Nadie debiera invocar el miedo al otro, cuando el otro está llegando, cuando aún se está descalzando, cuando representa tantos corazones y voluntades unidas, cuando llevaba tanto tiempo aguardando estos rayos tardíos, esta primavera desbordada en el cristal de las urnas. El pasado se resiste a hacer sus deberes, sus maletas. Se agarran al poder e invocan todo tipo de miedos y atraen todas las tempestades, con tal de que no gobiernen las fuerzas emergentes, pero a nosotros/as lo que de verdad nos aterra es quedarnos como antes, como si no hubiéramos soñado, como si no hubiéramos nunca concebido que puede ser de otra forma. Ya ha amanecido, pero quieren echarnos de nuevo la noche encima como si el 24 de mayo no hubiera sido, como si no hubiéramos dicho que queremos otro aire, que nos merecemos otros dirigentes, otra Navarra.
Desde todos sus altavoces, desde todos sus micrófonos quieren meternos el terror a lo que viene, pero estamos despertando. Esta primavera no añora el invierno, por eso les invitamos a que ellos también se abran en su conciencia y se permitan soñar y repensar Navarra y concluir que puede ser definitivamente diferente, con más justicia, con menos crispación y privilegio, con más solidaridad y menos mirarnos a nosotros mismos… Puede ser con más honestidad, con más vocación de verdadero servicio, con más amor a la Tierra, nuestra madre. Puede ser con más euskera y política integradora, con más cooperación con la CAV.
Quienes invocan a todas horas la razón del miedo para quedarse en el poder es que ya no les quedan argumentos, es que agotaron sus primaveras, es que se les pasó su momento. Dignidad y cabalidad cuanto menos para permitir el paso a quienes llevaban tanto tiempo aguardando. Una retirada humilde es también una victoria sobre el propio orgullo, sobre los propios miedos. Superar la confrontación con quienes dejarán palacio, integrarles en la construcción de lo nuevo, es quizás el mayor reto de quienes llegan. Que no olviden que ellos pueden ser mañana invierno, si no se abren, si no integran, si no tienden la mano incluso al contrario, si no pasean bien temprano, sin coche especial, con los pies sencillos, desnudos, el rocío de esta desbordante primavera.
Koldo Aldai, en Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario