jueves, 5 de febrero de 2015

LA PLANTA DE COMPOST EN FUNES Y EL PP NAVARRO

La actual propuesta de Directiva Europea sobre tratamiento de residuos dice que no se puede echar al vertedero la materia orgánica junto con todo lo demás, tal y como, en muchos casos, se hace hasta ahora. Hay que recoger y separar selectivamente la materia orgánica y darle un tratamiento. Por otro lado, para el 2025 no se aceptarán en los vertederos residuos que sean reciclables y desde el 1 de enero de 2030 no se admitirán más del 5% del conjunto de residuos municipales generados.
Gipuzkoa, de forma similar a Catalunya, lleva años mejorando el proceso de recogida selectiva, con muy buenos resultados debido al esfuerzo y colaboración ciudadana para buscar las soluciones, medioambiental y económica, más sostenibles, como también recoge la normativa europea. Utilizan varios sistemas de recogida, entre ellos el  “puerta a puerta”, que hasta ahora y con gran diferencia respecto a otros, es el que mejores resultados está dando y sin duda el que más se acerca a los objetivos de economía circular que marca la normativa europea. Por esto, la cantidad de materia orgánica biodegradable recogida aumenta cada año, aunque el sistema de tratamiento de la misma para convertirla en compost dispone de capacidad limitada.
En tanto no se disponga de mayor capacidad de tratamiento en las plantas de gestión pública, Gipuzkoa se ve obligada a compostar parte de su materia orgánica biodegradable en empresas privadas, entre otras la planta de IB en Funes. La misma situación se da en el tratamiento de la materia orgánica de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, que a pesar de generar la mitad de todos los residuos de Navarra, envía sus residuos a la planta de HTN en Caparroso mientras busca, según dice, otra solución.
La planta de IB en Funes no es un vertedero sino una empresa donde se convierte la materia orgánica en abonos y fertilizantes para su venta. La materia orgánica procedente de Gipuzkoa es de la máxima calidad, (según las condiciones establecidas en la vigente Ley de Residuos) pudiendo convertirla en compost de clase A, apto para la agricultura ecológica (según consta en el registro de fertilizantes del Ministerio de Agricultura). Denominar basura a la materia orgánica recogida selectivamente no sólo no es correcto, sino que sirve a intereses demagógicos y espurios.
La transformación en compost de la materia orgánica biodegradable procedente de la recogida selectiva de los Residuos Urbanos está reconocida como la mejor forma de gestionar dichos residuos municipales, por su impacto positivo sobre el suelo, y esto es especialmente importante en Navarra, que es la comunidad que más fertilizantes inorgánicos emplea. No olvidemos que según la CHE, los acuíferos de la Ribera están peligrosamente contaminados por el uso abusivo de agroquímicos y fertilizantes inorgánicos.
La Compañía de las 3R defiende la transformación de la fracción orgánica de los residuos urbanos en compost y valora el esfuerzo de la ciudadanía que con su comportamiento hace posible que un residuo se convierta en abono, manteniendo la capacidad agronómica del suelo y apostando por la sostenibilidad.
El Ayuntamiento de Funes tiene la competencia en la recogida y tratamiento de los residuos urbanos producidos en su término municipal y no puede escudarse en la Mancomunidad de la Ribera Alta ni en el Consorcio. Tiene por tanto la obligación de gestionar adecuadamente la materia orgánica biodegradable de sus propios residuos, tal y como lo exige la legislación vigente. Por tanto, debería proceder cuanto antes a la puesta en marcha de la recogida selectiva en su municipio y a su tratamiento de forma autónoma o mancomunada, en vez de llevar esos biorresiduos a la Planta de El Culebrete en Tudela (48 km ida y 48 km. vuelta). Gestionar correctamente esos biorresiduos requeriría de una planta de compostaje, a poder ser de gestión pública, y si no la hay de momento, privada.
Sorprende la reacción del alcalde Isidro Velasco (PP), que en lugar de potenciar la gestión adecuada de la materia orgánica, pretende en su término municipal el cierre de una empresa que contribuye a la recuperación de recursos como salida más racional de los residuos biodegradables. ¡Ojalá la tuviéramos en Iruñerria-Comarca de Pamplona! También sorprende que el PP navarro obstaculice la recogida y tratamiento racional de los biorresiduos en nuestra comunidad (Funes, Olazagutia, etc.) mientras la apoya en Catalunya.

Ana Malón,  Julen Mendiguren, Juan del Barrio,  miembros de la Compañía de las 3 Erres (Reducir, Reciclar, Reutilizar).

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