Vecinos y agricultores de los 15 pueblos afectados por el proyecto de ampliación de la primera fase del Canal de Navarra, con el respaldo de casi 600 firmas, presentaron ayer alegaciones en la Delegación del Gobierno dirigidas a la Confederación Geográfica del Ebro, ante la solicitud que ha efectuado la Comunidad General de Regantes del Canal de Navarra a la CHE para que aumente la concesión de agua desde el embalse de Itoiz, al aumentar la futura zona regable.
"Esto va a servir para que nos quiten las concesiones de agua para las 6.095 hectáreas de regadío tradicional", argumentan desde estos pueblos de Tierra Estella y Zona Media. Entienden que, de aceptarse la concesión, supondría la pérdida del derecho que actualmente tienen del "disfrute de un agua de buena calidad y barata procedentes de los ríos Ega y Arga", pues la Ley de Aguas afirma que "el otorgamiento del nuevo título concesional llevará implícita la caducidad de las concesiones para riego preexistentes". "Así, pasaríamos a ser usuarios forzosos de un agua privatizada y cara. Y a pesar de las subvenciones, los agricultores deberemos realizar fuertes inversiones para llevar el agua de Itoiz hasta cada parcela".
Los vecinos alegan que la Comunidad de Regantes no les ha consultado y no se sienten representados. Se extrañan de que dicho organismo "se autoconceda la potestad de realizar una solicitud para la que no están legitimados, pues no cuentan con la titularidad de las tierras supuestamente beneficiarias, contradiciendo lo que exige la Ley de Aguas".
Creen que el proyecto de ampliación de la primera fase del Canal "es una imposición". Destacan que "crece la movilización popular en su contra" y que "en Lerín se ha constituido la Plataforma en Defensa del Regadío Tradicional con la participación de más de 320 personas". Con este proyecto "desaparecerían multitud de huertos familiares, con la biodiversidad que acogen y la calidad de vida que aportan a sus propietarios".
Diario de Navarra
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