sábado, 2 de septiembre de 2017

GOBIERNO DEL CAMBIO. DATOS Y POSVERDAD (1)

Las elecciones municipales de 2015 supusieron un terremoto en el bipartidismo español, y la mayoría de izquierdas se instaló en las ciudades más importantes de España, así como en varias comunidades autónomas con el concurso del PSOE y las izquierdas alternativas y nacionales.
Y en Navarra se dio un cambio histórico. Un cambio que se produjo al margen de las élites económicas y políticas, y que permitió que los sectores sociales poco o mal representados hasta entonces llegaran a acuerdos y conformaran el nuevo gobierno de la Comunidad, y la mayoría de gobiernos municipales. La pena es que, así como la mayoría de los alcaldes y concejales socialistas navarros supieron entender la trascendencia de este cambio en el ámbito municipal, el PSN no lo supo leer en el ámbito del gobierno foral; y sin sumarse en Navarra los vientos del cambio, no se posicionó ni a favor ni en contra, absteniéndose en la elección de Uxue Barkos como presidenta del mismo.
La reacción de las derechas españolas y sus medios fue deslegitimadora de esos nuevos gobiernos municipales y autonómicos, adjudicándoles los adjetivos de “gobiernos populistas que provenían de la posverdad”, y asociándolos con fenómenos parecidos en Francia, Estados Unidos o Grecia.
La posverdad, llamada también “mentira emotiva”, describe las situaciones de tal manera que los hechos objetivos -los datos- tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales. Esta manipulación de la realidad tiene una enorme influencia a la hora de crear y modelar la opinión pública. Así, se habla de “política de la posverdad” cuando el debate político se enmarca en apelaciones a las emociones desconectándolo de la realidad, y en la reiterada y persistente afirmación de temas de discusión en los que se ignoran los hechos y sólo se hace hincapié una y otra vez en las emociones.
Quienes han estudiado el fenómeno del “populismo” encuentran en él tres rasgos diferenciadores. Los populistas apoyan su discurso en un mito pasado al que se aferran y del que hacen una nueva lectura particular, interpretándolo hasta de manera revisionista en algunos casos. Generan un miedo apocalíptico al cambio (incluso a la puesta al día del mito si no es exactamente la que ellos hacen), y por tanto a la alternancia política. Los populistas crean una utopía del futuro, a veces con tintes muy negativos para generar miedo en la población, y otras veces con aspectos casi imposibles de conseguir, para alimentar la ilusión de sus seguidores.
La derecha y sus élites, que dirigieron institucionalmente nuestra Comunidad hasta 2015, encontraron en la “razón de Estado” asociada a nuestra tierra el mejor apoyo mediático español para proyectar la imagen de “la Navarra uniforme” que ellos representaban. La Navarra real, diversa y plural quedaba oculta, se excluía a demasiadas personas como navarros y navarras de “segunda”. Y en consecuencia la mayoría social progresista era esquivada durante todos esos años por un gobierno foral liderado desde la derecha con el singular apoyo socialista, único en todo el Estado.
Curiosamente en Navarra han sido la derecha y sus medios afines quienes han elegido la posverdad y el populismo para elaborar su relato político deslegitimador del gobierno presidido por Uxue Barkos, y tirando de manual. Veámoslo.
El mito del pasado. “La próspera Navarra del Amejoramiento sólo era posible si era liderada por el gran gestor UPN”. Un mito proclamado de manera sistemática y sistémica, y creído en su momento hasta en Ferraz. La Navarra conocida como corralito foral, la usufructuada por sus élites, se asomó a la gran crisis económica o recesión mundial dejándonos sin una banca pública como la Can. El gobierno de Barkos se encontró el resultado del mito del buen gestor: sin olvidar que los territorios forales no pueden tomar préstamos del Estado, el gran gestor UPN había multiplicado el endeudamiento llevándolo hasta el límite legal que se encontró el nuevo gobierno. A los peajes en sombra, obras inútiles inacabadas y al dinero comprometido se sumaba el regalito de las multas como las de la Ciudad del Transporte. Así, la Tesorería foral pasó de 1.200 millones en 2007 a los escasos 50 con que se encontró el nuevo gobierno en 2015. Mito de unos frente a datos reales.
El miedo a la alternancia. La derecha navarra siempre utilizó el miedo para defender su corralito, y llegaron a acuñar aquello de “que vienen los vascos” para anunciar el futuro de apocalipsis que aguardaba a la prosperidad foral navarra. Han pasado 2 años y el apocalipsis no ha llegado a Navarra. Tenemos la menor tasa de desempleo del Estado, un PIB per cápita 6.000 €/año más que el español medio, y la mejor calificación de solvencia de todas las comunidades, por encima de la solvencia del propio Estado español. Y desde el Gobierno y desde Geroa Bai seguimos empeñados en mejorar estos datos, y en desmentir el apocalipsis anunciado por UPN.
La utopía del futuro. Oscurecido el mito del buen gestor de UPN, y apagado el miedo al apocalipsis, la derecha populista de UPN se dirige a diseñar el futuro imposible en forma de “utopía inversa”; inventando problemas a los que temer para ofrecer sus soluciones. Promueven el nuevo miedo a la supuesta “hoja de ruta nacionalista para imponer el euskera y desplazar o sustituir los símbolos de Navarra”. El miedo “al empobrecimiento de los navarros por una reforma fiscal ruinosa, y a la no construcción del Canal o del TAV”. Y crean el lema #RecuperarNavarra porque, dicen, “el próximo gobierno navarro será o de UPN o nacionalista”.
El Gobierno de Navarra ha publicado recientemente los datos concretos de la realidad de la situación en Navarra, así como los proyectos a futuro. Proyectos medibles en cantidad y calidad por parte de la ciudadanía. Realidad verificable en datos, frente al discurso de la posverdad y la manipulación populista de UPN. Por cierto, ¿a qué “mayoría social” diferente de la mayoría salida de las urnas, se refieren UPN y los editoriales de sus medios afines cuando afirman que el cuatripartito actúa “a espaldas de la mayoría social”?
En Geroa Bai creemos que la “centralidad dominante” que construyeron UPN, el PP y el PSN era más derechista y excluyente que el cauce central de la sociedad navarra. Por eso el cambio tranquilo e integrador tiene como objetivo una nueva centralidad progresista en lo social, abierta y tolerante en lo político y con coexistencia natural de identidades en la forma de vivir y proyectar la navarridad. Una nueva centralidad que integre a los sectores que representa el Cuatripartito, a la que, en nuestra opinión, también debería incorporarse el nuevo PSN.

Ejecutiva Zabaltzen (Ana Ansa, Iosu Janices, Juana García, Ana Vilches, Armando Redondo, Esther Cremaes y Joseba Orduña), Koldo Martínez (parlamentario ) y Jabier Arakama. Miembros de Zabaltzen, asociación política integrada en Geroa Bai

No hay comentarios: