Un grupo de personalidades de la cultura, la sociedad y la política alavesa han reclamado esta mañana en Vitoria un acuerdo de la oposición para evitar la investidura del candidato del PP, Javier Maroto, como alcalde de la capital vasca. Entre los impulsores y firmantes del manifiesto, que pone presión sobre el PNV (de quien depende que tal posibilidad pueda ser real), están los expolíticos nacionalistas José Ángel Cuerda y Joseba Azkarraga y la exconsejera Blanca Urgell, que fue miembro del gobierno de Patxi López.
El manifiesto añade presión al PNV porque de lo que haga en la votación de investidura depende de que Maroto repita o no como alcalde. El aspirante popular ganó las elecciones del 24-M y obtuvo 9 concejales, por 6 de EHBildu, 5 del PNV, 4 del PSE, 2 de Sumando (Podemos) y 1 de Irabazi. Los socialistas ya se han distanciado del frente contra Maroto, de manera que a EHBildu, principal promotor de la iniciativa, le resulta obligado obtener el sí del PNV (y también de los partidos minoritarios) para evitar la investidura de Maroto e impulsar, se supone, la de Miren Larrion, líder del segundo partido en escaños. Los nacionalistas no han deshojado con firmeza la margarita y de momento han lanzado mensajes tanto de advertencia a Maroto como de distanciamiento con el frente propuesto por EHBIldu. Si la oposición no logra 14 votos será alcalde el líder de la lista más votada, es decir, Maroto.
Los firmantes del manifiesto aseguran que en su "entorno" existe un clamor social por el cambio en la alcaldía y que por ello ven necesario una entente de las fuerzas de la oposición para llevarlo a cabo. Además de Cuerda, Urgell y Azkarraga, han puesto rostro a esta reivindicación Miguel Ángel Ruiz (comisión anti Sida), Xabier Añúa, Luis Mari Sánchez Iñigo (histórico de EA) o Andrés Krakenberger, expresidente de Amnistia Internacional España. En el manifiesto, los firmantes ven lícito arrebatar la alcaldía a Maroto porque el regidor, pese a ganar con holgura las elecciones, careció del respaldo del 70% de los electores y que ha generado una fracura social en el ciudad con sus alusiones al fraude en la RGI y su iniciativa para endurecer el acceso a las ayudas.
Para los firmantes de este documento, Javier Maroto "ha traspasado las líneas rojas" al circunscribir el supuesto fraude de las ayudas sociales a una parte concreta de la población (los inmigrantes) "sin sustentarlo en datos objetivos". En este sentido, consideran que no es legítimo lo que ha hecho y han opinado que "no debe ser alcalde de una ciudad tan emblemática en derechos y solidaridad como Vitoria una persona que ha utilizado el discurso del odio", aunque hasta la fecha no haya sido objeto de acciones penales por parte de la justicia.
Han denunciado que su actuación política y sus mensajes "han fomentado el enfrentamiento entre ciudadanos", y han recordado que en la noche electoral proclamó que no daría "ni un paso atrás" en tal discurso. Por ello, y en vista de que en otras ciudades y comunidades autónomas donde el PP ha sido la fuerza ganadora se vislumbra el cambio pese a que los candidatos populares han tenido porcentajes de apoyos superiores a los de Maroto, han emplazado a los partidos de la oposición en Vitoria (EH Bildu, PNV, PSE, Sumando-Hemen Gaude e Irabazi), a hacerlo posible también en la capital alavesa. Los socialistas ya han dicho 'no' a este frente.
Han recordado que el 70 % de los electores optó en las urnas por opciones diferentes a la representada por Maroto y han opinado que "la sociedad pide acuerdos y consensos". Además, han pedido "una reforma profunda de los servicios sociales para propiciar un encuentro ciudadano integrador y solidario, basado en acuerdos y amplios consensos políticos".
A preguntas de los periodistas, Krakenberger ha dicho que no es suficiente con que Maroto "rebaje su discurso" por miedo a perder la Alcaldía. Asimismo, ha aclarado que este manifiesto no es una medida de presión contra los partidos de la oposición para que desbanquen a Maroto sino que es una declaración "a favor de un pacto por la convivencia". Urgell ha aclarado que son un grupo de ciudadanos "preocupados" por la posibilidad de que el PP vuelva a gobernar en Vitoria y a los que les gustaría que los grupos de la oposición se unieran "para hacer otro tipo de Alcaldía". EH Bildu como primer partido de la oposición ha emprendido ya una ronda de contactos con los grupos para explorar esta posibilidad.
El Correo
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