domingo, 14 de mayo de 2017

LAS "FUNDADAS SOSPECHAS" DEL DIARIO DE NAVARRA

El PSN-PSOE ha sido el último partido en apoyar la convocatoria promovida por un grupo de colectivos contra la derogación de la Ley Foral de Símbolos. Un instrumento legal que garantizaba de manera expresa que en las instituciones navarras solo pudiera ondear la bandera oficial de la Comunidad Foral. Los socialistas, al igual que UPN, PP y Ciudadanos estarán por tanto el 3 de junio en la manifestación organizada en apoyo de los símbolos del autogobierno como comunidad diferenciada. Bajo el falaz argumento de que la derogación de la citada ley no interfiere el marco normativo, los grupos del cuatripartito (Geroa Bai, Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra) pretenden que la ikurriña ondee en aquellos ayuntamientos que así lo acuerden. No es difícil atisbar que una coalición marcadamente nacionalista no suprime inocuamente una ley que velaba por la singularidad de los símbolos de Navarra. No hubiese sido necesaria sin el permanente hostigamiento de quienes aspiran a subsumirlos en la entelequia independentista vasca. Hay pocas dudas de que su derogación no es una demanda de la sociedad navarra, y lo confirman las furibundas reacciones que la convocatoria ha suscitado en el Gobierno y los cuatro partidos que lo sustentan. Lejos de asumir las críticas y de respetar el derecho a la libre manifestación de muchos descontentos han respondido con una desaforada contraofensiva contra los convocantes y los partidos que los apoyan. El empleo de las redes sociales y de toda la artillería mediática, oficial y extraoficial, para desacreditar a las personas y a sus motivaciones es especialmente vergonzoso cuando en esta tierra no ha habido fin de semana en el que muchos colectivos -auspiciados por partidos del cuatripartito- no hayan cargado sin descanso contra anteriores gobiernos. A la fundada sospecha de que los nacionalistas trabajan para socavar los cimientos identitarios de Navarra se une ahora su falta de cintura política y de talante democrático. El Gobierno y el Parlamento deberían ponerse al frente de una manifestación que busca reafirmar los símbolos de Navarra. Y no solo no lo hacen sino que con sus ataques al derecho a la libre expresión fomentan la desconfianza ciudadana y llenan de razones a los organizadores de una protesta más que justificada. 
Editorial del Diario de Navarra 14-5-2017

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