La espectacular irrupción de Podemos en la política española no se acaba en los cinco escaños y 1.200.000 votos conseguidos en las elecciones europeas. Un sondeo de Celeste-Tel para eldiario.es revela que el partido que lidera Pablo Iglesias es en estos momentos la tercera fuerza política del país con un 13,9% de los votos. Podemos no sólo supera a IU y UPyD, sino que lo hace con una amplísima diferencia.
La encuesta confirma al Partido Popular como el más votado con el 32,4%. En el mejor de los casos, ese porcentaje daría al PP 142 escaños, a 34 de la mayoría absoluta. La lectura positiva que puede hacer el partido de Rajoy se basa en el hundimiento de la intención del voto para el PSOE, que quedaría en el 22,3%, diez puntos por detrás y con un porcentaje similar al de las elecciones del 25 de mayo. Sería un nuevo récord negativo para los socialistas, que ni siquiera alcanzarían la cota de los 100 escaños en el futuro Congreso.
El sondeo cuenta con una estimación de participación del 57,9%, once puntos menos que en las generales de 2011. En las europeas, fue del 45,8%.
Los dos grandes partidos aspiran a recuperar en lo que resta de legislatura una parte del voto perdido en las europeas. El sondeo indica que el PP tiene algunas posibilidades de conseguirlo, pero deja al PSOE anclado en un porcentaje que tuvo como primera consecuencia en mayo el anuncio de la retirada de Alfredo Pérez Rubalcaba y la convocatoria de un congreso extraordinario.
La celebración de unas elecciones entre este sondeo y los anteriores crea dinámicas y expectativas entre los votantes difíciles de medir a corto plazo. Lo que es indudable es que el éxito de Podemos en las europeas le ha colocado en una posición diferente a ojos del electorado. La primera consecuencia es que un partido nuevo que comienza ahora su implantación en toda España ya cuenta con un 13,9% de intención de voto, lo que podría granjearle entre 28 y 32 escaños. En número de sufragios, Celeste-Tel estima que eso podría ser en unas elecciones generales más de 2.800.000 votos.
Por detrás queda Izquierda Unida, que incluso se convertiría en quinta fuerza política con un porcentaje muy similar al de UPyD (5,6% para la coalición que dirige Cayo Lara y 5,7% para el partido de Rosa Díez). Ambos partidos que aspiran a romper el bipartidismo se han visto de improviso superados por un partido con el que no contaban en su estrategia.
Al ser un nuevo partido, obviamente una parte mayoritaria del apoyo a Podemos viene de votantes de otros partidos a los que hay que sumar los que se abstuvieron en 2011 y los que votarían por primera vez. Su principal cantera de votos está en la izquierda: un 32,5% de sus votos procede del PSOE, según el sondeo, y un 24,5% de IU. Pero su atracción llega también a otros partidos. Un 10% son antiguos votantes del PP, lo que es una cifra superior al 7,2% de nuevos votantes o el 5,3% de abstencionistas en 2011.
El aumento de Podemos sirve para reducir al bipartidismo a un nivel desconocido desde la vuelta de la democracia. La suma de PP y PSOE sólo alcanza el 54,7%, 20 puntos menos que en 2011. Aun así, el sistema electoral y el hecho de que la circunscripción electoral sea la provincia favorece a estos partidos, como ocurre siempre en las elecciones generales. Cada escaño le cuesta al PP y al PSOE una media de 43.000 votos. A IU le sale por 81.000 y a Podemos por 94.000. Esa cifra es aún mayor en el caso de Ciudadanos (135.000).
La encuesta indica que existe una especie de brecha generacional en cuanto a las preferencias por los partidos. El 28,3% de los votantes de más de 65 años apoya al PP en el que es su porcentaje mayor por tramos de edad. El 16,1% lo hace por el PSOE. A diferencia de ellos, sólo el 3,1% de los jubilados expresa su preferencia por Podemos.
Sin embargo, el voto al partido de Pablo Iglesias no se limita a los más jóvenes. Podemos obtiene porcentajes similares en los tres tramos de edad (18-30 años, 31-44 y 45-64).
eldiario.es
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