Los beliforianos mantienen muy vivo su gusto por recordar la historia local, que ha marcado hasta el momento el día a día de la villa para retornar en esta ocasión al periodo en el cual Belorado perteneció a la Corona de Navarra.
Con el epicentro en la Plaza Mayor, el municipio recreó con gran lujo de detalles su aspecto medieval gracias a la implicación de los vecinos que vestían los ropajes de la época.
Al margen de su carácter comercial, focalizado en todos los puestos, la faceta pedagógica de la feria fue muy notable al ponerse un especial énfasis en la participación de los más pequeños.
Por ello, en los campamentos navarro y castellano, los niños participaron en diversos talleres mientras disfrutaban conociendo de primera mano los oficios y elementos de la época. De igual forma, el público en general pudo ver en directo la preparación, al modo tradicional, de las morcillas beliforianas para degustarlas al mismo tiempo.
Durante la mañana, el momento de mayor tirón popular se produjo con el Torneo Medieval, en el que se enfrentaron los caballeros navarros y castellanos con gran energía y realismo.
Uno de los colectivos más impresionados durante esta primera jornada de feria fueron los peregrinos de distintas nacionalidades que cruzaban la villa camino de Santiago de Compostela. Y es que tropezarse al salir por una de las estrechas calles beliforianas con un grupo de guerreros medievales en pleno combate no es un hecho muy habitual en la ruta jacobea, por lo que muchos solicitaron posar con los caballeros.
Precisamente, uno de los motivos que ha llevado a Belorado -según señalo su alcalde, Luis Jorge del Barco- a celebrar este momento histórico fue la decisión del Rey Sancho III El Mayor, coronado en Pamplona en 1004, de trasladar la sede de su reinado a Nájera.
Al mismo tiempo, esto supuso el cambio del trazado del Camino de Santiago al actualmente conocido como Camino Francés en detrimento de la antigua traza, Vía de Bayona, que discurría por el norte de España pasando por Álava y Briviesca.
Esta decisión del monarca navarro supuso para Belorado, tal y como afirmó el primer edil, la llegada de «peregrinos, francos y judíos, que propiciaron su auge económico».
Para dar a conocer de forma visual este hecho, así como el que desembocó en la pérdida para los navarros de amplios territorios burgaleses, se escenificó por la tarde con dos representaciones. Por una parte, La División de los Reinos, que arrancó con la coronación de Sancho III El Mayor, el cambio del trazado jacobeo y el establecimiento de los límites de los territorios navarro y castellano en el año 1016. Posteriormente, el reparto de los reinos a la muerte del monarca entre sus hijos García (Navarra) y Fernando (Castilla) en 1036 causó el enfrentamiento entre ambos al considerarse Fernando perjudicado en el reparto.
La segunda obra, bajo el título de Desenlace, mostró el creciente aumento de las malas relaciones entre los dos hermanos hasta que en el año 1054 los dos ejércitos, con García y Fernando a la cabeza, libraron la batalla de Atapuerca en la que murió el rey navarro, lo que supuso una modificación de las fronteras y la inclusión definitiva de Belorado en territorio castellano.
Siguiendo la estela de la representación de la Feria Alfonsina, la parte central de las representaciones se realizó por grupos de recreación histórica medieval para garantizar mayor autenticidad con el apoyo de unos 200 vecinos de la localidad.
Gerardo González, en Diario de Burgos
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