jueves, 28 de febrero de 2019

DULANZ Y LOS "MINDUNDIS"

A estas alturas de la legislatura tengo muy claro que la llegada del cambio al gobierno municipal de Pamplona levantó muchas ampollas en el Régimen. Que siempre han pensado que las gentes del cambio somos unos advenedizos, que no tenemos legitimidad. Que deberían haber seguido gobernando los de siempre, “la gente de orden”, los que han venido ocupando las alcaldías probablemente desde tiempo inmemorial. Es algo que trasluce en los discursos, en los editoriales y hasta en alguna que otra homilía.

Pero nunca lo había oído ni leído expresar de forma tan descarnada como lo hace hoy Dulanz, ya saben, el editorial disfrazado de columnista que reina a diario desde la última página de DIARIO DE NAVARRA. Concretamente este señor (o señora, o señores, o quien quiera que sea quien detrás de dicho seudónimo se esconde), dice de manera literal que “la percepción es que cualquier mindundi que llega al consistorio puede hacer y deshacer a su antojo”. Palabras textuales.

Así que somos unos mindundis. No es que el insulto me escandalice. La lista de insultos acumulada por este señor es ya larga, no se corta ni un pelo. Y parece que en el periódico decano de esta tierra no hay quien le recuerde que insultar no está bien. Así que DIARIO DE NAVARRA, en su última página de hoy, sentencia que quienes conformamos el gobierno municipal de Iruñea somos unas “personas insignificantes o de poca categoría”, que es exactamente lo que significa la palabra “mindundi”.

Dulanz añora sin duda los tiempos en los que en el ayuntamiento de Pamplona gobernaban las personas de categoría, la gente bien, los patricios, las élites políticas que según una célebre tesis doctoral dirigieron, abuelos, padres, hijos, los designios de Navarra y de Pamplona generación tras generación. Y critica de manera indisimulada que cualquier “persona de menor categoría” pueda llegar a hacerlo. Dulanz debe de percibirnos algo así como una incidencia inesperada y molesta, una anécdota desagradable que habrá que olvidar cuanto antes. Una intromisión de plebeyos en sus vagones de Primera. Un episodio negro y vergonzoso en la historia de esa Pamplona pacata y bienquista que ellos se imaginan.

Ese es el concepto, el mensaje y el estilo.

Pues bien. La casualidad ha querido que hoy mismo hayamos conocido los últimos datos económicos referidos al ayuntamiento de Pamplona. Y va y resulta que este gobierno de mindundis, en tan solo 4 años, ha reducido en un 38% la deuda que nos dejaron los gobiernos de UPN. Nada menos que 39 millones de euros menos de deuda, y ello habiendo aumentado el gasto social y habiendo incrementado las inversiones en un 183%. Habiendo cerrado las cuentas de 2018 con un 95% de ejecución presupuestaria y con 9’5 millones de superávit.

Señor(a) Dulanz, sea usted más generoso. Quienes hoy gobiernan en el ayuntamiento de Pamplona lo hacen porque en 2015 había miles de ciudadanos y ciudadanas hartas de “los de siempre”, de las “gentes de orden” a quienes usted jalea a diario. Hartas de proyectos faraónicos y fracasados, de despilfarros y de dietas opacas. Y auparon al ayuntamiento a los mindundis, precisamente, con los votos que usted desprecia al expresarse en esos términos.

No vaya a ser que llegue mayo y decidan prorrogar, cuatro años más y de nuevo con sus votos, a este ayuntamiento de gente “insignificante y sin importancia”.

(Patricia Perales Udaleko kidea eta Ekonomiako zinegotziari dedikatua. Bihotzez).

Joseba Asiron, en su página de Facebook

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