martes, 22 de julio de 2014

MEDITERRÁNEA DE CATERING: ALGO HUELE A PODRIDO

Este parece el cuento de nunca acabar, pero que a estas alturas está adquiriendo ya tintes dantescos... Llega un momento en que empiezo a preguntarme si no estamos lindando ya la prevaricación e incluso el cohecho.

A pesar de que la evidencia les tendría que rendir a que esto no funciona, se limitan a parchear, y siempre a costa del servicio público. ¿Que obtienen a cambio? Algo tiene que ser, si no no se entiende. Y así está definido el cohecho: regalo ó dadiva a cambio de algún beneficio, supongo que mutuo.

Algo obtiene Mediterránea de catering y algo la consejería de Salud, o vete a saber quién.

Si escarbas un poco aparece un tal Arturo Fernández, vinculado al PP y con unos cuantos trapos sucios. Si sigues escarbando el proceso de retermalización está bien para las cadenas de comida preparada que venden en los supermercados y que cada usuario se prepare en cada momento, pero ¿qué ventaja tiene, en un hospital por ejemplo, cocinarlo a modo tradicional, enfriarlo, y recocinarlo a los pocos días? ¿Qué ventaja tiene que, con este sistema, unas comidas aparezcan semicrudas, otras muy tostadas, lo que debiera ser crujiente esté cocido? ¿Y que las cosas sean de elaboración industrial, por ejemplo el arroz con leche (incomible, por otra parte) las natillas, que también son de tarrina? ¿Las croquetas también son más sanas que las que hacían en gestión pública en las propias cocinas cada día? Eso sin contar el disparate ecológico de acumular tanto plástico innecesariamente.

¿También es más higiénico que, en vez de bandejas térmicas cerradas como antes, tengamos durante horas bandejas abiertas y desparramadas de fuera de hora apestando a comida los offices y pasillos ?

La Cámara de Comptos ya dejó claro que sale más caro, salvo que ahorren en personal, que es lo que hacen, y eso que seguramente no tuvieron en cuenta los flecos, como que la mayoría de dietas de los ingresos de la tarde, por ejemplo, las cuantifican como fuera de hora, aunque las pidas a las 4 de la tarde y las cobren aparte, o que utilicen los ascensores públicos para trasladar sus mamotretos de carros, que, curiosamente, no se habían estropeado tanto nunca como en los dos últimos años, por no hablar de que a determinadas horas son casi de su uso exclusivo, porque el resto de público es casi imposible que los cojamos si los están utilizando ellos.

¿Y qué hace la Administración? Amonestarles y poco más. Gastarse el dinero en asesores de la cosa para llegar a la conclusión de que cambien los carros, que resultan tan malos o más que los otros. Ahora son más bajos, pero más anchos, con tres líneas de bandejas. Para sacar las de en medio tenemos que meter todo el brazo al calorcico, a ver si nos quemamos será, y para recoger las de abajo agacharnos en posturas imposibles. Será que les viene mejor a todos los implicados, incluida Salud Laboral, que nos vayamos cogiendo la baja por lesiones de espalda. Y, sobre todo, sacar directrices dictatoriales que nos obliguen al personal público a realizar tareas que ni siquiera en 1982, en plena indefinición de funciones, hemos realizado.

Obligarnos, bajo amenaza de expediente, a hacer las tares propias y definidas para los pinches de cocina, manipulando restos de comida y dedicando el tiempo a hacer cabriolas para transportar y meter las bandejas en esos carros, haciéndonos perder un tiempo incalculable en detrimento del tiempo de asistencia a los pacientes, que es nuestro verdadero cometido, en vez de obligar al jefe, porque los trabajadores no tienen la culpa, a contratar, aunque gane menos dinero, que ese es el quid de la cuestión, más personal para que sean ellos quienes gestionen el reparto y la recogida, y tenernos todos los días en un enfrentamiento de quién hace qué, no deja de ser un abuso de autoridad y una vulneración de nuestros derechos, de todos, públicos y privados, es decir, una prevaricación disfrazada... o no tanto.

Quiero animar a que nadie ceje en el empeño hasta que consigamos la reversión a lo público y a que la dirección resuelva satisfactoriamente los problemas que origina por sus, presuntamente, cacicadas...

Sagrario Berrozpe, auxiliar de Enfermería del Complejo Hospitalario (en Diario de Noticias)

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