se pretende es el olvido, la impunidad y la desmemoria. Y lo hicieron durante mucho tiempo. Pero a la luz del Derecho Internacional y los pactos firmados por España, esa Ley de Amnistía es irrelevante y no se debe tener en cuenta.
Otra de las materias de los crímenes franquistas hace referencia a los niños robados. ¿Cómo está este otro aspecto?
-Hay cerca de 2.000 denuncias en todo el territorio y en el caso de la querella argentina hay varios casos de niños robados que se han sumado a la misma. Es un tema lacerante. Es evidente que hubo una coordinación entre diversas clínicas, y en distintos lugares, para la apropiación de niños. Hay pruebas contundentes de que esto fue así en muchos casos. Hay algunos casos resueltos, pero en general no hay una actitud activa por parte del Estado para investigar estos hechos. Y otro tanto ocurre con las víctimas que están en fosas comunes. La Ley de Memoria Histórica aprobó un mecanismo a través del cual se apoyaría esta labor con subvenciones. Sin embargo, cualquier tipo de ayuda fue suprimida por el PP, pero además se impide la búsqueda y deja en manos de particulares y afectados esta tarea, cuando debería ser obligación del Estado investigar y hacer justicia.
¿Qué opina cuando dicen que por el bien de la reconciliación es mejor olvidar el pasado y mirar al futuro?
-Eso es una falacia. Esto no es cuestión del pasado. No se puede entender el presente sin tener en cuenta el pasado. Salvo los que padecen amnesia, todos tenemos una historia. El pasado es importante y mucho más aquí, cuando hay tanta gente que está sin reparar. Los que dicen que hay que cerrar las heridas no son los que están heridos. Las heridas solo pueden cicatrizar, que no desaparecer, si la sociedad repara este tema. Olvidar el pasado es proteger a los criminales. Aquí se ha pasado de la dictadura a la democracia como quien pasa en casa de un salón a otro salón. Ministros, jueces, legisladores....
La actitud del Gobierno del PP está clara, pero tampoco el PSOE hizo mucho más antes.
-Lo que hizo el PSOE fue muy poco, iniciativas menores que no tienen nada que ver con una reparación integral. Tanto el PSOE como el PP han reparado a las víctimas del terrorismo para las que se establecen indemnizaciones sumamente altas, lo que me parece que está muy bien, pero lo que es increíble es que las víctimas del terrorismo de Estado no son objeto de reparación, sino que muchas veces lo son de escarnio y olvido.
Cuando pasa cerca del Valle de los Caídos, ¿qué le viene a la mente?
-Cuando comenzó su construcción fue un monumento a la llamada Cruzada Nacional. Posteriormente se hicieron discursos diciendo que representaba un afán de reconciliación. Eso es algo insostenible. Ahí están enterrados Franco y Primo de Rivera. Además, solo en Madrid hay más de 200 calles con nombres de franquistas. La tarea de desmontar el franquismo está pendiente en gran medida.
¿Qué le dice que haya residuos de grupos franquistas o fascistas que ahora tienen su punto de mira en el extranjero, en el diferente?
-Siempre hay chivos expiatorios en época de crisis y en lugar de mirar hacia arriba y buscar allí, que es de donde vienen los males, se busca criminalizar al más débil, a los inmigrantes o los sectores marginales de la sociedad. Son los que más sufren. Lamentablemente es así. Lo que hay que saber es quiénes son los verdaderos responsables de las crisis que periódicamente se suceden en este sistema.
Para usted, como argentino, será motivo de inmensa alegría que la presidenta de las Abuelas de Mayo, Estela de Carlotto, haya recuperado a su nieto desaparecido
-Ha sido una enorme alegría. Además, por lo que tiene de simbólico. Es una noticia de una gran repercusión, pero no se debe olvidar que es el 114 de los nietos recuperados. Y eso es producto de una enorme fuerza por parte de la abuelas da la Plaza de Mayo y las organizaciones sociales que las arropan. También por parte del Gobierno de Argentina, que, en general, está a años luz de la actuación del Gobierno español. Hay propaganda institucional en favor de los Derechos Humanos y periódicos que de forma automática y periódica publican fotos de los desaparecidos. Antes eran las abuelas las que buscaban a sus nietos y ahora son los nietos los que buscan a sus abuelas. De hecho, este muchacho dudaba de su identidad y buscó sus orígenes. Si aquí ocurriera algo parecido por parte del Gobierno del Partido Popular, sería objeto de celebración en España.
¿Está animado? ¿Se va a lograr la reparación para las víctimas del franquismo aunque para muchas quizá sea ya tarde?
-Hay gente que lamentablemente ya ha fallecido. Para ellos no habrá reparación. Pero en la propia lucha está la compensación. Ya es una compensación importante los logros que vamos teniendo. El fin de la impunidad es irreversible. Es impresentable que en un país que se dice una democracia avanzada en el mundo exista la impunidad que existe. En Guatemala la violación de derechos fue algo sistemático. Sin embargo, esa sociedad llevó a los tribunales a Efraín Ríos Montt, que fue el responsable del genocidio del pueblo maya. Es España ni un cabo se ha sentado en el banquillo. En la medida que se persista en la lucha, se irá acabando con la impunidad de los crímenes del franquismo.
Javier Núñez, para Grupo Noticias
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