lunes, 28 de agosto de 2017

EUROPA CONCENTRA TAN SOLO EL 1% DE MUERTOS EN ATENTADOS

La Universidad de Maryland, en EEUU, lleva tiempo poniendo cifras a un mensaje que ha contextualizado el shock de estos días: la mayoría de víctimas de atentados viven en Oriente Medio y Norte de África. Concretamente, esta región concentra el 45% de los ataques y el 55% de las víctimas mortales. En contraste, las cifras para Europa son del 2% de ataques y el 1% de muertes.
Terrorismo. Manoseado, pervertido, viciado y desgastado hasta límites insospechados, el término se las trae. Tanto que la ONU no ha sido capaz de adoptar una definición común de lo que es terrorismo de lo que no. Tanto que el consorcio estadounidense para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo (START, por sus siglas en inglés), con sede en la Universidad de Maryland, rechaza asumir una única definición de terrorismo. «Dada la ausencia de una definición de terrorismo universalmente aceptada, utilizamos varios criterios para abarcar una amplia gama de definiciones de terrorismo (...). El objetivo es tener un conjunto de datos que sea tan útil como sea posible», explican acerca del Global Terrorism Database (GTD), la base de datos más completa acerca de acciones de terror en todo el mundo.
Queda establecida, por tanto, la premisa de este texto: con todas las reservas posibles hacia el tipo de acciones incluidas como terrorismo en este listado, los informes de START sirven para dibujar el mapamundi de atentados y establecer como se distribuyen, año a año, a lo largo y ancho del globo. Sirven, en definitiva, para recordar que, según sus datos, solo el 2% de los ataques ocurridos en el mundo se dieron en Europa Occidental; cifra que baja al 1% si tenemos en cuenta el número total de víctimas mortales. La cifra contrasta con la de Oriente Medio y Norte de África –las regiones globales se reproducen aquí tal y como lo hace la Universidad de Maryland–, que concentran el 45% de los ataques y el 55% de los muertos –un total de 19.121 personas a lo largo del año pasado–. Es más, Oriente Medio, el Norte de África, el Sur de Asia y el África subsahariana concentran el 87% de los atentados y nada más y nada menos que el 97% de las víctimas mortales.
En cifras globales, el número total de ataques que START califica de terroristas fue de 13.488 (un 9% menos que en 2015), mientras que el número de muertes fue de 34.676 (una reducción del 10%). Llama la atención que, según esta base de datos, más de 11.600 fallecidos fueron los propios perpetradores del ataque. Es decir, cerca de un tercio de las personas que mueren en acciones terroristas son los propios atacantes.

El ISIS, actor singular
Antes de repasar el mapamundi región a región, el informe de START sobre el 2016 dedica un apartado específico al ISIS, que se mantuvo como «la organización más mortífera del mundo». No en vano, es responsable de más de 11.700 muertes en acciones que la Universidad de Maryland califica de terroristas. Es más de un tercio del total de muertes en todo el globo. El total de ataques, sin embargo, es de 1.400, cerca de un 10% del total, lo que significa que los ataques del ISIS acostumbran a ser, por lo general, especialmente mortíferos y efectivos.
Cabe aclarar que en estas cifras no solo se incluyen los ataques realizados por el ISIS como tal –son la mayoría–, sino que también se tienen en cuenta las de los grupos aliados con la organización –como Boko Haram en Nigeria, que anunció su alianza con el ISIS en 2015–, así como las acciones «inspiradas» por el grupo armado. Con todo, la inmensa mayoría de los ataques del ISIS se concentró en 2016 en Irak y Siria, seguidas a años luz por Turquía, donde se registraron 56 ataques, según los datos de START.

Irak, herida abierta
Dentro de la macrorregión en la que la base de datos de START incluye a Oriente Medio y el Norte de África destaca por encima de cualquier otro país Irak, donde ocurrieron el 55% de los ataques registrados en la zona y el 64% de las muertes. No solo eso, el país invadido por los ejércitos de EEUU, Gran Bretaña y el España en 2003 concentró también nueve de los once ataques más mortíferos ocurridos a lo largo del año pasado. Entre ellos el peor de 2016, ocurrido en julio en Bagdad, cuando un atacante suicida detonó un vehículo lleno de explosivos en un centro comercial del barrio de Karrada. Murieron 382 personas.
En este sentido, los datos de la Universidad de Maryland indican que, a diferencia de lo que ocurre en Europa, la mayoría de los atentados perpetrados en Oriente Medio y África del Norte (un 73%), se realizan a través de bombas o explosiones, mientras que solo el 14% fueron asaltos armados –los porcentajes de secuestros o ataques a infraestructuras son mucho menores–. La región es, además, la única en la que crecieron las acciones de terror durante 2016. Los atentados crecieron un 2%, mientras que las muertes se incrementaron en un nada despreciable 8%. En el resto del mundo, las cifras fueron a la baja.

Europa, menos de lo que parece
Sin menospreciar el shock y el dolor producido por los ataques vividos en Europa, en especial los más recientes ocurridos en Barcelona y Cambrils, un rápido vistazo al mapamundi que acompaña este texto deja bien claro que Europa Occidental es una de las regiones con menos atentados de todo el mundo. Basta una cifra para expresarlo: el mencionado atentado del centro comercial de Bagdad, en julio de 2016, provocó 144 más muertes que los 269 ataques registrados durante todo el año en el viejo continente. Con todo, el año pasado fue, siempre según los discutibles datos del Global Terrorism Database, el que más muertos en atentados dejó desde 1988, lo que marca una tendencia a tener en cuenta.

Beñat Zaldua, en GARA

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