martes, 10 de junio de 2014

BATZARRE ANALIZA LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES EUROPEAS

No nos detendremos en el análisis de los resultados fuera de España a pesar de que hay temas muy relevantes. Es preocupante el éxito del Frente Nacional en Francia y en un sentido más antieuropeísta del UKIP británico; se suma la presión sobre la CSU-CDU de las fuerzas neo-nazis (1 parlamentario) y antieuropeístas (Alternativa 7% y 7 parlamentarios) en Alemania. Las políticas dominantes de la UE desarrolladas ante la crisis y ante los retos globales en estos años han supuesto una gran desafección de la ciudadanía ante las instituciones europeas y un auge sin precedentes del euroescepticismo; las elecciones son un fiel reflejo de ello. Va a ser una legislatura crucial para la UE. Y a pesar de todos los pesares, si hay voluntad política, hay mayoría parlamentaria suficiente para avanzar en todos los terrenos: con políticas económicas de crecimiento, empleo, empleo juvenil; con un cambio del BCE a favor del empleo, del crédito a las empresas, de cierta mutualización de la deuda; en pro de una Europa social, solidaria, con políticas respetuosas con la emigración; con el desarrollo de una política exterior europea; avanzando en la unidad energética; dando un nuevo impulso democrático a las instituciones europeas, recuperando el apoyo de la ciudadanía y para eso defendiendo y mejorando un espacio de bienestar social y libertad.

En el Estado español

Normalmente las elecciones europeas pasan sin pena ni gloria injustamente, pues son cada vez más determinantes del grueso de las políticas económicas y democráticas de las ciudadanías y de los estados que formamos parte de la Unión. Esta vez las repercusiones postelectorales en el ámbito español están siendo notables. Veamos.
    
El PP gana las elecciones, pero con una fuerte bajada del 39% de sus votos. El PSOE además de perder las elecciones sufre una bajada del 41%. Izquierda Plural triplica sus votos y escaños. Podemos consigue 1.250.000 votos, un 7,96% y 5 parlamentarios. La suma de Izquierda Plural y Podemos logra 2.810.000 votos, un 17,95%, 9 parlamentarios más y sacan 11 parlamentarios. UPyD más Ciudadanos consigue 1.500.000 votos, 9,65% y 6 parlamentarios. CIU-PNV-CC mantienen sus tres parlamentarios. ERC triplica sus votos, 2 parlamentarios y supera por primera vez a CIU. Bildu-BNG y Compromis-Equo logran 1 parlamentario cada uno. Es un hecho significativo y muy positivo que no aparezcan los fenómenos antieuropeos, xenófobos de otros países europeos y que no se detecten en las principales fuerzas electorales.
    
Aunque no se puede hacer una traslación a otras elecciones, sí aparecen tendencias consistentes que comentaremos a continuación.
    
El bipartidismo sale claramente tocado. Su representación electoral pasa del 80% al 49% y de 47 a 30 parlamentarios. ¿Sin vuelta atrás a medio plazo? No sería prudente excluir su recuperación, máxime con un sistema electoral en las generales que penaliza tanto los resultados de las fuerzas minoritarias de carácter estatal y con una abstención tan sumamente alta. A este respecto la encuesta postelectoral de El País dice que un 86% está a favor de una reforma más proporcional del sistema electoral. No obstante, lo más probable es que el bipartidismo no detente un monopolio tan absoluto de la representación parlamentaria; al menos en lo que hace al PSOE, que compartirá el espacio de izquierdas con Izquierda Plural, Podemos y las izquierdas de corte nacionalista o regionalista. El PP recibe una censura máxima por su política antisocial y podría perder comunidades tan emblemáticas como Madrid y País Valenciá. 
   
El PSOE, por su parte, sufre la mayor debacle de su historia, entra en una crisis interna de la que no se sabe cómo saldrá y deberá articular la colaboración con el resto de las izquierdas para gobernar en España y en diversas comunidades autónomas. La solución Rubalcaba no ha funcionado por su vinculación con el gobierno de ZP y por su deriva antisocial; y para ganarse la credibilidad necesita referencias nuevas  y políticas nuevas ante la crisis.
    
Los resultados de Izquierda Plural son francamente buenos en todo (votos, porcentaje, parlamentarios, entrada en todas las comunidades autónomas).  Se le puede abrir un escenario nuevo, más abierto, más complejo, más interesante, que requerirá consensos internos de hondura entre sus distintas corrientes. Nos referimos a su participación en la gestión autonómica y municipal de una envergadura mucho mayor que la actual, con posibilidades de formar parte de un gobierno de izquierdas a escala estatal. Asimismo, la fragmentación del electorado de izquierdas le obliga a desarrollar una política de alianzas principalmente con Podemos, Equo-Compromis, y en otro plano con el PSOE. Pero el éxito electoral indiscutible de la Izquierda Plural se ve frenado por el surgimiento de Podemos que pisa su mismo terreno y que antes no existía. Y para avanzar más como polo referencial de la izquierda y para asentar la izquierda en suelo firme, a nuestro juicio, las fuerzas que conformamos la Izquierda Plural debemos intensificar una renovación e innovación de las ideas básicas de crítica al capitalismo y de sus alternativas mirando al futuro y sin estar sujetas a experiencias del pasado que no han funcionado a favor del bien común ni de los sectores más desfavorecidos; esta es una carencia que afecta al conjunto de la izquierda. E, igualmente, las diferentes corrientes o sensibilidades existentes tendrán que arbitrar una convivencia satisfactoria en lugar de caer en dinámicas de crítica destructiva.

El espacio UPyD + Ciudadanos puede ser decisivo en las alianzas, si se ponen de acuerdo y en función de los resultados que se produzcan.

Catalunya. El sector soberanista-independentista obtiene un 45,4% [un 21,49% del censo] y las fuerzas que sostienen el derecho a decidir un 55,7% [un 26,35% del censo]. No ha conseguido una participación mucho más alta que la del resto de España pese a echar el resto en ese empeño: la abstención fue también mayoritaria en Cataluña (con el 52,56% del censo), de manera que la participación catalana (el 47,44% del censo) ha quedado por debajo de las comunidades autónomas de Madrid, La Rioja, País Valenciá y Castilla y León.

Su resultado es suficiente para mantener la llama. Sin embargo, no desborda sus límites en unas condiciones que le eran muy favorables: la motivación extra por su parte para votar, el llamamiento expreso de la Asamblea Nacional de Catalunya, la situación precaria de sus enemigos. El sorpasso de ERC sobre CIU constituye la gran novedad y es más un problema que un avance para el proceso independentista, ya que acentúa la lucha por la hegemonía dentro de ese bloque; y porque afectará también al acuerdo sobre el derecho a decidir tras el 8 de Noviembre. En líneas generales, deja las cosas como estaban con la salvedad muy importante del sorpasso de ERC. 
    
Podemos. Nos detendremos más por la novedad y por su repercusión en el campo de las izquierdas. Se trata de una aproximación parcial e incompleta. Merece la pena que hagamos un análisis sosegado del mismo para tener un conocimiento lo más completo que nos sea posible. Todavía hay muchas cosas que están por aclararse en la realidad: el futuro de Podemos en diversas áreas electorales, organizativas, alianzas, su orientación en varios temas, su conformación concreta en Navarra, etcétera. Veamos.
    
Su resultado constituye un éxito pleno. Ha causado sorpresa; quizás haya influido como apunta la encuesta postelectoral de El País el hecho de que un 60% de sus votantes lo dudó hasta el final. Les supera a los nacionalistas o regionalistas de izquierdas en Galicia, País Valenciá y Aragón; y a la Izquierda Plural en Madrid, Asturias, Cantabria, CAV, Baleares, Ceuta. Enlaza con una parte significativa del 15-M; éste parece ser su rasgo más importante. Es una expresión institucional y política diferente, que no encontraba acomodo en las fuerzas políticas existentes. Los intentos anteriores de trasladar una parte sustancial del 15-M al terreno electoral no lo habían conseguido. Ahora Podemos ha funcionado, ha sido el catalizador. Y esto es un éxito del grupo promotor encabezado por Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Monedero. Ha sido un equipo pragmático, útil. Ha preparado durante mucho tiempo la comunicación en televisión y la ha utilizado con eficacia; también ha contado con fuerte apoyo de televisiones importantes; P. Iglesias ha llegado a participar en siete programas televisivos a la semana; según ellos, las intervenciones televisivas eran concienzudamente preparadas en grupo. Y, además, ha desarrollado  un buen trabajo en redes sociales.
    
Su voto, al parecer, procede de 15-M. La encuesta postelectoral de El País rompe varios tópicos. Votos procedentes de otros partidos en las elecciones de 2009 y 2011: del PSOE 33,1% y 29,9%, de IU 17,2% y 26,1%, de otros/nuevos votantes 11,2% y 15,6%. Por edad: 45% entre 34-54 años, 34% entre 18-34 años, 21% más de 55 años. Por ocupación: 51% con trabajo, 22% en paro, 15% estudiantes, 9% jubilados, 4% trabajo doméstico. En la escala izquierda-derecha (de 0 a 10) Podemos se ubica en un 3,7,  IU un 3,4 y PSOE un 5,4.
    
Dado el caudal de votos obtenidos (1,25 millones) es muy difícil que su futuro electoral sea efímero. En la citada encuesta de El País se dice que a día de hoy en unas generales un 51,5% seguiría votando a Podemos, un 25,4% a IU, sólo un 4,5% al PSOE, un 6,7% n/s. 
    
Su programa -como sucede con la mayoría de las fuerzas políticas y también de izquierdas- es un conjunto de deseos, donde cada sector plantea sus reivindicaciones y no aparece el menor problema para llevarlo a la práctica ni tampoco para las políticas públicas que plantea. El programa denota una orientación de izquierdas, social, de inquietud democrática… Tampoco ofrece ninguna innovación especial, tiene cosas interesantes en algunos capítulos, por ejemplo ante la corrupción con la directiva Villarejo. Entre sus ideas-fuerza han descollado la lucha contra la casta política, recuperar la democracia, potenciar la soberanía y el patriotismo, el asalto al PSOE, la indignación con la situación económica y social y con el funcionamiento de la democracia y del sistema de partidos, una cierta retórica radical, las primarias… En nebulosa, y sin aclarar la acusación sobre su financiación, ha aparecido su vinculación al chavismo por el trabajo desarrollado durante ocho o nueve años de alguno de sus líderes. Se define más por lo que no es que por lo que es.
    
Su organización. Sin afiliados, cuenta con 400 círculos en España, aquí en Iruña y Tudela. Su modelo para hacer la lista y para aprobar el programa es de votación directa a través de Internet; muy similar al utilizado por el 15-M. Su concepto de democracia directa sin problemas y casi universal es muy problemática, en algunos casos simplemente irreal. 
    
El liderazgo de Pablo Iglesias ha sido muy destacado; su foto aparece en el logo de la papeleta. Por todo ello, en ciertos medios le acusan de caudillismo de izquierdas. Desde sus filas se defiende con el argumento de que había que aprovechar del conocimiento que esa persona poseía en la sociedad de izquierdas.
    
Influencias positivas. Es positiva la expresión electoral, política e institucional de un sector importante de la población de izquierdas que no encontraba acomodo en lo que existía. Puede ser positivo y una llamada de atención para el resto de la izquierda y cabe que contribuya a renovar el mapa de la izquierda, a impulsar iniciativas correctoras de la política o aspiraciones  más democratizadoras. Por contra, no está libre de la debilidad ideológica y teórica que caracteriza al conjunto de la izquierda. Su articulación es escasa, tendrá que mojarse y definirse en multitud de cuestiones, puede haber un choque entre sus expectativas y la realidad…
    
Su significación responde más a un ámbito más general, de un carácter difusamente español. Se trata de un movimiento muy conectado al 15-M, dándole a una parte del mismo un rostro institucional, con una representación minoritaria pero importante en todo el territorio, un movimiento electoral de nueva creación, pendiente de articularse en todos los terrenos...
    
Incógnitas. No parece un fenómeno pasajero; tiene muchos votos y procede de un movimiento social muy fuerte. Ahora bien, tiene que revalidar el éxito electoral en las siguientes elecciones; tampoco sería descartable que lo ampliara, pues el éxito suele llamar al éxito; aun es pronto para realizar cualquier aseveración. Necesita articular una organización para las municipales y las forales, dotarse de unos criterios de actuación en política (todavía más si le toca gestionar ayuntamientos o gobernar en comunidades autónomas) Necesita unificar ideas y criterios con los que cohesionar su organización. Se va a ver sometido a las contradicciones existentes en la sociedad de izquierdas, a plantear propuestas y soluciones ante la aguda crisis económica y social…
    
En la prefiguración de futuro que hacen después de las elecciones dicen que aspiran a ganar para gobernar, no hemos ganado a los grandes… Suena a marketing y también a ocurrencia. Sobre las alianzas defienden grandes confluencias con movimientos sociales y partidos de izquierda sin especificar más (se supone sin el PSOE); hablan de un Frente Amplio como el de Uruguay, de un punto de encuentro entre movimientos y partidos; pero ¿cuáles son sus planteamientos reales de cara a las alianzas? Ahora se proponen compaginar la participación abierta con estructuras estables de dirección. Están obligados a dotarse de una organización más o menos partidaria, no exenta de conflictos en su coherencia interna y en la formulación de sus propuestas. Los futuros comicios serán sin duda una gran prueba de fuego. El papel de los europarlamentarios algo contribuirá a darle continuidad, aunque su actividad no es fácil que suponga argamasa suficiente para la consolidación del proyecto. Dentro de un año contarán con cargos municipales y autonómicos y estos sí que les pueden servir para su consolidación en función, claro está, de los cargos que logren, de la actividad que realicen, de la cohesión que consigan, etc. Por otro lado, el éxito alcanzado es una buena palanca para seguir ganando. Quedan, pues, a expensas de lo que depare el futuro, pero no es flor de un día.
     
Nuestra actitud debería ser lograr el conocimiento más completo posible, con una actitud receptiva y abierta, sin prejuicios en ninguna de las direcciones (ni recelo apriorístico ni deslumbramiento por los resultados), a expensas de lo que se consolide, con una actitud positiva. Huelga decir que deseamos afrontar esta reflexión conjuntamente con IU. Pensamos que su presencia en la escena institucional es positiva. 

En Navarra

El PP saca 53.727 votos, un 25%. Baja 22.000 votos, 13´09 puntos porcentuales. Con la presencia de UPN en las forales su papel volverá a ser de poca relevancia y seguramente bajará de sus 4 parlamentarios forales actuales.
   
El PSOE saca 31.042 votos, un 14´05%. Baja 32. 213 votos, 17´2 puntos porcentuales. Pierde un 51%, o sea 10 puntos más que la media estatal, probablemente por no presentar la moción de censura.
    
Bildu saca 43.055 votos, un 20´01%. Sube 6.915 votos, 1´54 puntos porcentuales. Es la segunda fuerza; sin obtener su mejor resultado, por ejemplo, EH en 1999 sacó 45.146 votos y si le sumamos una extrapolación de los votos logrados por EA serían unos 58-60.000 votos.
    
Izquierda-Ezkerra saca 20.387 votos, un 9´5%. Sube 14.129 de votos, 6 puntos porcentuales. 
    
Podemos: 20.036 votos, 9´1%.
   
UPyD saca 9.814 votos, un 4´5%. Sube 5.674 votos, 2´4 puntos porcentuales.
    
PNV saca 5.552 votos, un 2´52%. Sube 1.861 votos, 0´7 puntos porcentuales.
    
Aunque no se puedan extrapolar estos resultados por la ausencia de UPN y en menor medida de Geroa-Bai, comentaremos las cuestiones más significativas.
   
En primer lugar, está la crisis del PSN. A día de hoy parece difícil que consiga recuperar su representación del pasado. Y esto tendría repercusiones para el cambio: una hipotética pérdida de la primacía electoral del PSN, su pérdida de la centralidad ocupada hasta ahora, un reparto de fuerzas diferente del existente en el pasado. Es difícil hacer vaticinios concluyentes en estos momentos; la clave principal estará en función de cómo se resuelva el futuro del PSOE-PSN.
    
En segundo lugar, se encuentra la nueva situación de Izquierda-Ezkerra (n) y de las izquierdas no nacionalistas-vascas. Se produce un auge claro de estas izquierdas ante la crisis del PSN. La suma de la subida de Izquierda-Ezkerra (n) más Podemos es de 34.456 votos y 15 puntos frente a los 6.915 votos y 1´54 puntos de Bildu.
    
Si se consolida esta tendencia, si resuelven bien las relaciones entre Izquierda-Ezkerra (n) y Podemos, estaríamos en una situación nueva y podríamos aspirar a una representación y a una capacidad de influencia política bastante mayor que la ejercida hasta la fecha.
    
A nuestro juicio, para ocupar una centralidad mayor en la izquierda, necesitamos construir un discurso más consistente, innovador, renovado y atractivo. No hemos de tener empacho en ser críticos, todo lo que sea necesario, con los gobiernos actuales, pero haciéndolo con rigor. Nuestra crítica al capitalismo es necesaria y ha de ser sólida. Hemos de plantear reformas o propuestas potentes en todos los órdenes (economía, cuestión social, democracia, cohesión e integración para la convivencia de identidades, igualdad para las mujeres, etcétera); ahora bien, hemos de combinar la necesidad social o la consecución de bienestar para las mayorías y especialmente para los sectores más desfavorecidos, incluyendo formas alternativas de economía social o de propuestas económicas y políticas públicas… con el realismo. Necesitamos llevar a la práctica proyectos reales, diferentes de la derecha, útiles para las mayorías y necesitamos contrastarlos con la experiencia. No es conveniente sustituir estas pruebas por una dogmática ideológica que no se justifica en el contraste con la realidad. Necesitamos avanzar con experiencias prácticas que sean positivas. Hay posibilidades de hacerlo. Pero hemos de llevarlo a cabo con humildad y con realismo, activando al máximo las potencialidades de la sociedad de izquierdas y de otras gentes generosas de la sociedad preocupadas por el bien común, siendo conscientes del reto y del vacío que tenemos las izquierdas a escala europea o planetaria en las alternativas a largo plazo.
    
Y al mismo tiempo no tenemos que bajar la guardia de la movilización social unitaria frente a las injusticias sociales y en defensa del estado de bienestar, pues este es el principal instrumento para conseguir respuesta social eficaz frente a los gobiernos, para influir en los cambios electorales de envergadura y para hacer posibles las reivindicaciones sociales que los gobiernos pretenden hacernos creer que son inalcanzables.
   
Desde Izquierda-Ezkerra (n) hemos de mantener una actitud receptiva, abierta a lo que puede venir de Podemos, aunque no dependerá principalmente de nosotros. En Navarra a día de hoy y con el conocimiento que poseemos, se trata de un fenómeno electoral importante y equivalente al existente en el conjunto del estado; aquí con una debilidad orgánica mayor y pendiente de que sean despejadas las incógnitas que venimos planteando.
    
En tercer lugar, dada la subordinación negativa que ha practicado una parte de la izquierda, conviene mantener una actitud independiente ante el nacionalismo-vasco y ante la IA en diversos temas. Por ejemplo, ante el llamado derecho a decidir, tenemos que exponer con firmeza que no estamos por rupturas ni por frentismos, sino por la convivencia, la solidaridad, la justicia entre las diversas partes y entre las gentes con diferente sentimiento nacional o de pertenencia; planteando las políticas sobre el euskera, las relaciones con la CAV, los símbolos, etcétera mediante vías de diálogo y negociación, bajo valores de  igualdad, libertad y voluntariedad y bajo el criterio de la realidad sociolingüística en cada zona; admitiendo un procedimiento de salida basado en la doctrina del Tribunal Supremo de Canadá, que deja de lado fundamentaciones esencialistas, abstractas o absolutas por encima de la voluntad ciudadana y que exige pregunta clara, mayoría clara, respeto a las minorías y posterior negociación entre las partes y poblaciones afectadas, cuando se produzca una desafección insalvable con cualquier comunidad nacional; pensamos que hoy no es una controversia primordial ni una cuestión de sociedad en Navarra; en todo caso existe la confrontación entre la ciudadanía sobre la incorporación de Navarra a Euskadi y para tal eventualidad está contemplada la vía democrática recogida en la disposición Transitoria IVª de la Constitución, que también se puede mejorar, si es preciso.
    
Y por último, ante el cambio en Navarra. Los ejes de nuestra propuesta han sido: la posición crítica ante el PSN por su orientación inconsecuente; la posición clara ante la deslegitimación y desaparición de ETA; un programa de reformas sociales como eje central del cambio; un modelo integrador (ni abertzalizar ni españolizar desde las instituciones comunes; defensa de la igualdad, voluntariedad y de criterios no-supremacistas en políticas nacional-identitarias); un proyecto común, no una yuxtaposición de distintos proyectos; crear una corriente central de apoyo en la sociedad; acuerdo inter-identitario; liderazgos compartidos; sin subordinación al nacionalismo-vasco; crear ya foros sociales de debate sobre el cambio con inclusión de todas las corrientes políticas de izquierdas; prepararse para las principales pugnas que se darán en torno a la mayor o menor “consecuencia social”, en torno a las cuestiones identitarias y en este caso ser conscientes de que habrá una mayor presión procedente del nacionalismo-vasco.
    
Aún es pronto para evaluar las modificaciones que se produzcan sobre el cambio en Navarra. No sería prudente trasladar los resultados de las europeas a las forales o municipales. Hay demasiadas incógnitas por despejar: los resultados electorales concretos que se den y que en algunos casos nada tienen que ver con los habidos (Geroa-Bai), la recuperación o no del PSN, la formación o no de un bloque de izquierdas ajeno al nacionalismo-vasco y diferente del PSN, la entrada o no de UPyD, etc. Sin embargo, sí se puede diagnosticar una posición más débil del PSN, sus mayores dificultades para presidir el bloque alternativo… No percibimos la necesidad de introducir variaciones en los ejes planteados. En todo caso constatamos la necesidad de intensificar nuestra actividad para que lleguen a buen puerto las propuestas que venimos realizando. Y dependerá del avance que consigamos en el conjunto de dichas propuestas, que se interrelacionan y condicionan mutuamente, para alcanzar el tan mentado cambio.

Jesús Urra y Milagros Rubio (Batzarre)

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