miércoles, 13 de mayo de 2020

CIERRE DEL "CASO EGÜÉS", BROCHE DE ORO A LA INMUNIDAD DE UPN

Todos se han ido de rositas, todos. Javier Esparza se felicitaba porque ninguno de los suyos acabará con penas de cárcel por lo sucedido en Eguesibar. Los jueces, como casi siempre, apuntan que ha habido irregularidades pero que deberían haberse tramitado por una vía diferente a la penal. Es dudoso, sin embargo, que se abra un contencioso civil para recuperar el dinero público que se empleó para lo que no era. Y, en caso de que se abra, los jueces apuntarán –como casi siempre– que ya es demasiado tarde, que ya ha prescrito.

Esparza, con mucha razón, lanzaba ayer el relato de los vencedores. Que todo fue una sucia maniobra de una oposición que ha hecho una política «carroñera». El agoizko lanzó un abrazo a todos los que según los tribunales, efectivamente, cometieron irregularidades como si fueran víctimas.

El líder de UPN miente, pero ya da igual. Esto no lo empezó la oposición. Quien despertó el caso Eguesibar fue el presidente de la Cámara de Comptos, Helio Robleda, que salió elegido con los votos de UPN pero que no se casó con el partido. Marcó perfil propio. Se puso duro con el «caso Egues», que calificó como el mayor de los escándalos de su tiempo monitorizando las administraciones navarras e igual de duro fue con el sistema de financiación que crearon UPN y PSN para entregar dinero público a UGT, CCOO y la UAGN con la excusa de los cursos de formación. Robleda demostró ser más valiente e independiente que el fiscal jefe.

El cierre de la pieza principal del escándalo de Eguesibar no sorprende a nadie. Fiscalía siempre miró para otro lado y la acusación que ejercía el propio Ayuntamiento con la esperanza de recuperar el dinero perdido decayó cuando UPN volvió a coger la vara de mando. Desde que el actual Ayuntamiento abandonó la acusación y el archivo era cuestión de tiempo. Bastante ha hecho la Audiencia recordando que hubo irregularidades.

Mientras tanto, van pasado los años y todo prescribe. La corrupción de UPN no ha quedado contrastada por los tribunales. Lo ocurrido en CAN, en Eguesibar, en la UAGN o en Ultzama queda reducido por obra de los tribunales a meros escándalos, aunque falte el mismo dinero. En principio, no hay nuevos casos de corrupción el horizonte. Y, si los hubiera, ya no serán de UPN, sino de quienes le sucedieron en el poder.

La historia del fracaso después de tantos años de instrucción en Eguesibar es imputable al fracaso del anterior gobierno, que se llamó del Cambio. Uno de los proyectos que figuraban en el acuerdo programático era la creación de una Oficina Anticorrupción, que supliera la carencia de la Cámara de Comptos a la hora de perseguir delitos. Así no quedaría todo al albur de la Fiscalía o –como en el caso de Eguesibar tras recuperar UPN la Alcaldía– del partido a cuyos electos se estaba investigando. Alguien no se creyó lo suficiente que armar la Oficina era algo urgente. Ahora no toca rasgarse las vestiduras, toca aprender del error. Y felicitar a Esparza... y a María Chivite, vecina de la localidad, pues su partido es el que permitió a UPN recuperar la Alcaldía de Eguesibar,

Aritz Intxusta, en GARA

No hay comentarios: