Durante el verano de 1944 y ya cuando la así llamada segunda guerra mundial tocaba a su fín el ejército alemán bombardeó y arrasó completamente el ghetto de Varsovia, donde había concentrado a la población judía de dicha ciudad. Desde su toma del poder en Alemania en 1933 la política antisemita del gobierno nazi les llevó primero a robarles sus propiedades y expulsarles de sus casas, a concentrarlos en campos de concentración y ghettos, y finalmente a la “solución final” de asesinarlos y quemarlos en hornos crematorios.
Para el verano de 1944 la “solución final” ya era conocida en el ghetto de Varsovia, así que no es de extrañar que decidiesen que si iban a morir al menos muriesen matando a algunos de sus verdugos. Tras los primeros éxitos iniciales pronto la todavía potente máquina de guerra alemana se impuso, el ghetto fue completamente arrasado y los pocos supervivientes fusilados o llevados a otros campos de concentración. Fue el triste final de un pueblo, que al verse arrinconado y privado no sólo de sus propiedades sino incluso de su condición de ser humano por las ideas del gobierno nazi alemán, aún a sabiendas de su total desventaja y soledad, decidió hacer frente a su destino.
Este fue el triste y horrible final del ghetto de Varsovia, un episodio más del genocidio cometido por los nazis sobre los judíos europeos. Sin embargo, si utilizásemos los mismos argumentos (derecho a defenderse) que ahora está usando el gobierno de Israel para justificar el horror y la muerte que está desatando en Gaza, con el silencio cómplice y criminal tanto de la UE como por supuesto de EEUU, según eso repito, los nazis habrían tenido derecho a defenderse puesto que los judíos, en medio de la desesperación a la que los habían llevado, de vez en cuando conseguían matar algún alemán. No muchos pero si los suficientes para sentirse vivos y dentro de sus posibilidades vengarse por tanto agravio y muerte. Y según el argumentario que está utilizando el actual gobierno de Israel para justificar sus matanzas, los nazis habrían estado justificados para destruir, en este caso, el ghetto de Varsovia.
Pero si todos entendemos que lo que hicieron los nazis con los judíos en Europa fue un auténtico genocidio sin ninguna justificación posible, independientemente de que las víctimas, los judíos, a veces consiguiesen vengarse de sus verdugos, es de un cinismo atroz invertir los papeles respecto a lo que está sucediendo en Palestina-Gaza. Además el pueblo que entonces era víctima (no todos pero sí los que viven en el estado de Israel salvo honrosas excepciones), ahora es el verdugo de otro pueblo (los palestinos), con el que se está comportando como los nazis hicieron con ellos. Gaza es un ghetto ( o campo de concentración, como se quiera) en el que malviven más de un millón y medio de palestinos en condiciones infrahumanas, completamente aislados del mundo exterior y con una libertad ficticia, pues Israel desde que se retiró en el 2005 los tiene bloqueados por tierra mar y aire, les controla las importaciones-exportaciones (incluso colecta sus derechos de aduana que cuando le parece les devuelve), la electricidad, el combustible y el agua.
El bloqueo total dura ya 8 años, la población vive en condiciones de pobreza absoluta a merced de las arbitrariedades del gobierno de Israel, debido al control que ejerce en todos los aspectos de su mísera existencia, y que a la mínima les asesina con sus drones, con la ya manida excusa de que son terroristas. ¡Que sarcasmo! que este apelativo provenga del mayor país terrorista del mundo (Israel), que lleva incumpliendo todos los acuerdos que sobre él se han votado en Naciones Unidas, todas las convenciones internacionales (tampoco sirven para mucho pero ahí están) sobre tratamiento de la población en territorios ocupados, etc.
No vale la pena entrar en los argumentos esgrimidos por Israel para justificar su nueva barbaridad en forma de bombardeos y ahora invasión terrestre de unos territorios que mantiene ocupados (Gaza la ha convertido en una inmensa cárcel habiéndose quitado de encima la “responsabilidad” de gestionarla y alimentarla). Los cohetes artesanos que de vez en cuando les lanzan desde Gaza con efectos irrisorios no son sino la frustración y el pataleo de un pueblo que está pidiendo un mínimo de dignidad y que le levanten el bloqueo al que está sometida la franja, y sacar esta excusa para justificar esta nueva barbaridad no es sino ponerse a la altura de las excusas esgrimidas por los nazis para justificar, por ejemplo, la destrucción del ghetto de Varsovia.
Por si ya la orgía de destrucción y muerte que están desatando fuese poca, los métodos de guerra psicológica que están utilizando son tan terroríficos que producen escalofríos e indican el grado de enfermedad mental al que ha llegado gran parte de la sociedad israelí: llamadas a los móviles para anunciarles que desalojen sus hogares porque van a ser bombardeados, como si esto ya les librase de la responsabilidad de los asesinatos que cometerán con el bombardeo, decir por altavoces a la población que huya de la zona sin tener a ningún sitio dónde ir en esa gran cárcel que es la franja, justificar la destrucción de casas con la excusa de que son objetivos militares por residir en ellas supuestos miembros de Hamas (no lo olvidemos, el partido que ganó las últimas elecciones en Palestina) con lo que cualquier edificio lo pueden catalogar de objetivo, incluso hospitales,escuelas, etc,.
Está claro que toda esta barbaridad no podría ocurrir sin la complicidad de Occidente, que en general avala a través de la prensa, radio, TV, el demencial planteamiento del gobierno de Israel. Cuando Obama leyó su famoso discurso en la universidad del Cairo en el 2009 muchos pensamos que estaba vendiendo humo, que estaba hablando para la galería sin tener ninguna conexión con la realidad, y por desgracia así viene ocurriendo desde entonces (y por supuesto antes también). “La situación del pueblo palestino es intolerable” dijo entre otras cosas, pero la semana pasada nos bajó a la (su) realidad al decir que “Israel tiene derecho a defenderse”. Es decir, el verdugo tiene derecho a defenderse de las quejas (en forma de misiles caseros o lo que sea) de las víctimas, pero éstas según el ínclito Obama (sus acólitos europeos sencillamente le siguen el juego) no tienen ningún derecho a defenderse, máxime cuando desde hace tiempo están viendo que el verdugo va a seguir robándoles las tierras, destruyendo sus casas y sus propiedades, privándoles de sus derechos humanos, construyendo asentamientos en sus tierras (cosa terminantemente prohibida por la legislación internacional aunque ya sabemos que esto es papel mojado) y en última instancia matándolos sin tener que responder ante ningún tribunal, y que esta agonía que ya dura desde al menos 66 años va a continuar porque así lo permite el primo de Zumosol, donde el lobby judío tiene un poder impresionante sin ningún escrúpulo en comprar voluntades políticas y acallar aquellas que no puede comprar.
Al finalizar la 2ª guerra mundial se condenó moralmente al pueblo alemán por guardar silencio, de esta manera haciéndose cómplice, de los crímenes nazis contra los judíos y otros. Es posible que hubiese alemanes que no sabían lo que se estaba haciendo con los judíos, pero lo que si es seguro es que ahora todos/as en Europa saben/sabemos la barbarie que está cometiendo Israel y sin embargo las reacciones en contra son más bien escasas. Pero es que además este nuevo crimen que está ocurriendo ahora mismo en una parte de Palestina lo vienen repitiendo periódicamente: en el 2009, 2012, ahora, y de seguir así el próximo ocurrirá dentro de poco tiempo pues la víctima, los palestinos, volverán a rebelarse para intentar ser libres, volverán a hacer túneles para abastecerse y seguir dándole caña al verdugo, y tirarán cohetes caseros de vez en cuando. Es normal que así lo hagan, y así lo reconoce también la legislación internacional (el derecho de un pueblo ocupado a luchar contra el ocupante). Todo esto se parece a los pogroms nazis que de vez en cuando hacían para escarmentar a la población, pero si en este caso fueron denunciados por criminales al término de la segunda guerra mundial, sería lógico pensar que se aplicase el mismo rasero a Israel. Sin embargo desgraciadamente la Europa que tanto sufrió por aquello, hoy día poco menos que bendice y justifica los pogroms de Israel.
Más pronto que tarde alguien tendrá que parar los pies a ese monstruo llamado Israel, que ante la pasividad y mirar para otro lado de occidente, se siente impune para hacer lo que le da la gana con los palestinos: ni resoluciones de la ONU, ni derecho internacional, ni convenciones internacionales ni tribunales ante los que se sienta responsable. Aunque sea por puro egoísmo, afán de supervivencia, occidente (Europa y EEUU) debería de intentar frenar a esta máquina de matar, y obligarla a sentarse con los representantes del pueblo palestino (incluido Hamás), para de una vez por todas y de igual a igual intentar solucionar este conflicto que se ha enquistado de una forma muy peligrosa. Los palestinos por muchos que les asesinen van a seguir en la lucha, son conscientes de que están casi solos y que poco tienen que perder, y tarde o temprano conseguirán armas más sofisticadas que les permitan golpear seriamente a Israel, con lo que este último volverá a hablar de su falso “derecho a defenderse” (estamos hablando de uno de los ejércitos más potentes del mundo, que incluso cuenta con armamento nuclear y químico) y la situación se les podría ir a ambos de las manos, incendiando todo Oriente Medio y quién sabe si el resto del mundo. No en vano el estado de Israel es considerado por muchos como el mayor peligro para la paz mundial.
Los palestinos en su propia casa son tratados como perros (puedo dar fe de ello, y como muestra ahí está esa camiseta que llevaban algunos soldados israelíes en la que venía una palestina embarazada y debajo se podía leer: con una bala mata a dos), y la impresión es que el objetivo de Israel es continuar más o menos con la situación actual, seguir colonizando tierras en Cisjordania hasta hacer totalmente inviable un futuro estado palestino y de vez en cuando aterrorizar con bombardeos y asesinatos, sobre todo de población civil, para que interioricen que no tienen más futuro que el que quiera Israel. Espero que el mundo no lo permita.
Por cierto el código de barras de Israel es el 729.
Jose Eladio Santacara, miembro de Zabaltzen
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