viernes, 1 de mayo de 2015

"NAVARRA NECESITA UN PACTO ENTRE DIFERENTES IDENTIDADES"

Alli: He defendido siempre esa fórmula. Se creó como un instrumento garantista para resolver un problema político, defender la libre decisión del pueblo navarro frente a criterios dogmáticos. Si alguien en el Parlamento toma la iniciativa, pues que se tome si hay mayorías. No es ninguna espada de Damocles ni mucho menos de Demóstenes, como dijo algunos.

Monreal: Tanto UPN como la izquierda abertzale han mantenido posturas esencialistas sobre la cuestión, que suponen que realmente Navarra no es un sujeto político sino un objeto disponible para la ciudadanía. Con un planteamiento democrático no cabe decir que las estructuras político-institucionales heredadas son un límite infranqueable que los ciudadanos no pueden franquear. De ahí los intentos de prescindir de este instrumento democrático, por imperfecto que sea. Son dos caras de la misma moneda. UPN, pretendiendo eliminar la Transitoria, y en la izquierda abertzale, con su lema "Gure esku dago", que pasa por alto la relación de fuerzas y un mecanismo que está a disposición de la ciudadanía.

¿Ven factible iniciar el procedimiento?
Alli: No lo creo, porque nadie, ni los nacionalistas, estarán dispuestos a iniciarlo. No lo tienen claro ni ellos. Son conscientes de que la pérdida de rango de Navarra pasando de Comunidad Foral a territorio, de Gobierno a Diputación, no sería bien vista. Por eso prefieren hablar de una confederación entre ambas comunidades, sin subordinación de Navarra a la Comunidad Autónoma Vasca. Nadie con sentido real de la situación planteará una iniciativa para perderla en el Parlamento o en el referendum.

Monreal: Creo que no, al margen de planteamientos de principio y de cómo ha evolucionado la mentalidad política, porque perderían el referéndum los partidarios de una integración concebida al modo tradicional. Tomar la iniciativa de activar la Disposición sería una imprudencia muy grave. Un número creciente de navarros creen beneficioso para el medio y largo plazo la cooperación entre las dos comunidades, una fórmula confederal que mantenga la estructura institucional actual de Navarra. Me refiero al acuerdo de de cooperación permanente que permite la Constitución.

¿Sería viable retomar esa vía?
Monreal: UPN bloqueó en su día la vía de la cooperación al caer el tripartito PSN-CDN-EA. La urgencia mayor sería actualizar el Amejoramiento y elevar el autogobierno.

Alli: El órgano de cooperación está previsto no solo en la Constitución sino también en el Estatuto vasco y el Amejoramiento navarro. Existe un modelo que se utilizó entre las comunidades mediterráneas. Porque esa fórmula iba a salir en las Cortes se publicó la cuenta suiza que provocó la caída del tripartito PSN-CDN-EA. Los poderes fácticos de Navarra no lo permitieron.

¿Vislumbran un cambio político en la Comunidad foral?
Alli: Las élites políticas tienen una gran preocupación por un cambio político. Les aterra perder el control de las instituciones que tienen desde el siglo XIX, aunque la industrialización generó nuevas élites. Los poderes fácticos más importantes son los de carácter económico y, ojo, sindical y empresarial, que pueden ser muy reacios al cambio.

Monreal: La clave es que la Navarra de hoy no es la de los años 80.Es una Navarra competitiva y diversificada, tiene más de 100 multinacionales, tiene una clase empresarial muy preparada, como su clase obrera. La Navarra real es mucho más tolerante que la Navarra de la política oficial, con su rechazo a la diversidad lingüística. Juan Cruz pudo hacer esa política transversal. En Navarra hace falta esa cultura de pacto entre diferentes, de identidades compartidas.

Alberto Surio, en El Diario Vasco

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