miércoles, 25 de febrero de 2015

PRESUNTOS DELINCUENTES

El portavoz del PSN, Santos Cerdán, dice que “aquí lo que ha habido es una serie de presuntos delincuentes que se han llevado el dinero de Osasuna”, además de señalar que “el anterior presidente del club (por Archanco) no era conocido por ser afín a ninguno de los partidos que dicen del régimen, era más bien nacionalista”. Este es el nivel, como si fuesen relevantes las ideas de Archanco o Izco, que no era precisamente nacionalista. ¿Quiere decir Cerdán que UPN y Hacienda esperaron a que llegara un presidente no afín para comenzar a pedir a Osasuna que cumpliera con sus obligaciones fiscales? Porque eso es lo que pasó, al menos cronológicamente, porque en abril de 2012, cuando la deuda de Osasuna con Hacienda era de casi 50 millones, la ya presidenta Barcina dijo que Izco había sido “un magnífico presidente”. Un presidente que deja al irse una hosca de 50 millones con la Hacienda que una misma dirige es calificado de “magnífico”. ¿Conocía Barcina la deuda o no había hecho su trabajo y no la conocía? El problema, señor Cerdán, no es solo lo de los presuntos delincuentes, el problema gravísimo y enervante es que otros presuntos delincuentes que ostentaban el poder dejaron de hacer su trabajo a sabiendas y esa inacción nos va a salir carísima. Y le digo más: el problema es que ninguno de esos va a pagar euro alguno ni cumplir sanción ninguna de clase alguna. Esa es la impotencia del ciudadano, más allá del episodio detectivesco de ahora. La impotencia de haber estado en manos de gente -Sanz, Barcina, Iribarren, Miranda- que veía cómo nos robaban y no hicieron nada, la inexistencia de una Ley que castigue eso, la ausencia total ni siquiera del mínimo de vergüenza y autocrítica. Una Hacienda que no vela por todos y unos parlamentarios que legislan sin información. Eso es lo duro y trágico, eso, no la filiación de un presidente.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias

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