
La UE defenderá los valores del PP, dijo Mayor Oreja embriagado por el resultado electoral. Los valores tradicionales, apostilló Mariano. Vamos a por los gays, vamos a limitar los derechos tan duramente logrados y no en toda la vieja Europa, vamos a sacralizar las raíces cristianas de la Unión, pensarán sus señorías en Estrasburgo. ¿Raíces cristianas? ¿y qué hay de los griegos? ¿y de los romanos? ¿y de los musulmanes? No todo en Europa fue cristianismo. Es más, mucho antes de que Pablo de Tarso tratara de dar lecciones morales a la alegre Corinto, las raíces de Europa se extendían por todo el continente, y no sólo por la ribera norte, sino por todas las costas del Mare Nostrum. Europa no es sólo el apéndice de Asia. Europa y su historia beben de Oriente Próximo, del norte de África y sobre todo, de la herencia helenística.
El cristianismo vino después, con su intolerancia, con sus guerras santas, sus autos de fe, sus conversiones obligadas, sus penitencias, su moral, su hipocresía y sus abusadores de niños que quedan impunes o compran indulgencias.
La broma se acabó. Europa es más que nunca vieja, con viejas ideas, viejos valores, viejos representantes aupados por aquellos a los que han empobrecido, por aquellos a los que han atontado, a los que han envilecido. La Europa salida de los últimos comicios refleja lo que han buscado sus arquitectos, la indiferencia de la mayoría y la fidelidad de suficientes para aupar sus convicciones. El progresismo se va a la playa y permite que otros decidan en su lugar. No nos interesa.
Vaya que sí. Pongamos algunos ejemplos: derechos del colectivo LGBT, derechos de las mujeres, leyes sociales como la de Dependencia, derechos de los inmigrantes, derechos laborales, cultura, educación, Universidad...¿Se acuerdan de las pretendidas 65 horas? ¿y del despido libre? ¿No? Ya se acordarán pronto......
Oscar Hernández (gehitu)
No hay comentarios:
Publicar un comentario