8 de septiembre. Esa es la fecha en la que Abanca cerrará, si nada lo remedia, su oficina en Campo Lameiro. Los perjuicios que la desaparición de esta sucursal supondría para este pequeño municipio del interior de Pontevedra serían, según su alcalde, enormes. Por eso han decidido hacer un anuncio como medida de presión. El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, "será declarado persona ‘non grata’ si nos cierran la sucursal”, explica a NIUS Carlos Costa, el alcalde de este ayuntamiento pontevedrés.
Así lo ha acordado la corporación municipal en un pleno celebrado de forma extraordinaria. Y esa no será la única medida. El concello sacará todo el dinero de las arcas municipales depositado en Abanca si la entidad no reconsidera su decisión. “Es quitar a los vecinos un servicio básico. Las consecuencias del cierre serían muy negativas, ya que es la única sucursal que hay en el ayuntamiento”, cuenta el regidor.
Este municipio rural gallego cuenta con una población muy envejecida. Casi el 45% de sus 1.777 habitantes son mayores de 60 años. “Hay aldeas en las que la persona más joven tiene entre 70 y 75 años”, cuenta. La mayoría de estos jubilados están acostumbrados a acudir a primeros de mes a la oficina bancaria a retirar su paga. “Cobran su pensión y luego van a la peluquería, a la farmacia, al supermercado… Si sacan de aquí la entidad, esas compras se harán en otro ayuntamiento”, razona el alcalde. Además, muchos de esos ancianos tendrán que depender de una persona que las lleve.
Los planes de Abanca son cerrar la oficina y prescindir del personal. Solo dejarían en funcionamiento un cajero. “Aquí todos cobran en ventanilla. No usan el cajero porque no saben hacerlo. Un señor de 80 o 90 años acostumbrado a cobrar en mano, no se maneja con la tarjeta”, explica.
El cierre de la sucursal obligaría a los vecinos de Campo Lameiro a desplazarse al municipio limítrofe de Moraña o a la ciudad de Pontevedra para hacer sus gestiones bancarias. Allí se encontrarían las oficinas más cercanas. Eso supondría un trayecto de 10 kilómetros en el primer caso y de 17, en el segundo. “La desaparición de la única sucursal que tenemos posiblemente sea el golpe más duro que le puedan dar a este ayuntamiento. Es un ataque contra los derechos de nuestros mayores”, sostiene el alcalde.
Representantes del Ayuntamiento de Campo Lameiro han solicitado formalmente una entrevista con el propio Escotet. De momento, no han recibido respuesta. Sin embargo, esperan poder reunirse a finales de este mes de agosto con algún representante de la entidad. “Todavía nos queda alguna esperanza de poder paralizar este cierre”, confiesa el alcalde.
Los vecinos y las tres fuerzas políticas que componen la corporación municipal de Campo Lameiro (PPdeG, Porvir y PSdeG-PSOE) se manifestarán este viernes, a las 20.30 horas. Protestarán contra la decisión "unilateral e injusta" de la dirección de Abanca en una marcha que partirá del consistorio. Los manifestantes leerán un manifiesto justo delante de la oficina que podría desaparecer en menos de un mes.
niusdiario.es
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