viernes, 4 de julio de 2014

CÓMO SE PREPARA LA IZQUIERDA PARA GANAR MADRID

El profundo declive del PP y del PSOE en las elecciones al Parlamento Europeo el pasado 25 de mayo puso de relieve un nuevo escenario político, marcado por la posibilidad real de que la confluencia de la izquierda puede acabar con los gobiernos del bipartidismo en zonas clave de todo el Estado. La iniciativa Guanyem Barcelona, que encabeza Ada Colau y pretende construir una mayoría para gobernar la capital catalana, ha marcado el camino de esa nueva vía y ha dado vida de forma indirecta a un movimiento en Madrid que, de tomar cuerpo, podría significar el final a 26 años de gestión de la derecha.

¿Se puede ganar Madrid? ¿Se puede recuperar la capital sin una figura como la de Colau? El momento histórico de desgaste del régimen del 78 y las particularidades de la capital hacen pensar que sí, que se puede. Al fulminante crecimiento de Podemos y el afianzamiento y renovación de Izquierda Unida -volcada de lleno en la confluencia con Alberto Garzón a la cabeza - se le suman un Equo abierto al diálogo y unos movimientos sociales bien organizados en el territorio, asentados en una extensa red que va de las asambleas populares que surgieron a raíz del 15-M, a unos centros sociales que ya actúan como espacio de confluencia social y política tejiendo resistencias en los barrios.

La misma noche del 25-M muchos comenzaron a pensar en construir una nueva mayoría para Madrid que no pasaría necesariamente por una coalición de partidos, sino por el protagonismo ciudadano. Con este fin echó a andar el pasado sábado Municipalia, "un espacio abierto a la ciudadanía, tanto organizada como no organizada, preocupada por nuestra ciudad y con ganas de pensar cómo contribuir a la democratización de nuestras instituciones más próximas". Allí se vieron las caras miembros de IU, Podemos y Equo, además de activistas de varios movimientos sociales, como la Federación de Asociaciones de Vecinos, Movimiento por la Democracia, la Oficina Precaria, Juventud Sin Futuro, Alternativas desde Abajo, el Patio Maravillas o la Tabacalera.

En su primer encuentro se pusieron sobre la mesa dos apuestas decididas: conformar listas ciudadanas siguiendo métodos democráticos que ya se han mostrado útiles, como las primarias con listas abiertas, un programa colaborativo, etc, y una voluntad mayoritaria y clara de ganar las elecciones municipales. En esa cita pusieron ya en marcha distintos grupos de trabajo, que volverán a darse cita en la próxima asamblea de Municipalia el sábado, que al igual que todo espacio que quieren construir, estará abierto al a participación de todos los ciudadanos.

Candidatura ciudadana abierta 
La aproximación al proyecto desde la óptica más social es la de Nacho Murgui, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). "La FRAVM es un movimiento político, pero no partidista, y no participa en el ámbito de la representación política, sino en la participación ciudadana", aclara antes de dar su opinión sobre el anhelo de ganar Madrid. "Independientemente de quién ocupe los sillones ha de haber una sociedad civil fuerte y organizada en los movimientos sociales que mantenga sus reivindicaciones y exigencias frente a la acción del Gobierno [...] el ámbito municipal es fundamental porque es el más cercano a la ciudadanía y la democracia encuentra ahí su espacio idóneo".

Respecto a Municipalia, Murgui opina que cualquier iniciativa que vaya en la dirección de hacer confluir a quienes apuestan por extender y profundizar los derechos sociales es positiva en sí misma. La Fravm, por el momento, va a preparar un programa con exigencias y medidas concretas en colaboración con los movimientos sociales. En especial los que defienden el derecho a la vivienda o los que combaten las privatizaciones y los recortes en Sanidad y Educación. "Desde ahí promoveremos que se haga una propuesta abierta y común de cómo se tendría que hacer un buen gobierno de la ciudad", explica. Esa propuesta es para que sea asumida "por quien quiera", aunque seguramente los únicos que puedan hacerlo sean los reunidos en Municipalia.

"La fortaleza de Municipalia es la posibilidad de plantear una candidatura ciudadana abierta, más allá de los partidos al uso y esto, con la situación actual, es factible porque la gente ya no tiene una adhesión a un partido u otro como tal, sino que va a votar aquella opción que cambie el marco municipal", asegura Isidro López, de Movimiento por la Democracia. Desde su punto de vista, el ámbito local hace que sea mucho más fácil buscar el enganche de la ciudadanía que en unas generales. Y pese a que Madrid, siempre se confundió con el Estado, por su condición de capital, en los últimos años han cambiado mucho las cosas. "El último Gobierno de Botella ha puesto de manifiesto que Madrid, como ciudad, es un problema, algo que a lo mejor antes no se percibía", explica.

¿Sin siglas de partidos?
López ve posible que de Municipalia surja una candidatura ciudadana que no lleve las siglas de los partidos y "de hecho -asegura- el éxito de la reunión del otro día apunta a eso".

Sorprendentemente, la ilusión es tal que ni para Podemos, ni para IU, ni para Equo eso será un problema -al menos de partida- . "Desde que empezamos este proceso, dejamos claro que las siglas son secundarias y no sirven. Lo que aporta es la ilusión y organización de la gente [...] La fuerza está en que participe la gente, la que no está organizada ni en partidos ni en organizaciones", explica Rita Maestre, de Podemos. "Tenemos por delante un reto que nadie ha podido afrontar en este país, que es el reto de innovar en las formas de participación y gestión. Cometeremos infinitos errores. Pero necesitamos nuevas formas de hacer política se conviertan en nuevas formas de gobernar", dice

Ella también piensa que "el ámbito municipal tiene la ventaja de ser más cercano a las necesidades de la gente", algo que se adecúa bien a su organización basada en Círculos, "que son espacios de organización locales en los que sería más fácil la toma de decisiones y la rendición de cuentas de forma democrática". Pero, sobre todo, destaca que trabajar a esta escala tiene la ventaja de ser más accesible a todos los actores de la sociedad civil, que pueden articular mejor sus demandas y construir fórmulas políticas más abiertas y permeables.

Maestre entiende que Podemos ha sido quien ha demostrado que "la voluntad de entrar en el terreno institucional puede recuperar la ilusión perdida", aquella que nacía en la Puerta del Sol el 15 de mayo de 2011 y que, derrota tras derrota, y de carga policial y multas al bloqueo de la ILP de la PAH, se ha ido apagando en los últimos años. "La lucha institucional genera movilización social por sí misma", insiste. De esta forma, entiende que la propuesta de ley del PP, y que seguramente pacte con el PSOE, para la elección directa de los alcaldes se debe a que "el bipartidismo empieza a tener miedo a que desde la ciudadanía se empiece a ocupar el poder institucional en los municipios".

Pero es evidente que para ganar Madrid no es suficiente aunar el descontento, sino que es necesario interpelar al electorado socialista, que es donde está llave de la victoria. "El partido ha abandonado al militante y al votante socialista, es un partido que no responde a sus demandas, sino que funciona de forma opaca. No le faltan caras, le falta un proyecto de país", asegura Maestre, mostrándose convencida de que se trata de "un partido dominado por una casta que pasa de los ministerios a los consejos de administración de las empresas es un partido que no representa a los socialistas ni a la ciudadanía". "Se está cerrando una época y otra nueva se abre", dice convencida: "Claro que podemos ganar Madrid".

Ganar ahora 
El concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Jorge García Castaño, ve en Municipalia un espacio "imprescindible" porque "el momento político pide este tipo de iniciativas" y cree que se debe poner todo el esfuerzo en no repetir experiencias pasadas que se acabaron frustrando en el último momento, como fue el caso de Suma. ¿Cómo se consigue eso? "Participando sin complejos ni miedos a los procesos y asumiendo el escenario en el que pueda derivar".

Es decir, en la posibilidad de una candidatura sin siglas. "Las formaciones tienen que estar, sentirse a gusto, dinamizar y ser parte activa. No tienen que ser todo el proceso pero sí una parte importante al lado de los movimientos sociales y de los ciudadanos [...] Lo de menos son las siglas. Estamos hablando de construir consensos básicos que van más allá. Lo importante es ver la forma en la que se elabora un programa. Los nombres y las siglas entrarán en un segundo plano. Primero hay que tejer el consenso político porque lo que importa es el conjunto", dice.

Pero irremediablemente, en algún momento se hablará de candidatos. Según García Castaño, "IU ni tiene candidato ni hemos empezado ese proceso. Para nosotros el de los nombres no va a ser un problema. Hay mucha gente de movimientos y partidos. No nos tenemos que obsesionar con este tema y, además, lo ideal sería que hubiera varios nombres".

Él, que lleva hablando de este tipo de procesos mucho tiempo, advierte que "la ventana no está abierta desde hace poco", pero ve complicado que se pueda volver a presentar una posibilidad como la actual: "Hay que tener claro que o ganamos ahora o no ganaremos".

Democracia directa 
Inés Sabanés fue una de las participantes de Equo en la reunión del pasado sábado y explica con ilusión las posibilidades que se abren con Municipalia. "La principal fortaleza de este espacio es la posibilidad de buscar puntos comunes con gente muy diversa", apunta. Equo, que también participó en Suma, es consciente de cómo se truncó aquel proceso, por ello Sabanés recalca que "no hay que perder la referencia hacia fuera. La gente está reclamando democracia directa. Lo importante son las necesidades comunes de la gente, no hay que perderse en repetir formulaciones y esquemas y cuando haya dudas, preguntarnos siempre directamente".

Sabanés, como el resto, cree que el ámbito local permite "identificar más fácilmente lo que nos une y diagnosticar que la deriva que ha tomado Madrid como espacio público es muy perjudicial" para la ciudadanía. Ella es muy clara al respecto del papel de las organizaciones políticas y las siglas: "Si las siglas se imponen es que no hemos entendido nada". Nada sobre "todas las causas que hemos ganado en Madrid en la calle", explica en referencia a la Marea Verde. "Hay muchas referencias que parten del 15-M... iniciativas, plataformas como la PAH que han sido muy exitosas, por eso creo que de las siglas de los partidos se debe dar paso a una nueva dinámica".

La portavoz de Equo ve también posible una candidatura sin siglas, "lo que no quiere decir que haya que renunciar a los valores que conllevan esas siglas. En Equo, por ejemplo, tenemos una identidad con un código sostenible y ético en los gobiernos. Si lo miramos bien, la suma de las fortalezas de cada uno no disminuye, sino todo lo contrario".

Sabanés remarca que Equo tampoco tiene un candidato y que "serán aquellos que la gente vea capaces de representar este nuevo ciclo". "Hay que escuchar a mucha gente que nos va a dar las claves y eso nos puede llevar descubrir a algunas personas que a lo mejor no tenían una proyección conocida. Eso sí, el candidato tendrá que estar sometido a un código ético y ser evaluado por los ciudadanos", afirma.

Por último, Sabanés cree que el hecho de que no haya un personaje como el de Colau puede incluso ayudar en el proceso. "Puede ser una ventaja porque da tranquilidad y hace que el proyecto no quede referenciado en una sola persona, sino que sea una suma de muchas", dice antes de explicar por qué se puede ganar Madrid: "Es una ciudad a la deriva donde la gente ha perdido la propiedad de sus espacios y por eso es mayoría la gente que quiere ganar Madrid".     

Luis Giménez San Miguel y Daniel del Pino, en Público 

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